Partida Rol por web

Para cualquier mortal la obra de Herbert West es una verdadera locura, obra de un maniaco. Para un médico como él es algo mucho peor, más denigrante y horrible si cabe. Es transformar todo lo bueno de la medicina en algo corrupto y horrible, el intento de salvar a la gente por hacer daño a otros seres, por experimentar con ellos de forma arbitraria tratando de lograr cosas imposibles.

O al menos deberían ser imposibles -pienso tras recordar mi visión en la habitación de Owen.

Partamos, cuanto antes acabemos con esta locura mejor para todos nosotros -declaro visiblemente afectado por lo que acabo de ver.

Liz no podía más aquello la superaba y la parecía totalmente excesivo. Los nervios acumulados de la noche se habían acumulado como una bola a punto de estallar. Finalmente, la delgada y enjunta escritora lanzó un chillido de frustración.

NO, NO PUEDE SER. ESTE HOMBRE NO DICE MAS QUE SANDECES: ESTA LOCO Y NOSOTROS ESTARIAMOS LOCOS SI LE SEGUIMOS. LOCO ¿ME OYEN? L-O-C-O

Liz estaba al límite,no había que ser muy listo para darse cuenta. La muchacha se desmoronaba lentamente, su fragilidad mental era notoria y aunque no estaba loca- aún- habría que vigilarla de cerca e intentar que estuviera algo alejada de lo que pudiera aparecer en la granja.

Los cuatro salísteis de la Facultad al coche del Doctor Wiggin, el que condujo al norte, hacia la granja...