Partida Rol por web

El tiempo continua pasando y la estantería 9 se me antoja interminable, ya no sé qué documentos he revisado y cuáles no, y supongo que el cansancio y pesimismo nos están jugando una mala pasada... ya que los demás tampoco parecen encontrar nada útil.

Le doy mil vueltas antes de decir nada en voz alta, pero ya no aguanto más, me noto distraida y agotada.

- ¿Y si hacemos un descanso para cenar algo? - digo tímidamente, pero sin ninguna emoción

- Esta estántería no se moverá de aquí... y luego tendremos al menos, energías renovadas para seguir donde lo dejamos

Después de un breve silencio continúo pensativa.

-A lo mejor estamos pasando algo por alto... Esa granja se nos está resistiendo demasiado... Waite pertenecía al grupo de Frank y Owen... quizás ella sabe algo de esto, no sé... Y si no la encontráramos*- reflexiono en voz alta, y temo que todo acabe aquí - ¿por dónde podríamos seguir investigando?

Me toco la sien con ambas manos, frustrado y cansado. No parece que tengamos ninguna información útil -digo bostezando -tal vez lo mejor sería descansar un poco y mañana seguir nuestra búsqueda. Aunque puede que durante ese tiempo ese loco mate a alguien de nuevo. Creo que lo mejor sería buscar a alguno de sus amigos o a la propia Asenath Waite, tal vez ella sepa algo de ese lugar, del resto de los que se reunían o del café donde lo hacían. Puede que de esta forma comencemos a atar cabos.

Aún con el gran cansancio que pesa sobre mis hombros en mi mente vuelve una y otra vez la imagen de lo encontrado dentro de la caja de ese psicópata, algo que me fatiga más que todas las horas de pesquisas y trabajo.

Centrado en mis pensamientos y, dado mi cansancio, no me he percatado de las palabras de Rachel hasta después de dar mi propia sugerencia. Sin embargo parece que ambos coincidimos asi que no tengo nada más que decir.

Yo estoy francamente agotada...si no les importa podríamos continuar mañana.

La joven periodista mostraba un semblante cansado y claros sintomas de necesitar tomar el aire. Un incipiente dolor de cabeza comenzaba a preocuparla más que encontrar el libro y con un suspiro concluyó La verdad que me duele mucho la cabeza y necesitaría dormir unas horas

Si es que puedo olvidarme de...eso

Por cierto doctor Wiggins... -dije con cierta mirada también cansada-, ese generador del que antes hablamos... no funciona con energía eléctrica, no sé si lo sabe... sino con gasoil... Y cinco mil watios de potencia no se lo proporcionan a cualquiera... requiere de un permiso especial. Osea que ni la compañía eléctrica tan siquiera puede ofrecer un generador que sea de gasoil... a saber de dónde lo consiguió...

Respirando profundamente viendo la nefasta búsqueda por parte de todos, asentí a las sugerencias de cenar, descansar y continuar al siguiente día.

Las cuatro personas exhaustas, se retiraron a descansar para continuar al día siguiente la investigación. Era ya pasada la hora de la cena  - 20: 17- y el profesor y el doctor recogieron sus coches para irse a sus respectivas casas mientras que las chicas se quedaron en el campus en sus respectivas habitaciones.

Por la mañana temprano - 8: 29 - los cuatro estaban de nuevo en la biblioteca ante la misma estantería.

Maldita sea...seguro que está mal colocado-gruñó la joven buscando uno por uno en toda la zona-ya lo dicen las bibliotecarias: un libro mal colocado es peor que un libro robado.

Mmm... parece que hoy será otra dura jornada entre papeles... -dije con un gran peso en el alma-.

Paso la jornada buscando entre los libros, totalmente centrado en la lectura. Mi mente está colapsada por todo lo que he visto y por los datos sin sentido que me inundan. Por un momento tengo ganas de gritar algo y salir del lugar rápidamente. Luego recuerdo que estoy en una biblioteca y que estamos en medio de una aventura interesante. Por último un ligero pensamiento pasa de forma sutil por mi cabeza. ¿No debería ir a trabajar a mi despacho? ¿cuantas horas más podré usar para esta búsqueda?

No hubo manera alguna de localizar algún rastro que pudiera determinar el lugar que ocupan los escritos de West, pero entre los cuatro, durante toda aquella mañana y parte de la tarde, ponéis el archivo patas arriba, buscando uno a uno entre todos los escritos hasta que dáis por fin con los escritos de West.

Ese Herbert West es el mayor enfermo que ha podido existir, las burradas que ha llevado a cabo son indescriptibles, o casi, experimentos con perros, gatos, órganos, cadáveres, trozos, vísceras... todos os quedáis estupefactos al leer esas cosas y siempre se os quedarán grabadas en la mente.

Finalmente, a primera hora de la tarde dáis con lo que estábais buscando: El emplazamiento del laboratorio. ¡ La vieja granja Chapman! situada al norte de Arkham más allá de las colinas de la pradera. Un lugar que conocéis o del que habéis oído hablar.

La noche había sido muy levemente reparadora, con todas las cosas que estaban pasando y me preocupaban fue difícil conciliar el sueño, afortunadamente, el cuerpo tiene sus límites y caí dormida después de llorar en la intimidad de mi cama buscando refugio envuelta entre sábanas de desazón, desesperación y rabia.

Sin embargo, había que levantarse pronto ya que nos esperaba otra jornada de investigación. Cada vez era más difícil mostrarse optimisma, la confusión... pensar en que Frank ya no estaría, las palabras de Biff... Owen y su habitación y sus experimentos... las horas improductivas en la biblioteca... podían acabar con la tranquilidad de cualquiera, pero poner algo de luz sobre este asunto solucionaría las cosas (al menos en parte). Y nos permitiría, a mi por lo menos, tener un poco de paz interior...

Nos reunimos frente a la dichosa estantería y volvimos a la búsqueda. Todos me parecían más serios, quizás más cansados de esta historia, aunque puede que sólo fuera una sensación, al fin y al cabo, la mañana tampoco estaba dando frutos y por momentos me daba por vencida y pensaba en la posibilidad de que no hubiera nada allí, si quizás estábamos perdiendo el tiempo buscando entre papeles y no sería mejor volver a hablar con...

En ese momento alguien lo encontró

- ¡Por fin una buena noticia!

Aunque realmente duró poco, o nada. Ese tal West estaba loco y había hecho cosas terribles. Volvió a mi cabeza la borrosa imagen de "la caja" y al escuchar sus redacciones los pelos se me ponían de puntas mientras mi rostro se arrugaba sin entender cómo alguien podía hacer dichos "experimentos".

Dios Santo... Que aberración -dije desde el fondo del alma mientras miraba y leía todas esas maldades-. Bueno, sin duda ese loco de Owen deberá andar por allí en medio de cuantiosos experimentos, creo que los mejor será ir allí cuanto antes, no vaya a haber otra víctima.

El profesor LaFleur estaba visiblemente cansado, tanto que se había olvidado de cambiarse de ropa, y llevaba el mismo traje y la misma corbate. No parecía tener muy buen aspecto, pero estaba decidido a llegar hasta el final de una vez por todas.

- Creo que sí, profesor... será mejor ir cuanto antes... - dije casi automáticamente, aunque realmente seguía pensando en qué momento debíamos avisar de todo esto a la policía.

Éramos cuatro...  ese era el único factor que me daba algo de tranquilidad dentro de toda esta locura, ya que de haber estado sola no se me ocurriría ir jamás al encuentro de alguien así.