El mirador es una amplia estancia de descanso y de recreo, en donde su mayor atractivo radica en el techo acristalado, dejando mostrar a los tripulantes y visitantes las maravillas del espacio desde una zona mucho más confortable que el frío vacío del mismo.
Al ser una zona central, es común tener mucho movimiento por la zona, por lo que que sea una zona de relajación y contemplación se puede ir al traste si demasiados caminan de arriba a abajo o de una estancia a otra.
Fui de las primeras personas en avanzar al mirador pero de las pocas que se detuvieron en él, lo hice procurando no estar muy en el medio, mirando hacia el cristal, o mejor dicho, lo que había detrás de él, en mi rostro se dibujaba cierta expresión de preocupación, estaba claramente metida en mis pensamientos, al menos hasta que bajé la mirada soltando un suspiro. Después de eso, al igual que había hecho la mayoría, abandoné dicha estancia.
Me voy al salón a menos que algo me detenga x'D
Contemplé las vistas del exterior, siempre me parecieron preciosas y, sobretodo, terroríficas, aunque supongo que esta úlrima opinión había tomado más fuerza con el tiempo. Fruncí ligeramente el ceño mientras mi mirada reflejaba tristeza y rabia pues sabía que la causa de ello tenía un nombre y era la nueva máxima autoridad de esta nave, él me había convertido en cómplice de su macabro juego de diversión... solo de pensarlo se me helaba la sangre pero... sin embargo eso no evitaba que sacrificase a ARC por mi propia seguridad. Tras pensar aquello bajé la mirada y suspiré, aunque siempre cargase con el peso de esto había un motivo para que hoy me resultase especialmente duro, pues, el capitán acababa de dar la vida por todos, mientras a mí, el miedo, no solo me silenciaba...
Ayana abandona la estancia usando las escaleras.
Dhes Pisthao llega a la estancia desde el Puente de Mando y se dirige, con cuidado, a la Cabina del Capitán.
Octavio camina lentamente por el mirador, con los brazos cruzados a su espalda. Sus pasos son pesados, y todos le adelantan con sus prisas.
Suspira y mira al techo acristalado. Fija su mirada durante un buen tiempo en el infinito del espacio exterior.
Dhes Pisthao llega al mirador, en su mano lleva una botella de licor, parece ser que de Champagne, la cual parece estar casi vacía del todo. - Por parte de los que ya estaban presentes y lo vieron entrar al lugar, seguían siendo los mismos.
Ayana subiendo las escaleras se dirige directamente hacia Ingeniería Superior. - En el Mirador aún se encontraban algunos de los que presenciaron el cuerpo, pero pese a ello, decidieron quedarse por las cercanías.
Saliendo del despacho, Erika como Obe parecían algo nerviosos; pero pese a ello, Obe tenía una apariencia más decidida que su compañera de preocupación, sin pensarlo demasiado entró al Puente de Mando, probablemente a reparar un estropicio o a buscarse una nueva Ex-Mujer, lo que ocurriera antes. - En el Mirador aún se encontraban algunos de los que presenciaron el cuerpo, pero pese a ello, decidieron quedarse por las cercanías.
El viejo iba caminando el doble, es decir, iba haciendo unas cuantas eses... apestando a alcohol y hablando con dificultad.
Se acercó a Terry
Terry viejo, que tal andas? creo que alguien ha hecho algo al viejo Foppin, por lo menos he encontrado el bar del viejo y lo he puesto a salvo...
Chica de gafas... que te pasa? te veo triste...
En este momento alguien acerca una cerilla... y esperemos que los extintores funcionen!!!
No levantaba la cabeza, no quería que nadie me viera en ese estado, por lo que, como si de una colegiala se tratara, decidí huir del lugar, tratando de que nadie se percatara de que estaba llorando de puro miedo e impotencia; metiéndome en la sala de Ingeniería Superior, donde estaba mi puesto de inspección de seguridad, como el equipo de IT.
Erika sale de la estancia y entra en la Sala de Ingeniería Superior.
Ronte llega subiendo las escaleras y se dirige directamente hacia el Despacho donde estaban los miembros del Alto Mando reunidos, en sus manos garras llevaba unos cuantos papeles, pero antes de entrar se detuvo a mirar lo que había allí. - En el Mirador aún se encontraban algunos de los que presenciaron el cuerpo, pero pese a ello, decidieron quedarse por las cercanías; pese a ello, Dhes Pisthao tenía entre manos lo que parecía ser una botella de champagne casi vacía.
Motivo: Investigar escena
Tirada: 1d20
Resultado: 9
Quiero ver qué es eso de la cerilla
Al parecer, Dhes Pisthao usando su mano libre, acercó una cerilla apagada a su rostro. ¿Qué le pasaba a ese anciano?. Es como si no controlara parte de sus acciones, ¿La demencia lo había afectado TANTO?. Sea como fuera, nadie más se le acercó, visible o invisible, para darle una cerilla al anciano.
+1 de Bonus tienes.
Ronte prefería no mirar arriba cuando pasaba por el mirador. A pesar de que ya había estado en el espacio docenas de veces, jamás se había acostumbrado a cómo de grande era. Una no pasa de cazar animales con arcos y lanzas en la jungla a vivir fuera de su planeta en una caja voladora así sin más.
No teniendo maravillas del universo para distraerla, Ronte dirigió su atención hacia los presentes. Especialmente hacia Dhes Pisthao. Especialmente hacia su olor.
Se acercó hacia el jefe de navegación y lo olisqueó un poco.
-Apesssstassss a alcohol- Dijo. -Enhorabuena- ¿Tal vez debería molestarle que no estuviese haciendo su trabajo? A saber. Dhes hacía ese tipo de cosas de vez en cuando y nunca había muerto nadie. Al menos, de momento.
Ronte también saludó con la mano a los otros tres: Octavio Ramírez el cocinero, Osbaldo Osas (que le había parecido estar extrañamente callado antes en el puente) y Terru Duster, el esclavo de la nave.
Con eso, llamó a la puerta del Despacho, que era a donde quería ir.
Acciones:
1.- Llamo la puerta del Despacho e intento entrar.
Acciones secretas:
1.- Olisqueo a Dhes Pisthao, para ver si puedo determinar su especie. Como en el otro mensaje ya digo que lo olisqueo, no creo que tenga que tirar Esconder.
El olor a alcohol parece camuflar el resto de los olores... además, en la estancia parecen estar otras personas; por lo que quizás oler a alguien aún de cerca, quizás no resultara de la forma más precisa.
El continuo ir y venir de gente perturbaba a Octavio, quien seguía intentando disfrutar de la vista del infinito. El saludo de Ronte Sinapellido, en cambio, lo trajo de vuelta a la realidad. Devolvió el saludo con un leve gesto de cabeza, el cual había que estar observando atentamente para poderlo captar.
"Tal vez, sí trato de hacer vida normal, todo sea más fácil" pensó para sí. Tras ello puso rumbo hacia el salón, desde donde podría llegar a su cocina.
Octavio se dirige al salón
Mientras Ronte llamaba a la puerta del despacho, Octavio decidió irse del lugar.