Partida Rol por web

Mientras el la cuenta atrás marchaba poco a poco os sorprendió ver como Corey desaparecía a simple vista.

Los soldados de Panacea parecían también sorprendidos ya que incrédulos comenzaron a mirar de un lado a otro hasta que uno de ellos hizo un gesto como de recibir un golpe en el estómago. Éste cayó arrodillado en el suelo mientras que el compañero se giró alertado.

Fue entonces en un abrir y cerrar de ojos cuando la escena cambió. El segundo soldado hizo un ademán de defensa, provocando que en una rápida reacción agarrase "algo" invisible, ese "algo" pronto se materializó dejando ver a un Corey que incrédulo observó que a pesar de su velocidad, el segundo soldado logró evitar su ataque y logró apresarle el brazo.

Lario, en ese momento, deshizo la ilusión justo en el momento que el reloj llegó a 0.

- Impresionante, pero te has dejado llevar por el ansia de batalla... ¿a que si solo hubieses atacado a un objetivo todo habría salido bien? En cambio has apurado al máximo para intentar vencer a tus dos rivales en un tiempo límite, aún sabiendo que era arriesgado - se frotó las manos.

- Un buen cazador en las sombras debe tener paciencia, y si el momento de atacar no es el correcto, esperará a otra ocasión - comentó a modo de consejo.

- Ahora tan solo faltas tú - dijo mirando a Ryo.

- ¿Preparado? Que seas el último hace que mis expectativas hacia ti sean mayores - sonrió

De repente veis como a Ryo se arrodilla en el suelo y comienza a jadear.

- No puedo... no puedo hacer esto... no quiero hacer esto - comentó mientras parecía que estaba sufriendo un ataque de ansiedad.

- Sé que vuestras intenciones son buenas pero yo... yo no soy un guerrero... solo soy un Chef... y de los buenos... no quiero participar en esta guerra... no quiero volver a ver a un soldado de blanco... o a un tipo trajeado... yo... yo lo siento - tras decir aquello Ryo salió corriendo de la sala de entrenamiento bajo la incredulidad de Larion.

Larion se cruzó de brazos. Negó lentamente y suspiró.

- Como podéis ver, no todo el mundo está preparado psicológicamente para enfrentarse a esto - se acercó lentamente a Moq y a Corey y os agarró de los hombros.

- ¿Queréis seguir ustedes con el entrenamiento? Tengo una última prueba que me gustaría experimentar... ya Beb se encargará de vuestro amigo, ahora yo tan solo necesito a los fuertes de voluntad ¿de acuerdo? -

La reacción de Ryo no lo sorprendió, de hecho le pareció completamente normal dada la situación que todos estaban viviendo.  -Dijo que es chef- le comentó a Larion tras su gesto -Quizás se sienta más cómodo organizando la cocina, encargándose de las provisiones.  Después de todo necesitaremos comer y si puede aportar algo allí no tiene nada de malo que lo haga-

Escuchó la propuesta del fortachón y agregó -Yo sigo, es lo que vengo esperando desde hace un largo tiempo, no voy a retroceder ahora.  Aunque me gustaría luego intercambiar unas palabras con Ryo-

La reacción de Ryo fue sorpresiva para Corey, ya que si bien conocía no le gustaba luchar, siempre había demostrado la intención de dar lo mejor y seguir adelante. Al joven le hubiera gustado poder convencer a Ryo de quedarse y luchar.

-Tal vez tengas razón, todos tenemos un rol que cumplir y Él decidió que no fuera en combate. asintió el policía. Por mi parte, también sigo adelante. dijo mirando a Larion, luego fijo su mirada en Marcos -Vamos juntos, a lo mejor hasta lo convencemos de volver.

Larion alzó el brazo.

- Dejadle, ha sido su decisión y sería contradictorio que ahora intentéis hablar con él. Si necesita desahogarse que lo haga, igualmente no podrá salir de la base sin el consentimiento de Beb - dijo mientras suspiró profundamente.

- Confiad en ella, se encargará de hablar con él de manera clara para saber si podrá rehacer su vida aquí o si por el contrario prefiere volver a la "realidad", aunque sea un lugar peligroso -

- Ahora mi preocupación sois vosotros, quiero que en esta última prueba os enfrentéis a algo que por desgracia he tendido que vivir con mis propias carnes ¿os imagináis qué puede ser? - la pregunta era retórica puesto que dejó tan solo unos segundos antes de volver a hablar.

- Enfrentarse a alguien con el "don" al igual que ustedes... pensaréis que algo así es improbable pero los tentáculos de Panacea son poderosos y pueden manejar tu voluntad - ahora Larion se alejó.

- Ambos habéis visto cual es el poder del otro, con lo cual quiero que uséis vuestra cabeza para superar el siguiente desafío ¿cuál es? uno muy sencillo: quiero que os enfrentéis el uno contra el otro como si vuestra vida dependiese de ello. - aquella noticia os impactó.

- No quiero que os matéis, pero sí que lo deis todo ¿lo habéis entendido verdad?¿Aceptáis el desafío? - se cruzó de brazos.

Enfrentarse a otro usuario de dones.  Moq pensaba que sería improbable que sucediera en la realidad, pero tras las palabras de Larión repensó el asunto y tenía sentido.  Combatir fuego con fuego no sonaba tan descabellado en aquella situación.  Por lo que Marcos había podido percibir su rival era capaz de hacerse invisible, algo que le daría una ventaja importante en el combate.  Sería duro, pero no se echaría para atrás.  -Por supuesto que acepto Larion.  Sólo quisiera pedirte que quites la ilusión y dejes que esto se vea como realmente es-

El rostro de Corey cambió por completo. Se encogió de hombros y se acercó a Larion.

- No estoy a la altura - comentó con un tono de voz apagado.

- Él está mucho más preparado que yo, se nota nada más verle o incluso por como se desenvolvió en la prueba individual - aclaró refiriéndose a Moq.

- Además, no dejo de pensar en Ryo, en lo que se le pasa por su cabeza ¿y si hace alguna locura? Con su permiso señor, voy a hablar con Beverly - después se colocó frente a su compañero.

- No es nada personal, supongo que en mi situación harías lo mismo - hizo un pequeño además de sonrisa y sin dudarlo abandonó la sala.

A Moq le extrañó la respuesta del joven policía, frunció el ceño ante la respuesta, no creía que Corey no estuviese a la altura, sobre todo teniendo en cuenta su poder.  Sin embargo no dijo nada pues no quería que sus palabras se malinterpretasen.

-¿Qué hacemos?- dijo a Larion  -¿Seguimos nosotros o prefieres hacer un cambio de planes?-

Larion alzó los brazos, se había rendido. En tan solo 10 minutos dos de los alumnos se habían marchado del entrenamiento, quedándose simplemente con Moq.

- Psé - hizo una mueca mientras se recogía el pelo.

- Creo que mejor damos el entrenamiento como finalizado, al menos me quedo con el buen sabor de boca de que has demostrado tener justo lo que se necesita: capacidad de reacción. - dicho aquello te dio una palmada en la espalda y se dispuso a salir también.

- Tómate el día libre, ahora Beb estará liada con todo el papeleo... te llamará si necesita algo ¿de acuerdo? - y según iba alejándose la ilusión que "tapaba" la suciedad y vejez del gimnasio se iba haciendo palpable... tan palpable que hasta tu cuerpo empezó a estornudar por el polvo de manera inmediata.

Moq asintió, entendía la decepción de Larion sin embargo no podía hacer nada para cambiar la situación.  Esperó que el hombretón se marchara y entonces decidió comenzar a trabajar.  Tenía el día libre y se dijo que lo usaría poniendo a punto el gimnasio y haciendo de aquel lugar un segundo hogar.  Sin pensarlo dos veces se dirigió en busca de trapos, una escoba, un balde y productos de limpieza.  Comenzaría por quitar verdaderamente la mugre de aquel sitio y dejarlo en condiciones, el equipamiento sería algo secundario, o algo que dejaría para otro momento.  Mientras barría y limpiaba pisos, paredes y equipo su mente se despejó y comenzó a pensar.  Su memoria disparó la imagen de una serie algo antigua, Star Trek, en ella tenían un dispositivo que llamaban holocubierta donde simulaban diversas condiciones, se le ocurrió que el poder de Larion podría hacer aquello y así emular un basto universo de situaciones alque podrìan ampliar con algo de equipo, quizás utilizando muñecos de entrenamiento para simular objetivos, siguió royendo la idea y se prometió hablar con Larion sobre aquello.  Mientras tanto seguiría limpiando y poniendo a punto el lugar

La vida en la base se tornaba monótona, no se hacían progresos en las investigaciones con respecto a los "dones" pero al menos seguíais en un lugar seguro lejos de las manos de Panacea pero... ¿por cuanto tiempo?

Tras haber pasado la mayor parte del día haciendo labores comunitarias (aquí todo el mundo se gana su estancia) decidisteis que relajaros un poco en la sala de recreo era la mejor opción.

El recinto estaba bastante habitado. En él se puede encontrar un gran número de mesas de billar, largos y cómodos muebles acompañados de lujosas televisiones, para estar al tanto de lo que ocurre en el exterior aunque se esté a varios metros bajo tierra.

Había pasado alrededor de una semana desde que comenzase a entrenar, había puesto a punto el gimnasio y cada vez que tenía tiempo libre se dedicaba a realizar una rutina de entrenamiento físico.  Además se había dedicado a practicar su don, para eso había concurrido al ala médica y colaboraba con la doctora Shirley con aquellos pacientes que necesitaban ser “sedados”.  Quizás fue producto de estas prácticas el hecho de que aquella cara que ingresaba por la puerta le resultase familiar. 

Se acercó hacia la mujer.  -¿Ariel no es así?- dijo a modo de saludo –Soy Moq.  Bueno Marcos, pero me dicen Moq por mis iniciales.  Creo que te conozco del ala médica.  ¿Trabajas allí?-

Antes del secuestro era una mujer mas extrovertida y con una vida social bastante amplia, pero tras todo lo ocurrido y al llegar a este lugar mi situación había cambiado bastante, no he vuelto a ver a los chicos con los que entre, pero no pregunte por ellos pues imagine que estaban apoyando a Bevelry y su gente, yo fui asignada al ala medica para tender a los heridos que llegaban y a los que necesitaran atención medica.

Después de una jornada bastante movida, fui al sector de entretenimiento, hace días que no veía las noticias y quería enterarme de que estaba ocurriendo allá afuera; al entrar uno hombre me hablo, la verdad no sabia quien era aunque le había visto colaborando con otros colegas.

-Hola, si, Ariel Havelling- le tendí la mano para saludarle -así es soy medico, Marcos- observe buscando un televisor libre.

Mire al hombre sin saber que mas decirle... -aaammm- señale la tv -bueno, sigo hacia allá...quiero ver el noticiario, no se como esta el mundo exterior- así que continué hasta tomar asiento en uno de los sillones, la verdad es que de pasar a ser una excelente compañera de trabajo en el hospital central, aquí había adoptado una actitud mas silenciosa y bajo perfil, hablando lo necesario.

Moq vió como la mujer se iba, se encogió de hombros, al parecer la mujer no tenía ganas de recibir compañía.  Tomó su botella de agua, no bebía alcohol, y decidió practicar un poco de pool, no era bueno en ese juego, pero igual le gustaba.  A él lo que sucediese en el "mundo exterior" le importaba muy poco, desgraciadamente aquel ya no era su mundo.  Pensar aquello lo enojó, Panacea no sólo le había quitado su vida, sino que además lo había despojado del mundo en el que vivía y lo había expulsado a esconderse en una madriguera.

-Ya llegará el momento- se dijo a si mismo, sólo debía entrenar, practicar, hacerse más fuerte y entonces tendría su venganza, no creía que tuviese oportunidad de componer las cosas, no él solo al menos, pero si podría provocar suficiente daño como para sentirse en parte satisfecho.  La botella plástica crujió baso su puño y el sonido lo trajo de vuelta a la realidad.  Ya no tenía ganas de jugar al pool, se sentó en un sillón, quizás la televisión le distrajera lo suficiente como para hacer que aquel nubarrón pasase de largo