Partida Rol por web

Que rápido que dejamos caer las pretenciones piensa Burton un tanto decepcionado por como se desenvuelven los acontecimientos. Sinceramente no esperaba que las cosas salieran de control tan rápido. Era algo que inevitablemente ocurriría (estaba seguro de ello desde que escuchó hablar de este descabellado plan) pero ¿el mismo día de la llegada? Tal ves subestimo la desesperación de su especie y el salvajismo de los humanos. En fin, nadie podía saberlo con seguridad.

A pesar de todo estaba mas o menos tranquilo. Había visto y participado de batallas campales y esto no era nada realmetne serio.

- Vamos a buscar a Jenny - le dice a Wilberto -  y trata de mantener la compostura. No queremos problemas con ninguno, ni de la "Policía de los Ángeles" ni de los nuestros.

(evidentemente estoy en el lugar y situacion equivocado... de hecho estoy en el planeta equivocado)
por un momento Wilberto se queda paralizado con la mirada perdida en el conflicto, hasta que su compañero lo vuelve a la realidad

- he.. si... pero y si nos atacan?

en ese momento se palpo para saber si el mismo traida alguna arma ensima

-Creame señora Cavanagh no tengo nada especial en contra de los Blue Boys. Simplemente en un taxy un camello sube por propia voluntad, y la amante del senador confiá mas en nuestra discreción. Si algo pasa en esta ciudad los primeros que nos enteramos somos nosotros. Algunos se aprovechan -dirijo una fugaz mirada a Pasta -y a otros simplemente nos da igual.

De todas formas si nos invaden hay dos opciones o lo hacen con maletines llenos de dolares como los Japos. Y entonces no habrá nada que hacer. O lo intentan por la bravas, y no creo que El Vaquero [1] se deje echar del sillón sin oponer resistencia.

Los disparos de blaster son interrumpidos por un sonido potente; Donovan mira hacia arriba y su camarógrafo lo imita con la enorme video cámara en mano. Jenny se siente un poco avergonzada por la presión con la que el humano la sostiene contra el suelo, pero Mike simplemente está evitándole un disparo. Mark mira todo alrededor, tratando de recordar los detalles de la "velada". Entonces todos ven el enorme helicóptero pasando por arriba de sus cabezas...

- Les pedimos que se retiren de la calzada. Deben retirarse de la calzada. Repetimos: retirénse de la calzada...

Donovan levanta una ceja, incrédulo. Mark nota a dos visitantes cerca de ellos, mirando todo sumamente extrañados. Están parados y van a ser un target sumamente fácil para cualquier loquito que se halle cerca.

Entonces notan el caminar, de caderas bamboleantes de una exótica morocha. Obviamente, se trata de Diana.

- La fiesta se terminó, señor Donovan... ahora si me permite retirar a uno de mis oficiales de debajo de su brazo derecho, estaría más que agradecida. Y usted, señor- hablándole a Mark -creo que ya dejé en claro que es hora de irse a casa. Créame, no voy a repetirlo, ya estoy cansada de ésto.

La calle se va vaciando a medida que las personas, convencidas por muchos medios de que terminó la diversión, se van retirando.

Los disparos de blaster son interrumpidos por un sonido potente; Donovan mira hacia arriba y su camarógrafo lo imita con la enorme video cámara en mano. Jenny sigue en el suelo, siendo sostenida allí por Donovan quien, evidentemente, está evitando que le peguen un tiro. Burton y Willberto notan que ambos tienen sus armas reglamentarias, así como ven que el otro humano que está con el grupo, los ve por primera vez. Entonces todos notan el enorme helicóptero pasando por arriba de sus cabezas...

- Les pedimos que se retiren de la calzada. Deben retirarse de la calzada. Repetimos: retirénse de la calzada...

Las calles comienzan a despejarse a medida que la gente comprende, por las malas, que la fiesta realmente terminó. En ese momento una morocha exuberante pasa al lado de los dos visitantes, sin siquiera mirarlos. Se dirije hacia Donovan y ni bien llega junto a él, dice:

- La fiesta se terminó, señor Donovan... ahora si me permite retirar a uno de mis oficiales de debajo de su brazo derecho, estaría más que agradecida. Y usted, señor- hablándole a Mark -creo que ya dejé en claro que es hora de irse a casa. Créame, no voy a repetirlo, ya estoy cansada de ésto.

(Julie escucha atenta la conversación que se ha establecido entre Neverman y Patricia. Luego responde la pregunta de la segunda, sobre si sabía algo más de estos visitantes o basaba su descreimiento en meras hipótesis)

- Mi jefe está haciendo un segumiento. Por ahora la información que les doy es la única con la que contamos, pero, como he dicho, se están investigando unos datos. De todas formas, el tiempo nos dirá si tenemos o no razón en desconfiar de estos extraterrestres... Sólo espero que estemos preparados.

(De pronto, la chica observa su reloj y se levanta. Le habla a Neverman)

- Tengo que retirarme, supongo que uno de los suyos puede dejarme en mi oficina. Creo que dormiré allí esta noche.

(Hablandóle a los demás)

- Ha sido un placer. Aquí les dejo mi número telefónico. Los dejo, ¿Jonás tú no eres chico para estar a tan altas horas despierto? Perdón es que siempre he tenido un alte ego mamá. Señorita Canavagh, señor Neverman... un gusto. Espero que nos veamos nuevamente en mejores circunstancias.

Saladino está buscando al autor de tal evento. Saladino no le caía bien pero igualmente se interesa en saber qué sucedió realmente. Entonces vé a Brian, disgustado, sentado afuera de un transporte blanco de los que salen y entran diariamente a la nave madre.

Brian nota a Charlie y dice:

-* Hey, ¿qué me ves? Si tienes que subir al transporte, mueve tu culo y hazlo. Ya he tenido suficiente mierda por este día.

aquella rudimentaria aeronave terricola agitaba el aire con gran fuerza.
Wilberto se detubo un momento a contemplarla, hasta que fue sacado de su trance en le momento que Diana, su superior, pasaba junto a ellos

-*Emm.. llego la "Jefa"*

empuñando su arma reglamentaria agrego

- *Vamos hagamos nuestro trabajo...*

Wilberto se apresuro para llegar donde Diana. parandose a su derecha dos pasos detras suyo, al tiempo que dejaba ver como empuñaba su arma ante los presentes

- Va..va.. momos. obeobededescan! rarapido!
una vez mas su pronunciacion de idioma terrestre se le atravesaba, pero esta vez era peor al estar frente a su superior inmediato

sus ojos se posaron en Jenny para ver si se encontraba bien

Mark se reincorpora. Se siente adrenalinico, pero debe aprovechar de su suerte. Si le dicen que es momento de retirarse, sera mejor que se vaya. Bastante ha recolectado por el dia de hoy. Se va del sitio, pero no el lugar es un desastre. Recuerda la tarjeta de aquel taxista. Decide que es un buen momento para darle uso.

Por un momento se pone rojo entre vergüenza y enfado.

Puede que también sea chico, para estudiar con una beca de beisbol en la universidad y además tener que trabajar un local de hamburguesas para poder subsistir en esta ciudad.

Gira la cabeza al taxista con el rostro bastante desánimado.

Yo también me marcharé, señor Neverman, ¿cómo llego desde aquí a la cafetería del señor Fox? Vivo cerca de allí.

- Vamos, Jona, no te lo tomes como algo personal. - Patricia agarra al chico por el hombro y después habla.

- Yo tengo el coche ahí detrás. Si quieren puedo llevar a alguien. Julie, mañana a primera hora le telefoneo para que preguntarle, ¿de acuerdo? Ha sido usted muy amable de compartir con nosotros la información. Muchas gracias.

Pat, va dando la mano uno a uno a todos.

- Un placer Jona. Y también encantada de conocerle a usted Señor... Neverman. Adios señorita,... no me dijo su apellido ¿verdad, Julie? - dice sonriendo.

Les deja el numero de telefono y despues se acerca a la puerta. ¿Y bien? ¿Alguien quiere que le lleve o me voy ya?

Sonrie escuetamente por las palabras de la señorita Cavanagh.

Me levanto recogiendo mi bolsa de deportes.

Yo me iré con usted, sino le importa.Se gira a los demás. Gracias por la tarde, ha sido un placer conocerles, ojala nos veamos alguna otra vez, ya saben donde trabajo, estoy alli casi todas las tardes. Gracias señor Neverman, por lo que pasó antes de todo esto, no me gusta meterme en lios.

Una vez que salen, se dirige a Patricia.

Señorita Cavanagh, ¿de donde es usted?

Patricia Cavanagh recibe a Jona con el brazo. Y le acompaña afuera.

- Pues mira, soy de Nueva York, pero mis padres son irlandeses. - se señala el pelo color fuego - por eso las pintas de extranjera. - Sonríe un poco. Es cierto que la simpatía es importante, y reirse en momentos de tensión lo es aún más. Además ella estaba preocupada porque el chico estaba muy nervioso cuando se conocieron.

Juntos se suben al coche y Patricia acompaña al chico hasta su residencia. Tienen una agradable conversación en la que no entran ni aliens ni ningúna relación con ellos. Aunque es dificil, Patricia se empeña en desviar el tema cuando sale a la luz. Después se dirige a su casa. Aparca el Mustang y entra en la casa con paso lento y cansado.

Necesito descansar, pero no se si voy a poder dormir mucho.

Espera un rato en la cama y finalmente, tras muchas vueltas, tiene que usar las pastillas para dormir que guardaba desde la muerte de Sean.

Jenny levanta la cabeza, para poder espiar qué es lo que está sucediendo. Si pudiera ruborizarse, ahora mismo estaría completamente colorada. Se siente avergonzada ante la situación, y más al ver aparecer a Diana. Tras su comentario, la joven se levanta rápidamente del suelo.

Gracias señor. Agradece su acto a Donovan y sin atreverse a cruzar la mirada con Diana, se coloca detrás de ella, junto a Wilberto. Coloca sus manos tras la espalda y, aprovechando que Diana no puede seguir la dirección de sus ojos, observa detenidamente a su salvador.

Por una ves Wilberto parecía estar haciendo lo correcto. Era hora de portarse como buenos soldados, como buenos e imbeciles agentes de su especie.

Procedión con calma y tranquilidad a dispersar a la multitud en un tono realmente autoritatitivo pero sin levantar siquiera la voz, confiando que su sola presencia fuera sufuciente-

- Vamos, todos a sus casas. Aqui no hay nada que ver y es por el bien de ustedes. Por favor no nos hagan perder la paciencia.

Durante todo el tiempo sus ojos se posaron en la multitud. No pensaba tracionarse prestandole atención a Jenny ni a nadie mas. Ni siquiera a Diana.

Charlie asiente con una sonrisa mientras se mueve y mira hacia atras y hace una señal con la mano en símbolo de despedida ante la muerte de lo que fue su compañero. No muy apenado sube hacia el transporte y suspira.