Partida Rol por web

Algo irritado por el largo silencio repito:
-Neverman!
-Si es una broma telefónica voy a despellejar al gracioso pienso mientras tiro del cordón telefónico para asomarme al garaje del piso inferior y compruebar con un rápido vistazo el taxi y mi todo terreno.

Es su primer día de trabajo, la fábrica es muy grande y Jenny diría que se han perdido. La joven no quiere admitirlo, con el rostro como si fuera de piedra, sin mostrar ningún tipo de señal, continúa caminando por los largos pasillos.

Finalmente confiesa a sus compañeros que no tiene ni idea de donde se encuentran. No paran de subir y bajar escaleras, y parece ser que el sector siete no está por ninguna parte... En una de las esquinas, Wilberto tropieza con un humano de piel negra. Su actitud es la de una persona que está bastante irritada.

Es inútil... Murmura para sí misma. Perdone caballero. Se dirige Jenny educadamente al desconocido con el que acaban de cruzarse. En algún libro leyó que esa es la forma correcta de dirigirse a los desconocidos... ¿Podría indicarnos donde se encuentra el sector siete?

Mark escucha que el telefono llama, pero nadie responde. Mira la hora y se da cuenta de su imprudencia. Cuelga el telefono, pero inconciente mira hacia atras. Ve la mansion donde se celebro la fiesta y las cosas que vio y escuche asaltan su mente sin su permiso. Se estremece y sin dudarlo, vuelve a marcar el telefono, con esperanzas de que le contesten para que puedan sacarlo de aquel infierno.

Cuando el teléfono suena por segunda vez ese familiar cosquilleo en mi nuca me lleva inconscientemente hasta el baúl blindado que hace las veces de armero. Me aseguro de exponerme a un tirador fuera de la antigua oficina y vuelvo a contestar mientras abro el armero.

-Neverman

Mark impaciente y paranoico, se sobresalta al escuchar aquellas voz. Por unos segundos no sabe que contestar, pero enseguida cae en la cuenta: "Jo.. John, eh... queria solicitar que me pase a buscar, estoy algo... apurado, si puede venir lo antes posible le estare agradecido". Ni bien finaliza de decir aquello, se da cuenta de lo estupido que sono, pero le costaba pensar con claridad. Solo queria poder desahacerse de lo que llevaba encima.

Las escasas explicaciones de Mark apenas si me convencen. Pero inexplicablemente por segunda en menos de veinticuatro horas vez prefiero hacer lo correcto y concierto un encuentro con el periodista en la estación de servicio de la salida a la autopista 66.

http://s4.subirimagenes.com/albums/2586801980ymout...

Estoy a punto de usar el taxi cuando en un repentino impulso me subo al Trailduster. Minutos después entro en la concurrida cafetería y localizo a Watter en una mesa cerca de la ventana y dándole la espalda a la puerta de servicio por la que he entrado.
-Ha pagado ya la cuenta? pregunto mientras que mi disgusto por la elección de su asiento se trasluce en mi tono.
Tras su respuesta le acompaño a la Pick-Up y, con ella ya circulando, rompo el tenso silencio.
-Va ha tener que repetirme lo que ha pasado. Pero primero dígame a donde vamos.

Charlie ve como Jeny se disculpa ante el hombre de color con la mayor delicadeza:

-Perdone caballero.  ¿Podría indicarnos donde se encuentra el sector siete?

El hombre primero parece reacio a responder y se le nota la cara de molestia. Entonces carraspea, y comienza a decir:

-Miren, bastante tenemos ya conque los inmigrantes nos hayan quitado nuestros puestos de trabajo. ¡Trabajo! Algo que quizá no sea necesario en su mundo pero aquí es la diferencia entre tener a mi mujer contenta o a mis críos muertos de hambre... ¿Entiendes rubia?

El hombre le da un leve empujoncito a Jeny con la palma abierta. Entonces una chica interviene, se llama Harmonie y es una joven de cabellos rubios enrulados. Por suerte Willie ahora puede hablar con alguien que no lo haga sentir un completo inútil en la Tierra. Burton mira todo atentamente, por suerte nadie tuvo que intervenir gracias a Harmonie y gracias a que el hombre tenía prisa, molesto y todo.

Charlie ve como Jeny se disculpa ante el hombre de color con la mayor delicadeza:

-Perdone caballero.  ¿Podría indicarnos donde se encuentra el sector siete?

El hombre primero parece reacio a responder y se le nota la cara de molestia. Entonces carraspea, y comienza a decir:

-Miren, bastante tenemos ya conque los inmigrantes nos hayan quitado nuestros puestos de trabajo. ¡Trabajo! Algo que quizá no sea necesario en su mundo pero aquí es la diferencia entre tener a mi mujer contenta o a mis críos muertos de hambre... ¿Entiendes rubia?

El hombre le da un leve empujoncito a Jeny con la palma abierta. Entonces una chica interviene, se llama Harmonie y es una joven de cabellos rubios enrulados. Por suerte Willie ahora puede hablar con alguien que no lo haga sentir un completo inútil en la Tierra. Burton mira todo atentamente, por suerte nadie tuvo que intervenir gracias a Harmonie y gracias a que el hombre tenía prisa, molesto y todo.

Julie no contesta de inmediato, su voz se nota tensa, mucho más que anoche; luego de unos momentos de silencio aclara:

-En el café del señor Fox, así se llama. Es donde trabaja ese chico Jona que conocimos anoche. Por lo pronto tenga cuidado, no confíe en estos medios tampoco.

Julie obviamente cree que su teléfono está intervenido, al menos eso asume Patricia. Pasan unos segundos más y la científica, después de darle la dirección del restaurant-café, corta no sin antes decir estas palabras:

-Señorita Canavagh tenga cuidado, no confíe en nadie.

Y cuelga.

Cita:

-Esto,... adios... - Pero ya había colgado. Patricia mira el teléfono extrañada. Que raro, ésta mujer está demasiado nerviosa. Seguro que eran malas noticias y eso a Patricia tampoco es que le tranquilizara nada. Dejó el café a medio terminar, y cogió las llaves del Ford. Se dirigió al coche a gran velocidad, colocándose el abrigo según salía de casa. Puso la cerradura en la puerta, cosa que normalmente no hacía, pero la inseguridad que le había transmitido Julie jugaba con su subconsciente.

Conocía el Café Fox, algunos días pasaba por delante del mismo camino de un hipermercado de las afueras. Arrancó el coche y se dirigió allí a toda velocidad. Algo extraño, muy extraño, estaba sucediendo desde la llegada de los Visitantes.

El grupo sigue a Willie y a su nueva amiga hasta el sector 7

- mumuchas gragracias harmomon...

Con una gran sonrisa despide a la mujer. pero la sonrisa duro poco, ya que el supervisor estaba mirandolos de mal humor