Partida Rol por web

OK, vamos al lío.

Por una parte, Lucio Sergio Varro salta al ruedo armado con su gladius, como si de un espontáneo se tratara, y trata de atraer la atención del retoño oscuro.

Por otra, Sexto Vinicio sale al exterior en busca de la entrada a los recintos interiores del anfiteatro.

Los demás, ¿con quién os alineáis?

Sin dejar de escuchar los terroríficos bramidos de aquella bestia, Sexto se apresura para encontrar la salida que pueda poner a salvo a sus compañeros.

Que la sabiduría de Minerva me ilumine y pueda dar con la entrada correcta... y que no esté demasiado bien guardada.

Sexto Vinicio trata de encontrar la entrada de los Gladiadores, pero aquel circo no se parece en nada a las Academias y a los Templos en los que acostumbra a encerrarse.

Por todos los dioses del Olimpo, esto se parece al laberinto del Minotauro...

Según el dibujo ya estabamos dentro del coso o eso entendí, sigo a sexto a abrir la puerta entonces.

Cita:

 Mientras Lucio corre por la arena, grita y señala a sus compañeros la localización de la puerta... y no pierde la ocasión para intentar atraer la antención de la monstruosidad que intenta devorar a las mujres.

- ¡Abrid la puerta pequeña! ¡Y tu, cosa, ven aquí si tienes valor! ¡Raaaaargh!

El retoño oscuro ha conseguido atrapar con los tentáculos a una de las mujeres, y la estrella contra uno de los muros del anfiteatro. La mujer cae como un muñeco roto.

Sexto Vinicio, desesperado, recorre los alrededores del Coliseo, sin saber hacia dónde dirigirse. Los gritos de las mujeres y los aullidos de la bestia resuenan dentro de su cabeza, provocando una agria lucha en su interior: ¿debería ir en su ayuda, o es mejor alejarse de aquella criatura informe?

Al fin, los gritos de horror ganan la partida, y el vidente, augurando para sí mismo un futuro poco halagüeño, decide permanecer fuera del ruedo.

La muerte de la primera mujer apremia a Lucio a tomar una decisión arriesgada, y posiblemente suicida. Se lanza contra lo que estima que es la parte trasera de la bestia y le intenta asestar un golpe con el gladius, con la intención de llamar su atención. De conseguirlo, luego intentará apartarse de la monstruosidad sin dejar de hacerle frente, andando rápido hacia atrás y esquivando las previsibles acometidas.

- ¡Vamos, engendro del Averno! ¡Ven a por mi! ¡VAMOS!

Casio sigue al augur en su búsqueda desesperada del acceso al coso por el interior.

Nerón, sin pensárselo demasiado, salta al ruedo tras Lucio, y después de que éste atraiga la atención del monstruo, se arriesga a utilizar su cuchillo, acertando.

Marco también salta al anfiteatro. Quizá en el número esté la clave para vencer al monstruo, y parece que funciona, porque clava su gladius profundamente en el cuerpo de la bestia, tanto así que el arma queda trabada.

El monstruo sangra profusamente por las tres heridas que se le han causado, aunque todavía se tiene en pie.