Partida Rol por web

Todd se había colocado en el dintel de la puerta y había observado a Chris hacer un registro exhaustivo de la biblioteca, llegando a comprobar si el globo terráqueo tenía algún tipo de truco escondido.

- Quizá ésto es solo un punto donde empezar. - dijo al ver su cara de decepción ante el fracaso de su búsqueda. - Ya sabes, donde cambiarse de ropa* y descansar.

Olfateó el aire cuando llegó el olor de comida y miró a su compañero.

- Ya que la Señora Crossed se ha molestado, creo que sería descortés no probar ese desayuno, ¿no crees?

Chris se encogió de hombros. -Es posible, pero el tutorial ya dura demasiado.- Su estómago virtual rugió exactamente igual que si fuera el suyo propio cuando el olor del desayuno alcanzó la biblioteca. -¡Qué demonios! Vamos a probar la comida virtual, luego le echaré un ojo a los libros a ver si hay alguna referencia a las estatuillas esas.

De camino a la cocina hizo otra intentona con su hermético compañero -¿Los supervivencialistas qué desayunáis normalmente? 

- En Reinhard lo habitual suelen ser gachas y leche desnatada o un trocito de bizcocho en días festivos pero he llegado a desayunar raíces y musgo. - se encogió de hombros, quitándole peso a sus palabras mientras avanzaba hacia la procedencia del olor.

- Y los... - miró a Chris de arriba a abajo - los... - subió y bajó la mano señalando a su compañero y torció el morro al no encontrar una palabra para referise a él - ¿qué sueles desayunar tú?

Ambos hombres entraron en la cocina y encontraron a la señora Crossed cocinando.

- Siéntense caballeros. Enseguida les serviré el desayuno.

Estaba haciendo un desayuno muy completo: huevos, bacon, zumo... y todo tenía una pinta estupenda.

Mientras esperaba a que Chris le respondiera sobre sus hábitos alimenticios matutinos, Todd se sentó obedientemente en la primera silla que encontró.

- ¿Qué nos puede contar de la zona? - se aventuró a preguntar a la Señora Crossed mientras esperaba con las manos apoyadas sobre las piernas. - Acabamos de llegar y no sabemos muy bien qué podemos encontrar por aquí.

- ¿Hay zona de caza? - añadió en el último momento, rememorando la conversación previa con Chris.

Chris entró por la puerta de la cocina y sonrió señalando al despliegue de comida. -Pues, más o menos, eso. Aunque a veces unos cereales hacen el apaño.- frunció el ceño -¿Reinhard? ¿Es un albergue?

Al ver que Todd tomaba la iniciativa, se puso cómodo y esperó el desayuno. Ciertamente el olor era lo más impactante. De hecho había engañado a su propio cerebro haciéndo que rugiera. ¿O eso también era inducido por la simulación? Después de todo, acababa de comerse un yogur de medio litro y una chocolatina... ¿Podían los tíos de ahí arriba estimular respuestas virtuales de su cuerpo? Era un pensamiento preocupante...

- Es el Instituto Reinhard. - respondió tranquilamente a Chris cuando este le preguntó por ello. - Es uno de los mejores del país, con la Doctora Moira a la cabeza.

El Doctor Hog, en sus sesiones semanales, les trataba de inculcar la ausencia de culpa y el normalizar la situación que vivían, tratando de conseguir resultados por esa vía.

- Pensaba que le habrían dado algún tipo de informe antes de venir aquí... - añadió tranquilamente.

El científico frunció el ceño ¿Instituto Reinhard? No le sonaba. Además ¿Un instituto para supervivencialistas? ¡A lo mejor era biólogo! Uno de esos chalados que se van de safaris. Eso tendría su lógica. -Lo cierto es que a lo mejor me dieron algo en la carpeta de documentación pero ni idea, francamente, no lo leí. Me quedé en el informe técnico... ¿Qué clase de instituto es? ¿Biología?

- Psiquiátrico. - corrigió Todd sin darle la más mínima importancia a las connotaciones que podría acarrear mientras esperaba tranquilamente el desayuno y sonreía a Chris.

- Oh, sí, hay un buen coto de caza al norte, subiendo por las lomas. Caza mayor.- dijo la mujer sirviendo con evidente satisfacción el completo desayuno - Dicen que una vez Richard Paulson tuvo un encuentro con un oso. Bueno, Paulson decía que lo que vio era una criatura tan grande como un oso, pero que no era de este mundo. Pero no hay que hacerle demasiado caso: siempre ha sido un borrachín. Tobías Masterfield, que es un gran cazador, dice que es improbable que haya un oso en esta zona pero mucho más raro sería que hubiera algo que no es de este mundo en esta zona. Así que quedó claro que las heridas se las había hecho un oso.- parecía que la buena mujer daba por entendido un hecho desconocido para sus visitantes - Quizás como dijo el señor Hollys en su momento el animal se hubiera escapado de un circo. Pero bueno: ciervos sí que hay en la zona, y zorros en abundancia.

Dos pensamientos cruzaron la mente de Chris.

1.- Era un juego de esos de matar demonios o lidiar con dioses primigenios, puertas a planos paralelos, rituales, sectas y mierdas de esas. Ahora más que nunca había que echarle un ojo a la biblioteca, pero sin mirar a los cuadros, en busca de referencias a esos seres y su conexión con las estatuíllas deformes. Lógicamente, el ama de llaves era una sectaria y ellos el sacrificio a sus dioses, demonios o lo que fueran. Cuanto más tranquilo y normal todo, más sospechoso.

2.- En un instituto psiquiátrico hay dos tipos de personas. Investigadores e investigados y, francamente, Todd ni parecía un loquero ni los loqueros solían ser supervivencialistas ni, ya puestos, desayunan en las instalaciones de manera regular sin poder elegir el papeo.

Por lo tanto se palpó el bolsillo para asegurarse de que la llave del sótano seguía ahí y... -¿Eres psiquiatra entonces?- susurró antes de que el ama de llaves llegara a servir el desayuno. Al llegar la mujer sonrió ampliamente. -¡Oh! Muchas gracias señora Crossed tiene una pinta estupenda todo. Dígame, ¿donde podríamos hablar con el tal Paulson? Me interesa su historia, tal vez podría usarla en mi próximo libro.

Pese a que la Señora Crossed había confirmado que había zona de caza en la zona, tal y como Todd había supuesto, parecía que Chris tenía problemas en reconocer sus errores y decidía agarrarse a la absurda historia de borrachos que habían contado en el pueblo.

- ¿Sucedió hace mucho? - en vista que aquello había captado el interés de su compañero. - Porque, si es pueblo de cazadores, supongo que alguno saldría a rastrear aquello, ¿no?

- Bueno, ya sabe: a los hombres les gusta decir que son cazadores. Suena tan viril. Pero en realidad son meros aficionados. Éste es un pueblo más bien de pescadores y marineros que de cazadores. Y créame: si debo valorar ambas profesiones sin duda me parece mucho más arriesgada y dura la del pescador o el marinero. La mar forja a los verdaderos hombres.- dijo con una seguridad que zanjaba cualquier cuestión - Lo que le pasó a Paulson sucedió el otoño pasado. Y nadie ha visto más rastro ni de oso ni de criatura misteriosa más allá de los zarpazos del pobre. Hay que aclarar que nadie ha logrado convencerlo de que vuelva a pisar el bosque.- dijo riéndose levemente, evidentemente divertida por la situación - Pueden encontrarlo en la posada del señor Hollys, junto a los muelles. Se pasa el día dentro o fuera de ella, según el dinero que le llegue de su subsidio.
 

- Aficionados... - murmuró ante las palabras de la Señora Crossed sobre la falta de profesionalidad de los cazadores del pueblo.

Pero entonces se puso a hablar del mar y frunció el ceño. Todd siempre había buscado su destino en tierra firme, sobre todo en los bosques, pero nunca había probado suerte más allá de la costa...

Comenzó entonces a comer a más velocidad para terminar cuanto antes el desayuno.

- Fueno, entonfes famos al mueffe, ¿no? - dijo a Chris con la boca llena de huevos y bacon.

Chris arrugó el entrecejo al ver un trozo de huevo salir volando. -Yo preferiría echarle un ojo a la biblioteca antes, si quieres adelantarte te alcanzo luego.

Aunque los modales del loquero, porque confiaba, esperaba, ansiaba, que fuera un loquero, fueran poco refinados, lo cierto es que le entendía. Aquello sabía genial. Punto para los programadores. Todo estaba en su punto. Así que se dedicó a terminarse aquel desayuno que, de momento, era lo más satisfactorio de toda la simulación...

Los dos hombres terminaron su desayuno en solitario mientras la señora Crossed subía a la planta superior a arreglar las habitaciones y comprobar que todo estuviera en su sitio. Una vez concluyeron Chris regresó a esa biblioteca que tanto había llamado su atención. En su cabeza sólo veía patrones que conducían a una trama de tipo lovecraftiana. ¿Para qué si no simular la época victoriana?

Todd no lo tenía tan claro y parecía dispuesto a bajar al pueblo a investigar los muelles.

- Si nos han metido juntos, no creo que les haga gracia que nos separemos. - dijo Todd a Chris mientras subía las escaleras detrás de él. - Si no, lo habrían hecho de uno en uno, ¿no crees?

Seguía mirando hacia arriba, esta vez al techo, cuando se quería referir a los técnicos, casi como un predicador al referirse al Altísimo.

- ¿Qué es lo que quieres buscar exactamente?

Chris asintió a las palabras de Todd mientras crujía los dedos contemplando los libros (y esquivando los cuadros. No había que mirar a los cuadros) -Seguro que les viene bien- dijo señalando hacia el techo -si estamos en el mismo sitio menos potencia de procesamiento necesitan. Solo necesitan generar un entorno, no dos.

Contempló los libros de las estanterías -Tengo dos hilos de los que tirar: mitos y leyendas locales sobre monstruos del tamaño de osos pero que no son osos, y las estatuillas esas tan raras que andaba buscando el ama de llaves.- Se paró un momento y miró al techo -Normalmente en los otros juegos los libros necesarios se resaltan de alguna manera, ¿saben?- luego se encogió de hombros y comenzó a seleccionar libros.

- Oh, ¿crees que han puesto una búsqueda del tesoro? - Todd se rascó un lateral de la cabeza sin entender por qué Chris pensaba que aquello sería una actividad propia de primaria.

Pero tampoco iba a ser maleducado y no echarle una mano por lo que empezó a revisar él la biblioteca por su parte.

Ambos hombres repasaban con inusual interés los lomos de los libros. Según Chris algo debería destacar pero, la verdad, nada parecía salirse de lo normal en aquella biblioteca. Eran libros de todo tipo: religión, historia, aventuras... Chris esperaba en cualquier momento leer algo así como 'Cultos Innombrables' o incluso que hubieran sabido llevar la broma más lejos y toparse con un ejemplar del 'Necronomicon'. Pero le decepcionó no ver nada que fuera reseñable.

¡Aquello empezaba a rayar en el aburrimiento total!

Todd ni siquiera sabía que buscaban exactamente, así que simplemente le siguió la corriente a su compañero.

Y entonces fue cuando las lámparas de aceite se apagaron y quedaron sumidos en la oscuridad.