Partida Rol por web

Vademécum del mal

Un extraño ejemplar - Escena de Juego

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26/02/2020, 07:31
José Alfonso Marro Gambin

Marro se acercó al hombre que portaba los anteojos. Si su intuición no le fallaba y difícilmente lo haría en aquella ocasión, ese tipo tenía que ser por fuerza, Honorio Lafuente, el dueño del lugar. Si alguien sabía algo sobre el tomo arcano que les había traído hasta allí, ese era su hombre.

Buenos días... - Le saludó Marro mostrándole disimuladamente su placa. Tan solo un segundo, como se solía hacer. - Soy el sargento Marro, de la policía. - Se presentó. - Quería hacerle un par de preguntas. Si es tan amable. - Le dedicó una sonrisa y no le dejó contestar. - Ha sucedido algo con un cliente suyo, el señor Ramiro Ledesma... - Aquel hombre le miró preocupado. - ¡No se preocupe, él está bien! - Le tranquilizó. - ¿Recuerda haberle vendido cierto libro? Uno antiguo, encuadernado de forma artesanal. Necronomicón... - Dejó caer.

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26/02/2020, 10:06
Virginia Echagüe

En otra vida tuve que ser una pulga del papel, o algo así. Las librerías son para mí como mi hábitat. Todo en ellas me nutre, yo diría que hasta me hacen engordar.

El olor a piel vieja, a las gomas, a tinta, a papel… Me acerco a unos lomos que me atraen como si tiraran de mí ¡Romeo y Julieta! —ojeo el libro, finjo que finjo ser una clienta— menuda bazofia de libro. Tenía ganas de que murieran desde el principio. A ver… Ojeo otro libro, las tapas son preciosas, con motivos florales: El Moderno PrometeoA ver… ¿Esta es la novela de la hija de Mary Wollstonecraft y Willian Godwin?...

Y casi me quedo leyendo allí plantada. Mis colegas de las fuerzas del orden ya están haciendo su trabajo cuando decido remolonear —sin soltar el libro, eso sí— buscando una trastienda, un ayudante que parezca suspicaz o asustado o cualquier movimiento sospechoso, a ver si el zorro hace volar a las palomas.

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26/02/2020, 10:48
Valerio Buendía

La librería es sobrecogedora. Algo dentro de mí me hace pensar en lo expuestos que están los libros en estos estantes, y en que, acorde a lo que me enseñaron en la academia, suficientes libros componen un eficaz parapeto. La idea me estremece: una vez conocí a un carrancista exiliado de México que me comentó de pasada que las balas se paran en la página 177 de los libros. Yo argumenté que debía haber a la fuerza más factores, como la distancia de tiro, la forma de la bala o la velocidad de salida. Me siento sucio pensando todo eso aquí dentro: es como entrar en una catedral y empezar a razonar la mejor forma de quemar un retablo del siglo XIII... ¡Una barbaridad!. 

Al darme cuenta de que Marro está mostrando la placa directamente, me doy cuenta de que llevo el uniforme y que a lo mejor intimido un poco. De modo que decido hacer como que he entrado a la vez que Marro y no con él, dirigiendo mi interés a los libros: busco tomos de historia militar o de ingeniería, para que un librero sagaz pueda imaginar que me interesa de verdad. A unas malas, cualquier edición de "La guerra de las galias" ya me vale. 

Y... bueno: si encuentro algún título interesante mientras busco, tampoco será tan raro que lo ojee... ¿no?.

Mientras tanto, se me ocurre si los criminales no habrán vuelto, y lanzo algún vistazo distraído a la escasa concurrencia.

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26/02/2020, 22:09
Dr. Jose Maria Rocavila

He estado varias veces en la librería buscando ejemplares interesantes para mis investigaciones, pero no soy un loco de la libros como Ramiro. Al entrar no puedo evitar que mi vista se dirija al fondo del segundo pasillo donde se encuentran los libros relacionados con el imperio romano, mi gran pasión. Me siento incitado a dirigirme hacia allá pero entonces recuerdo nuestro cometido. Primero hay que hablar con Honorio sobre el libro de Ledesma. Ya tendré oportunidad de ojear los libros a ver si hay alguna novedad interesante después, si las investigaciones lo permiten.

Mientras Virginia y Valerio pasean por la librería indagando y observando a los presentes yo me acerco tras Marro hacia el señor Lafuente. Quizá observar una cara conocida le ayude a soltar la lengua. Aunque me acerco a ellos, me mantengo en segundo plano y dejo que Marro lleve la carga del interrogatorio.

Mientras escucho al conservación me viene a la cabeza Alfonso Mendoza. Precisamente la última vez que pase por la librería El Prado me acompañaba. Trabajador de la biblioteca nacional y gran amante de los libros quizá sepa algo del libro que buscamos. Cuando salgamos de aquí podría llamarle para ver si nos puede dar alguna pista que nos ayude en las pesquisas.

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27/02/2020, 23:16
Honorio Lafuente

El dueño de la tienda, allí presente, se quitó los anteojos de la cara cuando el inspector Marro le llamó la atención. Al oir que era de tal oficio, le miró directamente a los ojos, escuchando pacientemente hasta que éste le dejó hablar. Sus compañero estaban pululando por la librería ( Valerio tentado en ir a divisar los tomos del Gran Imperio, y Virginia ojeando volúmenes, en especial uno popular de Mary Shelley, que tal vez hubiera leido con anterioridad); por contra el doctor Jose María se acercó detrás de Marro para apoyar la presencia de éste, y hacer constar al librero que el inspector no era un simple sujeto en busca de información, sino que, al menos... eran dos.

El... ¿qué? -decía el tipo, entrado en años, tratrando de acordarse y volver a citar del nombre del libro por el que le preguntaban-. Eh, no. Que yo recuerde, no he vendido tal ejemplar al señor Ledesma... ¡Porque le he vendido muchos! Si me da más datos, señ..., agente, tal vez pueda ayudarle -concluyó el librero-. Poco a poco, la gente salía y entrata en la librería Prado.

Notas de juego

Virginia y Valerio (solo vosotros), haced una tirada de Intelecto (que se refiere a darse cuenta de algo). 

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28/02/2020, 08:47
José Alfonso Marro Gambin

Un libro escrito en latín. - Le dijo mirándole a los ojos. - Sus tapas son de piel de carnero negro. No tenía título en la portada. - Fue lanzando datos. -​​​​​ Fue encontrado durante la guerra y trataba sobre magia ritual. - Afirmó situándose muy cerca del librero, mirándole a los ojos e invadiendo parte demostrador que les separaba. - Un libro así no se olvida fácilmente, señor Lafuente...

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28/02/2020, 09:06
Dr. Jose Maria Rocavila

Observando que el librero pide más detalles del libro me acerco  junto a Marro y me dirijo a Honorio con voz tranquila transmitiéndole confianza. 

- Buenos días, soy el doctor Rocavila amigo del señor Ledesma. - Aunque le considero más un colega, que en amigo no es momento de disertaciones y dudas. Supongo que sabrá quien soy, he adquirido algunos ejemplares en su librería. La última vez estuve con don Alfonso Mendoza de la Biblioteca Nacional.

Dejo una pausa tras estas palabras para permitir a Honorio que me ubique. En este instante Marro se adelanta describiéndole el libro. Mis intentos de trasmitir tranquilidad se van al traste, desplegando sus artes policiales de intimidación para obtener las respuestas que buscamos del librero. 

- El libro, lo compro Ledesma hace unos pocos días, seguramente sea el último que le ha comprado. Es un libro con la cubierta negra echa de piel de carnero. Estaba en latín y no contenía título alguno en su portada. ¿Lo recuerda?

Completo la descripción de Marro con la escasa y confusa información obtenida en casa de Ramiro intento describir el libro lo más ampliamente que puedo.

- ¿Alguien más se ha interesado por el libro? ¿Donde lo adquirió?

Aunque no es mi especialidad. Miro directamente a Honorio mientras espero y escucho sus respuestas para averiguar si nos cuenta todo lo que sabe.

Notas de juego

Editado para encajar con el post de Marro.

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28/02/2020, 10:35
Virginia Echagüe
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago la tirada para incluir lo que me ditas en el post, Máster.

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28/02/2020, 15:30
Valerio Buendía

- Tácito, la Eneida... ¡Oh! ¡Una edición de bolsillo de Homero!. ¡Qué pena que sea tan lírico!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Éxito pelado

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01/03/2020, 23:50
Director

Mientras ojeabas los volúmenes ensimismada, te giraste hacia la entrada, hacia la ventana de la librería, y tus ojos se cruzaron con dos tipos vestidos con hábito negro, uno más grueso y bajo que otro. Ambos tenían unos sombreros redondos. Estaba claro que no eran matones, ni interesados lectores en algún ejemplar del lugar; tampoco hombres de a pié, ni policías, ni hombres de negocios. En cuanto tus ojos se cruzaron con los suyos, éstos echaron a correr, saliendo del edificio.

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01/03/2020, 23:50
Director

Mientras ojeabas los volúmenes ensimismado, te giraste hacia la entrada, hacia la ventana de la librería, y tus ojos se cruzaron con dos tipos vestidos con hábito negro, uno más grueso y bajo que otro. Ambos tenían unos sombreros redondos. Estaba claro que no eran matones, ni interesados lectores en algún ejemplar del lugar; tampoco hombres de a pié, ni policías, ni hombres de negocios. En cuanto tus ojos se cruzaron con los suyos, éstos echaron a correr, saliendo del edificio.

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02/03/2020, 00:13
Honorio Lafuente

Cuando el señor Honorio iba a contestar al detective Marro, el doctor Jose María hizo su intervención, presentándose. El librero lo escuchó pacientemente y con calma.

Sí, me suena usted, señor -al doctor-. Uno ya no sabe ni dónde tiene la cabeza -decía-; y no tengo el gusto de conocer a su amigo, el de la Biblioteca Nacional. Luego volvió al tema del libro de don Ramiro.

Sí, Ledesma... -decía-. Déjenme que mire. El señor Ledesma es un voraz lector, voy a ver a qué remesa puede pertenecer el libro cuya descripción me dan. Aguarden. Entonces se agachó, sacó un volumen grande de tapa azul oscura con el rótulo de "Libería El Prado", lo colocó sobre el mostrado, y miró entre sus páginas. Era un libro de cuentas. Buscó la fecha actual y la de unos días más atrás. Y unos meses más atrás. Allí parecía tener todo lo referente a últivas ventas (títulos, precios y detalles de las mismas).

Ledesma... R. ¡Aquí! -su dedo pasaba por una hoja amarillenta-. Se llevó, tal.. uhm... -balbuceaba-. ¡Sí! ¡Lo tengo! Aquí está, señores -dijo finalmente-. Un libro negro, ¿verdad? -¡Clinn! La campanita de la tienda anunciaba la entrada y salida de clientes-. Efectivamente, no tenía portada, sólo de un color. No llegué a leerlo, ni tan siquiera sé su nombre, miren -entonces giró el libro al inspetor y el médico-. Allí ponía: "Remesa. Bilbao. Vendida por partes"... Y un poco más abajo ponía: "libro de tapa singular negra. Detalle: carnero, color negro". Vendido a Ramiro Ledesma. 140 pesetas.

Creo que es éste el que buscan... -añadió-. Entonces cerró de un plumazo el libro de cuenta. Este libro, déjenme que haga memoria, me lo vendió una mujer relacionada Carlos Dato, sí; Dato Granados de apellidos -Honorio puso cara larga, ausente, triste-: el hermano del presidente del consejo de Ministros, don Eduardo, como ya saben, muerto el año pasado.

Eduardo Dato fue asesinado por anarquistas el pasado en un atentado. Había sido presidente del Consejo de Ministros hasta ese momento en España en esos tiempos convulso. Tiempo atrás, en su época de diputado conservador, éste hizo azotar Barcelona por los conflictos laborales entre patronos y obreros, aplicando una política represiva contra el movimiento anarcosindicalista. Marro estaba muy relacionado con todo este asunto social, y tal vez se llevara una gran sorpresa al pronunciar tal nombre.

Carlos Dato, les digo, señores -repitió Honorio-. El caso es que su ama de llaves, creo recordar que me dijo, una tal Jimena Alonso, me parece, me lo vendió por casualidad durante una viaje que hice a Bilbao. Compré un baúl lleno de libros raros, también baratijas, ¿eh?, y uno de ellos era este. Jimena me dijo que don Carlos Dato le pidió que se deshiciese de esos libros. Una pena que todos los volúmenes tuvieran en la primera página una inscripción: "Propiedad de J. Dato".

El doctor:

 ¿Alguien más se ha interesado por el libro?

Ahm... eh.. sí -decía, y le costaba recordar-. Ahora que lo dice... sí: un francés, un tal André Mallard -añadió-. Valerio y Virginia seguían curioseando la librería por su cuenta, entre las estanterías y diversas colecciones de libros.

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02/03/2020, 00:57
Virginia Echagüe

Finjo, con torpeza:

—Que se me han hecho las tantas.

—Que el joven militar es mi novio, o mi pretendiente.

Y, disimulando, agarro a Valerio del brazo tirando de él para salga conmigo a la calle.
 

Notas de juego

Edito: he partido el post por la mitad para que quede más realista y los pj's de dentro no sepan lo que hacemos fuera.

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02/03/2020, 01:03
Virginia Echagüe

Na más salir le suelto y sin alzar mucho la voz le doy una sucinta indicación para que se me una a la caza de los sospechosos de la sotana.

—¡Corre! ¡Los dos del hábito negro!

Y dicho esto emprendo la persecución corriendo lo rápido que sea necesario. Si me sacan ventaja, les grito acusándoles de "sátiros" y "degeneraos" y pido que alguien los detenga. Me ha inspirado lo que he leído en "El Intruso", sobre un asaltador de muchachos que han detenido no sé dónde y tengo la esperanza de que algún camarada lector no deje pasar la ocasión de echarle una zancadilla al clero.

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02/03/2020, 07:38
José Alfonso Marro Gambin

- ¿Un francés? - Miró a sus compañeros. Sabían que uno de los dos hombres que habían asaltado la casa de Ramiro era andaluz, pero del que parecía el cabecilla de aquel asunto, no conocían la identidad. - ¿Un hombre de pelo cano? De un estatura media. Tiene un amigo llamado Desi. Altote y andaluz. - Describió a los dos hombres que buscaban con los escasos datos de los que contaban. - ¿Hablamos de la misma persona? - Insitió.

Entonces vio movimientos extraños por parte de Valerio y Virginia. No sabía muy bien que diantre estaba sucediendo, pero era evidente que algo, pues de lo contrario no hubieran fingido aquel teatro y se hubieran quedado en el interior del local para escuchar aquella interesante conversación. No obstante, no parecía nada demasiado apremiante, pues de lo contrario les habrían puesto en preaviso. Se mantendría a la espera. Aquella conversación era prioritaria.

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02/03/2020, 07:49
Dr. Jose Maria Rocavila

Escucho al librero con tranquilidad tomando pequeñas notas en mi libreta para poder revisarlas en el futuro y ordenarlas con claridad. Miro alternativamente a Lafuente y Marro escrutando sus reacciones para completar la información que nos proporciona verbalmente. He oído hablar de Carlos Dato pero de momento ir hasta Bilbao es una opción que no contemplo.

- Le queda algún libro del lote que podamos ojear.

Quizá allá algo interesante en el resto de los libros del baúl.

- ¿Dónde podríamos encontrar al señor Mallard?

Quizá sea una buena pista el francés pero no habrá que descartar a la familia Dato.

​​​​​​

 

Notas de juego

Conocemos a André Mallard o a Javier Dato.

¿Las referencias históricas son para ambientar y dar color aunque no sean precisas o hay algo oculto en ellas?

José Alfonso tenemos una conexión jajajaja

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02/03/2020, 11:06
Valerio Buendía

Solo me detenía que no me parecía una escena realista gritar un "¡Ahí! ¡Los pillos!" y echar a correr. De modo que me adscribo inmediatamente a la iniciativa de la venturosa secretaria, aunque no deja de sorprenderme lo dispuesta que está a salir corriendo tras dos individuos violentos en potencia. 

Le sigo el juego y abandono a la carrera la tienda junto con Virginia.

Notas de juego

(sobre lo de la zancadilla al clero, Creo que el master ha escrito "hábito" por error. Del mismo modo que ha declarado que Dato era "Jefe del Estado" cuando el Coronado Alfonso probablemente tendría una opinión al respecto) XD

Es decir: había hábitos de cura con sombrero redondo... pero creo que entonces nos habría dicho que eran dos curas XD

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02/03/2020, 11:23
Director

Notas de juego

(sobre lo de la zancadilla al clero, Creo que el master ha escrito "hábito" por error. Del mismo modo que ha declarado que Dato era "Jefe del Estado" cuando el Coronado Alfonso probablemente tendría una opinión al respecto) XD

Efectivamente. Rectificado por mi parte.

Es decir: había hábitos de cura con sombrero redondo... pero creo que entonces nos habría dicho que eran dos curas XD.

En esto no hay error, lo que os escribí a Viriginia y a tí, Valerio, es lo que vísteis ;) (tampoco puedo, de momento, dar detalles de todo). 

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02/03/2020, 16:56
Valerio Buendía

Notas de juego

...

Entonces... ¿dos tios, como hábito de monje y sombrero redondo? ¿No van dando mucho el cante? XD

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03/03/2020, 11:27
Director

Cuando echásteis a correr por la librería (o al menos a andar a paso desmedido hasta salir de ella), los tipos ya habían puesto pies en polvorosa. Una vez fuera de ésta y del edificio y la galería donde se ubicaba salísteis a la gran vía Madrileña. Dos tipos corrían a lo lejos, perdiéndose entre una calle aledaña, habiendo ya cruzado la vía a través de los vehículos. En aquel momento, la gran avenida era un hervidero de personas en ambas aceras y coches en la mediana, yendo en ambas direcciones.

Notas de juego

Valerio, Virginia: haced una tirada de Físico, referente a correr o a esfuerzo físico, en el caso que tratéis de perseguirlos. 

Y no marqueís a vuestros compañeros en el destinatario.