Partida Rol por web

Vaesen: A wicked Secret and Other Mysteries

Misterio primero. Escena 1

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01/11/2020, 18:48
Storyteller

 

Dire, ¿la tirada que hice para observar a Frisk funcionó? ¿He averiguado algo interesante? XD

Mucho me temo que esto vas a tener que rolearlo más en profundidad para empezar a conocer al buen Frisk, sus manías, costumbres y vicios si es que tiene alguno. Quizás seguirlo en sus tareas diarias pueda ayudar o intentar "hablar" con él. De momento te quedas con la descripción general. En definitiva, no es algo que se sepa con una tirada.

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02/11/2020, 00:05
Ebba Björklund
Sólo para el director

Notas de juego

Perfecto ;) ¡Gracias!^^

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02/11/2020, 13:32
Reidar Rotløs

El viejo miraba, atento como un búho, el intercambio de palabras y personalidades que tan variopintas se presentaban ante su persona. En su mente, la situación se asemejaba a un duelo, en el cual los combatientes buscaban imponerse a su adversario, aunque en este caso, a fuerza de una dicción elegante y un marcado carácter.

Egos.

Por supuesto, no entendía muchas de los rebuscados términos que muchos de los presentes usaban ahora, pues aquel conocimiento le había sido negado a un individuo, que como el, venia de los mas pobres estratos sociales. Pero, para su fortuna, Reidar estaba desierto de envidias ya, y por ello, ocupaba el sitio vacío que aquella emoción le había dejado en el alma, con una desmesurada curiosidad por aprender cuanto pudiera. Lo suyo, visto desde un análisis más profundo, no era otra cosa que hambre.

Un hambre insaciable.

Al haber adolecido de una enseñanza educativa privilegiada o formal, fácil sería el catalogar a Reidar como una persona burda e iletrada, - y astutamente el viejo solía usar aquello como baza a su favor -, mas “la calle” le había enseñado muchos saberes y, los que como el transitaban por esa “educación” sin fin, bien podrían constatar que no existía maestra más severa y aplicada.

Prueba de ello era su actual estado, roto, viejo y gastado, pero tan intensamente vivo que su alma, - o la porción que de ella aún le quedaba -, de poder ser medida, debía ser como una maravillosa y ardiente fogata.

Media alma era mejor que ninguna.

Entonces “La esposa del Cristo” comenzó a despotricar con una pasión tal que rayaba, peligrosa, en una incipiente locura al punto de hacer sangrar sus propias manos. ¿Esto era lo mejor que podía ofrecer ese sobrevalorado culto conocido como cristianismo?, porque, ¡realmente!, hasta el momento aquellos que profesaban pleitesía a ese Dios extranjero no habían hecho más que traer consigo grandes miserias, una enorme cuota de miedos y la horrenda sombra de la culpa sobre todo y todos.

Se era culpable por ser demasiado pobre, flaco, gordo, mujer, por no doblegarte a sus creencias, por estar vivió y desear la carne, por bailar, por el arte ajeno al dogma católico y por muchísimas otras cosas más.

A menos, claro, que tuvieras dinero o una buena posición social. Si así era, tus supuestos “pecados” se podían limpiar. ¡Que necedad! Pensó Reidar mientras miraba a la “esposa de Cristo”, estas tierras estaban mejor antes de que ellos llegasen.

Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia.

 

El viejo pestañeo entonces, una, tres veces, se había quedado como tantas otras oportunidades perdido en sus propias ideas. Ajeno de lo que sucedía a su alrededor. Pero allí todavía no se había conseguido, al parecer, ningún acuerdo y aun quedaba por responder la, en opinión de Reidar, pregunta más importante.

¿Cómo se había enterado el sacerdote que la SOCIEDAD se había reunido de nuevo?, esa si era la primera interrogante sobre este supuesto accionar de los Vaesen. Reidar tenia un par de ideas y por ello, le hizo señas con la mano a su buen amigo Øystein para que se acercase a conversar un poco mas en intimidad mientras acariciaba la testa de Geri.

Notas de juego

!Øystein, yo te elijo!

XD

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02/11/2020, 21:39
Storyteller

Las miradas iban y venían. Algunas más inquisitorias que otras dirigidas sobre todo al impertérrito mayordomo que mantenía su compostura pese a la algarabía formada por la carta. De alguna forma, ese bullicio llenaba de vida las paredes del castillo que tiempo atrás habían visto cientos de maravillas y peligros. De nuevo La Sociedad se había reunido, y con ellos, la chispa de la vida volvía a brillar con fuerza en el lugar. Tras extender de nuevo una bandeja con mas pastas, algunas específicas sin chocolate para que Geri no pasara malos momentos, y de rellenar por completo las tazas de té de los que así lo quisieron,  Algot Frisk volvió a su posición junto a la puerta, con un brazo semiflexionado en el que sostenía un paño blanco inmaculado. Improbablemente, el telégrafo de la habitación comenzó a emitir sus tan característicos golpes.
Largo, largo, corto, largo, punto. Frisk, raudo como se podía esperar de alguien de su profesión, cogió un papel cercano al telégrafo y comenzó a anotar todos y cada uno de los golpes, para luego traducir a lenguaje hablado y escrito la información emitida.

Tras repasar varias veces los posibles fallos, Algot Frisk pidió algo de silencio para leer en voz alta el mensaje recién recibido. Su cara no muestra excesiva preocupación, aunque su talante quizás haya cambiado a algo más serio.

—Si me permiten, les leeré el mensaje que parece de su incumbencia, mis queridos asistentes:

Queridos amigos:

Estaría muy agradecida si me prestaran una visita al sanatorio de Upsala a la mayor brevedad posible, donde me he vuelto a readmitir debido a un periodo particularmente difícil en el que me encuentro. Es una materia de gran urgencia, y debo pediros que os preparéis para un viaje largo y arduo.
Sinceramente vuestra
Linnea—

Notas de juego

Recordad que gracias a Linnea tenéis las llaves del castillo y que ha sido ella la que os ha dado acceso a todo lo que hay en su interior, y por lo que la Sociedad se ha reunido de nuevo. Podeis leer más sobre eso aqui https://www.comunidadumbria.com/partida/vaesen-a-w...

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02/11/2020, 23:48
Alvar Egil Björklund

El intercambio de impresiones no tarda en comenzar, algunas moderadas y otras expresadas con mayor vehemencia. Atiendo a todas ellas en silencio, sin dejar que mi expresión denote acuerdo o desacuerdo en ningún caso, más allá de algún ocasional arqueo de cejas o un alzamiento del mentón que para un observador externo podrían significar cualquier cosa. Varios son los que coinciden en que la verificación del supuesto elemento ultraterreno debería ser nuestra principal prioridad; no somos ni policías ni investigadores al uso, sino que nuestro particular don nos obliga a concentrar nuestros esfuerzos en aquellos casos que se salgan de lo común. A fin de cuentas, si nos dedicásemos a tratar de resolver cualquier caso del que igualmente pudiera ocuparse otro tipo de profesional más mundano, estaríamos desatendiendo los que realmente nos requiriesen. No, no nos podemos permitir perder el tiempo en supuestos. Pero por desgracia tampoco podemos comprobar la veracidad de las acusaciones lanzadas por el padre Uddgren sin desplazarnos al lugar en cuestión, que se encuentra nada menos que en la otra punta del país.

Niles es el último en intervenir, sugiriendo que la comprobación del cadáver de Hedqvist sería el primer paso que deberíamos dar. Asiento a sus palabras, gesto que por supuesto el buen mayordomo del detective Wergeland no puede ver. Aguardo unos instantes para ver si el señor Sin Raíces desea hacer alguna aportación. Pero, viendo que parece más interesado en jugar con su perro, decido retomar la palabra:

En otras circunstancias, señor Niles, estaría de acuerdo con usted. Pero debemos tener en cuenta algunas cosas. —Paseo mi mirada por la estancia, encontrando la de mi hija. La conozco lo suficiente como para saber que este caso no le agrada en lo más mínimo. Política y religión. Con las manos a la espalda, continúo hablando—: El cuerpo fue encontrado hace al menos una semana, más cualquiera que sea el tiempo que haga que el padre Uddgren remitió su misiva. El caso está oficialmente cerrado, por lo que cabe esperar que el vicario Hedqvist ya haya recibido sepultura. Hacer las comprobaciones que usted sugiere supondría la exhumación del cadáver. Y por inconveniente que resulte, me temo que tendremos que esperar a recabar alguna prueba que nos dé motivos de peso para hacer tal cosa. Aunque todo depende de la prisa que tenga Uddgren por resolver el caso, por supuesto. —No consigo reprimir una sonrisa macabra. Mis ojos caen entonces sobre Lovisa, aunque solo durante un instante; luego, vuelvo a mirar al frente—. Tengo que dar la razón a lady Swedenborg. No sabemos nada ni de Oscar Uddgren ni del difunto vicario, a excepción de lo que el primero, Uddgren, nos dice en su carta. No sería mala idea informarnos sobre ellos y saber qué reputación tienen entre sus pares antes de viajar a Fjällbacka. El conocimiento es poder, como suele decirse.

En ese momento, un sonoro claqueteo interrumpe el debate. Se trata del telégrafo. Levanto una mano con gesto serio, demandando silencio. Los golpes del aparato se suceden con rapidez, dando lugar a un mensaje que toma forma en mi mente antes incluso de que el señor Frisk lo lea en voz alta: Linnea Elfeklint, la última superviviente de la Sociedad antes de que nosotros recogiésemos su testigo, desea que vayamos a verla al sanatorio, en el que ha ingresado voluntariamente tras alguna misteriosa dificultad. Sonrío, esta vez con cierta amargura: ¿Es este el destino que aguarda a todos los miembros de la Sociedad? ¿Vivir el resto de sus vidas, de nuestras vidas, en desvelo por las visiones que nuestro don nos muestra? El mensaje de la señora Elfeklint es claro y apremiante. No debemos hacerla esperar.

Gracias, Frisk. —Me vuelvo nuevamente hacia mis camaradas—. Dirimiremos el asunto de Fjällbacka más tarde. ¿Quién quiere acompañarme al sanatorio? —pregunto, escueto, y echo a andar hacia el perchero del que cuelga mi abrigo antes siquiera de que haya respuesta.

Notas de juego

Corregida una repetición antiestética. No hace falta releerlo todo :).

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03/11/2020, 00:16
Ebba Björklund

Ebba se acercó con calma a la exaltada monja y le puso con suavidad ambas manos sobre los hombros, tratando de calmarla. Cuando esta la miró, esbozó una tranquilizadora sonrisa y clavó su profunda mirada aguamarina en ella, inspirando hondo, exhalando el aire despacio, con calma, con exagerada lentitud, transmitiéndole la serenidad de la que la joven Björklund siempre hacía gala. 

Después de un rato, se giró, observó al resto de integrantes de aquella su nueva Sociedad y escuchó sus palabras con calma. Al terminar el debate, escuchó también el resumen de su padre. Alvar hablaba con un tono comedido pero también casi regio, con la voz de quien estaba acostumbrado a ser escuchado y a que sus órdenes se cumpliesen. Escuchó en silencio su razonamiento, vio la mirada que le dirigía a ella y siguió escuchando...

"Hacer las comprobaciones que usted sugiere supondría la exhumación del cadáver"...

No era cierto, había otra manera. Existía otra manera. 

"No sabemos nada ni de Oscar Uddgren ni del difunto vicario, (...) No sería mala idea informarnos sobre ellos y saber qué reputación tienen entre sus pares antes de viajar a Fjällbacka"...

Sí, sería bueno saber algo más. 

Existía una manera. 

Una manera de averiguar si en todo aquel asunto había lago de sobrenatural sin tener que exhumar el cuerpo. Una manera de informarse sobre el señor Uddgren y el señor Hedqvist, sobre las cosas que no aparecen en los papeles... Lo sabía y su padre también, aunque seguramente no había caído en ello. ¿No había caído o no quería que lo intentase y había omitido adrede aquella posibilidad? 

Ebba ya lo había hecho alguna vez antes. A veces había salido bien... y otras mal. Pero podía intentarlo. Podía ser una de esas veces que saliera bien. Miró a su padre, con una expresión decidida y comenzó a gesticular. 

"Sí hay una manera de saberlo sin exhumar el cadáver" decían sus gestos, el dedo índice de arriba a abajo, los pulgares formando un círculo, el dedo índice contra su sien, después moviéndose de lado a lado y finalmente la mano con la palma hacia arriba en forma de cuenco, para darle la vuelta de golpe y estirarla, como si acabase de cazar un mosquito sobre una mesa imaginaria. "Y de averiguar algo sobre estos hombres de fe" terminó, de nuevo el índice contra su sien y el índice y el corazón golpeando rítmicamente contra su pecho. Luego añadió el índice en la sien de nuevo, la palma sobre el pecho para acabar pellizcando el aire con la mano hacia abajo; decía: "Sabes que puedo intentarlo. Puedo escribir". Hizo énfasis en el último gesto, una mano con la palma hacia arriba y el índice de la otra arrastrándose por encima varias veces, dando a entender a su padre a qué se refería con esa palabra. Aquello que recientemente había descubierto que era capaz de hacer, aquella escritura automática que a veces le había servido para hablar con los Vaesen... o más bien para que ellos hablasen. Aquella habilidad que la intrigaba y la aterraba al mismo tiempo, por la que lo sobrenatural se instilaba entre los tergiversados recovecos de su mente inconsciente, tomaba el control y escribía con sus manos, permitiéndola leerlo todo desde el fondo de un oscuro desván, a través de dos redondeadas ventanas lejanas, pero sin poder mover un solo músculo o controlar en lo más mínimo su cuerpo... 

Tenía sus riesgos, sí, pero también sus ventajas y Ebba estaba dispuesta a arriesgarse e intentarlo. Así se lo hizo saber a su padre con su mirada de determinación. 

Pero entonces un sonido cortó el aire y la vista de todos se dirigió al telégrafo, la suya también, a la fuerza, mientras oía el arrítmico repiquetear del contacto de la pieza de percusión en el aparato receptor y el rasgar del cursor, para luego atender a las palabras del señor Frisk y del propio coronel, que acto seguido cogió su abrigo con un enérgico movimiento y se dirigió a la salida sin más dilación.

La joven Björklund se puso en pie de un salto y agarró su propio abrigo también, su primer impulso siempre era acompañar a su padre, pero si este prefería que se quedara por alguna razón, solo tenía que hacérselo saber, Ebba no necesitaba decírselo en voz alta. 

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03/11/2020, 23:30
Øystein Wergeland

Le agradó comprobar que su escepticismo respecto al elemento sobrenatural del caso era compartido por el resto de la Sociedad. Una señal saludable y bienvenida. Sin embargo cuando Monsieur Charlatán se mostró favorable a la sospecha, no pudo sino alzar una ceja, sorprendido. A lo mejor el señor Castelferro era más bien un aprovechado que un charlatán; esto es, alguien que cuenta tanto con el don de lo sobrenatural como con el don más frecuente de... embaucar a la gente. En cualquier caso,  un individuo más interesante que el que se había forjado durante su impresión inicial en el sector oeste de la península.

Niles manifestaba su opinión de aquella manera tan particular que tienen los ciegos, los británicos, y los mayordomos; impretérrito, inflexible, y con un leve dejo de sarcasmo (no necesariamente en ése orden). Øystein esbozó una media sonrisa. Ya había perdido la cuenta de las veces que su mayordomo, con un levísimo rictus de bigote espigado, habia reencauzado una investigacion criminal tras uno de sus irónicos comentarios. El detective creia adivinar que su viejo amigo disfrutaba del juego de pesquisas tanto como él mismo, aunque sin perder jamás aquella imperturbabilidad inglesa que antepone la elegancia y las buenas formas en cualquier circunstancia.

Luego estaba Reidar, la otra cara de su improbable alianza. Al igual que Niles, el vagabundo había ayudado a destrabar más de un caso, aunque con un estilo diametralmente opuesto al del primero. Al comprobar que éste le hacía señas, se acercó a su lado, acariciando al pequeño Geri.

—Dime, viejo amigo. ¿Estamos pasando algo por alto?

Observó de reojo a Ebba mientras acariciaba distraídamente al perro. Le había molestado la efusión con la que el pequeño can, aquel taimado traidor, había recibido a la mujer días atrás y en lo sucesivo, y desde entonces había redoblado sus esfuerzos en complacer a Geri para recuperar su favoritismo. Aún así, la jóven escritora apuntaba maneras como miembro útil de la Sociedad.

Se aproximó a continuación a Niles, murmurando de manera que sólo los más cercanos pudieran escucharle.

—El señor Frisk se muestra complacido con la reunión, y redobla sus esfuerzos culinarios. El coronel asiente con firmeza ante vuestra opinión. El señor Castelferro dirige ocasionales miradas a la hija del Coronel, quien a su vez procura calmar a la monja inquisidora. Geri ha decidido que la pata de vuestro asiento es un territorio apto para ser marcado. A la cazadora Swedenborg se le está por resbalar el sombrero de copa sobre sus ojos color plomizo.

Algunas cosas no eran ciertas, pero era una manera de probar la intuición sobrenatural de su mayordomo. Se trataba de un procedimiento estándar, con el cual amo y señor solían afianzar sus percepciones respectivas, adquiridas mediante sus sentidos menos adormecidos. Además, en el mejor de los casos, Lady Lovisa había escuchado aquello, y en su afán por arreglar el inexistente defecto de su sombrero ocasionaría la temida desgracia. Una profecía autocumplida, diría Niles.

Asintió a continuación ante las palabras del Coronel, incluso ante las reservas expresadas respecto a la exhumación. Un sacrilegio en la mayoría de las culturas,  tal vez, pero algo que ni los ladrones de tumbas, ni, llegados al caso, el propio detective, pondría reparos en ejecutar. Incluso sin autorización policial. No necesitaba más que a su fiel vagabundo, un par de palas y una noche de luna nueva. Y tal vez un par de vasos y un poco de whiskey. Lo que venía a significar, la solícita presencia de su mayordomo. Tres vasos de whiskey, un par de palas. Era irrisorio pretender involucrar al inmaculado mayordomo en la parte más laboriosa de dicha empresa. 

Ebba gesticulaba con gracilidad mirando a su padre, pero no pudo comprender gran cosa de aquella comunicación no verbal. Entonces fue el sonido del telégrafo lo que interrumpió el silencio, y las noticias de Linnea Elfeklint no se hicieron esperar. Si aquel viaje largo y arduo no coincidía con el de la aldea de pescadores en Fjällbacka, era posible que el grupo tuviera que dividirse de acuerdo a los distintos objetivos.

—Permítame acompañarle, Coronel.

Notas de juego

Seguramente Lady Lovisa no tenga su sombrero de copa puesto dentro del castillo, dejo el misterio en su manos XD

Pero veamos si Niles consigue averiguarlo XD

Pequeña errata: no releer.

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04/11/2020, 03:45
Lady Lovisa Swedenborg

Espió al señor Castelferro por el rabillo del ojo y esbozó una semisonrisa, sabía por sus breves pero suculentos intercambios con el ocultista que sus palabras no la dejarían indiferente y le agradó comprobar que le daba la razón. Asintió a sus comentarios y sus últimas palabras casi le arrancaron una risa, pero todo terminó en una mirada de lado y una expresión afilada; reírse sin duda podía ser de suma ofensa en un momento como aquel; ante todo la compostura.

La mujer mantuvo la mirada fija en su taza, ahora sobre la mesa, pero sus sentidos estaban desparramados por la habitación, en todos lados y en ninguno, elegante y distraídamente atenta; escuchó a Geri con sus pasos mullidos sobre el piso y su respiración agitada, los murmullos del señor Rotløs, la astuta intervención de Niles. No pudo evitar rolar los ojos cuando la hermana Agnetha se dejó llevar por el fervor y bajó suavemente la mirada fingiendo que tenía migas en la falda para no herir susceptibilidades; la verdad es que no lo hubiera hecho si no fuera porque se notaba que Ebba le tenía cariño y quería llevar el encuentro en paz...

Se preguntó en su fuero interno si existía alguien en el mundo a quien Ebba no le tuviera cariño, admiró a su amiga con su candor y su manera apasionada de comunicarse, inclusive en medio de sus vicisitudes, y sintió a un mismo tiempo admiración y una intensa codicia, codicia de su felicidad, o quizás de la capacidad de ser feliz a pesar de todo, de sobreponerse. De alzar los ojos al cielo y admirar las estrellas inclusive cuando tienes la boca llena de cenizas y el corazón roto.

El coronel tomó la palabra de nuevo y en ese momento sí, giró la cabeza para encontrar su mirada con la de él. Exhumar el cuerpo; esto se ponía cada vez mejor y mejor. Se imaginó la cara del párroco en cuanto se lo dijeran y un súbito arranque de alegría se le subió al rostro. Los gestos de Ebba la dejaron sumida en conjeturas que no lograba dilucidar del todo, ¿A qué tipo de escritura se refería? Ladeó la cabeza como un perro cuyo pato desaparece en la maleza. Iba a preguntar a qué se refería con aquello cuando el ruido del telégrafo llamó la atención de todos. Observó a los que se ponían de pie y a los que no lo hacían... Finalmente suspiró y se puso en pie -Creo que no hay opción.

Notas de juego

*El sombrero de Lady Lovisa está junto a ella, como puse en mi post ;-)

pidió que le prepararan un Daarjeling mientras dejaba el sombrero a un lado.

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04/11/2020, 07:26
Leopoldo Ludovico Castelferro

Castelferro no tenía ninguna intención de visitar ningún sanatorio. Por eso, cuando el coronel pidió voluntarios se concentró de nuevo en el paisaje más allá de la ventana. Exhumar al sacedorte... Se persignó mentalmente, hizo el gesto de los cuernos con la mano y tocó el marco de madera de la ventana. Finalmente se besó uno de sus anillos antes de hablar de nuevo.

Podemos convocar al espíritu del sacerdote muerto y hacerle algunas preguntas —dejó caer como si se tratara de un plan sencillo y rutinario—. No está garantizado el éxito ni mucho menos, pero creo que es más decente que sacar al padre de la tumba y rebuscar entre los gusanos, ¿verdad, hermana Agnetha? —le guiñó un ojo a la monja.

Aunque, en el fondo, Yrjo prefería aguantar las náuseas frente a un cadáver antes que hablar con su espíritu. Cada vez que se comunicaba con ellos temía que fueran a arrancar su alma y a llevársela consigo al Vacío.

Notas de juego

Si me estoy columpiando con mi interpretación del talento del ocultista, me lo dices, jefe.

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04/11/2020, 14:55
Reidar Rotløs

Reidar estaba por abrir la boca cuando el jodido telégrafo comenzó a lanzar sus endemoniados ruiditos. Al viejo aquellos aparatos nuevos no le hacían ni media gracia, el era un hombre atrapado en otros tiempos, mas simples, cuando el hombre en verdad entendía y escuchaba a la madre naturaleza.

Al igual que el resto se mantuvo en silencio mientras Frisk “leía” todos esos puntos y rayas que, al parecer, formaban letras y palabras.

Fue entonces, tras haber sido comunicado el mensaje por el mayordomo, cuando en el rostro de Reidar su viejo amigo Øystein pudo leer con claridad inicialmente una profunda sorpresa y, a continuación, un incipiente disgusto.

Mascando un inexistente bocado como si de una vieja vaca se tratase – gesto usual en su persona cuando estaba molesto -, Reidar volvió a centrar su atención en el detective mientras le susurraba por lo bajo:

 

No deja de extrañarme la increíble capacidad que tiene este condenado sitio para anticiparse a mis ideas, veras, viejo amigo, estaba a punto de proponerte ir a visitar a Linnea por cualquier información que pudiera brindarnos respecto a la situación actual ¿y que sucede a continuación?, pues que el condenado chisme aquel, indico señalando con malestar hacia la máquina, se pone a “gritar” con sus ruiditos y quejidos y, ¡vaya condenada casualidad!, quien se comunica por el endiablado cajón de metal, ruedas y tuercas es la propia Linnea concluyó haciendo en el aire algún indefinido símbolo a medias insulto a medias conjuro hacia el objeto de sus actuales disgustos.

 

Pero no se demoró mucho, cuando el viejo abría la boca era difícil hacerlo callar bien lo sabía Øystein, esto no me gusta nada muchacho, prosiguió tocándose la nariz, huele mal. La carta ha llegado muy rápido, ¿Cómo sabia el “cristiano”, dijo con un dejo de desprecio mientras Geri gruñía cómplice a su lado, que la SOCIEDAD estaba activa de nuevo?, ¿Qué tiene de sobrenatural lo que indica en su misiva?, y, principalmente, ¿Cuánto sabe y aún no ha explicado Frisk?

Los ojos azul hielo de Reidar recorrieron la estancia y los presentes, había entre esa gente muchos a los que estimaba en demasía y otros que no le importaban, pero, por extraño que pareciera, todos compartían ahora un invisible lazo, en cierta forma, eran como una familia. Disfuncional si, y seguro con muchos conflictos entre sus integrantes prontos a llegar, pero, ¿no eran acaso de la misma manera la mayoría de las familias del mundo?

 

Escucha, escucha, se apuró a indicar a su entrañable amigo mientras se acercaba a este aún más, conozco un joven en el loquero1, el puede hacerte entrar allí para ver un poco mas de la cuenta, ¿entiendes?, dijo sonriendo pícaro y agregó con apuro tras mirar de soslayo hacia aquellos que se disponían a marcharse, estamos desorganizados viejo amigo, este es el momento para que “alguien”, deslizó como si no fuera ya claro que se refería al detective, le recuerde a todos que LA SOCIEDAD tiene una forma de organizar a sus integrantes, nos es bueno para ninguno el no tener un norte, bien lo sé.

Notas de juego

1 - uso mi habilidad para "crear" un pnj conocido de Reidar que trabaja en el sitio donde está Linnea. 

Post solo para Wergeland por ser "susurrado". 

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04/11/2020, 15:08
Reidar Rotløs

Reidar movía las manos y lanzaba furibundas miradas hacia el telégrafo mientras hablaba por lo bajo con Øystein. En el trato que el viejo dispensaba para con su interlocutor podía apreciarse con total claridad una vieja amistad y ningún decoro, por parte del primero, para con las convenciones sociales de rigor.

Al parecer el asunto que ahora les tenia a ambos como participes le había soltado la boca a un, hasta el momento, silencioso Reidar pues los labios del hombre no paraban de moverse al igual que sus manos que agiles como cervatillos, trazaban invisibles formas en el aire.

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04/11/2020, 19:18
Edwin James Niles

El Coronel debía ser cristiano devoto. Solo eso explicaba sus remilgos en examinar el cadáver del vicario. Niles no era un experto detective, pero sabía bien que nunca se debe confiar en la palabra del cliente. Algo se aprendía al lado del señorito Wergeland. Con todo, el mayordomo sentía sincero respeto por el oficial y, además, su calva brillaba con suficiente lustre como para ubicarle en la sala a pesar del velo de la ceguera, lo que ya era bastante para no entrar con él en un denso debate sobre la conveniencia, o no, de la exhumación. Además, el mayordomo comprobó que su aportación no había caído en saco roto. En su fuero interno, el mayordomo sospechaba que algunos aguardaban el momento de asestar una estocada dialéctica al veterano militar.

El cruce de nombres suecos durante la conversación aún se le atragantaba a Niles. Diablos, todos aquellos nórdicos tenían unos apellidos francamente impronunciables, a la par de hoscos, con la sola excepción de su señor. Uno parecía que estaba intentando exhalar un cuerpo extraño alojado en la garganta.

Björklunnnnnd.

Swergeborgggg.

Löfffffgren. Agggg. Qué ardor de garganta.

Gyllencrutzzzzzz.

Frissssssskkkk-K. Se le erizaba el bigote al pronunciar ese apellido.

Castelferro. Hmmm. No. Ese era italiano. Quizás hispano. O grecorromano. Pueblerino, en todo caso.

Su señor le sacó de sus ensoñaciones sobre fonética.

@Oystein Wergeland: —El señor Frisk se muestra complacido con la reunión, y redobla sus esfuerzos culinarios. El coronel asiente con firmeza ante vuestra opinión. El señor Castelferro dirige ocasionales miradas a la hija del Coronel, quien a su vez procura calmar a la monja inquisidora. Geri ha decidido que la pata de vuestro asiento es un territorio apto para ser marcado. A la cazadora Swedenborg se le está por resbalar el sombrero de copa sobre sus ojos color plomizo.

Niles se inclinó ligeramente al oído de su señor.

-Lo de redoblar es de todo punto excesivo, amo. Estas pastas son de mercadillo, oh, My! Coincido: el Coronel parece tener la elasticidad lumbar de un lord inglés. Eso me agrada. ¿Cómo dice? ¿El timador de ancianas? ¿Miradas ocasionales a la joven Björklund? ¡Escándalo! ¡Lascivia! ¡Potencial drama con la monja, amo! Hmmmm... Sí. La monja... Ahora que lo dice, es extraño. He ido a echar mano a la bandeja de las pastas tras ofrecérselas y para mi desolación no quedaba ni una. ¡Y estoy seguro de haber dejado unas cuantas! Aaaaah... La tentación anida incluso bajo los hábitos, amo. ¡En verdad os lo digo! Respecto a Geri...-.

El mayordomo emitió un tenue siseo de advertencia.

-Vade retro, can del Infierno. O volveré a enseñarte mis colmillos. Rrrrrr. Ahem. Oh, Lady Swedenborg hace gala a su oficio. Mantiene un tenso silencio. Expectante. Vigilante-. Niles hizo un breve silencio y añadió: Igual que un águila observa a su presa desde el aire.

Niles no encontró necesario confirmar que acompañaría al Coronel Björklund, toda vez que seguía a su amo a todas partes y el detective había ya asegurado que irían con él al sanatorio de su, digamos, mecenas. La señorita Elfeklinnnnt. GOD! What a name!

Entonces Castelferro animó la velada con una declaración de todo punto extravagante.

@Leopoldo Ludovico Castelferro: —Podemos convocar al espíritu del sacerdote muerto y hacerle algunas preguntas

Niles carraspeó.

-Tras llevar a efecto su ritual pagano, dígale al señor vicario que mucho me temo que las pastas se han agotado, sir.

No había ápice de expresión en su declaración. Imposible saber si era una chanza, un desafío o una mezcla de ambas. A eso se llamaba flema británica.

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05/11/2020, 09:50
Agnetha Löfgren

Ebba se acercó a mí como un pequeño animalito que, en su huida de un fiero depredador, busca un cobijo seguro donde guarecerse1. Soreía, pero... a mis ojos, aquélla era la sonrisa de una persona nerviosa y temerosa ante lo que ocurría. La entendía. En momentos como éste es normal sentir debilidad. Por eso la miré fijamente a los ojos. La mía era una mirada ardiente, llena de pasión... una pasión que pocos podían comprender. Sin embargo, mis músculos, momentos antes rígidos, se relajaron con el contacto de sus manos sobre mi hombros...

Haciendo un esfuerzo, traté de corresponder a su sonrisa con otra... Sin embargo, no sería difícil que todos los allí presentes encontrasen numerosas diferencias entre la suya y la mía: una era cándida, inocente, tierna; la otra era antinatural, extraña, difícil de traducir.

—Tranquila, no debes temer —mi voz sonó con tono solemne, como cuando se predican alabanzas a Dios en una Catedral abarrotada de feligreses—. Siempre que permanezcas a mi lado, el Señor te protegerá de todo mal.

Y, tras decir aquello, le besé la frente.

Finalmente me separé de ella y miré al resto, especialmente a Castelferro quien pareció dirigirse a mí personalmente.

—La exhumación es un pecado igual de grave que lo que usted está proponiendo.

Si las miradas desintegrasen, el señor Castelferro sería ceniza en estos momentos.

La única opción viable, por tanto, era ir al Sanatorio de Upsala y ver qué era lo que quería la señora Linnea. Tal vez supiera de la carta y pudiera aportarnos algo de luz en este misterio. Si no, deberíamos presentarnos en el pueblo donde se había producido el acto de herejía e investigar por nuestra propia cuenta.

Así pues, y sin más dilación, seguí los pasos del Coronel y de aquellos que, como él, tenían entre sus pensamientos dirigirse al Sanatorio.

Notas de juego

1 Sé que no tiene nada que ver a lo que realmente siente tu pj, pero así lo ve Agnetha, xD

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05/11/2020, 15:23
Lady Lovisa Swedenborg

Lady Lovisa estaba ante una disyuntiva compleja: por un lado su instinto controlador deseaba acompañar al coronel y al señor Wergeland a ver su benefactora, única superviviente y antigua integrante de La Sociedad, Lynnea, para obtener información de primera mano, sin intermediarios. Por el otro, se le ocurrió una idea que podía solucionar todo aquel embrollo de manera sencilla. Aclaró su garganta -Ebba, ¿Por qué no dejas que tu padre y el detective Wergeland vayan a ver a nuestra más antigua miembro, junto con la hermana Löfgren y tú y el señor Castelferro unen fuerzas para invocar al vicario? -no solo le interesaba volver a ver al ocultista en acción, sino también ver qué se traía su amiga entre manos...

Miró elocuentemente a Alvar -No se preocupe, yo cuido de ella -sostuvo con sus ojos fijos en los de él con un tono suave y cautivador, uno que nunca había utilizado con el coronel y que de hecho solo utilizaba con pocos hombres, luego se las apañó para sonreír con los labios cerrados, pero con calidez. Desvió la mirada a su amiga y le transmitió un sólido "Quédate. Experimenta de lo que eres capaz en libertad, querida". Como para dar más garantías acotó -Frisk y yo.

Notas de juego

:-P

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05/11/2020, 16:39
Alvar Egil Björklund

La sugerencia de Ebba de utilizar su extraña capacidad de comunicarse con el más allá mediante la escritura me perturba. Hay numerosas razones por las que es una mala idea, pero prefiero esperar a que mi hija y yo estemos a solas para explicárselas… aunque ella debería conocerlas mejor que nadie, pues es quien puede sufrir las consecuencias en caso de error. Sin embargo, instantes más tarde, la voz de Lovisa propone el mismo curso de acción delante de todos, insinuando además la colaboración de Ebba con el señor Castelferro, cuyas capacidades esotéricas aún no conozco ni comprendo. Rápidamente giro sobre mis talones para encontrarme con la desarmadora oscuridad de los ojos de la joven dama.

No —niego rotundamente, aunque sin brusquedad. Luego vuelvo el rostro para mirar a mi hija—. No —repito, y me obligo a mí mismo a reproducir gestualmente mis palabras en la lengua de signos de Ebba—. Aún no hemos ni empezado a investigar. No tiene sentido recurrir a eso cuando todavía hay tanto que hacer. Además, seguro que no hace falta que te recuerde los riesgos, ¿verdad?

A pesar de la firmeza de mi voz, es preocupación genuina lo que transmite mi mirada. Lovisa hace entonces su mejor intento de persuasión, asegurándome con voz melosa que no tengo nada que temer, que ella cuidará de Ebba. La miro con ojos entrecerrados, guardando un momento de silencio. Todavía recuerdo cuando era una niña revoltosa que jugaba y bromeaba con mis hijas. ¿En qué momento se convirtió en una mujer? Una mujer que sabe perfectamente lo que está haciendo con su voz y su sonrisa, acostumbrada a que le den todo aquello que desea. Y cuando no se lo dan, ella lo toma sin pedir permiso.

Querida lady Swedenborg —empiezo en un tono grave, calculado, mi rostro impasible como el de una estatua—. No sé si su idea al decir eso era tranquilizarme, pero ha conseguido justo lo contrario. Es usted un peligro, y los dos nos conocemos desde hace demasiado tiempo como para fingir lo contrario. —Sonrío con amablidad, como si estuviese regañando amistosamente a una niña—. Pero gracias por su ofrecimiento.

Dando el asunto por zanjado, me pongo mi abrigo de piel y tomo mi chistera negra, calándomela hasta justo por encima de las cejas.

¿Nos vamos?

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05/11/2020, 16:54
Director

Notas de juego

No es actualización pero creo necesario aclarar ciertas cosas:
 Invocar el espíritu del Vicario requiere estar en la misma zona que él, esto significa que hay que viaja a Flällbacka y está alrededor de 500 kilometros de donde estáis, lo que significa en ésta época un viaje largo en carruaje además de costoso. La sesión en todo caso no sería simplemente la invocación del espíritu, esto requiere de una concentración, unos rituales tiempo y sobre todo calma en una habitación donde sea seguro llevarlo a cabo. Todo esto siempre y cuándo salga bien a la primera y no haya contratiempos.
Esto significa que si los demás se van al Sanatorio, vosotros podéis empezar a preparar la expedición como tal, si es que decidís ir directamente al archipiélago.

Dicho esto, aclaradme quien va a ver a Linnea y quién se queda en el castillo.

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05/11/2020, 17:15
Reidar Rotløs
Sólo para el director

Notas de juego

Reidar se queda. 

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05/11/2020, 18:11
Edwin James Niles

Notas de juego

@Linnea: El Coronel Björklund, Ebba (?), el amo Oystein, Niles.

@Castillo Gyllencrutz:

Copiar y añadir al gusto.

He puesto los que se han decantado claramente y luego a Ebba la he marcado con (?) dado el inminente SLASH entre Lady Lovi y el Coronel ;)

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05/11/2020, 20:39
Agnetha Löfgren

Notas de juego

Tal como puse en mi post, Agnetha va a lo de Linnea. 

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05/11/2020, 21:14
Lady Lovisa Swedenborg

Notas de juego

Voy con el equipo. Coronel, le contesto en el próximo post, ¡JUM! xD