El contacto de la mano de Erika, hizo que Natasha volviera al mundo terrenal. Observó su mano, que ahora parecía tan frágil, cogía también la mano de la niña. Por un momento, parecía que iba a desmoronarse... pero aquel simple contacto hizo que se mantuviera firme, incluso las mejillas se le sonrojaron muy levemente.
No pasa nada porque diga un taco, cada cual tiene que hacerse responsable de sus actos... - le digo con suavidad a Erika, con un tono de voz que parece que pueda romperse en cualquier momento - Tú no los digas, ¿vale? No tienen porqué afectarte.
En una nota mental, Natasha escribió...: No decir tacos delante de Erika.
No pudo evitar reírse.
-Si fueran a llevarme al infierno te aseguro que no sería por los tacos que he dicho.
Se acercó a la verja y buscó una manera de cruzarla.
-Ninguno habéis respondido, ¿Porqué os encierran en este tugurio?. Empezaría yo pero la lista es larga y os aburriría rápido. Bueno menos la última, he de reconocer que bajo cualquier circunstancia esa mereció la pena.
Erika escucha atentamente las palabras de Natasha. Frunce el ceño completamente concentrada.
Sí. Responsable de sus actos. Asiente, convencida. No, no... yo no digo tacos. Yo iré al cielo. Sonríe de oreja a oreja, de nuevo con su angelical mirada, ahora posada en su nueva amiga.
Mira a Scott, el chico de antes, balanceando la mano que sujeta a la de Natasha.
¿Y tú eres responsable de tus actos? Pregunta con total seriedad.
Scott se arquea una ceja al escuchar al chico y le mira de arriba abajo.Hmmm¿Esta intentando hacerse el malo?
Pero sin darle mas importancia vuelve a mirar a Erika.No parecia que fuese muy lista pero no era algo que le importara a Scott, era bastante mona.
¿Yo? Lo que tu me digas ricura.
Erika mira a Scott, confundida...
Yo no soy comestible, tonto... Suelta sin más, girándo la cara de golpe, ofendida y llevándose la piruleta a la boca.
Aunque algo que ha dicho el chico del nombre raro se le ha quedado en la memoria. Tira de la mano de Natasha para llamar su atención y con voz temerosa pregunta... ¿Nos van a encerrar?
Al escucharla Scott le dedica una miraba de lo pies a la cabeza a Erika . Bueno... Aunque unos segundos se da la vuelta para mirar sin vienen mas alumnos si importarle estar acompañado.
Al oir hablar a Erika no podía parar de sonreir. Se compadecía de ella. Segun la manera que tenía de verlo, sus padres tenían que ser unos autenticos sadicos para criar una chiquilla así.
-Tras una larga explicación sabrías que sí, pero soy penoso en ese tipo de explicaciones. Bienvenida a una cara prision para menores de edad.
Natasha dirigió una mirada fulminante a Albretch.
No digas tonterías - respondió tajante, no permitiría que le metieran ideas estúpidas a la cabeza - Esto es una escuela, y aquí hemos venido a aprender - tragó saliba y miró con dulzura a la chiquilla, balanceó su mano - Si estamos aquí es porque nuestros padres... quieren lo mejor para nosotras - se le había formado un nudo en el estómago.
También miró a Scott, y esbozó una burlona sonrisa... - Y aquí tenemos el lobo... - se dijo en un susurro.
Solo levantó la cabeza para mirar a los que iba llegando a la entrada. Cuando parecía que no fueran a venir mas abrió la boca y con una voz ronca y algo sugerente se presento escueto - Redmund Deandre... -
No pudo evitar clavarle los ojos a Erika, y completamente borde soltó - Tu iras al infierno por tener esa voz... - dijo nuevamente con ese tono de voz que no cambiaba nada ni demostraba ningún tipo de emoción.
Nuevamente giró la cabeza para mirar a alguien, y esta vez fue a Albretch - no es de tu incumbencia... - y volvió a mirar a otro lado.
Fulminó ahora con la mirada al que se acababa de presentar: Redmund. Con aquel cuerpo tan delicada, pero con aquella mirada tan firme y penetrante... Natasha habló con frialdad y decisión.
No digas esto a Erika. No te ha hecho nada.
Sin saber porqué, Natasha empezó a defender a la niña.
Erika, mucho más tranquila ahora después de la explicación de Natasha, a quien ha creído a pies juntillas, le sonríe con dulzura y amabilidad.
Aunque cuando el chico moreno soso habla, Erika lo encara y lo señala con el dedo, como había hecho antes con el chico del nombre raro.
Tú eres mi enemigo. Dice, completamente convencida y frunciendo el ceño. Luego vuelve a meterse la piruleta en la boca y pasa a prestar total atención a Natasha. ¿Entonces vamos a ir a la misma clase? Ahora su tono de voz, vuelve a ser dulce y suave... muy bajito.
Una aviesa sonrisa asomó por su rostro y miró a Erika furtivamente - ... que mona
Sonrió a Erika, con sinceridad... una preciosa sonrisa que muy pocas personas habían sido capaces de hacer aflorar al rostro de Natasha. Se encogió de hombros.
No lo sé... - responde con el mismo tono de voz bajito que había usado la niña - espero que sí...
Sus manos seguían cogidas, aunque a Natasha no le molestaba, al contrario. Perdida en un lugar del que no conocía nada ni nadie, con una chica que acababa de conocer y que no era, ni mucho menos, desagradable... era como un aliciente a sus problemas.
Aun así, seguía mirando a ambos chicos... con desconfianza.
Erika responde a la sonrisa de Natasha con otra, y sacándose la piruleta de la boca y mirando al cielo, pensativa, comenta...
Es que mis hermanos decían que estaría sola y que yo no sé cuidarme sola... Parece que el tono estridente sólo aflora cuando la niña grita. Su voz normal es suave y dulce, usando un tono de voz bajito.
Probó a abrir la puerta. Estaba harto de estar allí parado. Aunque estaba seguro que si no podía pasarla por abajo tendría que intentar pasar sobre la puerta. Restregó un par de veces su nudillo contra su nariz mientras pensaba en todo ello. Luego se dio la vuelta, y al ver como la miraba Natasha no pudo evitar decir.
-¿Que he hecho?
Poco a poco se va dislumbrando una figura a lo lejos... parece que los jardines son enormes...
Un hombre con un traje negro se acerca a la verja y la abre.
¡Hola chicos! Soy Jake Murray. Les ofrece la mano a cada uno de ellos. El director del centro. Sois los primeros en llegar de vuestro curso, por lo que veo. Pasad, pasad, y seguidme. Os daré asiento hasta que llegen los demás. Estaréis más cómodos.
Después de que todos hayáis entrado, cierra la puerta tras él.
Vamos a la escena del jardín, niños ^^ Posteadme allí todas las preguntas que queráis mientras os lleva al centro del jardín.
Llegais a la entrada del instituto-internado. Unos antes y en mejor estado que otros, pero conseguís llegar. Las puertas están cerradas con una cadena y un candado. Parece que os habéis adelantado un poco.
Rachel llega la primera. Qué solitaro está esto...me gusta. Piensa. Lleva una maleta verde y negra, no parece demasiado pesada.
Mira al cielo y abre una sombrilla. Este sol es muy molesto. Piensa fastidiada.
Su presencia es tranquila y delicada. Se coloca junto a la valla esperándo a que la abran.
Alice se acercó. Iba con una sombrilla de encaje negro y una gran maleta negra con ruedas.
Vaayaa...así que aquí es... Susurró para sí. Hm...me extrañó que me pidiesen venir a tocar en un sitio así, puesto que no dí mi número a nadie recientemente...Se encogió de hombros y se dió la vuelta y vio a una chica.
Wao...que bonita... Vaciló en si acercarse o no. Caminó hacia ella Hola saludó con una sonrisa.
Oye un saludo y levanta la vista. La analiza con la mirada de arriba a abajo. Sí, es de las nuestras.
Hola. Dice sin cambiar la expresión de su cara, sin darle importancia.