Partida Rol por web

Pero... - vuelve a ponerse a caminar detrás del director... ¿un día agotador? No lo sabe él bastante... sentía que si no hacía algo, el director no volvería a confiar en ella... necesitaba algo.

Los nervios la comían por dentro, la ansiedad, el corazón parecía que iba a salirle por la boca...

Iba a vomitar palabras, estaba apunto, sí, iba a hacerlo... - Meheenamoradodeusted... director - y lo hizo.

Jake se queda quieto. Totalmente. Unos segundos pasan, sigue de espaldas a Natasha.

Espera, espera... ¿he oído lo que he oído? Si... yo sí la conocía de antes... vaya si la conozco, pero...

Se da la vuelta lentamente, con una sonrisa dulce en sus labios y la misma mirada triste de antes.

Natasha... no hay nada que me alegre más en este mundo que tener a una jovencita enamorada de mí, pero... me acabas de conocer hoy mismo... no... ni siquiera me conoces. ¿Estás segura de lo que has dicho?

Asiente convencida, tal cual lo habría hecho Erika... se aparta el cabello de la cara y lo mira fijamente a los ojos, mostrando su cara completamente roja.

Sé que suena una locura pero... yo nunca... - se pone ambas mano al pecho - había sentido esto... nunca me había latido el corazón tan fuerte, ni... ni me ponía tan nerviosa... - baja su mano izquierda hasta el vientre - y... cuando estoy con usted tengo un nudo en el estómago y en la garganta y... y hago tonterías... estaba en la biblioteca solo para verlo... - sigue mirándolo a los ojos, un mechón de pelo se sitúa enfrente de su cara, y ahora venía la prueva decisiva - y... antes... en la habitación yo... lo he dibujado sin querer... estaba tan concentrada que no me di cuenta... y... era un dibujo de usted...

Esto ya era demasiado... si ya era difícil controlarse antes... tener que controlarse ahora durante el resto de curso iba a ser un martírio, pero... no podía hacerle esto a Nat... ella tenía derecho a encontrar a alguien a su medida.

Se acerca a ella, pone una mano en la cabeza de la chica y luego la deja resbalar, acariciándo su rostro.

Todos hemos sentido algo parecido alguna vez en nuestra vida con alguien mucho mayor. Un profesor, un amigo de un hermano... pero acaba siendo un flechazo totalmente superficial. Deja pasar un tiempo. Verás como todo vuelve a la normalidad.

Frunce el ceño, lo sigue mirando a los ojos.

No me trate como a una niña. Sé lo que siento, y lo que no. Y yo le amo. Si quiere usar esta típica excusa para darme calabas me niego, prefiero que me rechace de igual manera que lo haría con una mujer de su edad.

Se podía ver en sus ojos, su mirada... aquel toque de madurez que tenía Natasha, aquella seguridad tan dificil de obtener a su edad.

Suspira. De nuevo. Negando con la cabeza.

Es que si a ti te respondo un "me gustan más jóvenes" te harás una idea equivocada de mí... Comenta, con tono de voz divertido.

Carraspea y se pone serio, vuelve a acariciar el rostro de Natasha, apartándole el pelo de la cara con cariño...

No puede ser. Simplemente, lo nuestro no puede ser. Y má vale que vayámos a que te miren esa herida, venga... Vuelve a echarse a caminar, evitando la mirada de la morena.

Se cruzó de brazos, no iba a moverse

No me ha rechazado aun - le recordó - y sí que puede ser, soy una alumna problemática con un historial tela de largo... a nadie le estrañará que pase más tiempo de lo normal en su despacho. Necesito un equilibrio y alguien con quien confiar, un patrón que seguir y un adulto que me entienda... - dijo aquello último de carretilla, era lo que siempre decía el psicológo de la escuela cuando Natasha la armaba con cualquier cosa.

Siguió mirando al profesor, esperando.

¿Porqué tenía que ser tan cabezota?

Se da la vuelta, mirándola seria y decididamente.

Ni yo voy a hacerte eso ni tú me lo vas a hacer a mí. Así que venga. No me hagas enfadar.

Sigue con el ceño fruncido, pero se descruza de brazos y empieza a caminar, a paso rápido. Con el cabello moviéndose al unísono de la fina tela que lleva encima del pijama.

Me ha decepcionado usted a mí, ahora - le dice sin cortarse - Y no hace falta que me acompañe, me sé el camino.

Jake asiente, se para en seco y da media vuelta, sin mirarla.

Entonces buenas noches. Y vuelva directamente a su cuarto, señorita McDowell. Dicho esto, empieza a caminar hacia el edificio principal, sin mirar atrás.

¿¡Pero qué...!? - se giró de golpe, fue a paso rápido y cogió el brazo del director, sin fuerza, se puso delante de él, mirándole a los ojos - No me vuelva a llamar Señorita McDowell... esto llámaselo a las otras... - sigue mirándolo - y no debería dejar que las niñas vayamos solas por el jardín de la escuela... a saber qué nos podríamos encontrar... una arpía o... un vampiro sediento de sangre... - sonrió, como si lo hubiera dicho porque sí.

Se acercó a él, poniéndole una mano en la cintura, la otra seguía agarrando el brazo... se acercó a él, hasta abrazarlo - No me deje sola... tengo miedo a la soledad... - cerró los ojos, quería disfrutar del momento... hasta que él la apartara.

Jake se detiene al escuchar a Natasha... y da un respingo cuando ésta pronuncia la palabra "vampiro". La mira algo escéptico hasta que al final comprende... suspira...

No la aparta del abrazo. Sólo coloca una de sus manos en la cabeza y la otra en el hombro de la chica.

Pues entonces no me digas que te sabes el camino sola... Susurra, divertido... Después de unos segundos, vuelve a hablar. Te lo ha contado, ¿verdad?

Se sorprende de que el director no la aparte... incluso una fugaz idea pasa por su cabeza - No, imposible... - pero luego un escalofrío gélido recorre la espina dorsal de Natasha... era más listo de lo que aparentaba, claro que siendo el director de una institución no debería sorprenderle. Pasó la mano que agarraba aun el brazo a la espalda... abrazándolo con fuerza.

No quería traicionar a Lion, pero tampoco al director... no sabía que hacer... si el director se enteraba de que Natasha lo sabía... quizás la echaría del instituto. Pero si le mentía lo decepcionaría... otra vez.

Tragó saliba y cerró los ojos de nuevo.

Sí... me lo ha contado... - respondió finalmente - pero no se lo diré a nadie... comprendo que es un secreto muy importante, sobretodo... para usted.

Vaya... no creí que ninguno se atreviera a decírselo a nadie...

Al contrario de lo que pueda parecer, Jake no se enfada. Sonríe satisfecho. Las cosas iban bien.

Tranquila... todo ha salido bien. Ya es un paso para la investigación. Comenta, contento. Venga... vamos a que te miren eso... Echa a andar, tomando a Natasha por los hombros.

Levantó la cabeza, con los ojos abiertos... se quedó mirando al director a través de los mechones de cabello que tenía enfrente de la cara. Miró sus labios... su sonrisa.

No pudo aguantar más, se puso de puntillas y cogió con más fuerza la ropa de Jake Murray... cerró los ojos en el último instante, antes de juntar sus labios con los de él y darle un tierno y dulce beso... quizás el más corto pero a la vez con más sentimientos que hubiera dado jamás.

Se apartó completamente roja, le soltó del abrazo y dio unos pasos hacia atrás - Yo... lo siento... - y se echó a andar, temblorosa hacia la enfermería.

No estaba preparado para eso. No lo estaba.

Antes de que Natasha empezara a andar, la coge del brazo con firmeza y con un rápido movimiento la atrae hacia él, llevándola directamente a sus labios. La besa con dulzura, muy suavemente... Llevando una mano hasta la cara de la chica, apartándole el pelo en una suave caricia y la otra mano a su cintura, atrayéndola hacia él. Se abre camino entre los labios de Natasha mediante su lengua, buscando la de ella...

Te das cuenta enseguida... es un beso con sabor a café.

Se sorprendió, completamente, no se lo esperaba, por ningún lado. Colocó sus pequeñas manos en el cuello de la americana del director, correspondiéndole el beso, dándole la lengua para que ambas jugaran... en un apasionado beso, largo, mojado, salvaje... entre ternura, romanticismo y dulzura.

Cuando se separaron sus bocas... Natasha no sabía qué pensar... aunque sí qué sentir. Como siempre, su cabeza y su corazón estaban en disputa. No apartó las manos del cuello de la americana, y miraba al director a los ojos... no podía evitar sonreir. Era feliz, y no estaba dibujando.

¿Qué ha... significado eso...? - preguntó con voz temblorosa.

Jake se encoje de hombros, resignado, pero satisfecho y sonriente...

La gota que colmaba el vaso... Y ahora vamos... no es seguro que estés por aquí con una herida abierta... Se echa a andar de nuevo, llevando a Natasha por los hombros.

Harry llega al jardín. El director lleva a Natasha de los hombros hacia el edificio de la enfermería.

Seguía sin comprenderlo, estaba nerviosa y feliz a la vez. Él le había correspondido el beso... y eso la alegraba un montón.

Pero... yo... - tragó saliba - ¿le gusto...?