Un Whiskey doble... Sin hielo.
Digo alegremente al camarero.
Esta bien...
Comenta el camarero mientras trae la botella y acerca el vaso a bell. Sin decir nada, le sirve hasta que él ve que está a su medida justa, aún asi, mantiene la botella en la mano por si Bell quiere que le sirva más.
¿Esta bien asi? Pregunta cortesmente.
Asiento con la cabeza.
Sí, sí... Ya está bien.
Haciendo después gestos con las manos.
¿Cómo va el trabajo amigo?
El camarero va cerrando la botella mientras habla distraidamente con Bell.
Pues la verdad es que está la cosa tranquila. Creo que habré vendido un par de cosas o tres a lo sumo antes de que usted entrara. ¿Coge vuelo o regresa de uno?
Jejeje... Río por un momento.
Espero a que una amiga termine su turno; ni vengo ni voy... Me quedo. Digo sonriendo.
¿De dónde es usted?
El camarero sonrio. Vaya. No se esperaba de ninguna forma esa respuesta. Siempre hacía la pregunta de si iba o venía a la gente que se paraba y se encontraba sola y que para más inri, se sentaban en la barra. Eran clientes necesitados de conversaciones estúpidas pero entretenidas, y para romper el hielo, siempre la usaba. Pero esta vez, este hombre le pilló desprevenido.
Si. Contesto, intentando salir de la situación lo más airosa posible. Lo recuerdo del otro día, estaba tomando algo con Liz, ¿no es asi?
En ese mismo momento de pronunciar el camarero su nombre, Liz aparece por la puerta y después de mirar el bar, reconoció rápidamente a Bell sobre la barra. Caminó hacia él y cuando llegó saludó al camarero y a él mismo.
Buenas, fue el saludo al camarero.
¿Que pasa? ¡Que sorpresa verte por aquí! Comentó ilusinada con la visita a Bell.
No podía dejar de pensar en tí... Y quizá más tarde se me acumule la faena, y no pueda verte todo lo que necesite. Le digo dándole dos besos en la mejilla.
Póngale a Liz lo que quiera camarero... Esto... ¿Cómo se llama? Digo tras unas risas.
No me siento cómodo tratándote de esta manera.
Juan, me llamo Juan, y no se preocupe, aqui cada uno me llama de una forma, comenta orgulloso.
¿Lo de siempre Liz?
No, Hoy me apetece un refresco de cola light, por favor.
Luego se da la vuelta hacia Bell. Las palabras de éste le han hecho sonrojar.
La verdad, es que yo tambien te hechaba de menos. Comenta de una manera muy tímida.
Tras un momento de silencio, donde Liz se queda sin palabras, comenta, por sacar un tema.
¿Como va el asunto?
Bueno... Va...
Digo sonriendo.
¿Tienes algo que hacer después?
La verdad es que no tenía pensado nada. O sea, quería ir al teatro a ver actuar a una amiga de una amiga mía, que también iba a venir conmigo. Pero es que no tengo ganas. Me encuentro algo... rara. Tenía que encontrar un papel para presentarlo en la empresa y no lo encuentro.. y bueno... ya sabes... no es que sea bueno eso, y me encuentro no de muy buen humor.
¿Necesitas que te ayude a buscar ese papel?
Pregunto interesado, intentando ayudarle.
No, no hace falta. Tengo que presentarlo pasado mañana y bueno, en caso de que no lo encuentre, lo volveré a pedir. Pero es un trastorno, no se si me entiendes.
¿Te gustaría hacer algo después de esta...
Me quedo mirando el vaso de cocacola de Liz.
...Copa?
Si, bueno, me gustaría comer en algún lado, no se, ya va siendo hora. Y se rie, parece que ya ha cogido plena confianza con Bell y sus palabras y bromas le sientan mejor que nunca.
De verdad, cuando nos dijimos adios la última vez, pensé que nos volveríamos a ver... me alegro, en serio de que volvieras aqui a verme.
De pronto, una oleada de clientes entra en el bar. Al parecer acaba de aterrizar alguna aeronave. Rápidamente el bar comienza a llenarse de gente ruidosa y hambrienta.
Me alegro. Le digo cogiéndole de la mano por tal de marchar del lugar.
Guíame. Le digo sonriendo. No conozco la zona, soy nuevo, llévame donde quieras.
Está bien. Vayamonos.
Sin dejar de sonreir, para ella este era un gran día, saco dinero de su bolso para pagar las bebidas. En ese momento, el teléfono de Bell comezó a sonar.
Disculpa.
Haciendo gestos a Liz para que espere con una mano, mientras que con la otra voy cogiendo el teléfono.
¿Sí?