Partida Rol por web

Me acerqué a Ástomer con intención de entablar conversación para enfriar un poco los ánimos y de paso ver si conseguía sonsacarle algo de información.

-Confío en que la resolución de este pequeño problema os haya contentado tanto como a nosotros, buen Ástomer. Por cierto, he oído decir a vuestros jinetes que planeáis salir de caza. ¿Puedo saber qué tal están las presas de por aquí? Como sabéis, nuestro pequeño grupo tiene un pequeño problema con la comida, y aún debemos llegar hasta Valleyport a pie...

No conozco estas tierras como para saber si existe buena caza. He de decir que no encontramos apenas animales de caza desde que entramos en Anorien. Sólo vamos a estirar un poco las piernas, y si hay algún animal, mi lanza estará dispuesta para atravesarlo.

Si quieres más información de este territorio, pregúntale al posadero; él conoce mejor este bosque. Dicho esto se va hasta las cuadras a preparar su caballo para la caza.

Escuchando desde una cierta distancia la conversacion que mantienen Astomer y Thorondir, me parece sensato hacer caso a lo que dice el rohirrim, así que me acerco al posadero y le pregunto.

-Hola.-Digo en tono cordial.-¿Sabe si en el bosque de los alrededores hay algo que cazar? Mis compañeros y yo necesitamos algo de comida para el viaje y algo de ejercicio.

¡¡Qué me importa a mí la caza del bosque!! Oh,... perdonad mis modales, pero no esperaba que el rey Éomer y sus soldados se quedaran una noche más y estoy sin víveres, intentando organizarlo todo. Apenas quedan unas horas y me falta la carne y el hidromiel.

Es imposible, no me dará tiempo de reunirlo todo y no me queda nadie a quien recurrir. Dicho esto se queda pensando como absorto, mirándoos a todos vosotros.

Un momento, vosotros. Oh sí. Os lo pido como un favor personal que sabría agradecer; ¿podrías ir hasta la casa del semielfo que elabora el hidromiel? se encuentra a unas 4 millas dentro del bosque. Necesitaria unas 6 barricas de hidromiel. Venid, os indicaré como llegar, dando por sentado que aceptaríais su desesperada proposición. 

Esta bien, buen hombre, iremos - asiento interviniendo en la conversación.

Miro en derredor a mis compañeros esperando que no haya ninguna oposición. Tal vez ayudarle permita a cambio los víveres necesarios para llegar a nuestro destino sin tener que retrasar más nuestro viaje en busca de comida.

Tendreis que decirnos como transportarlas y el tema del pago.

-Además, si encontramos un ciervo o un jabalí aceptable os traeremos algo de carne. ¿Os parece bien? Asi tendréis algo que servir al rey de Rohan.-Respondo tratando de ser amable.-Dos pájaros de un tiro.

Sí, os podéis llevar un carrito que tengo aquí detras (de mano). En cuanto a la carne, no te preocupes. El problema no es la carne, sino prepararla y cocinarla. En fin, ya me apañaré. Había pensado ofreceros un 20% de lo que me pagará el rey Éomer por el banquete de esta noche (500 mo).

Ya sé que es una oferta irrechazable, no ofrecería tanto pero la situación es muy comprometida y no tengo más remedio que confiar en vosotros. Aquí tenéis 40 mo para pagarle al viejo semielfo su hidromiel.

Ciertamente, es una oferta irrechazble, puedo dejar aquí los trastos para avanzar con mayor presteza?

Tiene algún sello o algo para que el semielfo nos reconozca? Porque quizas ni nos atiende.

-A mi desde luego no creo que me deje ni entrar.-Digo estallando en carcajadas.-Me tendré que volver a poner la capucha.

Seguramente el dinero pese mas que los prejuicios Morko - respondo - Aunque no está de más tener cuidado. Venga, partamos cuanto antes y no perdamos más tiempo.

Me dirijo a la puerta en busca del carro para llevarlo. Posiblemente la vuelta será más pesada y conviene repartirnos el esfuerzo

No os preocupeis por el semielfo; está viejo, medio sordo y ve poco. Sólo decidle que vais de mi parte y os entregará el hidromiel previo pago, claro.

Partid cuanto antes, debéis regresar antes del anochecer.

¿Y cual es vuestro nombre?

Mi nombre era Valdir Mierda, pero no me gustaba y me lo cambié hace años. Ahora me llamo Othra Mierda.

Mi nombre es Garen.

-Suficiente.-Digo saliendo por la puerta mientras reprimo una carcajada.-Pongámonos en camino.

Hacer de recaderos no es desde luego lo que había pensado cuando salimos de Hall Firien, pero desde luego nada de lo que había pasado en el viaje era como yo había pensado.

-Pongámonos en marcha pues cuanto antes, para poder seguir con nuestro camino a Valleyport. Vamos, compañeros.

Tras una hora caminando siguiendo un desdibujado sendero que el posadero de orgulloso nombre les indica, localizan una pequeña cabaña. Puerta y ventanas permanecen cerradas y se observa como sale un poco de humo de la chimenea.

El ermitaño es un anciano semielfo huraño y desconfiado. Se llama Neralan y fue hijo de un elfo sindar quien fue consejero de Elrond mucho tiempo atrás. Su padre fue desterrado de Rivendel por dejar embarazada a su madre, una humana. Desde la muerte de su madre y su padre (por ataque de orcos) vive sólo y se vanagloria de la antigua reputación de su padre y los muchos orcos que ha matado desde que vive sólo. Tiene conocimientos mágicos, según dicen, por lo que no suelen atacarle por si fuera cierto.

Me acerco con decisión a la puerta y llamo. Si no contesta o abre en unos segundos, vuelvo a llamar algo mas fuerte ya que el posadero nos dijo que estaba medio sordo.

Saludos Neralan - proclamo - Venimos de parte de Othra Mierda, para proveerlo con vuestro rico hidromiel

Pues realmente estaba cerca. Un trabajo demasiado fácil.

-Al fin llegamos, aquí debe ser.

Insistí tras la proclamación de Garen, golpeé la puerta con los nudillos y grité:

-¿Hola? ¿Hay alguien en casa? ¡Venimos de la posada de Sindbar!