Partida Rol por web

Viaje al corazón de la Hydra

Acto 1.0

Cargando editor
11/02/2013, 23:21
Alandrian

Nada. Hoy era el día en que no se podría dormir la mona. Ahora los del guateque habían decidido montarse una rave hablando por megafonía, con sirenas y luces estroboscópicas

Ojala nos fueramos a tomar por culo -pensaba- espera... ¡NOS ESTAMOS YENDO A TOMAR POR CULO!

Se levantó como una exhalación y miró a todos lados. No tenía ni puta idea de a donde ir, pero estaba seguro de que se lo pasaría genial.

El viaje empezaba a ser entretenido.

Cargando editor
11/02/2013, 23:28
Meyer Adam

¿Alguna vez has oído hablar de un "falso despertar"? Es un fenómeno mas que curioso, la sensacionde despertarte de un sueño, pero aun estar atrapado en el sin saberlo, un sueño encerrado dentro de otro. Realidades recursivas. Una idea del infierno que lei una vez, trataba de un sueño sin fin, despertándote de una horrible pesadilla, para encontrarte solo en otra aun peor y mas bizarra, mientras tu percepción de la realidad se desmorona.

Si, si tuviera que describir mi despertar en esa nave, sudando y ligeramente peturbado, después de haber visitado por los zombies y espectros de mi pasado, solo para encontrarme aquel escenario caótico de alarmas pitando por doquier, gente de aspectos desatinados moviendose de manera histérica por el avión, y Lady Angela "jugando" con una dama, algo que no aprobaria su padre, por mas de una razon obvia. Tuve la esperanza, de que esto también fuera un mal sueño, y pasar al siguiente nivel. Pero al parecer, el infierno no se le ocurría una peor que esta.

-¿Soy yo, o la alarma suena salida de un planeta lleno de cactus, y sombreros gigantes?- "No es el momento, Meller" Me dije molesto a mi mismo, había cosas mas acruciantes. Me levante, y cogí la mano de Angela, guiándola a hacer lo mismo.- Se acabo el viaje de estudios, nos vamos de aquí, antes de que nos convirtamos, en futuros objetos de estudios para la siguiente generacion de necrocirujanos. Pepsi, por favor, indiquenos el camino mas corto a las cápsulas de evacuación.- Pregunte a la cyber-azafata, eso contando de que aun estuviera operativa, y claro esta, contando de que la maldita nave se hubiera molestado en comprar cápsulas de emergencia.

Cargando editor
12/02/2013, 12:41
Alpharius Tanhausser

Al principio pensé que aquella alarma era solo otra mala pasada de las voces, otro intento de sacarme de quicio. Lo estaban consiguiendo.  La estridencia me recordó al momento al Orgullo y abrí los ojos, sintiéndome teletrasportado a una nave que solo existía en el pasado. Casi olía el fuego del combustible industrial ardiendo, un humo denso y pesado que se te queda en los pulmones. Casi esperaba verle a él.

Pero no. No, era real. Seguíamos en el Halcón y las luces habían pasado a estado de emergencia. Miré de reojo a situación. Meyers comenzaba a movilizar a Angela: el resto de la tripulación me importaba una mierda. Una voz en terrible cruzado me acabó de sacar de aquella falsa sensación onírica con bastante vergüenza ajena y entonces me dí cuenta.

Mis manos estaban aferradas al reposabrazos con tal fuerza que apenas ya no sentía los dedos. Con un bufido mezcla de vergüenza y molestia hice acopio de toda mi voluntad para levantarme de esa pseudo catatonia en la que había acabado, y me acerqué con rapidez hasta donde estaban Meyer, Angela y la otra chica noble.

- Meyers, averigua donde está y lleva a las chicas a la capsula de desembarco. Sí, lo estaba haciendo, pero yo no estaba de humor y aquí el cargo más alto, por retirado que fuese, era yo. Además, estaba molesto por haberme puesto nervioso por una estúpida sirena. Sigfrie...

¿Donde coño estaba Sigfried? Y lo más importante ¿no podían parar ya la puta alarma? Nos habíamos enterado todos.

- Yo voy a buscar a Sigfried.- espeté, antes de dirigirme a la puerta por la que había salido. Solo esperaba que estuviese volviendo ya, pues a idea de meterme hasta la cocina en una nave apunto de explotar me resultaba tan apetecible como ponerme a comer esquirlas de artillería. 

Cargando editor
12/02/2013, 13:37
Angela Gabriella Della Nocte

Olía a sangre. La zona negativa olía a sangre. Era como si, de algún modo, las voces quisieran jugar a mi juego. Pero en lugar de frutas, sedas o sensaciones agradables, inundaban tus sentidos con sangre. Respiré hondo cuando salimos. Aún llevaba la venda y tenía la firme determinación de seguir jugando como si no hubiera sucedido nada cuando empezó a sonar la alarma. Me arranqué la venda y entrecerré los ojos. 

Antes de que pudiera decir nada Meyer me había cogido de la mano y me arrastraba. Pero no era ese el modo de hacer las cosas. 

No es necesario que me sujetes Meyer, sé andar. - Miré a Alkaid por un segundo - Será mejor que vengas con nosotros - le dije liberando mi mano para enviar una señal con el móvil a Minerva y Siegfried. Minerva sabía de sobra que debíamos reunirnos en las cápsulas de emergencia. ¿Pero tendría esta chatarra unas?  

Adopté una expresión ligeramente molesta, si me hubieran dejado comprar los pasajes esto no habría pasado. Después miré hacia el profesor. 

La seguridad del profesor también es importante. - Por último dirigí mi atención hacia Meyer, no podía creerme que no supiera la azafata no funcionaría si estaban las luces de emergencia. Señalé hacia donde se suponían que estarían las cabinas de salvamento - Por allí. Asumiendo que haya cápsulas de salvamento claro. 

Les guié con rapidez aunque sospechaba que habría más sorpresas desagradables. Pero no, seguro que no tendría que arreglar yo misma la avería. ¿Verdad? Porque aunque tenía equipo en alguna parte y estaba segura de que sabría que hacer, el trabajo manual y yo no nos llevábamos bien...

Cargando editor
12/02/2013, 15:34
Director

El fallo en el sistema eléctrico hizo saltar los cerrojos automáticos, dejando así abiertas todas las compuertas en el interior del Halcón Millonario. De la misma manera, Pepsi, la cyberazafata había dejado de estar operativa y una ligera humareda comenzó a colarse a través de los conductos de ventilación.

Jonny  había dejado a la chica de las rastas en su nidito de perversión y, como una bala, recorría la pasarela metálica al encuentro de la capitana, en el puente de mando. Mientras, J.B, el técnico de abordo, trataba de contactar con sus compañeros a través de la radio de emergencia, sin dejar de parchear lo mejor que podía los fallos en la sala de máquinas.

- ¡Cerdos imperialistas! - Había espetado la capitana en un tosco cruzado. -¡Somos una jodida nave comercial! ¿Es que han perdido la puta cabeza? - Frenética, apretaba botones, subía palancas y ajustaba oxidadas válvulas en el cuadro de control, activando el escudo de emergencia justo a tiempo de repeler, más o menos, el siguiente impacto. -¡J.B, quiero un informe de daños para ayer!, -le ordenó a la radio - ¡¿Y tú qué coño haces aquí pedazo de vago, pervertido?! -El huracán esta vez cayó con todo su peso sobre su segundo oficial - ¡Esa zorrita tuya acaba de eyectar la única cápsula de salvamento! -Si hubiera sido un sklach se le habría lanzado al cuello y lo habría despellejado ahí mismo, sin embargo, muy a su pesar, si las cosas seguían el desastroso curso que parecía que tomaban, iban a necesitar pronto de su puntería.

-¡Largo de aquí, prepara los cañones, haz algo util para variar! -Concluyó dando media vuelta, irguiendose cuan alta era y sujetando los mandos con firmeza. -Aquí Jack Daniel, Capitana del Halcón, identifíquese. -Exigió a través del silencioso comunicador.

Sin rechistar, Jonny salió disparado de la sala de mandos pasando como una exhalación junto a Sigfried, que bien había podido escuchar las voces en la cabina del piloto, ahora abierta, como el resto de portones metálicos, al tiempo que se encontraba casi de bruces con la señorita Della Nocte y su larga comitiva en busca de una ausente cápsula de salvamento.

- Al habla el Capitán Cortez de la armada de Su Majestad. Depongan los escudos y prepárense para ser abordados. -Respondió con gélida tranquilidad el aparato, asaltando sin ningún miramiento todos los canales, asegurándose así que ni un alma pudiera perderse su discurso.

Alguien, en aquel destructor se lo estaba pasando realmente en grande...

Notas de juego

Para los que anden perdidos, acabamos de saltar desde Puerto Empereur 93 hasta La Cola de la Hydra. El primer puerto espacial, el más cercano a La Perla, es Puerto Principe, el supuesto destino del Halcón Millonario.

Cargando editor
12/02/2013, 15:46
Errol Flint

En mitad del caos, un aturdido profesor Flint despertó de golpe, aferrandose con manos temblorosas a su pequeño y ajado maletín de mano. ¡Iba a morir, y sus brillantes descubrimientos se perderían para siempre en el olvido!. El pánico se apoderó de cada fibra de su cuerpo y como si repentinamente hubiera recordado alguna clase de anticuada formación corrió a refugiarse del bombardeo bajo los asientos.

Cargando editor
12/02/2013, 16:19
Angela Gabriella Della Nocte

Dirigí una mirada fulminante a Meyer. Después me solté de un tirón brusco y con determinación empecé a andar en dirección a la sala de máquinas. Lo sabía, si es que sabía que teníamos que coger el maldito crucero. Pero no, la universidad había insistido en esta nave cutre. 

Iré a la sala de máquinas para ver si puedo evitar que explotemos - abrí y cerré las manos sin dejar de caminar - Minerva, conmigo. - No miré si me seguía, di por hecho que así sería y que tendría localizadas mis herramientas. Luego miré a Meyer - Procura no estorbar mientras trabajamos. Salvo que puedas ayudar con los cañones o... bueno, no estorbes. Alpharius, Siegfried, uno de vosotros que me acompañe, el otro que intente ayudar con los cañones. 

Recorrí los pasillos a toda velocidad. No me preocupé de ver si me obedecían o no. Mi prioridad era ponerme a reparar cosas para posponer nuestra destrucción inminente. Por un segundo vi al profesor escondido bajo la silla. Si salíamos de esta, iba a pedir no sólo que me subiera la nota, si no que fuera mi director de tesis. No obstante, una parte de mi debía admitir que estaba decepcionada. Muy decepcionada. La otra, estaba ligeramente satisfecha de que se demostrase que tenía razón desde un principio. 

Llegué hasta la sala de máquinas. Todo era una auténtica pesadilla. Incluso en funcionamiento, aquellos motores eran un desastre. Puede que no hubiera continuado con los estudios de ingeniería, pero lo que sabía me bastaba para verlo. Extendí la mano hacia un lado sin siquiera mirar y cogí las herramienta que Minerva me pasaba. Cuando todo acabase iba a tener unas palabras con el profesor Flint y la capitana...

- Tiradas (1)
Cargando editor
12/02/2013, 16:03
Meyer Adam

-!Scheiße, no hay capsula de salvamento, se nos han adelantado¡- Chille cabreado, mientras daba un puñetazo a la pared metalica. No me podia creer esto, no habia pasado ni medio dia fuera del sistema, y lady Angela ya estaba en una situacion de vida o muerte. Esto seguro que no iba para el informe.

Y entonces, vino el mensaje, directo y sin florituras, estabamos siendo abordados ¿Por piratas? Peor, soldados del Reino de la Cruz, si no me equivoco.

-Si se estan molestando en comunicarse, en vez de volarnos de una pieza, es porque buscan algo.- Dije a los demas pasajeros, mientras me llevaba la mano al estoque, preparandome para lo peor.-¿Pero que, o quien?

Cargando editor
12/02/2013, 18:44
Lev "Leon" Y. Korolev

:|: Habitáculo de pasajeros :|:

Todo el mundo en movimiento. Los dos tipos duros arios presentes parecen haberse activado a la vez, contentos de tener algo que hacer. El profesor tiembla en su asiento como un flan, y algo parece cruzársele por la cabeza para opinar que es mejor estar debajo del mismo. Y mientras todos empiezan a moverse como hormigas escucho un ruido jodidamente característico, y jodidamente jodido. Y no puedo mas que negar con la cabeza confirmando la frase de uno de ellos. Qué cabrón, quien se haya adueñado de la cápsula para él solo. Que no es que fuese fundamental para mí, pero la gente habitualmente no está acostumbrada a los paseos espaciales, y parece probable que acabemos haciendo uno.

-¿Tal vez a tu niña rrica? -Le respondo al rubiales ante una pregunta tan absurda, mientras meto mano en mi petate y saco una pieza de plástico de aparente aspecto inofensivo. Vamos, de esas que pueden pasar por un detector sin pitar y luego transformarse en uno de mis destructores de gente favoritos, clavando unos buenos virotes en el pecho. Contemplando la sala cada vez menos ocupada, lo cierto es que quedarnos en un espacio así no parece lo más inteligente. Pero antes... -Señorr prrofesor -digo agachándome junto al asiento-, ¿le interresa contratarr un guarrdaespaldas parra un perriodo de tiempo corrto? Me agrrada lo que sabe como parra dejarrlo aquí. -Y me pongo en pie, deseoso de salir de una habitación abierta y con muy poca cobertura, frente a unos buenos pasillos y lo que realmente viene a ser una nave.

Cargando editor
12/02/2013, 19:11
Alpharius Tanhausser

I Sala de maquinas I

Asentí a las ordenes de Angela y salí tras ella, siguiéndole el paso. Estaba bastante seguro de que el potencial físico de Sigfried sería de bastante más ayuda con el trajín de los cañones con mis brazos de tullido.

- Que un cruzado se comunique no quiere decir que tenga buenas noticias, Meyer. Me limité a decir en ario al pasar por su lado. Lo cierto es que consideraba un enfrentamiento directo con una nave cruzada como algo como poco contraproducente, pero tanto Angela como nosotros eramos en esos momentos civiles. Podríamos alegar haber sido coaccionados a colaborar y probablemente no habría mayor inconveniente que presenciar una ejecución en directo de los impresentables del Halcón. 

Además, yo también nos hubiera abordado si hubiese oído ese acento tan horroroso que tenía la capitana. Tenía que ser herejía o algo. Sin más, marché tras DellaNocte, ignorando el comentario del ussuro. Bastante teníamos ya para empezar a soltar groserías entre nosotros.

Una vez en la sala de maquinas sencillamente me dedique a vigilar mientras Angela trasteaba con la nave, intentado distraer mi incomodidad por estar en una jaula metálica que podía reventar en cualquier momento (al menos en mi mente escaldada). Me resultaba difícil disimular que tenía los nervios a flor de piel, pero tenía un trabajo y Alpharius Tanhausser siempre cumplía.  Por un momento me planteé en ofrecerme a ayudarla, pero si era cierto que esa chiquilla había pasado ya por todas las carreras de la historia, era bastante probable que sus habilidades fuesen suficientes.

Más nos valía.

Cargando editor
12/02/2013, 21:37
Alandrian

Todos corrían, la capitana insultaba y la de las rastas se había largado en una cápsula ella sola. Voces en idiomas raros y que yo no conocía junto con una explosión y demás.

Por la actitud que tenía todo el mundo parecía que estábamos en peligro, y eso era bueno, pues se me quitaría la resaca en un momento. Me crecía en este tipo de situaciones.

Aún no tenía muy claro el qué hacer, solo sabía una cosa. Si alguien entraba en esa nave me lo iba a pasar en grande.

Cargando editor
12/02/2013, 21:48
Waltz

Abrí los ojos después de aquellas alarmas y gritos sin ningún sentido, mire a los que estaban a mi alrededor y los que se iban, después de aquella extraña charla entre mi simbionte y la otra cosa, era bueno ver algo de movimiento.

Me levante estirándome, la verdad es que con todo aquel alboroto algo grande iba a pasar y nuestro amigo vikingo parecía animarse también. Busque en la pared mi mandoble, si se decidían a entrar en esta nave siempre era bueno contra con poca distancia de defensa para el cuerpo a cuerpo, pero la suficiente para poder luchar con soltura, aunque nunca se daba en las naves.

 

Cargando editor
12/02/2013, 23:58
Errol Flint

-¿Q...que...qu...que?, ¿guardaespaldas?, ¿quien...?, ¿yo? ¡oh!, usted, claro. -Al parecer el profesor sufría de un terrible tartamudeo cuando se ponía nervioso, que por cierto, era en casi cualquier situación que no tuviera que ver con la ciencia o los estudios. -Emmm, pues ahora que lo menciona sí, es usted muy amable joven. -Repuso ayudándose a salir de debajo del asiento por el enorme urso, sin soltar por nada del mundo aquel viejo maletín. -¿Tiene usted experiencia en...en...? -El hombre se pasó un dedo por las gafas, que se le habían empañado, para poder observar mejor el caos que reinaba a su alrededor. Volvió a ponerse lívido. -¿En asuntos de esta índole...? - Terminó por fin, observado como desmontaba su, al parecer potencialmente mortal, aparato.

Cargando editor
13/02/2013, 14:31
Director

[Sala de maquinas]

Angela, seguida de cerca por su asistente, Minerva, y Alpharius, su guardaespaldas de mayor rango, llegó al pequeño infierno que era ahora la sala de máquinas. Allí, J.B, el técnico del Halcón Millonario, se afanaba de forma frenetica en hacer subir y bajar válvulas, ajustar engranajes, conectar y desconectar diferentes tubos y cables e incluso apagar pequeños fuegos con un extintor. Parecía una araña moviendose por su enclenque red de seda, a veces trepando, a veces corriendo, e incluso a veces literalmente colgado.

Cargando editor
13/02/2013, 14:33
J.B

[Sala de maquinas]

- ¡Oh!, Buenas tardes señoritas, caballero. -Saludó alegremente cargando dos grandes pinzas para conectarlas a una batería auxiliar -¿puedo ayudarles?, ¿una pepsi?, ¿gallium?, no de eso no nos queda demasiado...-Ofreció con entusiasmo. Justo en ese momento la bateria soltó un gran chispazo que les hizo retroceder a todos.  -Vaya, parece que el azul no va con el rojo...mmm, más potencia, necesitamos más potencia...-murmuró para sí mismo antes de colgarse de una escalerilla y desaparecer entre una densa neblina compuesta principalmente por humo y vapor.

Cargando editor
13/02/2013, 14:35
Director

[Sala de maquinas]

No tenían elección. Con cuidado, se adentraron en aquella maraña mezcla de terrorifica atracción de fería, perversión de un robot demente y excéntrica obra de arte moderno, e iniciaron una rápida inspección de daños.

¡Estaba todo mal!, al menos eso parecía, pero por alguna razón, seguía funcionando, no al cien por cien claro, pero lo que sea que estuviera haciendo aquel chico (que aun no tenían muy claro si tachar de genio o de loco), estaba funcionando.

Sin perder más tiempo, Angela se decidió por hacer algo útil, como por ejemplo, asegurar el desvio de energía suficiente para que siguieran funcionando los escudos. El problema era que no sabía muy bien que hacer con toda esa cinta aislante, clips y rollos de cobre que parecían mantener una especie de puente entre las baterías y los motores. Asique decidió improvisar.

Lo primero fue cerrar esa válvula que temblaba peligrosamente y amenazaba con volarle a alguien la cabeza de un momento a otro y ... bueno, parecía que nada había explotado y todo seguía funcionando, más o menos. No había sido un mal comienzo.

Cargando editor
13/02/2013, 15:13
Director

Habían pasado varios minutos tanto desde el último cañonazo como del mensaje del Capitán Cortez, y aquella calma que sin duda todos sabían que precedía a la temida tempestad, comenzaba a tornarse isoportablemente lenta, pesada y tensa.

Entonces, varias cosas sucedieron a la vez. El inconfundible sonido de un impacto magnético, seguido del caracteristico arranque de una cortadora laser, recorrió las entrañas de la nave, mientras una tenue circunferencia al rojo vivo comenzó a dibujarse en una de las paredes laterales de la cabina del pasaje. Por otro lado, el destructor cruzado parecía haberse colocado por fin a la distancia suficiente como para estar al alcance de los maltrechos cañones del Halcón, que dispararon sin vacilar a los generadores de escudo enemigos, con una efectividad similar a a que podría tener un escupitajo en un autobus. Y finalmente, la capitana, sin abandonar el puesto de mando, cogió la radio para lanzar su último comunicado, primero en su impactante urso natal, despues en un tosco cruzado:

- Camaradas, La Roja se cree merecedora del tributo de cada nave que atraviesa sus fronteras, se cree la dueña de las almas de cada hombre, mujer y niño que ose poner un pie en su mísero trocito de Galaxia. Y como veis, su manera de establecer contacto es disparar primero y preguntar despues. -Hizo una pequeña pausa -Porque esa es la política de la Unión de Coronas, abanderando libertad de expresión, se dedican a sembrar el caos vestidos de provocación. ¡Y aun entre el humo de las bombas, exigen su soberanía en nombre de la mal llamada democracia!. -Su voz atronó desde los altavoces de cada rincón de la nave. -¡Pues yo les digo que no! No viviré de rodillas al servicio de sus gordos traseros, y si este es el último vuelo del Halcón Millonario, ¡Se lo meteremos por el culo!. Todo aquel en disposición de empuñar un arma lo quiero en la cabina del pasaje. ¡Ningún camarada se quedará atrás!. ha sido un placer caballeros. Daniel fuera. -Y el sonido de niebla volvió a inundar los canales de comunicación.

Notas de juego

Resumen de posiciones: Alpharius, Angela y Minerva estan con J.B en la sala de maquinas. Waltz, Leon, Alandrian y el profesor Flint, en la cabina de pasajeros. Meyer, Sigfried y Alkaid en La pasarela. 

Los primeros en actuar seran los de la cabina del pasaje (que es por donde van a entrar los cruzados), despues llegaran los de La pasarela y los ultimos los que estan en la sala de maquinas, que son los que estan mas lejos.

Si quereis lo jugamos en un google doc, si esta noche estais libres yo curro, pero medu estara disponible ;-)

Cargando editor
13/02/2013, 19:45
Alkaid Sireen Damji

Y tan pronto como había empezado, había acabado y a nuestro alrededor sonaba una alarma que lo llenaba todo con un ruido estruendoso.
Aturdida todavía, me quité la venda de los ojos y miré a mi alrededor. Parecía que habíamos chocado, o más bien, alguien había chocado con nosotros. Todos comenzaron a moverse y Angela salió de la sala rodeada por parte de su séquito de guardaespaldas y sin dudarlo, asentí a su sugerencia y la seguí.

A pesar de la predisposición y la rapidez con que Angela cruzó la nave hasta llegar a la sala de máquinas, apenas acababa de llegar y comenzar a arreglar el desaguisado que se había ocasionado cuando una voz, con un perfecto acento cruzado se dejó oír por todos los canales disponibles.
Maldiciendo a todos los dioses de los que alguna vez había oído su nombre, me quedé en la pasarela, dando la espalda a la sala de máquinas. Sin duda, si pretendíamos salir de allí, el que Angela arreglase la cafetera en que estábamos metidos era nuestra única opción, así que más valía darle algo de tiempo.

Cargando editor
13/02/2013, 21:31
Waltz

Cogí el madoble que se encontraba a poyado contra la pared y la coloque en mi hombro, la sonrisa venía sola de regalo.

-Se te va a pasar rápido la resaca, amigo- le dije al grandullón en midgardiano, el único idioma que teníamos en común, mientras miraba quienes aún quedaban en aquella zona, poco la verdad pero mejor, mas pelea para mi

Cargando editor
13/02/2013, 22:30
Alandrian

-La resaca es el castigo por dejar de beber -dice con una sonrisa mientras coge un espadón bastante desgastado y antiguo- pero esto es mil veces mejor que una borrachera -mira de arriba a abajo al moreno que le hablaba en midgardiano y esboza una sonrisa- ¿Qué te apuestas a que yo acabo con más invasores que tú?

Era la hora de la fiesta.