Partida Rol por web

Viaje al corazón de la Hydra

Acto 3.0

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04/07/2013, 11:37
Pierre Labit

Mierda, al final la atención había caído sobre mi. No sabía a quién culpar más. Si a Solis, a Alpharius o a Angela. No, estaba claro, a Solis no podía culparla... no con ese culito. En cambio, Angela...

- ¡Verónica! - Eso era, joder, menuda memoria. - Oye, que lo de tu amiga fue por lo que fue. Tú te querías tirar a mi amigo, y yo sólo quería dejarte vía libre. Y fue Tulio el que se metió en mi cama. Si no le dabas lo que necesitaba, ¿yo qué podía hacer? Entiendo que te doliese. Ser consciente de que tu pareja busca el amor en brazos de otro, porque tú eres... - ¿una frígida? ¿una inútil en la cama? ¿una sosa? - porque tú no eres lo que busca, es complicado.

Luego me giré hacia la detective, y volví al ario.

- No son mis amigos. Si te molestan, por mi puedes tirarlos a todos por la escotilla. Son arrogantes, broncas, engreídos y desagradables. No han sido capaces de mantener una conversación sin encararse ni una vez. No digamos ya tener la decencia de hablar en un idioma que todos entendiésemos. - Arqueé una ceja y les miré, inquisitivo. - Si mi vida va a depender de que estos muevan un dedo al unísono, prefiero trabajar solo.

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04/07/2013, 11:57
Angela Gabriella Della Nocte

Ni siquiera había tenido la decencia de fingir que la recordaba. Lástima no poder grabarlo para poder recordarle a Verónica que tenía razón sobre Pierre. Le miré con cierta lástima y meneé la cabeza. 

Aún te escuece que Ewan no fuera gay. - dije con sencillez. Era un hecho no discutible - Verónica fue tu segundo plato y luego te liaste con Tulio para vengarte por el asunto del chocolate - suspiré y negué con la cabeza como si fuera algo muy triste Claro que no diría que Tulio buscase amor - A fin de cuentas habíamos tenido una relación de conveniencia que habría funcionado perfectamente para alejar a Fabio y que dejaran de llamarle gay, de no ser por Pierre. Lo único que tenían que haber hecho era ser discretos, como Luca y yo. Pero no, tenían que dejarse pillar - Si te interesa saberlo, Tulio se recupero muy rápido de tu ausencia. A decir verdad creo que ni siquiera te habías ido aún -añadí pensativa. Porque me sonaba que había empezado con su nuevo favorito incluso antes de que la nave de Pierre despegase. Por otra parte, Tulio siempre tenía un "nuevo favorito" y jamás duraban más de dos semanas.

Luego le escuché decir algo que, si bien era cierto, no era demasiado apropiado o buena idea reconocer. Naturalmente que era orgullosa y desconfiada. Pero tenía motivos. Sonreí ligeramente y me acerqué a Pierre hasta estar de frente con la mirada fija en sus ojos. 

- Entiendo perfectamente que no quieras hablar con nosotros. - dije con suavidad - No te preocupes, podrás quedarte a solas con la detective cuando lleguemos a la luna escarlata. - me acerqué para susurrar en su oído - No te quejes, al menos a ti te han dejado decidir. - dije en Venectti. Volví a apartarme y sonreí - ¿No te gustan mis nuevos acompañantes? Una pena. - me giré dándole la espalda y regresando con Alpharius y Siegfried hasta estar entre ellos - Sin embargo, yo me encuentro perfectamente cómoda con Alpharius y Siegfried - puse una mano sobre el hombro de Siegfried y apreté levemente antes de continuar - y salvo estas... desafortunadas circunstancias, debo decir que la compañía de Alkaid es muy agradable.- me giré para volver a mirar a Pierre mientras la abrazaba con un brazo por encima de los hombros en un gesto cariñoso.

Le dediqué una sonrisa burlona y luego me senté con ella, cruzando las piernas en un gesto elegante que hizo que mi falda subiera unos centímetros por el muslo. De forma distraída me ajusté las botas. No porque fuera necesario, si no por tener una excusa para ignorar a Pierre. Cuando levanté la mirada lo hice para mirar a Alkaid.

- No te preocupes, saldremos de esta - le dije con voz suave - Puedes venir con nosotros. - le dediqué una sonrisa y cogí su mano. 

 En el fondo, tenía que darle las gracias a Pierre por su escenita absurda. Gracias a él, podría irme con Alpharius, Siegfried y Alkaid sin tener que admitir que era cosa mía. 

 

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04/07/2013, 12:52
Pierre Labit

No pude evitar sonreír. Casi me había olvidado de por qué Angela me caía bien. Tenía ese punto de pija insoportable que sin saber muy bien por qué, encontraba agradable. Incluso divertido. Pero parte de aquella diversión era intentar quedar por encima.

- La venganza implicaría que me hubiese importado. Me gusta la improvisación, y si se cerró una puerta para abrirse una ventana... no iba a desaprovechar la oportunidad. Lamento que para ti todo aquello fuese... importante. - Lo cierto es que lo de Ewan sí me había dolido. Era tan guapo... - Yo hace tiempo que había olvidado sus nombres... aunque lo cierto es que los gemidos de tu amiga, siguen alegrándome en noches solitarias.

¡Toma órdago! Luego me acerqué un poco a ella y retomé el Venectti, susurrando para que nadie nos escuchase, por si alguno era capaz de entendernos.

- ^ El problema no son los ellos. El enmascarado es bastante majo. Aunque el rapado tiene testosterona como para llenar esta nave. Y estoy seguro de que podría disfrutar de la compañía de tu amiguita... ^ - Sonreí y me pasé la lengua por los labios intentando centrar mi mirada en el muslo de Angela, lugar que me importaba más bien poco, pero que disimularía mi comentario hacia la lunar. - ^ Pero a esos ursos no hay quien los aguante. ^ 

Notas de juego

Pues eso ^ para el Venectti :P

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04/07/2013, 14:08
Angela Gabriella Della Nocte

Suspiré con suavidad. Esta iba a ser una de esas conversaciones recurrentes en las que no se decía nada nuevo, sólo cambiaban los actores. Me tomé unos segundos antes de girarme a mirar a Pierre. Seguía lo suficiente cerca como para susurrar pero esta vez cara a cara. Sonreí con dulzura.

- Es cierto, a ti nunca te han importado las personas. - mi tono era ligeramente triste y bajo, de forma que sólo Pierre y Alkaid podrían escuchar con comodidad, Alpharius y Siegfried también podrían escuchar si prestaban atención, el resto tendrían que esforzarse

- Pero tienes razón, recuerdo sus nombres y todo lo sucedido. Vividamente. - cerré los ojos y me llevé con delicadeza un dedo a los labios para lamer la punta como, si de hecho, tuviera chocolate en ella. Luego los abrí y volví a suspirar - Umm, pobre Pierre, ¿muchas noches solitarias?

Meneé la cabeza y me llevé la mano a la bota donde aún guardaba mi móvil. Busqué hasta encontrar el vídeo de Meyer en la ducha. Puse una mano en su brazo y me incliné hacia él para que pudiera ver el video, aunque nada impedía que Alkaid se acercase y mirase también. 

- Así te quitas la espinita. No dirás que no soy una buena amiga - Lo corté justo antes de que Meyer se diera la vuelta y guardé de nuevo el móvil en la bota, ajustándola con cuidado. Volví a recuperar mi posición inicial y sonreí a Pierre.

- ^ ¿Y desde cuándo no te gusta la testosterona? ^ - solté una ligera risa traviesa - ^ ¿Ya te has olvidado de la detective? Una pena que jamás tengas a bien devolverme el favor, el único amigo que me has presentado fue Ewan ^ - respondí a su comentario sobre Alkaid. Luego meneé la cabeza -^ Umm, ¿y qué propones exactamente? Que no tenga que ver con tus intimidades, claro. ^ - pregunté en el mismo tono casual que había estado hablando de con quién se liaba quién. A continuación, fingí recordar algo

- Me temo que somos culpables del mismo... pecado que criticabas - dije esta vez mirándole con seriedad a los ojos y un ligero toque de lo que podría ser culpabilidad - No puedo asegurarlo, pero creo que Alkaid no entiende el venectti. Disculpa querida, sé que es descortés, pero a veces echo de menos el idioma paterno. No te preocupes, - me acerqué a ella en un gesto cariñoso y volviendo a apartarme de Pierre  - si quieres puedo aprender el tuyo para que no eches tanto de menos tu hogar. - apreté con suavidad su mano.

En parte sí que me sentía culpable, porque ahora Pierre la convertiría en objetivo. Por algún motivo, tenía predilección por acostarse con mis amigos, sin importar el sexo. Y jamás duraba, como con Verónica. O Tulio. O incluso la pobre Marcella, con todas nuestras peleas y discusiones. En el momento en el que empecé a salir con su hermano e hicimos las paces, Pierre tuvo que tener una aventura con ella. Así que cuando inevitablemente la dejó, ella me culpó por ello. Como si no la hubiese advertido. Por suerte, a ella siempre le gustó Fabio y eso tampoco duró. Incliné la cabeza en un gesto recatado, no dudaba que Pierre asaltaría a Alkaid de un momento a otro. 

Notas de juego

Tercer intento de postear o de porque umbría me odia :P 

El mismo simbolito que Atrok para el venectti. 

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04/07/2013, 17:00
Debrah Anne Drake
Sólo para el director

-Chist, Derpy, que te van a oir-dije llevándome un dedo a los labios y dándome media vuelta como si la cosa no fuera conmigo, alejándome de ese lugar pasto de las llamas.
-¿Les has avisado a todos de salir?-dije a Derpy. Derpy siempre era bueno cuando quería, estaba segura de que les había avisado al resto de huir de esa nave.
O quizá no.
El caso es que si no habían huído antes era porque les pesaba el culo. ¡Incluso había perdido su sostén porque ese golfo me lo había quitado sin darse cuenta y no acertaba a abrocharlo cuando todo pasó!
Una huída trepidante al estilo libres domingos y domingas. Las feministas del sistema del que procedía habrían estado encantadísimas de mi acción... quizá me habrían echado en cara el ir depilada pero eh, el pelo es bello en la cara y en donde os cuento si hace dibujos o palabras.

Sea como fuere. Tenía un problema. Pero Caimán también lo tenía... solo que a lo mejor el suyo era menos importante y, seguramente no se había dado cuenta de que lo tenía.

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07/07/2013, 00:00
Director

En vista de que la conversación se había desviado hacia una, muy necesaria, discusion de ambito romántico, la detective se retiró discretamente del debate para volver a concentrar su atención en los mandos de la nave mientras esta se internaba en el llamado Cinturón de la Hydra, el campo de asterodies en el que se ocultaba la estación clandestina R3D-M00N, popularmente conocida cómo la Luna Escarlata. Los pasajeros pudieron notar el suave vaiven de una nave que cruza una zona de turbolencias en manos de un piloto experto.

Ante ellos, por la ventana panorámica de la cabina de pilotaje de la pequeña nave patrulla, pudieron divisar a lo lejos el montón de chatarra giratoria que se correspondía con la legendária estación la cual, como un cangrejo ermitaño, había ido adueñandose de las conchas abandonadas de los distintos pecios, fragatas, destructores, naves comerciales e incluso una pequeña luna artifical URSUS para construir lo que era sin duda el monton de deshechos más caótico y deslumbrante del universo. Luces de neón parpadeaban a lo largo de la estructura mientras el canal de radiofrecuéncia de la nave se veía inundado con toneladas de spam sobre prostibulos, tugurios, casas de tatuajes y clínicas de implantes o mejoras genéticas de dudosa higiene y legalidad. La educada y artificial paz que se respiraba en el ambiente no tardaría en llegar a su fin.

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07/07/2013, 00:07
Director

Caimán Jane... ¿Quien mierdas era esa loca? Por allí dónde iba parecía que esa puta loca la perseguía destrozandolo todo. Parecía tener algo en contra de su humilde persona... a lo mejor estaba persiguiendo a Derpy. Si, eso tenía sentido, Derpy era capaz de sacar de sus casillas al más pintado, por no hablar de una loca que no hacía más que quemar casas y arrar palizas indiscriminadamente. No parecía el tipo de persona que tiene mucha paciéncia.

- ¿Que has hecho Derpy, maldito poni del diablo?- masculló inconscientemente. Así no había manera de cobrar el maldito seguro, si a CADA SITIO que iba ardía cómo un montón de petardos ilegales de la República del Loto, la peña del seguro no tardaría en decirle que se fuera a zurrir mierdas con un látigo.

- A mi no me mires- respondió Derpy, por alusiones,- no soy yo quien va pegándo palizas a la gente y sacádoles los ojos por ahí, ¿sabes? Aunque tengo que admirar el trabajo de piromanía, esta muy cuidado, si señor.

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07/07/2013, 01:13
Debrah Anne Drake
Sólo para el director

-¡NO ESTAMOS HABLANDO DE FUEGOS ARTIFICIALES!-estallé perdiendo la paciencia. Nunca tuve mucha, las cosas como son, pero la verdad es que era de carácter "vivo" y Derpy lo avivaba echando combustible a las llamas de mi mala leche.

-Lo dices como si yo fuera a todos lados así, perdona que te diga pero SOY AMOR. ¡AMOR HE DICHO!-moví los brazos haciendo un gesto brusco dando por zanjada esa parte de la conversación-pues si tú no has sido y yo por supuesto que no porque soy amor...-miré alrededor- estamos en las mismas.-me llevé una mano a una de las rastas sintéticas viendo como saltaban chispitas. ¿Habéis visto alguna vez el símbolo de la bombillita que se enciende? Yo podría hacerlo... pero eso no significa que tenga una idea... o una buena idea.

-Sigo pensando que esto es cosa tuya.-refunfuñé arrastrando mis maravillosas y novísimas compras en dirección contraria al humo y a la gente que iba a cotillear. Por si a alguien se le iba la olla y se dedicaba a tirar petardos cósmicos de Drake.

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12/07/2013, 22:27
Meyer Adam

Como siempre iba directo a las peores cloacas de la galaxia, reflexione con disgusto ante aquel espectaculo de neon y curvas artificiales. Hubiera retirado la vista de la ventana, pero eso hacia que tuviera que presenciar el intercambio de susurros y sonrisas complices entre Angela y el joven rubio, haciendome sentirme incomodo y estrecho en aquella nave.

-Os agradezco inmesamente vuestra ayuda, señora Solis, incluso estoy dispuesto a ayudaros en lo que cabe, si entra dentro de mi capacidad.- Le susurre a la detective fuera de oidos ajenos, acercandome a ella y observando la pantalla de navegacion.- Pero si no es molestia, le rogaria que tuviera una charla con su amigo. Lady Angela esta fuera de sus "limites", no se si me entiende.- Dije drasticamente, si me preguntase que "limites" me referia, mi rostro denotaria un claro "Todos ellos".

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13/07/2013, 19:17
Alkaid Sireen Damji

Hasta ése momento me había mantenido al margen, apenas prestando atención a las conversaciones que se desarrollaban a mi alrededor, mientras intentaba repasar todo lo que había acontecido en las últimas ¿horas?
Ya no estaba siquiera segura de cuánto tiempo había pasado o de cuando había sido la última vez que habíamos descansado sin que una nueva sorpresa nos aguardase a la vuelta de la esquina.
Desde luego, si lo que había querido era vivir una aventura, estaba viviéndola, ¡y menuda aventura! ahora quedaba ver como se desarrollaban las cosas, porque desde luego, la sensación de estar al mando, con el control sobre mi propia vida y mi propio futuro, era más que tambaleante. La vida que había llevado hasta hace unos días parecía pertenecerle a otra Alkaid... y en un sentido mucho más aterrador que el figurado.

Mirando a Angela interactuar con el rubito, fruncí el ceño oyendo su conversación, antes de decirle con una sonrisa, y quitándole importancia al tema mientras le golpeaba suavemente la mano* - No te preocupes... lo entiendo. -.

- ¿Te atreverías con el lunar? - continué entonces, con un tono a medias entre juguetón y provocador. - Sería divertido. Al menos nos daría algo agradable que hacer en medio de todo éste... agradable viaje. -
Y sin prestarle atención a Pierre, y haciendo caso omiso de todo lo dicho anteriormente, continué mirando a Angela mientras intentaba mantener la conversación en torno a fruslerías sin demasiada importancia, intentando mantener el tono ligero en todo momento, aunque me estuviera costando horrores dadas las circunstancias.

 

Notas de juego

*Lo típico que le haces a tu mascota en la cabeza, o a alguien en la mano, pet, caress o stroke en ingles, que no caigo ahora en una forma de decirlo es español (vivir en ésta isla y leer todo en inglés está contribuyendo a que olvide cosas de mi propio idioma >.<).

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14/07/2013, 13:13
Director

[La Luna Escarlata]

La detective presionaba algunos botones del panel de forma atuomática mientras, inclinándose ligeramente hacia un lado, estudiaba con el esbozo de una sonrisa ladeada al más joven de los tres arios. Desde la perspectiva de Meyer la sensación de verse reflejado en la oscuridad de aquel ojo negro que lo observaba era extraña. No se había fijado hasta entonces pero, al igual que él, aquella mujer parecía observarle desde las profundidades de una única pupila, pues la otra quedaba oculta tras el flequillo de su espesa melena, tan oscura como la pez. 

- Oh, no te preocupes por eso... - repuso usando su mismo tono confidencial desviando por un momento la mirada hacia la pareja que tanto inquietaba al ario. - En cuanto tomemos tierra podreis hacer lo que mejor os parezca, mi... amigo y yo nos marcharemos, tenemos... - hizo una pequeña pausa ensanchando la sonrisa de un modo peligrosamente provocador -... asuntos que atender. -Terminó utilizando sus mismas palabras intencionadamente. 

Poco después, con un suave balanceo y un amortiguado traqueteo metálico, la pequeña nave cruzada atracó en lo que debiera ser el muelle de la estación, aunque ningún controlador le diera acceso. Cuando tras el inconfundible silbido de la descompresión se abrieron las puertas, el ajetreo de la pintoresca estación pareció colarse sin dignarse a pedir permiso por cada recodo de la nave, casi como el tipo que, con cara de pocos amigos, se les acercaba exigiendo el pago por el amarre.

Para los menos acostumbrados la sorpresa no podía ser mayor. Aquel... ¿hombre?, tenía el cuerpo recubierto de gruesas escamas azuladas y dos crestas puntiagudas se desplegaban de forma intimidante en el lugar donde debieran estar las orejas, las agallas se le hinchaban al ritmo profundo de cada respiración y en sus ojos amarillos titilaba un brillo de malicia al que los afilados dientes no ayudaban precisamente a suavizar. Sin duda se trataba nada menos que de una de esas viejas leyendas, un atlante. 

- El amarre cuesta 1 gremial al día. - Espetó acercándose sin demasiada prisa, comenzando a asegurar el tren de la nave en sus respectivos postes con la seguridad de quien repite esa misma tarea varias veces al día. Sin embargo algo en su postura cambió repentinamente en cuanto la detective Solis comenzó a descender con paso tranquilo las escalerillas hasta dejarse caer de un salto en la plataforma del hangar. Por un segundo, la imponente criatura pareció encogerse. - Aunque no hace falta pagarlo ahora claro...- Aclaró rápidamente curvando la boca en lo que se suponía que pretendía ser una sonrisa, aunque eso no hizo más que dejar aún más expuestos sus afilados dientes en una expresión cuanto menos grotesca. - Bienvenidos a la Luna Escarlata... -Terminó con fingido entusiasmo, había que ser muy poco perceptivo para no darse cuenta del sobreesfuerzo que estaba haciendo por parecer amable. 

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14/07/2013, 14:24
Director

En su distraído paseo por la estación, convenientemente lejos de los restos humeates de la casita de la amable Señorita Nottigham, la extraña joven de rastas multicolores terminó por dejarse caer en "El cofre del hombre muerto", la taberna del viejo John Botarrota, o al menos eso era lo que le habían dicho cuando se le ocurrió preguntar por algún sitio donde pudiera "echar un trago", usando la misma jerga de la gente de por ahí en un intento de pasar desapercibida.

Lo cierto era que aunque los neones de aquella vibrante, ruidosa y ... "aromática" meca del comercio y el trueque nunca se apagaban, su reloj interno le decía que estaba anocheciendo y empezaba a tener hambre. Además Derpy se ponía muy pesado cuando tenía hambre y la excitación de los ... "fuegos artificiales" del incordio en el que se estaba convirtiendo esa tal Caimán Jane no ayudaba precisamente a su temperamento ya de por sí exasperantemente inquieto.

- Tengo haaaaaambre, no, tengo piiiiiis, no, tengo hambreeeeeee, bueno, tengo pis y hambre, y sueño, me abuuuurrooooooo...¿quemamos algo? -lloriqueó el pony restregandose cansinamente contra su hombro mientras atravesaban el umbral haciendo tintinear una pequeña campanita.

El interior de la taberna, en contraste con el luminoso exterior, estaba oscuro y olía a cierta humedad. A excepción de unos pocos parroquianos que de vez en cuando murmuraban y escupían a un cubo, enfrascados en acabar hasta con el agua del retrete mientras apostaban en algún tipo de juego de cartas, estaba desierta. 

Desde el otro lado de la barra el tabernero se esforzaba por ... ensuciar con su reglamentario trapo mohoso de tabernero una jarra de cristal sin demasiado entusiasmo. Al ver entrar a Drake en sus dominios levantó la vista, entrecerró levemente los ojillos de forma suspicaz y después volvió a su tarea sin inmutarse lo más mínimo.

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15/07/2013, 10:37
Pierre Labit

Observé atento el vídeo que me mostraba Angela. Lo cierto es que era interesante. Lo malo era que había demasiados objetivos interesantes. Pero Angela tenía razón en una cosa. Así que decidí volver a hablar en cruzado.

- Es cierto, mis disculpas. - Acompañé las palabras de una ligera reverencia, intentando que no pareciese ni ridícula ni fuera de lugar. - Es la costumbre de hablar con Angela, nunca me he sentido demasiado cómodo hablando en cruzado. Y hacía meses que no hablaba otra cosa, así que...

Sonreí y lo dejé ahí. Era un tontería continuar una disculpa cuando los esfuerzos por no mirarme eran claros. La situación era graciosa, pero si Alkaid pretendía dejarme claro que no le interesaba, descubriría que no soy un tipo insistente. Demasiados peces en el mar como para emplear mucho tiempo en uno. Y el que mucho abarca... además, las palabras de Solis me recordaron por qué estaba allí. Y aquella detective se había convertido en mi gran ballena blanca.

Hice una reverencia a modo de despedida a Angela.

- Y ahora, si me perdonas, tengo unos... asuntos que atender. - Le guiñé un ojo. - Ha sido un placer volver a verte. Espero que te vaya bien y esas cosas. Y... suerte volviendo a casa.

Seguí a la cruzada fuera de la nave, saltando a tierra junto a ella. Miré alrededor, arqueando una ceja. Aquello era mejor que la celda... pero no mucho mejor. Y menos, sabiendo lo que me esperaba. Por un momento, me planteé si no sería mejor que la panda de desharrapados que había venido con nosotros nos acompañase. Pero no sería yo el que pidiese ayuda.

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16/07/2013, 19:58
Lev "Leon" Y. Korolev

Y eso es todo. Viendo que ninguno de los dos, ni carachapa ni frentebuque, quieren decir nada más, me aparto como he dicho que haría. Y ni siquiera vuelvo un instante después tras dejar que bajen la guardia para placarlos a ambos e iniciar una pelea por conseguir el condenado microchip, que podría hacerlo y no sería la primera vez que me muevo así. Pero no ahora. Ahora simplemente me apoyo contra una pared, me cruzo de musculosos brazos frente a mi amplio torso y espero pacientemente a que la poli aparque la nave. Y entonces, cuando eso ocurre, salgo el primero pasando junto a un carapez al pasar por el hangar de la nave. Hacía tiempo que no veía uno, fíjate tú, pero un tipo de mi profesión se ha encontrado con de todo durante sus viajes, y eso incluye atlantes y otras criaturas humanoides del espacio. Y algunas de otros sitios... pienso para mí mismo, elaborando una lenta sonrisa. Camino hasta fuera de la nave, y espero.

-Me gustan los asuntos que atenderr. Ahorra mismo no tengo demasiados. ¿Y tú, tienes alguno tú, señorr Arrio? -Me vuelvo mirando a Carachapa, mientras mantengo mi lenta sonrisa. Nunca dejes a un gigantón urso sin nada que hacer, o lo único que hará será pegársele a la espalda a alguien del que pueda sacar algo interesante. Y ahora mismo solo hay dos cosas que me pueden resultar interesantes, el paseo de la poli y el rubito y las grabaciones.

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17/07/2013, 08:04
Siegfried Straufenberg

Cuando la nave se detuvo y se abrió la rampa esperé un tiempo para bajar. Me chocó bastante encontrar un atlante, no me había encontrado muchos a lo largo de sus años de viajes pero tampoco eran desconocidos. Reconocí el esfuerzo que estaba haciendo por parecer medianamente amable y, acercándome un poco, me dirigí a él.

-Gracias-lacónico como de costumbre-¿Sabe de algún lugar decente donde alojarnos durante la estancia?-tampoco pretendía hacerme su mejor amigo, sino únicamente obtener la información justa para poder proceder. Allí tendríamos que descansar en algún lugar y tener algo de información no haría daño. Luego ya se vería cómo conseguíamos una nave para seguir avanzando.

Por el rabillo del ojo vi que el urso se acercaba a Alpharius, supuse que con aviesas intenciones, pero primero esperaría la respuesta del atlante antes de apoyar a mi compañero en caso que lo necesitase. Las compañías forzadas no eran buenas, y allí se empezaba a notar. Al menos aquí podríamos partir caminos y continuar con aquellos que considerásemos sin mayor consideración

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17/07/2013, 11:22
Director

Conforme cada uno de los integrantes del improvisado y renqueante grupo descendían por las escalerillas de la pequeña nave patrulla y ponían un pie en tierra firme (más o menos), comenzaban a darse cuenta de lo verdaderamente cansados que estaban. Hasta entonces la adrenalina los había mantenido en constante alerta y ahora, advirtiendo que su suerte malhadada les daba un respiro, la factura de todo un día de encontronazos y sin apenas probar bocado empezaba a dejarse notar en los gruñidos de sus entrañas. Aunque los neones de aquel grotesco monstruo espacial no parecían apagarse nunca su reloj interno les advertía que indudablemente estaba anocheciendo.

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17/07/2013, 11:33
Señor Piraña

Aquella criatura de ojos amarillos e inquietante sonrisa hizo una pequeña pausa en su tarea para estudiar a Siegfried, restregándose de manera inconsciente las membranosas manos en los pantalones, dejando un rastro de grasa fruto del trabajo en el amarre.

- No sois de por aquí ¿eh?. - Comentó como quien habla del tiempo, rehuyendo la mirada de la detective y centrándose en su interlocutor. - Supongo que el viejo John Botarrota os haría un buen precio. -Añadió encogiéndose de hombros con tranquilidad. - El Cofre del Hombre Muerto, es una de las mejores tabernas de por aquí, ya sabes, casi sin ratas y con buena cerveza tibia. -

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17/07/2013, 11:53
Angela Gabriella Della Nocte

Con delicadeza cogí la otra mano de Alkaid y la miré a los ojos. 

Siempre me ha gustado aprender cosas nuevas - respondí con suavidad, casi un ronroneo. Sostuve su mirada un segundo más de lo imprescindible y luego me giré hacia Pierre. 

Parecía molesto de que Alkaid me prestase más atención, aunque seguro que volvía a interesarse por ella más tarde. Pasaba con todos mis amigos. Le vi hacer aquella reverencia y esbocé una sonrisa ligeramente divertida. Pierre siempre evitaba todo lo que pudiera ser, aunque fuera muy remotamente, cariñoso. Así que no sabía si por fastidiar o por todo lo que había pasado le abracé y le besé en la mejilla. 

- *Cuídate.

Después de eso seguí a Alpharius y Siegfried, cargando con el cuerpo inútil de Minerva. Por un segundo estudié al Atlante entrecerrando los ojos. Temía a la detective, ese era el motivo de su cambio de actitud. El enorme urso pelirrojo se acercó a Alpharius para preguntarle. Estaba claro que me consideraba... irrelevante. Y dudaba que fuese el único. Pero no tenía intención de rendirme. 

- También deberíamos buscar una nave - les dije a Siegfried. - Cuanto menos estemos por aquí, mejor. 

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23/07/2013, 11:15
Meyer Adam

Mire por un momento a la detective alejandose, y luego a Angela, tenia demasiadas dudas, demasiadas preguntas que resolver, y un trabajo que hacer, pero del que ya ni siquiera sabia como lograrlo ¿Como llevas salvo y sano una persona, cuando ni siquiera...? "Si vas hacer algo, asegurate de lo que es correcto" reflexione quitandome la gorra y mirandola con inquisicion ¿Que es lo correcto?¿Hacia lo correcto quedandome y protegiendo a Angela?¿Protegiendola de que, y como? Ella tenia razon, ni siquiera podia llamarme guardaespaldas despues del fiasco de la nave. Y entonces vino el Urso y una idea, quizas brillante, quizas horrible, se me paso por la cabeza.

-¿Aburrido, señor "Leon"? Pues felicidades, debido a que Lady Angela ya no requiere de mis servicios y por asi decirlo despedido de la escolta, ha quedado un puesto en su excepcional escolta de guardaespaldas, y viendo su predisposicion a proteger los mas inocentes y su destacable fisico, estoy seguro de que hara un mejor trabajo que el mio y Lady Angela estara gustosa de pagar por sus puños de acero.- Felicite al gran Urso, dandonle una palmada congratuloria al giganton y pasandole mi gorra, como simbolo de mi traspaso, luego me volvi a mis otros camaradas.- Señor Alpharius, señor Siegfried, aun con nuestras diferencias, debo reconocer que habeis sido esplendidos ejemplos de caballeros y protectores, y aun mas importante, habeis aguantado mi peor lado sin darme siquiera un puñetazo, ha sido un honor servir con vosotros, y solo espero que sigais protegiendo a Angela de todo mal. Señorita Angela, ojala pudiera decir que ha sido un honor, pero esa seria mentir...- Le dije a mi "ex-protegida", con mi usual arrogante tono.- Pero confieso que echare de menos nuestros duelos de insultos y su tendencia a irritar todo ser vivo en 5 km a su alrededor, solo espero lo mejor para usted, y quien sabe, quizas nos volvamos a ver en otras circunstancias. Hasta entonces, buen viaje y que viva por muchos años.

Y dicho eso, me despedi con un gesto de la mano de mis antiguos compañeros, y con paso ligero me fui tras el rastro de la detective, silbando una alegre melodia, por primera vez en muchos años, volvia a estar desempleado por asi decirlo, y se sentia bastante liberador.

-Disculpe, detective Solis.- La requeri su atencion, una vez hubiera llegado al duo.- ¿Si es posible, podria hablar con vos en algun lugar pivado, fuera de oidos ajenos?

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23/07/2013, 12:32
Angela Gabriella Della Nocte

Miré a Meyer por un segundo. Podría haberse despedido en la nave, no fuera, mientras hablábamos con el atlante. No obstante aunque ligeramente sorprendida, no podía decir que no tuviera sentido su reacción. Alisé mi falda mientras hablaba, la espalda recta y expresión neutral. Desde el principio había sabido que era un espía y que realmente trabajaba para los arios. Mi padre me lo había impuesto y, por eso, había tenido que tolerar sus insultos constantes, que me espiara incluso cuando me bañaba y que, en general, desobedeciera siempre. No podía decirse que hubiera cumplido con el papel de guardaespaldas. De modo que debía tener... otros objetivos. Y que se fuera ahora hacía pensar que, al menos en cuanto a mi concernía, estos habían finalizado. En definitiva, que bien podría haber estado tras el profesor y usarme como medio de acercarse a él. No me habría extrañado que diera información sobre mi a quien me había vendido. 

El que antes de irse hablase con el urso en mi nombre era un insulto peor que toda su verborrea sobre lo insoportable que era. Insoportable por no obedecerle, claro, como si los papeles estuvieran invertidos y trabajase para él. Sostuve su mirada. 

Me alegra ver lo rápido que te has repuesto de lo sucedido a Minerva. Aunque, naturalmente, para ti solo era una conocida - No sonreí -Seguro que con Solis os acercaréis más a vuestros objetivos. 

Deje que se fuera, prefería que fuese así. Al menos ahora no tendría que preocuparme de que me espiasen en el baño o que me desapareciera ropa interior. Tampoco de que informasen sobre mi. Cuando se hubo alejado me acerqué a Siegfried. Las reglas del juego habían cambiado y tenía que adaptarme. Me mordí el labio inferior. Confiar era algo a lo que no estaba acostumbrada. Algo mucho más peligroso que cuando la nave fue asaltada. Pero era necesario y me correspondía dar el primer paso, porque nadie más lo haría. 

- Es necesario que podamos confiar entre nosotros. Confiar exige que no haya secretos - hice una pausa, había demasiada gente presente - Necesitamos un sitio para hablar en privado, ver los interrogatorios y... - hice otra pausa, buscando las palabras - poder tratar el asunto que te trajo a Venectti. - hice una leve indicación de cabeza hacia el lugar donde guardaba el reloj - Como gesto de buena voluntad, te diré lo que quieres saber.

Después miré a Alpharius, Alkaid y Leon. Necesitaba confiar en alguien, pero no era algo que se me diera bien y, desde luego, para que lo hiciera, también debían confiar en mi. Era una apuesta arriesgada, especialmente en el caso de Leon. Pero al menos parecía dispuesto a colaborar...