Partida Rol por web

Leinad dio un salto y del susto se puso en pie enseguida. Desorientado se tanteó los bosillos del pecho buscando los papeles y el dinero. En cuanto sitió su contacto ... se tranquilizó y contestó apresurado. Voy enseguida. Se lavó las manos rápidamente, y sin secarse se encaminó hacia el exterior del cuartito.

El pequeño vargr te esperaba fuera. Aun llevaba el mono de trabajo grasiento al igual que su pelaje. Vamos. Vamos. Seguirrme deprrisa. El caipiatan enfiadado no serr bueno con niadie, si. te indicó mientras arrancaba a caminar por los pasillos de la base sin mirar atras.

Leinad dejó la mochila en el cuarto al salir, y con la herramienta en el bolsillo, sobresaliendo un palmo, siguió al "Caniche" a su mismo paso.

El pequeño vargr te guió por el pasillo y entrasteis en un ascensor. Omega. Pisso ssuperriorr. Si.
[color=#560000]Reconocimiento de voz activado. Acceso permitido.[/color] Respondió una voz metálica por un altavoz del ascensor a la par que se elevó.
El caipitian ess muy esstrricto con la siegurridad de la biasse. Siolo ssu trripulaciona de confianza puede irr arrmiada niorrmalmiente. Te dijo mientras subiais mirando de reojo la llave que llevabas asomando por el bolsillo. El ascensor se detuvo y salisteis.
Piorr aqui. Te indicó con un gesto, a la par que comenzaba a caminar de nuevo por los pasillos.
Cienarreiss en la ssialon prrivado del caipitian. No iessta muy lejoss. Ssi tieness prrieguntass es el momenta.

Estaba sorprendido. La primera vez el varg quería matarlo, en esta ... lo guiaba como un perro fiel. Ese pensamiento le hizo sonreir, pero ... aguantó la risa, pero una mueca alegre, discurría de oreja a oreja. ¿Alguna norma de protocolo o algo que tenga que saber?

Había dicho que si tenía preguntas, que las hiciera. Ya habrá tiempo de comentar cosas de las naves o tener permiso para comprar armas en el bazar de la base.

Adoghzurr te mira y se sonríe, mostrado los colmillos en el gesto.
¿¿Prrotocola?? ¿La nuevo miecanica de la biasse prieginta por prrotocola? La sonrisita se hizo mucho más clara. Prriocurra no hablarr con el boca lleno. Aquí ess. Te dijo señalando una puerta.
Biuena suerrta. Concluyó a modo de despedida.

Se lo agradece co un simpl - Gracias. Y entró

La oficina del capitán era más grande de lo que esperabas. A parte de su escritorio, tenía una mesa de juntas y un cómodo sofá en una pared.
La mesa había sido preparada para dar de comer a cuatro personas. El capitán estaba sentado en su escritorio, leyendo algo en la pantalla de su terminal. Cuando entraste alzo la vista y te miró de arriba a abajo.
Si llego a saber que te alegrarias así de verme, hubiese dicho que preparasen una cena para dos y con velas. Te dijo con ironia y media sonrisa, refiriéndose al prominente bulto que hacía la llave inglesa en tu pantalón. Milla y Chris no tardarán en llegar. Estoy leyendo el informe del estado de tu nave... Es un milagro que aguantase hasta aquí. Pero, por favor... Pasa y ponte cómodo mientras esperamos a la pareja. Te señaló una de las sillaa al otro lado de su escritorio para que te sentaras.

Con la vergüenza saca "la herramienta/arma" y la muestra. La guarda otra vez y se acerca comentando: - Si, sonríe, es que ya vio lo interesante que puede ser esta nave ... y hablando de todo un poco. Para no ir enpalmao por los pasillos... Se sonrojó con la palabra ... le pido permiso para poder adquirir algunas armas para Scott, estiró la pausa ... y para mi. De todas maneras se quedó con la duda ¿Es gay, bii, o sólo es broma? Lo dejó pasar y se sentó en uno de los lados. Dejó que el protocolo le diera pistas. Según se sentase cada uno averiguaría cosas.

Esperaremos entonces, respondió al capitán, y se sentó a su izquierda.

Hudson permaneció atento a su terminal mientras te acercabas y sentabas. Parecía no prestarte demasiada atención, aunque por dentro se enorgullecia de que pensaras que la base era peligrosa.
Eso es porque no hueles a pirata, soldadito. Eso te pasará siempre hasta que cojas ese olor tan característico como tuyo propio y los demás lo detecten. Ese día podrás decir que eres un pirata. Hasta entonces, ya viste lo que puede pasarte. Sonrió usando nuevamente esa sonrisa tan maliciosa.
En cuanto a las armas. Puedo facilitarte su compra. Una vez hecha, deberás dejarlas en el armero de la base destinado a ello. No quiero armas incontroladas paseando por mi base. Su gesto se tornó duro. La voz seria. Te miró directamente a los ojos con cara de pocos amigos. Si hubieses llevado un arma en esos pasillos, ¿qué hubiese ocurrido? ¿Y si mis tripulantes también hubiesen estado armados? No, soldadito, nada de armas. Y yo tendría cuidado con esa llave. Aquí no existe eso de "lo mate rn defensa propia". Suena duro, lo se. Pero es la mejor forma de atajar los problemas. Quien mata paga. se recosto hacia atras, te miró divertido. Además no me gustaría recibir otro disparo amigo o accidental en mi propia base.

Sonreía. Si más que otra cosa era defenderme. De todas maneras, igual si la hubiera sacado, hubieran dejado de perseguirme. Mira la mesa, a ver la distribución de la mesa, como está servida y sus cubiertos. O no, no se, pero era la idea... Lo miró a la cara, ...pero bueno, Lo tendremos en cuenta. Comentó mientras se rascaba sobre la patilla derecha, con aire de estudioso. Iré a la tienda a por perfume de ese. Bromeó.

De todas formas, sonrió, hasta que no me gane el respeto, me vean con usted más veces ... y todo eso, hasta que no me gane el prestigio y me conozcan, no me voy a quitar el aroma a visitante...y eso suele ser haciendo alguna del oeste o algo que la gente ... reconozca. Su voz era algo curiosa y entretenida. ¿Igual matando a alguien? Acarició la herramienta mientras susurraba. De todas maneras si se enteran de lo del pasillo y me ven entrar aquí, seguro que ya voy haciéndome una reputación.

La reputación no se gana siendo amigo de nadie. No en este mundo. Si algún día logras ser un pirata, sea por la razón que sea, ese día entenderás a que me refiero. miró nuevamente el terminal. Milla y Chris están llegando. Avisaré para que traigan la cena. abrió el canal desde un intercomunicador instalado y camuflado en la mesa y dio la orden para que comenzasen a moverse en la cocina. Luego miró hacia la puerta, sabía que se abriría en cualquier momento.

El marino se mantenía en silencio. Estaba callado y sonreía.

Tal y como dijo el capitán Hudson, las puertas se abrieron y dejaron ver a Milla y Stark tras ellas. Hudson se puso en pie para recibirles o más bien, para recibir a Milla. Estaba irreconocible. Entraba agarrada al brazo de Stark, risueña. Pudiste reconocerla por la risa.

El vestido negro se ajustaba a la perfección a su figura, creando sinuosas curvas en su cuerpo. Quizás demasiado peligrosas para tratar de tomarlas con rapidez. El collar que llevaba al cuello, compuesto de oro y esperaldas, ayudaban a crear esa estampa perfecta y divina de diosa estelar.

El capitán Hudson se acercó a ella. Viste como la miraba, ese brillo en sus ojos. Estaba completamente encandilado con Milla.  Stark la soltó y se dirigió a la mesa, mientras Hudson besaba cortesmente la mano de Milla para, en silencio, agarrarse a su brazo y acompañarla a la mesa.

Si en algún momento pensaste que un pirata era alguien grotesco y mal educado, machista y sin respeto hacia los demás, en ese instante esa idea se hizo humo ante tus ojos. No solo escoltó a Milla hasta la mesa, sino que además movió la silla por ella y la ayudó a sentarse a su lado.

Estás realmente preciosa. Dijo por fin el capitán a Milla. Y el collar parece que lo hubiesen hecho a medida para ti. No sabes cuanto envidio al hombre que te tenga a su lado. Sus ojos parecían brillar con más intensidad, Milla sonrió ante los alagos de Oliver y te miró un instante.

Stark, quien se había sentado a tu lado, miraba hacia el infinito, como si no quisiera ver lo que estaba pasando delante suyo.

Las puertas volvieron a abrirse y dos camareros entraron empujando un carro de comida cada uno. Uno de ellos llevaba un brasero para poder calentar o cocinar sobre el mismo, y por el tamaño de las bandejas y las tapas dedujiste que ahí venía el segundo plato. El otro carro venía más ligero, pero con una nevera en la parte inferior, donde sin duda estaban las bebidas.

Los camareros comenzaron su trabajo, ofreciendo distintos tipos de bebida para la cena. Agua, cerveza, Nuka-Cola, vino... daba igual, sino lo llevaban en el carro, ya lo traería alguien. Mientras uno se encargaba de aquella tarea, el otro camarero comenzó a colocar las viandas sobre la mesa. Desde marisco variado, pasando por ensaladas, huevos rellenos, canapés variados y cosas similares.

Tras poneros a cada uno las bebidas solicitadas, los hombres salieron de la sala.

No volverán hasta que tengan que retirar todo esto y servir el siguiente plato. Instruyó el capitán. La parte negativa es que nos tocará servirnos las bebidas según acabemos. La positiva es la intimidad y saber que podemos hablar tranquilos.

Oliver se percató de que Milla miraba los canapés indecisa. Prueba este, le dijo Hudson señalando uno que parecía una plasta verdosa, te va a encantar. Hazme caso. La guiñó un ojo y luego se giró hacia ti. Y bien, soldadito. ¿De que querías hablar conmigo? Creo que no vas a encontrar mejor momento que este para tu proposición...

Para sus adentros piensa: - Lo que es capaz de hacer un tío con su carácter por un polvo...o los efectos que tiene una mujer en un ser rudo y grotesco. Y desprecia la integridad humana masculina: - Bha, nada fuera de lo normal. Tras esos pensamientos nada sinceros, egoístas y mal intencionados.

Se puso en pie, sin desplazarse, pero asegurándose que el asiento no arrastraba ni hacía ruidos raros con su gesto.

Su bien venida a la Doctora fue muy escueta y directa: - Deslumbrante. Su sorpresa no era por su belleza, sino por haber conseguido tan rápidamente ese tipo de ropa y joyería. Eso si era un misterio ... a no se que el propio capitán hubiera metido mano en el "asunto" y hecho ciertos regalos para inclinar la balanza en su favor.

- No preocupe Capitán, ya haré yo de camarero con las bebidas si es necesario. Se ofreció sinceramente, pero con un tono discreto.

Tras sentarse le presentó unos papelitos donde tenía bocetados las estructuras de naves de 200, 400, 600 y 1200tm. - Esos son los diseños que he podido desarrollar con este poco tiempo, señor, pero ... puedo hacer por mejorarlos, ya que los motores de la Beowulf podría incluirse en una nave nueva...pero no quería se descortés y era el momento de hacer gala de otra cosa que no fuera el egoísmo o su nave...pero mejor hablemos del re-encuentro entre los amigos. Guiñó un ojo a la compañía femenina de la mesa y sonrió al resto mientras se acercaba a los carritos para servir las viadas que les deleitarían la cena. - Pasa de los mariscos; te pueden sentar mal.

El capitán cogió tus diseños y los ojeó. Interesante... Mmmm... no está mal... Fue diciendo mientras los iba mirando. Quizás aún no te enteraste. No importa, te lo repito: somos piratas. Te dijo con un tono severo, en parte notaste que te hablaba como si fueses tonto. No fabricamos naves, soldadito. Esto es una base, un escondite casi indetectable. Podemos reparar naves y mejorarlas, siempre que tengamos las piezas que se necesiten. Pero fabricar no. Imposible. Me sale más rentable asaltar y coger la nave que preciso, traerla y modificarla a mis necesidades, que fabricar una de cero. El tono severo continuaba, pero notabas que te decía la verdad.

Viste que iba a continuar hablando, pues no apartaba esa mirada seria e intimidatoria de ti. Milla también se dió cuenta e intervino en la conversación.

Oli.. Le agarró de la mano. Gracias por el vestido y el colgante. No pude agradecértelo antes. La verdad es que me encantan. Le miró a los ojos mientras le sonreía. Hudson apartó su vista de tí y se centró en Milla, relajando su postura y su mirada. Hacía mucho que no vestía tan elegante... y jamás llevé una joya como esta en mi cuello.

Una vez que vió que tenía la atención del capitán sobre ella y tu interés en la nave, preguntó. ¿Y mejorar la Beowulf? Ya sabes, repararla, modificar cosas... ¿Te lo has planteado, Leinad?

Mantuvo la mano sobre la del capitán todo el tiempo.