Partida Rol por web

Si el exterior de la Domus era ya bastante impresionante, el interior es sin duda imponente. Como si de un torreón se tratase, hay un espacio circular de 50 pies de lado a lado que conforma la planta inferior y que contiene las cocinas y las habitaciones de los grogs. Hay dos escaleras labradas a partir de la pared de roca, que ascienden a la siguiente planta, conformada por una pasarela. La estructura se repite hasta llegar a doce plantas, con la diferencia de que la superior esta ligeramente retraída, dando al conjunto una forma similar a la de un teatro griego. Desde el techo hay una abertura natural a través de la cual entran la luz.

No tardáis mucho en llegar a vuestras habitaciones, situadas a diferentes alturas, pero nunca en los tres últimos pisos, reservados para la biblioteca y las estancias del Primus. Son amplias y bien iluminadas, contienen una cama mullida, una bañera ya preparada y caliente y un par de mesas para usar como escritorio o para experimentos de laboratorio. Termina el conjunto una alfombra que cubre el frío suelo.

Los grogs os dejan a vuestras anchas, avisándoos de que en breves se llevara a cabo el banquete y conminándoos a que les llaméis si necesitáis cualquier cosa.

Me agrada mucho la idea de la sirvienta. Estoy muy cansado... Estar días en el camino fatiga. Añado.

Me impresiono por la belleza y majestuosidad del emplazamiento. Al entrar en mis aposentos no puedo evitar sonreir. Si señor, una gran Domus. Pruebo esas viandas antes de meterme en la bañera. Me relajo mientras espero por esa muchacha para mi baño y por mis grogs, con mi bául. Espero que no se pierdan.

Tras dejar sus cosas en la habitación, el Mago no pierde un instante y se sumerge en un trance meditativo para analizar la Aegis de la Alianza así como para intentar detectar cualquier otra fuente mágica en los alrededores. Una mezcla de curiosidad y paranoia se arremolinaban en su interior, ya que en una alianza extraña podrían haber cualquier clase de objetos encantados para expiarlo o peor, extraerle sus secretos.

Poco le importaban en esos instantes cosas tan banales como la decoración o los sentimientos de los grogs.

Poco a poco vas percibiendo y diferenciando las distintas emisiones de magia del lugar. Como era de esperar, el emplazamiento es parte de un Regio Mágico de moderada intensidad pero sobre todo destacan un par de puntos situados a varias plantas por encimas de ti. No estas seguro de lo que puedan ser, pero probablemente sea el lugar donde se guarden los objetos mágicos. Además detectas un hechizo en tu propia habitación, bordeando las paredes.

Tras dejar mi equipaje en la habitación que me habían asignado, todo perfectamente colocado en su lugar, y como no tenía nada que hacer, pensé que me sentaría bien explorar un poco la Aegis. No me vendría mal saber moverme un poco por la estructura y tampoco estaría mal saber con quien me tendría que codear. Puede que hasta encontrara a alguien de mi propia casa.

Decidido a dejar atrás la habitación, me dejé llevar a donde mis piernas quisieran. Sin rumbo fijo comencé a andar, buscando unas escaleras para empezar a descender.

Después de llegar a la Domus y presenciar como todas las delegaciones se deshacen en elogios al Primus Flambeau, sigo en un discreto segundo plano esperando a que me guíen a mi habitación.

Acompañado por mi buen Alferio, tomo posesión de la misma.

"Necesitaría un par de jofainas de agua caliente, un par de palanganas y otro par de telas para asearnos, por favor" Digo dirigiéndome al grog que nos ha acompañado."Y un poco de vino, queso y aceitunas, para terminar de calmar la fatiga del viaje"

Observo detenidamente la estancia, mientras Alferio se ocupa de desplegar y colocar nuestro bagaje.

Tras quitarnos el polvo del camino y cambiarnos de ropa, mordisqueo algo de lo que nos han traído mientras miro por la ventana y calibro las defensas que haya a la vista.

"Bueno, ya estamos aquí. Habrá que visitar primero a la delegación Tremere, haber que se cuentan."

Le pido a Alferio que busque a un sirviente y que me lo traiga a la habitación.

Mientras, redacto una nota rápida, presentándome y solicitando una reunión previa a a la cena.

"Entrégasela al jefe de la delegación Tremere en la Domus" le digo al sirviente dándosela.

"Por cierto, cómo te llamas? Necesitaré que alguien me instruya sobre este lugar y sus costumbres. No quisiera ofender a mis anfitriones cometiendo algún error. Vuelve en cuanto hayas entregado el mensaje"

Los grogs no tardan en llegar con todo tu equipaje, que dejan colocado ordenadamente donde les indicas. A no mucho tardar, llega una joven doncella vestida con ropas sencillas, no es excesivamente bella pero tiene cierto atractivo y un par de buenas...razones.

-Saludos mi Señor, me llamo Giselle-hace una pequeña reverencia-Con permiso os quitare el polvo del camino y aliviare vuestro cansancio-no muestra mucho pudor, lo mas probable es que haya hecho tras veces esta tarea...o que no le impresione el cuerpo de un hombre.

Como casi todos los visitantes se han ido a reposar un momento a sus habitaciones, hay poca gente exceptuando los magos originarios de la Domus. Hay algunos distraídos en sus propias conversaciones pero la mayoría tienen sus ojos puestos en ti, expresando un sentimiento de admiración. Como contraste hay unos pocos que te miran con desprecio y murmuran para si mismos Hija de duendes...el único duende bueno es el duende carbonizado.

Haciendo gala de su comportamiento impulsivo, uno de los mas jóvenes salta hacia adelante y se dirige a ti-Salve sodalis, has causado gran revuelo entrando con un huargo en nuestro santuario-se nota por su tono que se trata de un halago-siento curiosidad, ¿como os hicisteis con una bestia así?

Por el momento, tan solo necesito que me quites el polvo del camino. Le digo. Quizás este no sea el mejor momento para disfrutar de tal hospitalidad. Giselle, en breves se celebrará la comida de bienvenida. Me gustaría saber, si no es mucha molestia los nombres de los magos que acompañaban al que nos recibió. Sería de mala educación no poder referirme a ellos con su nombre, estando bajo su techo. Suelto una encantadora sonrisa. Por cierto, sirves en la Domus o te han traido para este evento? Ohhhh, continuo, y llámame Michel, por favor. Sé que lo de mi Señor es lo usual, pero la verdad es que me hace sentir... No sé, viejo. Vuelvo a sonreír.

Si me lo permites, eres preciosa. Siempre es agradable encontrarse con mujeres hermosas. Y más aquí... Quiero decir, que no abundan en estos lugares. No pierdo mi encantadora sonrisa. Un día, alguien me dijo: Michel, a más libros hermosos menos mujeres hermosas.

Poco a poco la habitación comenzó a llenarse con el equipaje, ya en la intimidad de la habitación se dirigió al lider de los grogs -no os metais en problemas,espero de vosotros que os comportéis con ejemplaridad- advirtió con tono severo -estad atentos, ya no estamos en casa, tened bien abiertos ojos y oidos, si alguien oyera,viera algo o tuviese algún problema hacedmelo saber de inmediato- dijo clavando la vista en el hombre -se me olvidaba ... cuidado con las bebidas y vuestras lenguas-con un ademán de su mano le dio a entender que eso era todo por el momento.

De un rápido vistazo comprobó que no faltase nada, lentamente y con cuidado comenzó a sacar aquello más necesario empezando por muda nueva. Solo cuando todo estuvo listo y de su agrado, pudo suspirar aliviado.

Sus ropas sucias cayeron al suelo, dejando su cuerpo desnudo cubierto de cicatrices,la mayoría en su espalda y torso, denunciaban un pasado lleno de severo castigo y maltrato.Primero metió el pie y luego el cuerpo entero en el humeante agua,un suspiro de placer escapó de sus labios mientras se sumergía en las cálidas aguas , poco a poco el polvo del camino se iba desprendiendo de su piel,rostro y cabellos cambiando el transparente color del agua a un tono pardizo.

Antes que el agua se tornase fría salió de la bañera, vistiéndose con nuevas mudas, ya aseado y algo más descansado, llamó a uno de sus custodes y al grog dispuesto a su servicio -llevadme hasta donde está el magus dignatario de la casa Tremere- dijo haciendo alusión a las palabras del Flambeau del comité de bienvendida.

Puedes notar que hay poca gente por los pasillos, si exceptuamos a los grogs que andan de un lado para otro atendiendo las demandas de los magos recién llegados, muy ocupados como para hacer algo mas que saludar y una reverencia a tu paso. mientras desciendes una escalera, un mago que va en sentido contrario tropieza y se agarra a tu túnica por instinto para no caerse. Una persona normal podría haber resbalado junto a el, pero tu constitución te permite aguantar.

-Disculpadme por mi torpeza, andaba distraído en mis asuntos y no me fije en los escalones. Pero donde están mis modales? Salve sodalis, soy Arcturus de la Casa Bonisagus-el nombre te suena mucho, pero no acabas de situarlo.

Un sirviente de la Domus te entrega este mensaje escrito:

"Salve, Septimus ex Tremere:

Por la presente te comunico mi llegada a Val-Negra, Domus de la Ilustre Casa Flambeau,  y solicito el poder reunirme con Vos para tratar en privado ciertos asuntos que os incumben.

Espero que mandéis respuesta con este mismo sirviente sobre el momento y el lugar en el que nos podamos entrevistar."

Felismarte de Montpellier ex Tremere, discípulo de Almach ex Tremere, discípulo de Cadmus ex Tremere.

Caminaba asintiendo con un leve movimiento de cabeza a todas las reverencias que los grogs me iban haciendo cuando se cruzaban conmigo. Tanto servilismo me parecía fuera de lugar, pero no era yo quien dictaba las normas de enclaves como este. Estando con mis cavilaciones, noté que chocaba con algo cuando empecé a bajar las escaleras y un fuerte tirón a mi túnica. Me había cogido con la guardia baja, pero suficiente como para mantenerme en mi lugar y evitar que aquella persona se precipitara escaleras abajo.

-No tenéis que disculparos, yo también andaba distraído y no hay nada que lamentar -le tomo del brazo, para que recuperara la posición, ayudándole a incorporarse-. Oskari Toivonen, Casa Bjornaer. Perdonad que os moleste pero ando un poco perdido aquí dentro, ¿dónde será la comida de la que tanto se habla? Espero no perderme entre este laberinto.

Primeramente cuando el joven se acerco sus instintos de cazadora afloraron y afianzo los pies en el suelo como lo haria una loba antes de ir a por una presa, analizandola se muerde un poco el labio.

- Salve sodalis, es una historia llena de intriga, pasion, suspense y tartas de cumpleaños, pero posiblemente te aburriera, asi que dejemoslo en que fue un regalo.

El mago ve como Papagena se acerca un par de pasos y observa su melena quasi azabache resbalando como unas ondinas por sus hombros, sus ojos hablan de la profundidad del bosque, de la brisa del viento entre las hojas, de la claridad de un lago en la nueva mañana.

- Pero dejemos de hablar de mi, que soy un aburrimiento en mi, me llamo Papagena ¿Y tu?

Su aire feerico comenzaba a embutir los poros del joven mago. 

En medio del pasillo un grog le hizo entrega de una nota, con cierta apatía leyó el contenido de la nota, la apatía dió pasó a la curiosidad.Tranquilo volvió a enrollar el mensaje -decidle a aquel que os entrego el mensaje que puede verme media hora antes del banquete junto a la puerta- luego volvió a darse la vuelta para seguir su camino.

Pascal, me llamo Pascal mi Señor. Le ayudare en todo lo que pueda, aunque temo que mi pobre conocimiento sea insuficiente para ayudaros, solo llevo aquí apenas una estación-se muerde los labios mientras piensa-Solo se que que la parte mas alta esta reservada para el jefe de los Flambeau y que no es prudente ir allí sin su permiso. Por el resto los magos circulan como quieren aunque apenas pisan la parte inferior, donde vivimos nosotros algunos ni siquiera bajan a comer. Disculpad mi curiosidad-dice bajando un poco la cabeza-¿es normal que los magos se arrojen bolas de fuego constantemente? En mis primeros días estuve a punto de salir ardiendo...-se toca el brazo izquierdo inconscientemente.

La muchacha sonríe ligeramente, un poco aturullada ante el torrente de palabras que has soltado-Sois muy amable mi Señ...Michel, con ese cumplido, pero aquí hay mujeres mucho mas guapas que yo-se lleva un mechón de pelo hacia atrás, intentando ordenar tus preguntas-Supongo que reconocisteis al primus, Caradrys es el hombre de pelo negro, Marco Antonio que tiene ojos de diferente color, Miranda la mujer de pelo rojo y la anciana es Julia.-mientras enumera empieza a limpiarte, sus manos son suaves y notas como tus músculos se destensan-Llevo aquí desde que nací, mis padres vinieron aquí buscando una nueva vida tras un incendio que arraso sus campos.

Recuperado ya el equilibrio, se atusa la túnica y se ríe ligeramente-Tenéis suerte, a pesar de ser un forastero ya tuve la fortuna de estar aquí un par de veces y conozco bastante bien el sitio. El comedor está en la planta inferior, al menos si estos Flambeau no lo han destruido en mi ausencia-ríe de nuevo-Puedo enseñártelo, pero antes te recomiendo que visites la biblioteca, es un lugar magnifico...aunque tengo entendido que los vuestros preferís estar al aire libre-la ultima frase no se queda a medias entre afirmación y pregunta.