Partida Rol por web

Jeremy aguardo en silencio mirando a aquel hombre desde una distancia prudente, por la forma en la que iba con tanta autoridad tenia que ser alguien importante, pero el echo de que viniera solo y sin escolta le daba tranquilidad de que no iban a disparar los cañones enemigos, al menos de momento.

Tras ver como el Capitán toma decisiones tan solo me dediqué a seguir con las tareas, como si nada pasara. Al pesar de que un hombre al que no conocemos de nada estaba subiendo al barco.

Quería dar la impresión de naturalidad por lo que en bajo les dije al resto de tripulantes.

- Seguid con vuestras tareas, pero no os alejéis demasiado...y estemos atentos ante esta visita...-

cogí las escaleras, las asegure y luego las lance al bote

Sin bajar del mástil Jeremy fijo su atención en la gente del otro navío para ver que pintas tienen y que tan expectantes esta de lo que sucede en el cuatrotablones, así como si sus cañones están preparados y apuntándonos.

Sigo limpiando la zona de la cubierta donde estoy... sin perder de vista tanto a los hombres del otro barco, como a la persona que esta subiendo ahora mismo al cuatro tablones.

Los hombres suben tras que se heche una escalera de cuerda, uno amarra el bote mientras el resto llegan a cubierta, se trata de cinco hombres solo, tres de ellos visten armaduras ligeras y portan escudos con el símbolo de la iglesia del profeta, los otros dos son clérigos vestidos con túnicas negras y la cruz del profeta en llamas. Su vestimenta los descubre como Inquisidores. Todos lucen orgullosos y confiados, mientras desde el otro barco algunos hombres os vigilan con catalejos y algunos incluso expectantes, con las manos en las caderas.

Vuestros hombres de a bordo cuchichean entre ellos y una de las frases que se escapan de sus labios no traen ningún sentimiento reconfortante: "Mal Fario".

El hombre se alisa sus vestimentas y se ajusta la pesada túnica cuando sube arriba, os mira con gesto serio y os mira evaluándoos.

- ¿Quien es el capitán al cargo de este barco?

Capitán Simon.

Digo únicamente mientras camino hasta colocarme frente a él y sonreír. Espero al menos cuatro segundos antes de tenederle mi mano amistosamente.

¿Con quién tengo el gusto de hablar?

- Encantado.- Dice el hombre extendiendo su mano con intención de estrechar la de Simon.- Soy Alejandro Quesada de Puertosur, no se preocupen, es una revisión de rutina.- Dice sacando un pergamino con el sello real. - ¿Hacia donde se dirigen y que transportan?

Enseres pegsonales, y ron de buena calidad, algunas agmas y poco más, nada que no se pueda encontrag en un bagco nogmal. Navegamos en busca de aventuras y de encontrag a unos pobres naúfragos.

Observo el pergamino.

¿Un trago, señog?

Me mantenía distante pero con una distancia prudente a mi Capitán al que nos visitaba. Efectivamente como era de esperar eran de la Inquisición.

Les escuché hablar a ambos, este solo venía hacer pura rutina, el ver que llevábamos y hacia dónde nos dirigíamos. Mientras nuestro Capitán le explicaba amablemente.

Me llamó la atención el pergamino que sacó y me quedé mirándolo, discretamente mientras seguía con las tareas en el barco.

Mientras limpio la cubierta, intento poco a poco rodear a los 3 hombres que han llegado al barco... 

Veo como la primera oficial hace algo parecido a mi, y veo que tanto el señor Lighteye como el muchacho no quitan ojo de encima a los tripulantes del otro barco.

Oigo a los marineros hablar del mar fario... cosa que comparto... esta misión esta cada vez más difícil, y que la iglesia se interese por ella... mal fario...

Ansioso por que abandonen el barco observo receloso a los recién llegados, intercalando las miradas entre el barco y la comitiva inquisitorial.

- No gracias estoy de servicio, espero que acompañen a mis hombres adentro y les enseñen el cargamento.-El nombre sonríe debilmente y uno de los guardias armados junto al otro se encaminan hacia dentro del barco.- Siento la interrupción pero ultimamente ha habido muchos problemas con piratas y contrabandistas, además estamos buscando a un hereje que ha escapado de la ley de Theus.

Él revisa la cubierta con la mirada observándoos a cada uno y tuerce el gesto extrañado, como si algo no le terminara de encajar.

- Veo que sois un grupo variopinto, castellanos, mointagneses, incluso vodaccios... por norma general la gente de mente cerrada no se relacionaría los unos con los otros.

Escuchaba atentamente pero sin querer llamar mucho la atención sobre lo que decía aquel hombre. Me incomodaba que quisieran ver el cargamento que llevábamos...pero me fiaba de mi Capitán y de que todo lo tuviera puesto a buen recaudo.

Las últimas palabras de aquel hombre, hicieron saltar mis alarmas que estuviera atenta a todo. No me gustaba para nada lo que dijo de que la gente de mente cerrada no se relacionaría con los unos y los otros.

Me mantuve callada, pero me costaba estar callada.

- Perdoneme usted señor que discrepe, aquí cada uno tiene su forma de pensar y lo que sea. Pero nos mantenemos al margen como puede ver usted. Cada se dedica a su trabajo sin molestar a cada uno o es severamente castigado. - Dijo esto último que es casi lo que él podría decir, y para quitar hierro al asunto. Después me retiré y seguí en mi trabajo.

¡Clago que sí!

Exclamo de buen humor mientras le llevo a la bodega de carga, la cual por una vez está perfectamente legalizada, pues aún no habíamos comenzado con nuestras andanzas. Y claramente allí no se econtraban los objetos personales.

En cuanto nombraron a Theus las alarmas sonaron en la mente de Jeremy, estaba en una posición alta y seria mejor mantenerla por si hubiera algun incidente aunque de forma cautelar se coloco tras el saliente del mástil obteniendo un poco de cobertura, se giro hacia el que le acompañaba y le susurro.

-Shh.. esta gente me da mal espina-

Y uso la maravillosa don de hijo del cielo para activar el poder del Loco O' Bannon para ocultarme tras el mástil.

Que se de la iglesia de theus?

Me acerco a la Segunda oficial y le digo en susurros.

Espero que no haya nada abajo como para que esto explote como un barril de pólvora...