Partida Rol por web

Vigilancia, victoria, sacrificio

2.D. Hijos de la Roca

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24/11/2015, 18:55
Narrador

Aquella tarde Orzammar estaba especialmen tebulliciosa.

Tampoco te extrañaba pues era la víspera de Los Juegos, esa gran celebración en la que distintos equipos de combatientes luchaban en la arena para ver quien se alzaba con el título de campeón de ese año. Pero tú no estabas interesado pro el momento; habíais coneguido un buen contrato en un buen depósito de lirio que os iba a reportar bastantes ganancias durante más de un año.

Acababas de terminar la jornada y tras una mañana y parte de la tarde enteras picando piedras para extraer el valioso y centelleante mineral, tu garganta te pedía a gritos una buena ducha. De cerveza, por supuesto. Y no había mejor lugar en toda Orzammar para concederle el capricho que Tragos. Aquella taberna era casi un lugar de culto en el barrio plebeyo de la ciudad.

Una vez abriste la puerta, el inconfundible olor del nectar rubio y espumoso te llenó las fosas nasales... mezclado con el inconfundible olor a enano sudoroso. Pero eso te daba igual. La taberna bullía como siempre de gente y tus ojos se movían por ella en aquel momento en busca de una mesa libre.

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25/11/2015, 15:09
Ankxus

—¡Eh, Paexter!—una voz familiar llegó a tus oídos y te giraste para ver una figura regordeta sentada en una de las mesas de las esquinas que te estaba haciendo señales con un brazo. Tu hermano Ankxus—. ¡Por las tetas peludas de mis ancestras! ¡Mira que eres lento!

Soltó una carcajada de buen humor y palmeó el asiento que tenía cerca.

—Mueve el trasero hasta aquí, hermano, divirtámonos un rato—te invitó—. Acabo de pedir un barril entero de birra y que sepas que si llegas a tardar un poco más me lo habría bebido yo solo.

El cambio de escena se ha producido en un parpadeo. Antes de parpadear estabas en la Tumba de la Novia Roja con tus compañeros guardas, después estás en Orzammar, la taberna Tragos. Tu PJ es consciente de este cambio.

Paexter recuerda esto: sucedió cuando la relación con su hermano todavia era algo sano, aproximadamente varios meses antes del desastre que terminó en exilio. La única diferencia es que Paexter tiene la apariencia de ahora y no la de la antaño.

Ni qué decir tiene que puedes entrar cuando quieras, interrumpir la escena, hablar con él o saltar encima de la mesa y ponerte a bailar una jota aragonesa.

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29/11/2015, 02:56
Paexter RockHead

- Que cojones signfica esto??!!, pensó el enano, cuyo refejo fue echar mano al mango de su hacha, mientras miraba a uno y otro lado: en un momento estaba en la Tumba de la Novia Roja, y en el siguiente, en uno de los recuerdos que tenía de... bueno, de antes de lo que le cambió la vida. Joder, estoy en Orzammar, y esto pasó hace mucho tiempo!! Que jodido embrujo ha ocasionado esto??!!, pensó, ignorando a su hermano, mientras sacudía la cabeza, dandose golpes en ella con la mano, como si con ello pudiera llevarse todo eso de su cabeza.

- Y tu, que quieres??, dijo al fin, acercandose a la mesa, con la vena del lado derecho del cuello palpitando, mientras la cólera trataba de embargarle, teniendo en frente de él al traidor que deshonró a su familia, y ocasionó su propia , caida... Pero aquello, lo que ahora estaba reviviendo, habia ocurrido hace ya muchos años, antes de todo aquello, así que esperaría a ver qué clase broma era todo aquello...

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30/11/2015, 15:13
Ankxus

Ankxus se te quedó mirando como si repentinamente acabaran de brotarte dos cabezas adicionales.

¿Se te ha metido un trozo de lirio en la oreja o algo? acabo de decírtelo—respondió. Y alzó las manos como quien esalta lo más obvio del mundo—. ¡Beber! Ancestros... ¿qué otra cosa voy a querer hacer con un barril de cerveza? ¿Pedirle matrimonio?

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01/12/2015, 23:49
Paexter RockHead

Es verdad que recordaba que aquello había sucedido hace mucho, cuando su hermano aun no era un traidor, pero, si algo no se le daba bien a Paexter, era fingir, así que, haciendo un acopio improbo de fuerza mental para no ir directo a partir la cabeza del traidor en dos con su hacha, le dijo, acercándose lentamente a la mesa a la que se sentaba Ankxus, mientras practicamente escupía con los dientes apretados:

- No se que condenada brujería te ha traido aquí ahora, Ankxus, pero por la Roca me vas a contar por qué nos vendiste, condenado malnacido hijo de puta...

Los ojos del berserker empezaron a tomar un tinte rojizo que no auguraba nada bueno...

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02/12/2015, 14:09
Ankxus

¡¿Pero se puede saber qué nug te ha picado?!—replicó Ankxus ofendido, incluso las barbas se le encresparon—. ¡Tu hermano te invita a un trago y esa es tu contestación?! ¡¿Mierdas raras e insultos?!

Arrojó enfadado la jarra contra la pared, rompiéndola y haciendo salpicar cerveza en todas direcciones. Varias cabezas se giraron aunque nadie dijo una palabra, en ese momento de hecho, incluso el camarero que llegaba con el barril se lo pensó un isntante antes de dejarlo apresuradamente sobre la mesa y largarse por donde había venido no fuera a ser que se viera mezclado en algo que no quería.

—Es más, ¿sabes qué?—espetó Ankxus—. ¡Que puestos a soltar pestes que sepas que eres la mayor boñiga de hermano que pueda existir tanto bajo tierra como sobre ella! ¡Un grano en el culo! ¡Así te lleve la Ruina; todo el mundo sería mucho más feliz!

Y en un impulso de mal humor, agarró el barril y te lo arrojó a la cabeza con un movimiento tan veloz como sorpresivo.

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02/12/2015, 14:42
Narrador

El mundo pareció repentinamente desgarrarse en jirones como si de una sábana se tratase, un telón a tu alrededor. Dejando a su paso sólo oscuridad. Incluso Ankxus desapareció.

Por algún motivo te sentiste repentinamente como caminando bajo el agua hasta el punto que incluso el barril parecía venir a tu encuentro a cámara lenta...

Toda la algarabía de Tragos había desaparecido engullida por la oscuridad, sólo un único sonido llegó in crescendo a tu encuentro, un sonido que se coló intrusivamente rebotando por tus oidos hasta incrustársete en el mismo cerebro: La risa estridente de una voz sin cuerpo, desconocida y que poseía un espeluznante tinte de malévolo regocijo, triunfal, casi demente.

En ese instante, el barril te golpeó en la cara.

Pero no sentiste dolor, aunque tuviste la perturbadora sensación de que algo se desdibujaba en tu interior, un lugar, un día, un pasado... ¿quién era la persona con la que acababas de estar? ¿qué había acontecido aquel día? Una cara en blanco era lo único que evocaba tu mente cuando tratabas de ponerle nombre, un nombre que desconocías, un rostro sin rasgos, sin una identidad a la que aferrarse por más que te esforzaras.

Era como tratar de evocar un recuerdo que ya no estaba ahí.

Paexter no es capaz de recordar la cara de Ankxus, ni lo que ocurrió aquel día en Orzammar. Y es perfectamente consciente de que no puede; sabe que hay algo ahí, que debería recordar algo ahí, que conoce a una persona que siente importante pero simplemente es incapaz de evocar tanto las imagenes como los acontecimientos.