Partida Rol por web

El vestido de Anastasia la hace resaltar más de lo habitual; no por su diseño, que en realidad es relativamente sencillo, si no por lo extraño que resulta verla enfundada en tela roja en lugar de su habitual negro o blanco.
-Gracias, siempre fuiste todo un galante...- comenta con sonrisa traviesa mientras de reojo se queda con el detalle del cambio de copa vacía por otra llena, aunque apenas parece que haya prestado atención dado que no reacciona de modo alguno a ello.

-Debo desir que te noto algo cambiado, algo más... ¿desprreocupado? Quisá tu hijo te ha contagiado varrios de sus gustos- no es que la molestara, la verdad es que le sentaba bien y le hacía parecer algo más joven, sin embargo algo importante debió pasar para llevar a cabo dicho cambio.
Anastasia empieza a caminar, dejando que Duncan la acompañe, marcando cada uno de sus pasos con el incesante repicar de sus tacones, sobre los cuáles se mueve con elegancia y naturalidad.

-Estoy bien, todo va perrfectamente. Aunque se nota que Tyler no disfruta con esto se ha esforsado lo sufisiente para que nuestrros acuerdos sigan vigentes...¿da?- pregunta esto último mirándole con mayor atención, preguntándose por un instante si su presencia en la fiesta se debe precisamente a eso, al cese de su capital en las distintas galerías de arte que ella regenta. Ciertamente sería terrible, ha sido bastante generoso los últimos años.

Ambos atraviesan nuevamente las puertas que conducen al jardín, sin embargo en lugar de salir a él se quedan en el porche, donde hay varios sofás vacíos en uno de los cuáles la anfitriona toma asiento con cierta lentitud, como si sus movimientos estuvieran estudiados. Y quizá lo estén porque consigue que su vestido no se arrugue de forma indebida al hacerlo.

El que se medio rie.

-unos cuantos, bueno ya lo veras si vienes...- en cuanto pregunto lo de donde el que sonrio con una sonrisa algo traviesa y seductora.

- bueno, se hara a las 23 de la noche en la calle Piquerton, te gustará...- como si lo viera en tus ojos, seguro que te recuerda a los bailes que tanto esperabas tu.

En cuanto subis a la pista el que te coge la chaqueta con sumo cuidado para ayudarte a quitartela ya ahi se supone que hace menos frio y para que luzcas ese bonito vestido y se la pone de nuevo con bastante arte que le ves los musculos al marcarse en la camisa de seda blanca.

- Todos te estan mirando, creo que me envidian porque bailo contigo!- animadamente y te coge de la mano haciendo que des una vuelta sobre ti misma.

Cuando comienzas a andar el te va siguiendo bien de cerca con una mano metida en el bolsillo del pantalon y dandole un pequeño sorbo a la copa que lleva en la mano, que inevitablemente sonríe con el sonido de los tacones a la hora de andar.

-Sí, eso dicen...- a lo de que ha cambiado -Espero realmente que haya sido para bien...- dice sonriendo levemente, aunque al ver que no tiene cara de disgusto se le ensancha algo más aliviado.

-Por supuesto, soy un gran admirador de las obras que me proporcionas, me disgustaría demasiado que perdieramos el contacto...- dice mientras la mira directamente a los ojos cuando le mira, pudiendo notar que parece que realmente lo dice en serio, e interesado.

Cuando salen por las puertas el ya mira alrededor y continua siguiendola y observandola cuando se sienta de esa manera, y él acaba dejando la copa en la mesa central tomando asiento justo en frente de ella apoyando los codos sobre sus propias rodillas y juntando las palmas de las manos.

-Disfruto mucho de tu compaía, sabes?- dice mirandola e inevitablemente acaba sonriendo y acaba bajando la mirada hacia sus manos removiendolas distraidamente -Me han proporcionado una gama de cuadros datado del siglo XX, justo a principios de siglo, y me han verificado que uno de ellos pertenecía a Anastasia Nikoláyevna Románova- Que pronuncia correctamente e incluso con el acento Ruso el nombre entero de Anastasia. -Quería regalartelo, un presente por el ausentismo que ha havido por mi parte durante todo este tiempo- dice y vuelve a subir la mirada hasta encontrarse con la suya -Me gustaria que vinieras a mi galería para enseñartelo.

Dejé que me acompañara hasta la pista y seguidamente me quitase la chaqueta de los hombros -Gracias..- dije sonriendole amigablemente.

-A las 23.. está bien, me lo pensaré...- más bien se lo diría a Anastasia aunque dudaba que me dejase ir si le decía realmente cual iba a ser mi destino.

Cuando se colocó la chaqueta inevitablemente me fijé en lo fuerte que estaba y ya volví a desviar la vista hacia sus ojos claros.

-¿Ah si?- dije mirando alrededor extrañándome un poco de que realmente estuvieran mirando pero me reí inevitablemente y ya me esperé a que él diese el primer paso para bailar -Puedes estar tranquilo, casi nadie sabe quien soy...- dije burlonamente, pero era cierto.

Cuando confirmas que te interesa proseguir con vuestros "tratos" Anastasia se muestra más relajada y aliviada, llegando a sonreír ampliamente de una forma algo más jovial e infantil de la que cabría esperar bajo esa elegante ropa y maquillaje.
-Si continúas así conseguirrás que me ruborise tanto cómo mi vestido...- comenta algo turbada por el segundo halago en tan poco tiempo. Probablemente sea por simple educación, muchos de sus socios son expertos en el "arte" del agasajo, sin embargo no llega a recordar demasiado bien si anteriormente Perry se comportó de esta forma lo cuál la hace estar algo más alerta.

-¿¿A Románova??- repite con claro asombro que ni siquiera se molesta en disimular -Eso suena realmente interresante, deben de ser marravillosos...- sonríe nuevamente tan sólo de imaginárselo, pero tu ofrecimiento la deja claramente perpleja.
-¿Regalármelo? Sr. Perry, no porría aceptarlo, es demasiado valioso...- niega ligeramente con la cabeza provocando que varios mechones de dorado cabello ondulen cerca de su rostro hasta volver a colocarlos debidamente hacia atrás. Cierto es que han llegado a hacerle regalos muy caros y únicos, pero una obra como ésta, que debería ser expuesta en un museo... para ella sin duda supone un precio demasiado alto, probablemente no podría igualarlo jamás y eso no le agrada.

-Perro me encantarría poder verlos, serría magnífico. Obras de arrte únicas y orriginales y además rusas. ¿Qué más puedo pedir?- pregunta de forma retórica y con tono despreocupado, incluso amigable. Está claro que la idea le ha gustado.
-Mi agenda suele estar algo apretada... pero porría hacer un hueco a partir de las osho de la noche. Si le va bien- extiende los brazos, algo pálidos, hasta apoyar las manos en las rodillas de forma recatada, mirándole con renovado interés.

Cuando la ve tan animada con la idea sonríe ampliamente satisfecho con la reacción que ha causado en ella.

-Está bien, no voy a insistir por el momento...- levantando la mano a modo de que no va a inistir y acaba apoyándose en el respaldo de la butaca mirandola divertido.

-En realidad son dos, he mandado a que los introduzcan en aislamiento* para que no puedan estropearse hasta que no vengas a verlos.- asintiendo con la cabeza.

-Dejaré en el aire de lo que se tratan los lienzos para asegurarme de que vendrás a verlos personalmente..- y seguidamente sonríe animado con la idea.

-Estupendo, no hay ningún problema con el horario...- dice asintiendo con la cabeza y seguidamente se le cambia la cara y acaba por llevarse una mano a la sien masajeandosela un poco. Ahora que te fijas parece algo cansado.

-¿Dos? Crreo que alguna hada me ha consedido un deseo...- comenta en el súmmum de la cursilería, juntando las palmas de las manos para dar un par de palmadas suaves, apenas audibles.
-Me gustan las sorpresas de este tipo- te guiña el ojo cómplicemente y acaba riéndose por lo bajo, talmente como un niña con zapatos nuevos hasta que nota las muestras de cansancio y quizá incluso aburrimiento.

No pierde la sonrisa, eso será difícil después de la invitación, sin embargo carraspea ligeramente para acallar su risa y acaricia repetidamente su falda como si pretendiera alisarla todavía más.
-Ahhh... parreses cansado y te estoy mareando, ¿da? Deberrías habérmelo dicho- no parece molesta en absoluto, se limita a mirarte con expresión afable, casi maternal -Puedo traerte algo... Aunque serría mejor que fuerras a descansar...- propone de forma que no suene a obligación, aunque en realidad parece lo más adecuado. Quizá se pasó con las copas si ya llevaba alguna antes de dar con él.

Cuando la ve tan animada él continua con la sonrisa de satisfacción, hasta que comenta lo del cansancio.

-Oh, no no.. no es culpa tuya.. no sé, últimamente tengo unas jaquecas terribles..- que enseguida acaba bajando el brazo como para que no parezca tanto como posiblemente sean.

-Y tampoco he dormido demasiado bien...- que en ese momento carraspea levemente y se acaba incorporando un poco apoyando los codos en sus rodillas.

-Gracias por tu hospitalidad Anastasia, pero creo que me voy a retirar.. si esque consigo encontrar a mi hijo..- en ese momento entorna levemente los ojos

-Aunque no estoy del todo seguro que haya venido.. como no suele hacerme caso- que esto último lo dice para si mismo y se recoloca los puños de la camisa arremangandosela hasta los codos, que puedes ver claramente esas venas  palpitantes bien grandes rodeando esas muñecas y decoradas con unas pequeñas perlitas de sudor, que en caso de que subas más la vista veas que está comenzando a sudar.

Quizás realmente no se encuentra bien, ¿sería prudente dejar que se fuera sólo?

-Bien, te esperaré en la galería a las 20, también podré presentarte a un comprador que está interesado en un cuadro irlandés que me proporcionaste hace 1 semana...- si que es eficiente el hombre, encuentra compradores realmente rápido.

-Quisá deberrías tomarte unas vacasiones...- comenta bastante por lo bajo, no muy convencida de querer ser escuchada en esos momento, levantándose seguidamente con tranquilidad y pasando un poco las manos por el perfecto vestido para que vuelva a su lugar original.
-Todos los jóvenes son así, ¿qué le vamos a haser? Pasiensia...- entrelaza las manos delante de su regazo y se queda con la vista algo baja, clavada en los antebrazos de Duncan que parece empezar a tener calor de forma repentina, cómo si de un extraño sofoco se tratara.

Sin duda alguna parece de lo más apetecible, y no precisamente por ser dulce pero... sin duda sería de lo más interesante. Bien, quizá más adelante, no es que tenga prisa y es más beneficioso para todos conservar socios como él a darse un empacho de vitae, por deliciosamente orgásmica que ésta pueda ser.
-Vaya, muy efisiente- responde parpadeando repetidamente, algo aturdida al salir de su propio ensimismamiento -Busquemos al pequeño y revoltoso de los Perry- dice asiéndose a la manga arremangada de la oscura camisa de Duncan para andar junto a él hasta el jardín.
Preferiría que no saliera de allí sin la compañía de su hijo. Esperemos que no haya bebido más de la cuenta esta vez.

El que se medio rie y te acerca a el sin soltarte de la mano hasta que te acaba poniendo la otra mano sobre la cintura y con un gesto te acaba acercando a el hasta casi tocarle literalmente- me lo pensare, eos suena a un no rotundo...

Miras alrededor y alguno puede que te este mirando, pero nada en concreto tal vez queria adularte

- Eso es una lastima, porque no saben lo que se pierde...- dicho esto se separa por unos instantes haciendo que des otra vuelta sobre ti y vuelve a acercarte, no es un bailarin profesional pero no se le da mal, aunque seguramente estaras acostumbrada a otros bailes...

El va marcando el ritmo que te va llevando al centro de la pista sin importarle si empuja a alguien o no, el baile se vuelve cada vez mas animado al igual que la música.

Cuando se levanta él también lo hace recolocandose la camisa por encima de los pantalones y acabando por desabrochar uno de los botones de más arriba, dejando entrever parte de la gran musculatura que ha ido formando, posiblemente tu no lo recuerdes ya que antes iba realmente tapado.

-Sí, paciencia es lo único que nos queda..- dice riendo levemente y dejando que se coja a su brazo, momento en el cual puedes comprobar lo fuerte que está ya que parece que únicamente lleva esa camisa oscura. Seguidamente pega un suspiro largo como para intentar volver a recuperar la compostura y seguirla por el jardín mientras comienza a mirar alrededor en busca de Tyler.

-En la invitación comentabas que era el cumpleaños de Leija, ¿es una sobrina tuya...?- comenta volviendo a mirarte atentamente y arqueando levemente la ceja, interesado en el tema, parece que sea lo que sea que le ubiera pasado antes, con la brisa bien fresca ha comenzado a pasarsele.

-Por suerte para ti, no es un no rotundo..- dije riendome inevitablemente, no sé si lo hacía porque era muy negativo o para que aceptara.

Dejé que me pegara a él y hice que mi cuerpo entrara en calor para que no notara demasiado la frialdad con la que ya me había acostumbrado a vivir durante estos meses.

Se le daba bien aunque no del todo, a diferencia de mi, había tomado clases con anterioridad por lo que iba con mucha más soltura que él, aunque no salía de los pasos básicos.

En realidad no bailaba la música que me gustaba desde que entré en la casa de Anastasia, ya por falta de tiempo o por la desgana que hubiera tenido en el momento.

-Para ser un conductor de coches no lo haces mal...- dije burlonamente dejando que él me llevara por la pista mirandolo tranquilamente conforme me iba moviendo.

-Lo sierto es que no... Mi sobrrino es Evan, también debe de estar por algún lado aunque ve a saber donde. Siempre acabo por invitar a demasiada gente- mira un poco alrededor pero no parece estar por ahí, así que desiste enseguida confiando en él y centrándose en dar con Tyler.
Probablemente no ande lejos, no parece el tipo de chico al que le gusten los espacios cerrados.
-Conosía a su madrge, la cuál fallesió recientemente... Así que desidí ocuparrme de ella- y esa es la versión "oficial" que creen todos los conocidos de Anastasia, sólo los más íntimos y de confianza conocen la verdad, y podrían contarse con los dedos de una sola mano.

-¡Ah! Ahí está, y esa es Leyja- da un pequeño respingo al distinguirlos en la pista de baile montada en el jardín con tablas de parqué, tirando con suavidad de Duncan para guiarle hasta allí, momento en el cuál le suelta el brazo, más aliviada al percatarse de que el "sofoco" ha cesado. Aunque ha sido un poco raro...

El que sonrie ampliamente cuando dices que no es un no rotundo.

-Genial...- tomandote completamente en serio, cuando dices lo del conductor a el se le escapa una pequeña carcajada.- oh! vaya, gracias, tambien se hacer bien una cosa...- en ese momento el chico que te guiña el ojo y para completamente el baile separandose de ti, te hace una pequeña reverencia y ves que se dirige a la orquesta hablando directamente con el que se encarga de ello.

Desde el otro lado de la pista suena una musica que realmente te suena, seguramente no de tu tipo pero es algo mas variada sin duda, las demas personas al escucharla como no son bailarines profesionales intentan seguirla lo que mejor pueden, aunque la mayoria se retira un poco observando a los que se atreven a hacerlo.

El tan galante acaba quitandose el chaleco que cubria su torso hasta tirarlo un poco mas lejos sin pudor alguno y con un "ohh" quejoso de alguna mujer mayor, ves que estira la mano al aire esperando que te atrevas a seguirle.

Él arquea ambas cejas mirandola con curiosidad -Evan? no le conozco, ha devido de mudarse hace poco, no?- dandolo por sentado ya que de no ser así se acordaría.

Cuadno explica el breve resumen sobre Leyja asiente con la cabeza -La decisión más correcta, desde luego...- asintiendo con la cabeza como aprobando que la recogiera en sus brazos deduciendo que no tendría a nadie más.

-Ah si? oh, es la chica que baila con Tyler?- dice siguiendola y como suelta su brazo la mira de reojo pero ya acaba por volver a bajarse las mangas de la camisa tranquilamente pero observando a su hijo y a Leyja como bailan, cuando reconoce que es un tango se ríe inevitablemente.

-Bueno, parece ser que mi hijo intenta por todos los medios impresionarla, ¿no?- mirnado a Anastasia con una sonrisa bastante divertido con la situación, comprovando las facciones de Anastasia para ver si estaba disconforme con el intento de Tyler.

Cuando comenta que también sabe hacer bien otra cosa ya lo miré aturdida pero me reí inevitablemente cuando hizo esa reverencia, y miré alrededor como esperando a que nadie se hubiera percatado de eso.

Dejé que hablara con la orquesta arqueando levemente la ceja, escuchando atentamente a ver qué canción había elegido, cuando se acercó a mi ya lo cogí tal y como me habían enseñado, hasta que comenzó a bailar.

Reconocí rápidamente que era un tango y abrí exageradamente los ojos casi asustada, este tipo de baile no se me daba en absoluto bien, y iba a hacer el ridículo seguro.

Intenté seguirle los pasos pero ya dejé de mirarlo a él, enseguida bajé la vista a los pies para no pisarle con los tacones, cosa que conseguí las dos primeras veces pero al contrario lo que hice fue hacerle una zancadilla cayéndome yo misma ahogando un gritito, pero seguramente él me mantendría cogida para que no acabase de llegar al suelo por lo que parecería que hacíamos un dúo coordinado.

Inevitablemente comencé a reir con la torpeza con la que estaba intentando bailar yo -Lo siento, pero esque no se me da bien bailar estas cosas...- dije intentando aguantar la risa, si mi sangre ubiera corriedo por mi cuerpo como tiempo atrás hubiera hecho, estaría realmente sonrojada por el ridículo que estaba haciendo.

Anastasia llega junto a Duncan hasta la pista de baile sin que ninguno de los dos llegue a pisarla, justo cuando Tyler sujeta a Leyja para empezar a bailar ése tango.
Se cruza de brazos y mira a ambos inquisitivamente, a sabiendas de que su pobre niña no va a saber bailar eso ya que no es habitual ni normal escoger ese tipo de baile para una fiesta de ese estilo, así que el bochorno no tarda demasiado en llegar.

-Eso parrese... La pregunta serría si lo habrá conseguido- compone una sonrisa ladeada, dudándolo un poco a no ser que ya lo hubiera conseguido antes, decidiéndose entonces a subir a la pequeña tarima para carraspear sonoramente y esperar a que el muchacho suelte a Leyja.
No es una interrupción muy adecuada pero probablemente la joven agradecerá dejar de hacer el ridículo dado que varios invitados ya habían empezado a cuchichear y disimular algunas risitas.

-No sabía que bailarras tan bien, Tyler- mira al joven un momento y después a Leyja cómplciemente, arrugando un poco la nariz antes de volver a observar a los Perry -Tu padre se encuentra algo indispuesto, deberría descansar... Asegúrrate de que deja de trabajar durrante unas horras- añade lo último cómo si pudiera verlo. Al menos no sería el primer ni el último ejecutivo excesivamente estresado que conoce.

Tyler sonrie al ver la cara de asombro de la muchacha, sin embargo en el momento en que coges su mano te la coge firme, tan firme que por un segundo podrias sentirte bien protegida entre sus brazos.

El baile comienza lento y agradable pero enseguida empiezas a mirarle los pies y el que se medio rie.- no, no hagas eso mirame a mi...- en el momento en que ella hace la zancadilla el abre los ojos exageradamente dando un pequeño traspies pero te coge de tal manera que no llegas ni a caerte ni a separte de el lo mas minimo.

-No importa Leyja, he elegido un baile dificil, hagamos una pirueta final y acabemos!- momento en que te da la vuelta poniendote de espaldas a el cuando Anastasia irrumpe el final del magnifico baile y el que te suelta cuando ve quienes estan detras pone cara de aturdimiento.

-Papa!!?- su cara ahora expresa extrañeza- no, no sabia que estabas aqui...- entonces mira a Anastasia y con su comentario le sonrie- Gracias, años de experiencia supongo....- con el tono burlón y dicharachero.

-Deacuerdo, muchas gracias Anastasia, una fiesta muy bonita...- te sonrie amigablemente y luego dirige la vista hasta la joven Leyja a la cual le dedica un guiño de complicidad- ya nos veremos!- en ese momento coge a su padre esperando marcharse de la fiesta.

En el momento en que Tyler dice que acabarán enseguida me reí, la verdad esque estaba desando que así fuera para retirarnos de la pista de baile lo antes posible.

Cuando Anastasia finalmente interrumpió sonreí aliviada de todos modos y acabé pasandome la mano por el pelo para recolocarmelo y seguidamente el vestido.

-¿Su padre?- dije seguidamente de que lo dijera Tyler y lo miré de arriba a abajo, parece que no acavaba de fiarse de su hijo y habrá decidido hacer acto de presencia, la verdad esque imponía un poco y no se parecían demasiado.

Cuando dijo Anastasia que bailaba bien me reí levemente -Eso es cierto...- asentí con la cabeza y cuando se despidió de esa manera volví a hacer un ademán on la cabeza -Hasta luego...- dije siguiendolos con la mirada hasta perderlos de vista y después a Anastasia.

-Bueno, que tal va la fiesta?- dije mirandola con curiosidad para saber si ella se lo estaba pasando bien o no.

Duncan acaba por meterse ambas manos en los bolsillos del pantalón y observarlos distraidamente a los 3 conforme van hablando, cuando finalmente Tyler le ve levantó la mano saludándolo.

-Hola Tyler... si, al final he venido, no estaba seguro de si ibas a venir y preferí no arriesgarme...- dijo encogiendose ligeramente de hombros aun con la sonrisa divertida con la situación.

Cuando finalmente se va despidiendo Tyler se giró hacia Anastasia acercandose un poco hacia ella.

-Ha sido un placer volver a verte, espero que disfrutes de la fiesta esta noche- dice sonriendole amigablemente y se gira hacia Leyja.

-Felicidades..- haciéndole otro gesto con la cabeza a modo de saludo y ya acaba por darse la vuelta y andar al lado de Tyler distraidamente.