Partida Rol por web

Habias dejado atrás al resto del grupo, encontrar la taberna de la cita era más complicado de lo que pensabas. Según ibas andando a cada paso veias una taberna nueva, una tentación irresistible, al cabo de unos cuantos metros te metiste en una de ellas por inercia. Al no tener dinero dependias de las escasas invitaciones de almas caritativas gracias a tu habilidad aunque al final saliste obligado a empujones de varias tabernas.

En la calle la alegria de la llegada de Morgan seguia presente en varios grupos de piratas que ofrecian ron que sacaban de grandes barriles, para tu fortuna casi que eras obligado a beber, por supuesto no te resistias mucho.

Tras tambalearte durante bastante tiempo llegaste a la taberna deseada, no se distinguia de las demás por nada concreto. El ambiente era espeso, con un aire enviciado tan distinto del que se respiraba fuera, pero tu estabas acostumbrado y casi te agradaba.

Estaba llena de piratas borrachos y de mujeres buscando dinero, tu entrada no llamo la atención, algún vistazo rápido, pero tu imagen no daba lugar a dudas. Al parecer los hombres de Morgan todavia no habian llegado, o al menos no los reconocias entre el gentio y la humareda.

Un grupo de hombres con un tonel te invita a beber a gritos...

-¡Hey! ¡Amigo! ¿Has perdido el barco? JA JA JA - rie junto a sus compañeros, están todos bebiendo - Ven, echate un trago, venga ven...

Claro claro -digo tambaleandome hacia los marineros

Cuando estoy ahí, les digo- es difícil encontrar un trago por estos sitios. Vengo de varias tabernas, y en ninguna me han dado un mísero chupito...

Bah... nuestro ron es tan bueno o mejor que el suyo - Dice uno - Si, pero en las tabernas hay unas mujeres... - Comenta otro -

A partir de ahi comienzan a comentar historias de mujeres, prostitutas, dando descripciones con todo tipo de detalles. No te cuesta integrarte en el grupo de cinco hombres, pero no parecen tener intención de moverse mientras quede ron.

Viendo lo amena, entretenida, y alcoholizada que está la situación, cuento mi historia de cuando atracamos un barco español pensado que llevaba oro y joyas, y que lo único que llevaba eran patatas y tomates. También aquella en la que espamos de aquella carcel para piratas gracias al garfio de uno mis compañeros. Eso si, lo cuento con todo lujo de detalles piratiles...

Al cabo de varias horas tus compañeros de juerga se despiden y te dejan frente a la taberna deseada "El Colmillo Retorcido del Jabalí", no se distinguia de las demás por nada concreto. El ambiente era espeso, con un aire enviciado tan distinto del que se respiraba fuera, pero tu estabas acostumbrado y casi te agradaba.

Estaba llena de piratas borrachos y de mujeres buscando dinero, tu entrada no llamo la atención, algún vistazo rápido, pero tu imagen no daba lugar a dudas. Al parecer los hombres de Morgan todavia no habian llegado, o al menos no los reconocias entre el gentio y la humareda.

Paso al interior de la taberna.

Tras saludar a un par de conocidos, y mezclarme en varios grupillos con la intención de que me inviten a una copa, me dirijo a la barra, donde busco alguna posible victima para caer en el juego de beber. Al menos, así beberé gratis...

¿Alguien se atreve a jugar al juego de beber? -grito para ser oído. No quiero irme de aquí sin demostrar mi alcoholismo y mi brabuconería...

A pesar de tu bramido pocos parecen estar interesados, tan solo unas cuantas cabezas se giran. En ese momento alguien te toca el hombro, cuando te vuelves observas a un hombre de aspecto grotesco, detrás suyo otros dos algo más normales.

Eh tu. ¿Dices que sabes beber? Eso vamos a verlo - De repente fija su atención en el catalejo que cuelga de tu cinto - Bonito - dice mientras babea un poco - Cuando gane, eso será mio.

¿Y que obtendré yo cuando gane? -digo descolgando el catalejo de mi cinto, y poniendolo sobre la barra, pero sin quitarle la mano de encima

Seré generosos... Veinte pesos si tu ganas... - Dice mientras rie junto a sus compañeros con una mueca que poblará tus pesadillas durante muchas noches.

Veo que aguantas bien, pero, como tantos otros, no tardarás en caer, grumetillo de agua dulce...

Cuida tus palabras. Eres nuevo por aquí y no eres el primero que cae... Ja, ja - rie con la misma expresión grotesca que tiene continuamente.

Bebéis como un granjero...

Con la última copa sientes un leve mareo y tu cabeza da un par de vueltas lo que provoca las risas de los amigos de Brandy.

Parece que la señorita ya tiene bastante - masculla mientras se lleva otro trago a la boca.

Parece que la última copa no ha sentado muy bien a tu contrincante y hace un gesto de quedarse sin equilibrio. Las risas de sus amigos cesan y el rostro de Brandy se vuelve serio.

La taberna no se distinguia de las demás por nada concreto con un ambiente espeso y un aire enviciado tan distinto del que se respiraba fuera. Estaba llena de piratas borrachos y de mujeres buscando dinero, vuestra entrada en grupo llamo algo la atención, posiblemente algunos os reconoceria por vuestras acciones de la mañana. Al parecer los hombres de Morgan todavia no habian llegado, o al menos no los reconocias entre el gentio y la humareda.

De reojo visteis, en un rincón con un grupo de hombres alrededor de una mesa, a vuestro compañero Bocaseca. Sentado frente a un hombre de aspecto grotesco sostenia una copa en la mano, su apariencia era bastante lamentable y daba la sensación de haber estado bebiendo mucho. Aun asi parece reconoceros.

Con la vista algo borrosa distingues a alguno de tus compañeros, parece que todos han llegado a la taberna y están viendo la competición.