Partida Rol por web

18:43:44 ‹Mago de Oz› ------------------
18:44:26 ‹Mago de Oz› De repente la escena os resulta algo cómica. De la puerta abierta que cruje sale el León que de cobarde, por sus rugidos, no tiene gran cosa. ¿Es que el estar solo le infundió valor? O es esa medalla que cuelga aún a su cuello. En su mano tiene un libro 
18:45:11 ‹Mago de Oz› Al suelo del porche del almacen, se encuentra el hombre de hojalata algo estirado. Te fijas que tiene un par de articulaciones oxidadas. 
18:45:36 ‹Mago de Oz› Y ... finalmente, tras de él y como tirando para que no vaya, el espantapájaros con una cara que parece un poema. Ambos llevan su chapín colorado. 
 

Así que aquí estaban los unos y los otros.

El león, atado a una cuerda, de pie y temeroso bajo una puerta.

El espantapájaros y el hombre de hojalata, seco y oxidado respectivamente con un chapín cada uno.

Pero ¿dónde estábais?

 El Hombre de Hojalata no puede evitar asombrarse por la situación y echarse a reír todo lo que le permite el óxido y el anquilosamiento de todo su cuerpo. Casi inerte, con todo su cuerpo tieso Hojalata alza la vista como mal puede para ver mejor al león.

  - Vaya par, no sé cuál de vosotros es mas miedoso... ¿Por qué rugías tanto león, qué pasaba? Bueno, la verdad es que eso no importa tanto ahora mismo, necesito aceite para poder moverme o me voy a quedar como una estatua de Hojalata, ayudadme a buscarlo, ¡Espantapájaros como culpable de lo sucedido deberías ir a buscar un poco de aceite o algún tipo de lubricante para mis articulaciones!

Al verles y cerciorarme de que son ellos me relajo y abro la puerta de par en par, con una sonrisa algo tímida en el rostro y quitándome la cuerda de la cintura respondo: -Encantado de veros de nuevo amigos. Tengo que reconocer...que pasé miedo, y eso me llevó a rugir desesperado. De todos modos venid, aquí hay aceite para tus articulaciones Hombre de Hojalata. -digo mientras me dirijo a coger el aceite que antes vi.

No podia salir de mi asombro al comprobar que los rugidos venían del cobardica del minino, sin embargo, no podía más que sonreir por reencontrarnos los tres otra vez, ya solo faltaba Dorothy para volver a estar todos juntos...

saltando de felicidad y yendo a abrazarlo -¡¡¡LEONCITO!!! ¡¡¡¡GATITOOOO!!! ¿Dónde te has metido? ¿por qué te separaste de nosotros? ¿no querías que estuvieramos juntos? ¿o es que te perdiste?

"Menos mal que León tiene aceite porque yo solo no iba a ir a buscarlo en este sitio tan raro, no no no, solo no"

Al entrar en el almacén, veis que es un lugar lleno de trastos, libros , enseres, piedras... pero resulta que en el suelo, donde hay un charco grande de aceite... no hay nada. Nada de nada.

Bueno, el charco si está.

Fuera el crujir del viento en el lugar deshabitado.

Una vez en el almacén me pongo a ayudar a buscar algo de aceite, aunque la verdad, no se por qué, pero no tenía mucha gana... demasiadas emociones fuertes en un mismo día... así que solo ví el gran charco de aceite... ¿podría servirle? ¿podríamos intentar recogerlo? ¿podríamos usarlo asi?

- Oye Hojalata, ¿estás seguro que no has pasado por aquí antes y lo has dejado? - le digo señalando al charco - Puede que si te tumbas en él ya sea suficiente... ¿o te haría falta un aplicador?  - sugiero sin estar seguro

 Hojalata ve como el león entra en la casa y el espantapájaros le sigue, pero sin embargo, él, que tiene todas sus extremidades tan tiesas hasta el punto de casi no poder moverse, no puede subir los escalones y al ver como sus dos compañeros lo abandonan lo embarga una sensación de lo que se podría llamar impotencia y frustración. Intenta mover su cuerpo, pero ya sólo consigue que le chirríen lo que antes eran sus extremidades y ahora se han convertido en varas de metal inertes.

 - ¿CÓMO DEMONIOS QUERÉIS QUE ENTRE Y ME BAÑE EN ACEITE SI NI SIQUIERA PUEDO MOVERME YA? ¡HAY UNAS ESCALERAS QUE HAY QUE SUBIR PARA ENTRAR Y ENCIMA ME ABANDONÁIS AQUÍ! 

 El Hombre de Hojalata había perdido completamente los papeles, no sabía dónde estaba, y lo que estaba buscando resultaba ser el León Cobarde, el mismo que le había abandonado ahí afuera de la casa sin echarle una mano a subir...

-Grr...hoy no es mi mejor día. -digo tras soltar un gruñido de refunfuño mientras me dirijo hacia el Hombre de Hojalata para ayudarle a subir las escaleras. -Debo decir que el aceite estaba en su debido recipiente la última vez que miré. Quizá hayan sido esas voces... -digo pensativo y preocupado, temeroso de las voces que antes me alentaron a hacer ruido. -Oí unas voces, busqué su origen y no lo hallé...quizá hayan sido duendes... -acabo diciendo apretándome un poco contra el frío y rígido cuerpo del Hombre de Hojalata, mirando para todas partes con miedo.

Tu lo has dicho. Estaba allí, pero ya no está. Y si no está y estaba allí, algo ha tenido que pasar ¿no? La marca del aceite está. Eso lo tienes claro.
 

Ruiditos, pequeños ruiditos en la trasera se escuchan. Nunca pensaste, León, que el almacén tuviera una trasera ¿Cierto? Pero si no ¿cómo explicas que haya desaparecido la lata de aceite?

En realidad, mirais todo al Hombre de Hojalata. No parece para tanto. Algo se pueden mover las articulaciones, anquilosadas, chirrian pero... algo se puede mover.

A lo lejos, escuchais un ruido de la naturaleza.

Te fijas que el titulo del libro es "Regreso a OZ" y hay otro libro que pone mapas.

"Vaya manera de responder... ¿Qué le pasa a Hojalata?... será mejor ponerme en serio a ayudarle para que se deje de quejarse un poco..." así pues, me puse a intentar buscar algún recipiente para el aceite, cuando algo captó mi vista, eran unos libro... unos libros muy bonito, labrados y con una bonita caligrafía... "Regreso a OZ" y "Mapas" leí los títulos para mi, "Que titulo mas extraño... regreso a Oz... ¿Regreso?"

- Chicos, chicos... ¿Habéis visto estos libros? - les pregunté a media voz ya que estaba insimismados con ellos...

-Yo me quedé este libro porque lo vi importante. -le entrego el libro que me quedé al Espantapájaros. -Échale un vistazo a ver qué te parece. -entonces oigo los ruiditos en la parte trasera. -Vaya ¿habéis oído eso? -y el ruido de la naturaleza. -¿Y eso? -asustado, no suelto al Hombre de hojalata. Deberíamos de ir a mirar qué es lo de la parte trasera, lo que sea será culpable de la desaparición de la aceitera.

 Al ver que sus dos compañeros empezaban a asustarse por los extraños sonidos, Hojalata temió por la integridad de su cuerpo si el león lo soltaba por culpa de algún susto.

 - León déjame junto al charco de aceite por favor, intentaré untarme el aceite para que mis articulaciones puedan moverse de nuevo y luego si los señores valientes quieren buscaremos de dónde viene ese sonido.

-Sí... -digo con voz temblorosa y hago lo que el hombre de hojalata me ha pedido, le dejo sobre el charco para ver si se mejora y así poder investigar sobre los extraños sonidos.

Entre el león cobarde y el espantapájaros sin cerebro (que resulta ser el único que puede conseguir leer algo de los libros) rodais a la chatarra ambulante hasta el charco de grasa, donde consigue desentumecer las articulaciones y ponerse en pie. 

Entonces, siguiendo los ruidos que el cobarde del león ha escuchado (¿o se habrá imaginado?) os dais cuenta que en la trasera del almacén hay unos pequeños huecos por donde unos ladrones pequeñitos (quizás del tamaño de los habitantes de Munchkinland) se han llevado la aceitera y varias cosas más.

¿Pero que vais a saber vosotros, si no sois más que un león cobarde, un hombre sin corazón y un saco de paja sin cerebro?

Hojeando el libro, Espantapájaros, te das cuenta que parece un pequeño jornal, un cuento. Y los mapas te indican que estais en Kansas, en un pequeño pueblito abandonado. A un día de camino de una granja y a tres dias de camino de la gran ciudad, bordeando un lago, unas cuevas y un desfiladero, pero es todo el mismo camino, recto, de aquí hasta el final. El camino de tierra. 

[Narradora] --------------
[Narradora] Mientras El Hombre de Hojalata, es ayudado por León cobarde para engrasarse, El Espantapajaros hojea los libros y encuentra algunos datos donde están
[Narradora] Hojeando el libro, Espantapájaros, te das cuenta que parece un pequeño jornal, un cuento. Y los mapas te indican que estais en Kansas, en un pequeño pueblito abandonado. A un día de camino de una granja y a tres dias de camino de la gran ciudad, bordeando un lago, unas cuevas y un desfiladero, pero es todo el mismo camino, recto, de aquí hasta el final. El camino de tierra.
[León cobarde] León cobarde cambia su nickname a El león cobarde
[Narradora] Un camino... eso te suena*
[El Espantapajaros] Seguía absorto en los libros sin prestar mucha atención a mis compañeros, sabía que hojalata se estaba moviendo por el ruido de sus articulaciones
[El Espantapajaros] hojeaba y hojeaba aquellos extraños libros, segun aquellos libros nos encontrabamos en un pueblito de Kansas... "¿Dónde habré oido antes ese nombre? No conozco ningún sitio en Oz llamado Kansas... ESPERAAAA... Kansas... regreso a Oz... Kansas... regreso a Oz..."
[El Espantapajaros] - chicos, chicos, chiCOS, CHICOS!!!! ¿PUEDE SER QUE NO ESTEMOS EN OZ? ¿POR ESO ES TODO TAN RARO? - comencé a gritar un poco por frustración y miedo
[Narradora] El libro parece un viejo diario que alguien escribió hace años. Una niña. En él cuenta una preciosa historia... parece que es final de lo que os pasó a vosotros. El camino de baldosas amarillas, la ciudad esmeralda.... pero la historia sigue, continúa, habla sobre granjas, sobre personas, sobre lugares y sobre obligaciones. Habla sobre un mundo que no es conocido por vosotros
[Narradora] Pero encuentras que tiene la palabra Kansas varias veces escrita *
[El león cobarde] oigo al espantapajaros tan alarmado y no puedo evitar asustarme.-¿Enserio? ¿Es eso posible? Vaya... -"ese mago y sus trucos" pienso
[El león cobarde] -¿Y qué debemos hacer ahora? ¿Y qué eran esos pequeños seres? -la intriga me corroe, así como el miedo a lo desconocido. "¿Qué leyes habrán en este extraño mundo?" me pregunto
[Narradora] Al pasar a la parte trasera del almacén descubres que hay huellas pequeñas que se mueven desde el hueco... hacia el camino*
[El Espantapajaros] todo era cada vez mas raro, y mi cabecita me daba vueltas y más vueltas, no escuchaba lo que decía gatito, tenía que seguir leyendo... "¿qué es todo esto? ¿una broma del mago? ¿un castigo? ¿un premio? ¿que...?" y entonces llegué a la parte donde se contaba lo que debía ser mi historia, nuestra historia...
[El Espantapajaros] una niña había encontrado a un espantapajaros, un leon, un hombre de hojalata y caminaban juntos por el camino de baldosas amarillas buscando a Oz...
[El Espantapajaros] hasta que lo encontramos... y ella... y ella se fue... "nos dejo solos, solos"... sin embargo, la historia seguía, continuaba, pero era rara, como de un cuento de fantasia mencionando sitios, lugares, animales... de los que nunca había oido hablar...
[El Espantapajaros] "todo esto es demasiado raro, ¿es esto real?"... entonces se me cayó el libro de las manos, haciendo un sonido seco al golpear el suelo y cerrarse, mientras seguía sumido en mis pensamientos... cuando me di cuenta de lo que había pasado... me agache rapidamente para recogerlo "este libro es importante" me dije
[El Espantapajaros] - Muchachos creo que tengo algo que contaros... - dije casi en un suspiro
[El león cobarde] al intuir que el posible peligro anda lejos me relajo un poco. -Aquí las pequeñas huellas se alejan hacia el camino... -me acerco de nuevo al espantapajaros cuando le oigo. -¿Qué es eso que tienes que decirnos?
[El Espantapajaros] comencé a hablarles rapida y entrecortadamente - esto... esto... esto... no se... por donde empiezo... vale, vale... empiezo por el principio... ¿recordais que el libro se llama regreso a Oz?... creo que teneis que escucharlo, es una especie de diario donde una niña cuenta lo que le va pasando... y... bueno... creo que habla de nosotros y de dorothy... ¿estáis listos para escuchar la historia?-
[El Espantapajaros] sin más dilación, me puse a leer el libro, mientras se lo contaba a viva voz y lo releia por mi mismo, intentaba creer y asimilar que todo lo que decía era cierto y que nosotros eramos los protagonistas de la historia*
[Narradora] Te da la sensación que ESA niña que escribe el diario es la propia Dorothy*
[El león cobarde] me sorprendo mucho al empezar a escucharle, sus palabras llaman mi interés, y le voy escuchando sin perder detalle. "¿Es esto posible?" me pregunto una y otra vez
[El león cobarde] entonces se me pasa una idea por la cabeza: -¿Es posible que sea el diario de Dorothy? Aunque...¿cómo es posible que haya escrito algo que aún no ha pasado?¿o quizá sí haya pasado? Me duele la cabeza... -con la cabeza hecha un lío me la agarro con las manos sin saber bien qué hacer ni cómo tomarme todo esto.
[Narradora] Te das cuenta entonces de otro asunto... ¿sereis seres normales en un mundo que no conoceis? Supones que si, porque ¿por qué no habría de haber espantapájaros en este lugar?¿ Ni leones, ni hombres de hojalata?*
[El Espantapajaros] cuando termino de leerles el libro en voz alta, se hace el silencio, parecía que estaban tratando de entenderlo igual que me había pasado a mi... y parecía que lo habían entendido igual que yo en mi segunda lectura... - Creo, creo... que si, que es el diario Dorothy... ¿como es posible que la historia siga TANTO despues de haberse ido?...-
[Narradora] Exacto... ¿como es posible? ¿Y cómo volveis a casa vosotros? O más bien ¿qué es lo que teneis que hacer ahora?
[El Espantapajaros] me llevo las manos a las sienes... me estaba sobresaturando... "¿Quienes somos? ¿Donde estamos?" preguntas y mas preguntas me golpeaban conseguir responderlas...*
[Narradora] Buena pregunta, te dices. ¿Desde cuando te haces tantas, por cierto?*
[El león cobarde] -Bueno... -empiezo a decir. -quizá sea bueno empezar a caminar, juntos. -miro al hombre de hojalata.
[Narradora] Si, pero... ¿hacia donde?*
[El león cobarde] hacia el camino, siguiendo las pequeñas huellas.*
[El Espantapajaros] ¿Que me estaba pasando? "esto, esto no es normal" estaba comenzando a marearme, nunca me había surgido tantas dudas, tantos interrogantes, me sujete a una mesa cercana como pude, mientras intentaba solo concentrarme en respirar...
[El Espantapajaros] era una sensación extraña, algo me dolia en el pecho mientras una sola pregunta taladraba mi cabecita... "¿Cómo es posible?...¿Cómo es posible?...¿Cómo es posible?..." -León, espera, necesito tiempo
[El Espantapajaros] *
[Narradora] ¿Tiempo? ¿Tiempo para que? ¿Para macerar al hombre de hojalata en aceite? Terminará marinándose. ¿Tiempo para secarte más al sol? ...*
[El Espantapajaros] conseguía poco a poco calmarme y sin poder evitarlo comence a leer otra vez el libro... hablaba de mi, estaba casi seguro, eran mis recuerdos... todo aquello que me costaba tanto recordar... entonces caí en la cuenta de que desde que habíamos llegado a este sitio, tenía mas dudas... ¿estaba empezando a pensar? "Que me habrá hecho Oz..." intente evitar y ocultar las lagrimas a mis compañeros...
[El Espantapajaros] - Hojalata... llevas mucho tiempo callado... ¿Que opinas de todo esto?
[Narradora] El pobre aún anda revolcandose en su miseria tratando de desentumecerse como buenamente pueda, que no es poco, claro*
[El Hombre de Hojalata] Estaba tan pendiente de desentumecer sus articulaciones y poder volver a moverse libremente que no prestaba atención a lo que le estaban diciendo, literalmente estaba revolcándose en el aceite, restregándoselo por todo el cuerpo, su semblante reflejaba una amplia sonrisa pro el hecho de poco a poco notar como podía mover mejor su cuerpo
[El Hombre de Hojalata] Al escuchar que el espantapájaros le preguntaba su opinión sobre algo mira hacia él sonriendo y para que no pensara que no estaba prestándole atención le dice... - Si si me parece todo muy bien y bonito, bueno... ¿Por dónde vamos ahora?*
[Narradora] Y el chapas ha dado en el clavo ¿Que deberíais hacer? Seguir el camino? ¿Seguir a los pequeños ladrones?*
[El Espantapajaros] "ya le vale al maleducado... le habré leido todo para nada... que poco tacto..." me incorporo dispuesto a seguir a mis compañeros*
[Narradora] Tres... sois tres. Nadie más importante que ninguno ni menos que cualquiera... *
[El león cobarde] -Yo voto por seguir las pequeñas huellas, me da curiosidad qué son y qué pretenden, y dónde van...*
[El Hombre de Hojalata] ¿Pequeñas huellas? ¿Qué quieren decir? No sé de qué hablan, ¿se habrán vuelto locos? - Pues.... Venga va vamos a seguir esas huellas pequeñas. - Dice Hojalata para que los demás no notasen que no estaba prestando atención.*
[El Espantapajaros] saco el mapa que decía donde estabamos, - tambien podríamos ir a la granja o la ciudad, quizas podamos encontrar respuestas alli... -les digo mientra les señalo las direcciones
[El Espantapajaros] *
[Narradora] Que casualmente están todas alrededor del camino.... todas en el mismo sentido ¿Sera una coincidencia? O es que es el único camino que hay en todo ese mundo de Secolandia*
[El león cobarde] Cuando el espantapajaros señala parece que podríamos pasar por todos lados, al menos más o menos. -Bueno empecemos a andar si no os importa, la curiosidad...ya sabéis. -digo sonriendo.
[El león cobarde] me mantengo cerca del espantapajaros por el miedo a la hora de salir, el hombre de hojalata está aceitoso...
[El Espantapajaros] Estaba dispuesto a moverme cuanto antes, necesitaba respuestas y aquí era probable que no las encontrara
[El Espantapajaros] mantenía bien sujetos mis tesoros, los dos libros y el chapin de Dorothy... -Vamos leon - si el aceitoso no me prestaba atención, no iba a darsela yo...*
[El Hombre de Hojalata] Por fin estaba totalmente recuperado, sus movimientos eran totalmente ágiles y encima estaba embadurnado de aceite, le encantaba la sensación de estar bañado en aceite, que gotease por su cuerpo, que lo humedeciera... Sin darse cuenta había estropeado el chapin colorado de Dorothy con el aceite, pero bueno "Ya se secará". - Ehh esperadme ¿no? Les replica Hojalata al ver que le están ignorando. *
[Narradora] --------------------------------------------
[Narradora] Entonces, los tres personajillos curiosos, salen del almacén polvoriento atravesando la calle que cruza el pueblo y que según los mapas que leyó Espantapájaros llegaban a sitios donde había gente viviendo, porque eso es lo que debe habe en las ciudades ¿no? ¿Es ese vuestro destino?
[Narradora] El León cobarde, en un acto de valentía, siguió a los pequeños ladronzuelos de aceite. ¿Es acaso vuestro destino recuperar la manteca? El hombre de hojalata ya está engrasado pero ¿cuánto le va a durar esto? Tarde o temprano volverá a oxidarse ¿Seguireis a los pequeños ladrones? Anda que robar una aceitera....
[Narradora] Y que pensará el Chapas sobre su destino ¿Qué deberá hacer él?
[El Espantapajaros] El león cobarde desconectado (timeout)
[Narradora] Por lo pronto... caminais en la misma dirección de las huellas que van también en la misma dirección que el camino. Luego... oz dirá
[Narradora] -----------

Las huellas de los pequeños ladronzuelos (que no sabeis qué son) caminan torpes al borde de un lado del camino. Os dais cuenta de eso, porque junto a ellas, varias gotas de aceite se marcan en una vía de tierra seca y pedregosa.

De repente, al frente, veis una bifurcación de nuevo.

Y lo que puedes apreciar, según tu entendimiento o de lo que has visualizado en el mapa, es que hacia un lado vais a una especie de cueva perdida. Y hacia otro a la ciudad.

Las gotas de aceite se dirigen a la cueva.