Partida Rol por web

Desde la victoria sobre la Ciudadela de Corona de Hielo, has podido sentir como los espíritus han dejado de estar agitados. Los elementos se encuentran en armonía y parece que una nueva década de equilibro rodeará todo Azeroth, sin embargo, Thrall, antiguo jefe de guerra de la Horda y ahora convertido en Guardián de Tirisfal, ha conseguido advertir gracias a los espíritus que hay algo que no está en orden. El viejo orco, conociendo tus capacidades como chamán entre los orcos, te ha convocado para entregarte una importantísima misión. Deberás ir a las tierras altas de Arathi para entrar en contacto con los espíritus, debes averiguar que es lo que está pudriendo a la tierra por dentro y alarmando a los ancestros ya que así será la única manera de encontrar una forma de purificar una tierra mancillada por años de conflictos.

Mientras estaba de visita en Cima del  Trueno, consultando a grandes maestros en el arte de los espiritus, éstos me advirtieron que pronto seria requerida por el gran Thrall. En efecto, al poco tiempo recibi un pergamino, requiriendo mi presenta en Tirisfal.

Preocupada al no saber cual seria mi labor ante Thrall,  pero a la vez tranquila ya que confio en mis habilidades y en mi experiencia que a lo largo de los años me he ido forjando en el arte de los ancestros. Empece mi camino hacia Thrall.

Pasaron dos dias hasta que llegue a las Tierras Altas de Arathi, lugar donde habitan muchos elementales. Alli percibi una extraña sensacion de negatividad y tambien note que la naturaleza estaba sufriendo un cambio no muy alentador.

Ahora, solo me queda un camino por delante...

 Comenzaste a caminar por las verdes praderas mientras intentabas encontrar un posible nexo que te permitiera entrar en contacto con los espíritus elementales, sin embargo, aquella zona estaba tan azotada por los desbocados elementales que era imposible completar tu objetivo, sin embargo, comprobaste como allá en las alturas, justo en una montaña se encontraba unas ruinas que parecían libres de cualquier tipo de actividad hostil, pero había un problema. Acceder a aquel lugar requería tener mucho cuidado, pues al encontrarse en lo alto de una montaña requería usar tu habilidad para pasar por aquel terreno irregular sin precipitarte por el vacío, pero sabías que era algo que tenías que hacer, igual aquellas ruinas eran tu última oportunidad para entrar en contacto con los espíritus.

 Levante la mirada, y vi que el camino que yo quería seguir no era el viable, debido a los elementales que rondaban por allí…pensando la manera de poder acercarme a mi objetivo, visualicé un sendero que me llevarían a unas ruinas, aunque me retrasarían el hecho de presentarme a Thrall, no tenia mas remedio que caminar hacia ellas…

Pero al acercarme me di cuenta de que debía tener cuidado ya que el mas mínimo fallo me precipitaría hacia el vacío…me eché mi escudo a la espalda y la maza en mi cinto y con mis manos agarrándome a todo saliente o roca, empecé a caminar hacia mi destino…

 Con cuidado y tiempo lograste moverte con soltura por aquel terreno tan complejo. Fueron unos segundos muy largos porque sabías que si ponías un pie en el lugar equivocado te precipitarías al vacío, pero por suerte, aquel pequeño trayecto dio lugar a un terreno firme que te pondría a salvo.

Ahora te encontrabas en aquel saliente que viste, a escasos metros de ti hay unas ruinas de piedra, a simple vista parecen ser de origen orco aunque se necesitaría más tiempo para averiguarlo con seguridad. Por fortuna, el lugar donde estabas ahora era pacífico y libre de peligros, te encontrabas cara a cara con aquellas ruinas y pensaste que igual era un buen momento para intentar entrar en comunión con los espíritus elementales, aquellos que te revelarían información sobre qué es lo que está pasando en el mundo.

Después de haber pasado por ese camino tan inestable llegue hacia las ruinas, pensé que era un buen momento para conectar con los espíritus mediante la técnica del trance, que he ido aprendiendo y forjando cada día mas, apoyándome en toda la enseñanza que tuve en mi niñez, gracias a mis antepasados.

Me coloqué en el centro de aquellas ruinas, y empecé a relajarme para canalizar toda mi energía y  así facilitar la comunicación con los espíritus, de los cuales yo esperaba la respuesta  a todas mis incognitas.

 De repente, notaste como la tierra comenzó a temblar, el aire se volvía más denso, no era normal lo que allí estaba sucediendo. Intentaste contactar con los espíritus pero parecía que había algo que lo impedía. Notabas angustia, pena a tu alrededor, a la vez que mucha confusión. El suelo temblaba cada vez más y más fuerte pero tu seguías sin obtener una respuesta clara.

Desconcertada, pusiste más énfasis en conseguir tu objetivo pero había una fuerza más poderosa que te estaba impidiendo lograrlo. Antes de que pudieras reaccionar a tiempo, notaste como aquella montaña donde estabas comenzó a resquebrajarse. Todo a tu alrededor se estaba desmoronando, las ruinas, la tierra, notaste como perdías el equilibrio mientras el suelo bajo tus pies se precipitaba al vacío.

Comenzaste a caer entre un mar de rocas, presa de un terremoto antinatural que estaba poniendo tu vida en peligro.

Angustiada ante esta caída, intentaba por todos los medios caer de tal manera hacerme el mínimo daño...

 Gracias a tus rápidos reflejos y a tu destreza, lograste encaramarte a un par de piedras que frenaron el doloroso descenso que te esperaba. Con un poco de tiempo y un par de acrobacias, lograste llegar a suelo firme sin sufrir apenas unas magulladuras leves, algo que para tu raza no significa nada.

A tu alrededor no podías ver más que escombros y más escombros, la tierra volvió a temblar de nuevo, pero no con tanta intensidad como cuando se derrumbó el suelo bajo tus pies.

Estabas casi donde partías, debías intentar mantener de nuevo contacto con los espíritus pero parecía que siempre había algo que te lo impedía ¿que podrías hacer para lograr tu objetivo?

Al levantarme de la gran caida, comprobe que no tenia ningun rasguño, me sacudí mi ropaje y mire alrededor mia, me di cuenta que volver a subir por la montaña era un suicidio ya que el camino era muy inestable, decidi buscar un sitio para asi concentrarme y volver a intentar ponerme en contacto con los espiritus...

 Parecía que aquel derrumbamiento había generado un hueco dentro de la fría roca. No muy lejos de ti pudiste contemplar una pequeña gruta, seguramente llevaba tapada siglos sin que nadie se diera cuenta, y ya fuese por azar o por el destino tu habías encontrado una nueva oportunidad para continuar con tu investigación.

Cuando decides adentrarte en ella, notas como si el malestar que sintiera la tierra se prolonga hasta llegar a ti. Aquel lugar escondido albergaba muchos cristales de color verde, eran muy exóticos y nunca habías visto algo similar. No sabías realmente si esos cristales estaban provocando la corrupción, así que igual ahora era el momento de entrar en contacto con los espíritus.

Por fin, una vez que pasó todo el peligro, decidi una vez mas a preparar el ritual, aunque esos cristales verdes, crean en mi una enorme curiosidad, pero por precaución no los toque, comienzo a hacer mi ritual para ponerme en contacto con los espiritus y asi por fin hallar una respuesta... 

 Notas como por fin el ritual está teniendo éxito, sientes que lentamente vas entrando en contacto con los espíritus elementales, oyes voces, aunque más que voces parecen quejidos. Estás sumamente concentrada en tu tarea, notas como el escalofrío recorrer todo tu cuerpo, pero esas sensación la tienes más que controlada, esta no es la primera vez que te pones en contacto con ellos...

¿Que es lo que ocurre? ¿Qué quieres de nosotros? La tierra sufre... ¿Ha llegado el momento? ¿Por qué tanto dolor?

Esas palabras eran las que escuchabas en la lejanía, en un principio parecía que te susurraban, pero las notabas muy distantes.

Al escuchar esos quejidos, empiezo a preguntarles:

- Decidme, contadme... ¿qué es lo que pasa en estas tierras? Es lo que quiero saber. ¿A qué os referís cuando decís que ha llegado el momento?

 Las voces susurraban a tu alrededor, la angustia era patente en su tono.

- La muerte, la destrucción, los que antaño intentaron destruir este mundo de nuevo lo intentarán - decían al unísono las voces.

- La corrupción siempre ha estado en la tierra, ahora está despertando de nuevo después de un largo letargo, todo se pudrirá si no se encuentra una solución, los mortales tienen que luchar por el mundo al igual que lo hicieron sus ancestros, el paso de los milenios otorgó experiencia a las razas de carne, ahora es el momento de llevarlo a la práctica - mientras escuchabas, notabas como seguían escuchándose susurros indescifrables a tu alrededor

- No hay que confiarse, no hay que pensar que se ha ganado, el mal tiene muchas caras y no se han derrotado a todas, la historia vuelve a repetirse y vosotros tenéis que estar preparados, nosotros no debemos hacer nada, es vuestra la responsabilidad... - con esas palabras la conexión se cortó.

Ahora te encontrabas sumida en la oscuridad, al parecer eran tus ojos, cuyos párpados pesaban como si no hubieras conciliado el sueño durante horas. Al parecer esta conexión ha implicado que gastases muchas fuerzas de ahí que te encuentres así.

Parece ser que va siendo hora de informar de lo ocurrido, acabas de recibir un mensaje de advertencia sobre un mal mayor que desconoces pero que parece ser que es antiguo.

Después de toda la información recaudada, me decidí  ir a ver a Thrall, para contarle lo ocurrido en este trance. Pensé que si le informo de todo el me dirá lo que debo hacer. Pero antes de ponerme en marcha, me tumbe para descansar, ya que me sentía debilitada a consecuencia de dicho trance.

 Hiciste un largo viaje hasta llegar a los humedales, donde allí se encontraba provisionalmente Thrall, investigando indicios sobre que era lo que estaba sucediendo en esta tierra. Su presencia para ti era algo que te infundía admiración y respeto puesto que fue Thrall quien liberó a tu raza de la esclavitud de los demonios, una esclavitud que quien sabe si en un futuro intentan recuperar.

Bienvenida a mi presencia hija de la tierra, sé que si has venido hasta mi es porque has averiguado algo que puede sernos útil, tu vínculo con los espíritus siempre ha sido muy fuerte, de ahí que te eligiera para que inspeccionaras las tierras altas de Arathi - comentó en tono afable

- ¿que puedes contarme Nerlas? ¿que te han comunicado los espíritus del lugar?

"Saludos mi Señor, vengo a comunicarle malas noticias, ya que vengo de las Tierras altas de Arathi, lo unico que he llegado a comprender de los espiritus, es que nos aguarda tiempos decadencia, ya que hay cierto mal que nos aguarda y ese mal, es el que en un futuro muy cercano pudrirá toda la vida natural de estas tierras...¡Tenemos que hacerle frente Señor!"

Me quedo inmovil ante Thrall despues de hacerle dicho todo lo que se, esperando alguna respuersta u orden por su parte.

 Thrall asintió preocupado

- Era lo que me temía - dijo con severidad.

- Los espíritus han notado como algo está cambiando en esta tierra y mis sospechas son más que claras, creo que la Legión Ardiente está a punto de iniciar un nuevo ataque pero aún no han mostrado todo su potencial - Thrall se acercó a ti colocó su mano en tu hombro.

- Nerlas, hija de la tierra, has realizado una gran labor, no esperaba menos de ti. Necesito poder contar contigo para futuras investigaciones sobre el asunto, quédate en el campamento de los humedales varios días hasta que pueda profundizar más con la información que me has otorgado y te mandaré a que hagas otra tarea, sea lo que sea procura mantener la calma y si vuelves a tener oportunidad de contactar con los espíritus busca sobre todo encontrar más pistas sobre dónde y cómo empezará todo esto. Honor y gloria para ti, hermana - finalizó Thrall mientras se despedía de ti.

Después de escuchar aquellas palabras de Thrall, decidí irme hacia el campamento para así descansar y estar en plena forma, para que en cualquier momento, estar preparada para  recibir ordenes y ejecutarlas.