Partida Rol por web

Un brillo antinatural aparece en los ojos de Vitel cuando escucha tus últimas palabras. Vitel observa la ventana que has señalado y, parece recrearse en su propio reflejo viendo que aparentemente tú no estás en la habitación con él.
-No se preocupe señor Van Denholm, tomo nota de su situación. Tenga cuidado y procure no crear el pánico si alguien descubre ese dato. Pero por mi parte sigue teniendo permiso para residir en mi ciudad. Siempre y cuando respete las normas.-
Se gira con las manos aún en la espalda: - Nos veremos mañana a las 21:00h espero. Le ruego tenga en consideración mi petición. Y si necesita cualquier otra cosa, no dude en acudir a mí. -

- Claro, eres nueva en la ciudad, ¿verdad? - Los ojos del hombre parecían penetrar tu alma, eran un remanso de paz, y te proporcionaron una tranquilidad que no podías ni imaginar. - Ven conmigo, te mostraré un camino para salir. - Sabes que no tienes por qué hacer caso a esos monstruos de ahí, ¿verdad? Ellos sólo quieren utilizarte. Tarde o temprano se cansarán de ti y te apuñalarán.-
El hombre continuó hablando mientras guiaba a Aurora por los túneles... - Yo puedo proporcionarte ayuda, un refugio y protección. En esta ciudad lo necesitarás. No me gusta como tratan a los nuevos, pero con nosotros tendrás una familia. En Washington nadie es lo que aparenta, todos van por detrás, con mentiras y manipulaciones. Pero si quieres, yo puedo ayudarte. -
Al hombre se le daba bien persuadir a la gente, y tenía un encanto especial... no estabas muy segura pero te sentías muy atraída hacia él y todo lo que tenía que contarte...

Estás en el local que en breve será tu futura discoteca. Casi está acabado todo el acondicionamiento, y tienes a prácticamente todo el personal contratado, en 4 o 5 días todo estará listo para la gran inauguración (salvo que quieras hacerlo más tarde).
Varios de tus contactos han ido llegando y te han puesto al día respecto a la situación en las calles. Todo el sector nordeste, cerca de Baltimore sobretodo, está infestado de drogas y crimen, y lo controláis vosotros (los setitas). Hay varias bandas rivales, pero en definitiva todas acaban trabajando para vosotros... es bueno que haya competencia entre ellas para que la policía y otros vástagos no sospechen.
El Príncipe y sus sicarios os han tolerado de momento y no han hecho ningún movimiento en contra del crimen organizado o los setitas, pero hay un vástago particularmente molesto. Un brujah llamado Philip Freeman, ha declarado una vendetta particular contra todos los antros setitas y ya ha destruido un par de locales... Quizá deberíais hacer algo con él, o sino al menos tener cuidado y preparar la seguridad...

Siguió un silencio, roto al fin por el choque de un relámpago.
-Mañana voy a encomendar oficialmente una misión a unos novatos. En secreto ellos tendrán otra misión. Ambas pueden ser de tu agrado, pues implican capturar a 2 vástagos y traerlos ante mí. En el primer caso podréis usar todos los metodos que queráis, violencia incluída. En el segundo quiero al especímen intacto, ileso. Sé que hay más gente interesada en este segundo caso. Probablemente intenten comprar a alguien del equipo para conseguir llevarse ellos al vástago.-
Su voz era profunda y fuerte, resonando con autoridad.
- Si intentan comprarte a ti te encargarás de hacerles creer que lo han conseguido. Regatea si es preciso. Sea lo que sea lo que te ofrezcan, yo lo doblaré. Si extrañamente no te eligen a ti... encárgate de que nadie se lleva al segundo vástago, lo quiero aquí tan pronto como sea posible.-
El Príncipe dio unos pocos pasos bien medidos hacia la ventana.
Se irguió delante de la ventana, con el Monumento a Washington visible detrás de sí. Las sombras caían por su cara, y sus ojos se clavaban en los tuyos. Sentiste que tu sangre se helaba. Sus ojos brillaron débilmente mientras fuera parpadeaba un relámpago.
- Comprende esto, Kipp del clan Ravnos. Soy Príncipe de Washington. Al contrario que otros Príncipes, no permito amenazas, veladas o no, a mi dominio. La Mascarada es demasiado frágil aquí. Los actos de un neonato estúpido en mi ciudad, incluso de un antiguo, podrían hacer sufrir a toda la Estirpe. Si tienes cualquier necesidad o dificultad, ven a mí. Obedece las Tradiciones y no me causes problemas, y te beneficiarás del poder que sólo Washington puede ofrecer. -
Te miró fija y profundamente a los ojos.
Otra explosión de truenos resonó.
- Tienes mi permiso para permanecer aquí, Kipp. Nos veremos mañana a las 21:00h -
Antes incluso de ser consciente de tus acciones, estabas de pie y al otro lado de la puerta, con el gángster Gino de pie a tu lado. Le miraste. Te lanzó esa sonrisa depredadora.
- Tienes suerte. Le has gustado. -

Observé junto con Vitel el reflejo vacío en la ventana. Lo cierto, es que no tener reflejo nunca me ha atormentado, a fin de cuentas sé cómo soy, he visto algún retrato o esbozo... Sin rastro de la humanidad que tuve hace un tiempo... Soy una criatura de la noche... soy... un monstruo. 

- Como ya le había comentado... Mi clan es un poco oscuro... Pero no se preocupe intentaré alterar lo menos posible la ciudad. - Esto lo digo en voz baja como quien piensa en otra cosa, y de nuevo hablando considerablemente despacio. 

Entonces observo de nuevo a la imponente figura ante mí, y... contesto de nuevo:

- Gracias por su atención señor Vitel, ha resultado un verdadero placer hablar con usted, y poder conocerle en persona. Le dejo con sus asuntos, que sin duda debe ser una persona bastante ocupada. 

Me retiro, encaminándome hacia la calle... Curiosa persona, la que he descubierto hoy. 

(Salvo que me digas lo contrario), camino por la calle aunque aún sin saber muy bien que rumbo tomar... Me debato entre visitar la Biblioteca Tremere... a fin de cuentas nunca conocí a uno, y dicen que tienen conocimientos indescriptibles... tengo un atisbo de curiosidad, pero pienso que sería mejor meditarlo hasta estar seguro de que no es una mala idea. 

Quizá... Lo mejor sea ir a casa... Aún tengo que acostumbrarme a ella. 

¡Oh, dios, eso es terrible! Que suerte he tenido de encontrarme con usted. Ando muy cerca de él, prácticamente temblando por las cosas tan horribles que me ha contado. Me llamo Aurora  musito mientras lo miro de refilón, la verdad es que es muy atractivo.

"Lo conseguí. Tengo el trabajo, estoy prácticamente fuera y hay posibilidades de ganar todavía más dinero. Me gustaría si no fuera por aquella sensación extraña... Tengo que salir."

-Te lo voy a preguntar a ti, Gino, para estar al cien por cien seguro. Acaba de decir que son dos los... ¿ha dicho vampiros o vástagos?... que quiere que le traigamos. Al primero vale todo menos hacerlo cenizas, supongo. Y con el segundo hay que hacerlo por las buenas. El peligro estaría en que hay más gente que lo quiere. Eso era todo hasta mañana a las 9, ¿verdad?- Dijo Kipp, fingiendo la autoconfianza de un matón barriobajero con una sonrisa autocomplaciente. -¿Tú sabes algo más o Vitel va a decir quiénes son mañana?

"En cualquier otra ocasión en mi vida, me hubiera largado de la ciudad después de todo este paripé. Pero ya que tengo que esperar a Ethan, supongo que unos pavos adicionales siempre son de ayuda mientras espero. Además, seguro que ayudan a calmar esta sensación extraña..."

El interior del Aces comenzaba a contar por sus paredes los sueños de John, como si las propias calles hubieran llegado hasta allí. Llenas de tópicos mensajes contra la sociedad consumista y en pos de una vida de vicio, exceso y respeto por la libertad. Si no fuera por el estereotipo de ídolos del hip-hop, el lujo no quedaría bien representado en aquel ambiente, pero era la guinda de un pastel no apto para diabéticos, que alimentaba los deseos del durmiente dios adorado.

Sobre la mesa, un mapa de la ciudad iba marcando los territorios de las bandas, los cruces de calles más adecuados para distribuir la mercancía y como iban a distribuir la falsa guerra, al menos una baja al mes por banda de forma bien sobreactuada. En aquel reservado sólo estaban los más leales, los que le acompañaban a cada parte y aparte de protegerle, eran su voz para los niveles inferiores. El tema del Brujah era más delicado, por lo comenzó a pensar con frialdad. Esperemos que el mariposa y ese mamón curtido no sean colegas, no pienso permitir que se meta en nuestros negocios aquí. Se la tenemos que jugar antes de abrir el Aces, más fuerte todavía después, ja, y el mensaje será más claro, ¿me sentís? Todos en sus cabezas iban planeando con seriedad alguna travesura mientras asentían con interés. Lo mejor será traer a alguien grande para el gran día, yeah..., con gentecilla famosa por aquí no creo que quiera liársela al mariposa, ¿eh? ¿a quién pillamos? Nas... Jay... naaaah, sus hermanos opinaban ofreciendo opciones y descartando algunos, ya ya, qué más da que sea un gansta de NY, yeah, el puto 50 cent, a ver qué se puede hacer. Las discusiones sobre planes, movimientos, jugadas,... continuaron algunos minutos más, sensaciones que satisfacían una mente poco brillante, pero una ambición devoradora.

Bueno, hora de largarse, pilla mis cosas. El número de pandilleros era mayor en el Casino, donde algunos seguían con sus máscaras y sus manos llenas de pintura, esperando poder terminar las paredes. Aquel gran trébol del escenario cargado de calaveras, serpientes, pájaros, pistolas... quedaba especialmente llamativo, era una obra de arte digna de admirar, aunque fuese arte urbano, no dejaba a nadie indiferente. Hey negros, ojos abiertos... discretos  con Philip, pero si os enteráis que tiene amigos, soltadlo, os veo. Aquella advertencia se suavizó por el énfasis afeminado con el que pronunció el nombre del vástago. Cuando sus cosas estuvieron recogidas en el SUV, regresaron a la capilla.

- Tus contactos te informan que habéis tenido suerte y en la fecha de la inauguración estarán por la ciudad tanto 50 cent como Jay-z. Ambos han aceptado colaborar y hacer un concierto doble en tu garito. Parece que todo marcha y que harás una inauguración por todo lo alto.

- Respecto al brujah: Llega a tus oídos que el Príncipe y él no tienen buenas relaciones... es sencillamente un anarquista tolerado, que tiene una vendetta personal contra vosotros. Nadie más le ayuda en esa vendetta (que se sepa) pero sí que tiene algunos conocidos/amigos, que podrían salir en su defensa si se le ataca públicamente. La mayor parte de ellos frecuentan el otro local de moda en la ciudad: El Purgatorio. Es de un estilo completamente distinto al tuyo, más bien de moteros y lo lleva un antiguo Brujah llamado Bjorn. Pero los tuyos te han dicho que en esa zona es mejor no hacer negocios... el tal Bjorn es un bicho duro, un nórdico enorme capaz de partir en 2 a cualquiera que trate de joderle el negocio. Necesitarás algo más de tiempo para ver qué posibles aliados de Freeman serían buenos objetivos, y cuáles un bicho demasiado grande para morder.

Según vagas por la calle te viene a tu prodigiosa memoria la dirección que venía en la carta de los Tremere:

101 Independence Avenue Southeast, Washington, DC, Estados Unidos

Está a poca distancia de donde te encuentras, pero si vas y acceden a dejarte ver su biblioteca... probablemente no dispongas de tiempo para volver a tu refugio esta noche (son como las 4:00 de la mañana).

También recuerdas las iniciales C.R. Supones que tendrás que preguntar una vez llegues, si es que vas hoy. Te arrebujas en tu gabardina a pesar de que no sientes el frío nocturno, y miras a tu alrededor en todas las direcciones...

¿Qué camino tomarás?

Si... ¡sí, claro! Lo que sea por serte útil sonrío de manera coqueta, intentando seducirle. Voy a probarlo si no te importa... ¡es tan bonito! Lo pongo en la palma de mi mano y entonces lo miro. Pero, ¿cómo voy a llamarte si aún no me has dicho como te llamas? Parpadeo lentamente mientras lo digo y giro ligeramente la cabeza.