- El sabbat lleva intentando conquistar Washington desde hace varias décadas... antes incluso de que Vitel subiera al poder. Realizan ataques de vez en cuando, aunque normalmente el Príncipe lo controla bien y las respuestas son rápidas y efectivas... En la época en que Marisa cayó y Vitel subió al poder, aquí reinaba el caos... Vitel no tenía el control que tiene hoy sobre Washington... era imposible controlar al sabbat y esos ataques... De hecho en mi opinión tuvimos suerte de que el sabbat no retomara Washington en 1968 aprovechando la revuelta anarquista. - el joven de aspecto angelical se acaricia suavemente el mentón mientras piensa en las posibilidades...
- Vitel tiene un control bastante absoluto respecto a los vástagos que habitan en Washington... conoce muy bien de dónde proviene cada uno, pero no es una información pública. Los sabbat que nos atacan son partidas de guerra enviadas desde Baltimore, donde la guerra es un poco más abierta... No creo que Vitel ni nadie en esta ciudad sepa quiénes son los sires de esos vástagos. -
Curioso, pero creo que has entendido mal mi pregunta, me refería, a que si se sabe quién es el sire de los habitantes de esta ciudad, no de los sabbatinos.
Entonces Vitel, apareció de la nada, murió Marisa al poco de su llegada y ¡tachan! Controló al Sabbat… es eso lo que me estás diciendo ¿verdad?
- Veamos, personalmente conozco quién es el sire de bastantes de los habitantes de esta ciudad... pero no de todos. Si te interesa conocer el sire de alguien en concreto y yo lo conozco, no me importaría decírtelo. - Chas escucha tus palabras y medita su última respuesta:
- Vitel no apareció de la nada, tenía una historia interesante... aunque la desconozco en su totalidad. Marisa confió en él... era un ventrue antiguo, y necesitaba el apoyo de los ventrue. Con el paso de los años forjaron una alianza. Se dice que Marisa y Vitel fueron amantes. Pero Marisa no desapareció de inmediato como sugieres, pasaron unos cuantos años hasta la revolución anarquista, cuando supuestamente unos Giovanni acabaron con Marisa. Pero nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrió. Un día Marisa había desaparecido... y al día siguiente Vitel se autoproclamaba Príncipe de Washington y sus ghouls se habían hecho con el control de prácticamente todo. Nadie se atrevió a discutírselo. - el apuesto joven pulsa un botón bajo la mesa y al cabo de un par de segundos entra en la sala un hombre bien vestido que trae dos copas y una botella.
- ¿Quieres beber algo? Las conversaciones interesantes con jóvenes apuestas me dan sed... - el piropo ha ido de gratis. Y la sonrisa de Chas no desaparece ni por un instante de su rostro. - Respecto a Vitel y el sabbat. Nunca iría tan lejos como para sugerir eso que has dicho, pero sí que he de reconocer que varios de los ataques sabbat fueron muy convenientes para las aspiraciones de Vitel. - espera un par de segundos para seguir. - Pero también te he dicho que Vitel ha combatido duramente al sabbat, incluso en aquellos tiempos. -
No parece que el primogénito toreador vaya a mojarse en una declaración tan directa contra el Príncipe, y aunque ha reiterado que no cree que controle al sabbat, sí que ha dejado ver que pensaba que algún tipo de relación pudo tener... quizá algún trato o algo por el estilo para que atacaran primero a sus posibles enemigos políticos.
Ok pues quiero saber quién es el Sire de Vitel dice Teresa directamente.
Tu pregunta deja a Chas con el rostro ligeramente desencajado. Probablemente pocas cosas hubieran podido dejarle tan descolocado.
- ¿El sire de Vitel? - casi se le escapa algo del preciado líquido que estaba saboreando de la copa. - Sinceramente no tengo ni idea, y dudo que alguien en esta ciudad pueda decírtelo. No te recomendaría ir por ahí haciendo preguntas de ese estilo. Vitel es un vampiro muy antiguo... Desconozco su procedencia exacta, pero creo que fue abrazado en los inicios del imperio romano... Por lo que sé, muy probablemente podría ser chiquillo del mismísimo Ventrue, o de uno de los chiquillos de Ventrue. -
El joven toreador se recoloca en la silla, parece que se había quedado en una posición incómoda... - ¿Por qué quieres saber eso? -
Curioso… cuando un vampiro es tan antiguo suele alardear de su Sire… si fuera hijo del mismo Ventrue cosa que dudo ¿no crees que lo hubiera hecho saber? No es algo de que avergonzarse sino un punto a su favor que llenaría de miedo a muchos ¡y de príncipes para arriba hablo!
En fin, solo era curiosidad… creí que cuando se presentó a la ciudad dijo quién era su sire, nada más.
- Probablemente Vitel le dijera en su día a Marisa quién era su sire... y aunque sólo sea por una mera cuestión de estadística es muy probable que el sire de Vitel esté más que muerto a día de hoy... - repuso Chas. - De todas maneras tienes razón... Vitel debería haber podido usar esa información para ganar más poder rapidamente... -
El primogénito toreador parece pensativo. - Tengo que enterarme de si los ventrue europeos que apoyaron a Vitel conocen sus orígenes... - esta última frase parece musitarla...
Chas se levanta repentinamente, tan rápido como apareció: - Ha sido una conversación muy interesante, querida... pero debo atender a otros asuntos. - con suma elegancia te ofrece una tarjeta que saca del bolsillo de su pantalón. - Puede seguir disfrutando de nuestra biblioteca, y si necesita cualquier cosa no dude en contactar conmigo. - sonríe y su sonrisa parece iluminar toda la sala... casi inconscientemente dejas escapar una sonrisa. El tipo te cae bien, es muy agradable y sobretodo extremadamente guapo.
Chas hace una leve inclinación con su cabeza y se aleja de la habitación... aunque hace un último comentario: - Me gustaría llamarla y quedar con usted más adelante... si no tiene otros planes claro. -
Hoy día un vampiro no debe fiarse de nadie ¿Por qué debería yo fiarme de usted señor Voyager?
- Respecto a quedar más adelante... sólo deseo disfrutar del placer de su compañía... Puede no fiarse y tomar las precauciones que desee. Lo veo lógico. - responde con una sonrisa seductora.
- Respecto al resto de nuestra conversación, yo en su lugar contrastaría mis respuestas, para asegurarse de que no le he mentido. Pero tenga cuidado con quién las contrasta. Hay gente a la que no le agradaría saber de qué hemos estado hablando. - hace una inclinación a modo de despedida, y casi llega a tocar con la cabeza el suelo. Parece además extremadamente flexible.
Perfecto ¡buenas noches! Dice Teresa sin estar convencida del todo.
Después de esto Teresa se queda en la biblioteca y busca a personajes famosos del imperio romano, que tuvieran dotes de política, que no llegasen a ser extremadamente conocidos (como un emperador), quizás mejor buscar un segundo de estos o similar.
Ok, te quedan 5 horas para acabar la noche (un poco más, pero te reservo algo de tiempo para que regreses a tu refugio). Por cada hora que quieras pasar investigando hazme una tirada de Inteligencia + Investigación (oculta/desglosada) a dificultad 8. Será una tirada extendida y en función de los éxitos acumulados te pasaré más o menos información que descubras de ese tema.
Si prefieres ir hora a hora haciendo tiradas y que te informe de qué vas descubriendo también podemos irlo haciendo así.
Tirada oculta
Motivo: Tirada 1
Tirada: 4d10
Dificultad: 8+
Resultado: 10, 9, 6, 7
Exitos: 2
Tirada oculta
Motivo: Tirada 2
Tirada: 4d10
Dificultad: 8+
Resultado: 8, 3, 9, 7
Exitos: 2
Tirada oculta
Motivo: Tirada 3
Tirada: 4d10
Dificultad: 8+
Resultado: 7, 9, 2, 1
Exitos: 1
Tirada oculta
Motivo: Tirada 4
Tirada: 4d10
Dificultad: 8+
Resultado: 9, 8, 1, 5
Exitos: 2
Tirada oculta
Motivo: Tirada 5
Tirada: 4d10
Dificultad: 8+
Resultado: 10, 6, 10, 8
Exitos: 3
Mi idea es estar hasta que descubra algo, si a las dos horas descubro algo ya está… si tengo que esperar cuatro horas pues cuatro y así.
Te voy a tirar dados para las 5 horas y tú ya me dices cuantas horas tardo, si tardo 3 horas desecha el resto. Te lo hago así para ahorrar tiempo. Si no te gusta solo tienes que coger la tirada número uno.
Tras cuatro horas de dura y laboriosa investigación acabas con cinco nombres sobre la mesa. 5 tipos maquinadores, con dotes para la política y que cuadran dentro de tus criterios de búsqueda (personajes famosos del imperio romano, que tuvieran dotes de política, que no llegasen a ser extremadamente conocidos como un emperador):
Me parece correcto. A la cuarta hora has descubierto todo lo interesante que podrías sacar.
NOTA: aviso que es un poco tostón.
Intento reducir la lista buscando en la sección de arte bustos y cosas así, también intento reducir el círculo un poco más buscando más de la vida de cada uno, busco también color de ojos, pelo, etc. Cuando termine me voy a casa del Conde que será mi nueva residencia momentáneamente. Quiero llegar a la casa del conde para charlar con él unos diez minutos y dormir, aunque iré con tiempo de sobra por si acaso.
En tu búsqueda encuentras imágenes y bustos tanto del senador Cayo Calpurnio Pisón, como del poeta Marco Aneo Lucano.
De los otros tres no encuentras nada salvo alguna vaga descripción física que no te da ninguna pista sobre nada.
Recoges tus pertenencias y toda la información que has recopilado y te marchas de la biblioteca cuando queda algo más de una hora para el amanecer... sabes que tardarás unos 45 minutos en regresar al castillo del Conde, así que os sobrará un poco de tiempo para charlar.
Igor te abre el rastrillo de nuevo cuando llegas... No parece muy sorprendido de verte aparecer. Siguiendo el mismo ceremonioso procedimiento, te guía de nuevo con su antorcha hacia el interior del castillo, aunque procura mantener el fuego muy alejado de ti.
El Conde se encuentra esperándote en la sala principal.
- Buenas noches de nuevo, querida. - dice mientras se acerca con gracia y mucho estilo, hace una reverencia y te besa la mano. - ¿Vienes a disfrutar de la hospitalidad de mi castillo por un día? -
El Conde sonríe con delicadeza: - Estoy encantado de que me honres de nuevo con tu presencia. Pasa y pónte cómoda. Aún tenemos un rato antes de que amanezca, luego Igor te llevará hasta tus aposentos. - el hombre se mueve hasta sentarse en una de los lujosos sofás y espera a que te sientes en el sofá adyacente.
Hola señor Adams… quería preguntarle si conoce ¿usted a… Casio Querea, Lucio Elio Sejano o Nevio Sutorio Macro?
Observo si cuando nombro a alguno de los tres cambia un poco la cara o hace algún gesto extraño.
Uno de ellos es Marcus Vitel… y aun no sé cual.
En teoría no debe haber tanta sorpresa, yo le dije que utilizaría su castillo como refugio. Otra cosa entiendo que si no me has dicho nada ambos bustos que he encontrado no se parecen al de Vitel.
- No me suena ninguno de esos nombres - responde el conde con sinceridad... - Veo que te has tomado muy en serio el tema de investigar... - apoya su mentón en su mano izquierda y medita un instante.
- No sé cuál es la verdadera identidad de Marcus Vitel. Él dijo ser Marco Vitelio, un centurión romano... Nadie se lo discutió en su día, y realmente, habiendo pasado dos mil años es algo muy difícil de comprobar o rastrear... Pero sí hay algo que sé... - te mira y sus ojos proyectan un brillo muy intenso... Parece extremadamente serio y un aire de peligro comienza a rodearos. - No pude avisar a Marisa a tiempo y es algo que me reconcome... Marcus Vitel no es un Ventrue. Es en realidad un Lasombra. Hasta el momento me he visto incapaz de probar nada, y sé que si Vitel supiera que lo sé... que lo sabemos - dice haciendo hincapié en el plural, puesto que ahora tú también lo sabes. - seríamos vástagos muertos. Primero sería un suicidio social y político... Vitel se aseguraría de desacreditarnos... y finalmente acabaríamos desapareciendo de una forma u otra. -
El conde apoya una mano en tu hombro con suavidad pero con firmeza. - Teresa, nunca hasta ahora había encontrado a nadie con tanto tesón y tantas ganas de hacer frente a Vitel. Realmente me has impresionado y en cierto modo me siento inspirado. Necesitamos encontrar pruebas, pruebas que podamos mostrar a alguien... Estoy pensando en el Pontífice. Sería el más indicado. Pero hasta ahora no he podido demostrar nada... Y Vitel me vigila... en la distancia pero me vigila. Por eso he fingido todo este tiempo ser un loco excéntrico que vive sólo en su castillo. Si me dedicara a la vida política Vitel acabaría conmigo por lo que pudiera descubrir. Pero de ti no sospechará... tenemos que aprovecharnos de ello. -
El Conde parece que habla con convicción, es un orador nato y sus palabras parecen inspirarte... realmente parece que se ha emocionado con tu forma de proceder y tus descubrimientos. - Investigaré esos nombres que me has dicho, pero veo difícil poder relacionarlos con Vitel. -
Ninguno de los bustos encontrados se parece a Vitel.
El Conde no está sorprendido de verte de nuevo, te ofreció su refugio con total sinceridad... Quizá le pudiera sorprender que hayas vuelto esa misma noche pero poco más... Y de haber alguien sorprendido quizás sea Igor, no el Conde :D
Perfecto… igualmente los incendios fueron provocados eso es seguro, me lo dijo Chas Voyager… sin embargo si Vitel contrala tan bien la ciudad quizás no sea malo… no sé… tengo un lio tremendo en todo esto.
- ¡Vitel es maligno! - salta el Conde repentinamente. - Eso tenlo por seguro. -
Es la primera vez que le ves que pierde aparentemente el control. - Controla muy bien la ciudad, pero planea algo, y no sé el qué. Pero seguro que no será nada bueno... - dice meditándolo.
- De todas formas se hace tarde... mejor vayamos a descansar. Mañana a primera hora podemos hablar más tranquilos y decidir qué hacer. -