Partida Rol por web

Intento controlar mis nervios y me alegro de no haber comido nada en estos últimos días, si no ahora mismo estaría vomitando sin descanso.

Con cuidado subo al piso de arriba buscando al que solloza, espero no asustarlo y mantenerlo en calma. No podré quedarme hasta que venga la policía así que comprobaré que esté bien y me alejaré antes de llamar a Vitel por esta escena. Compruebo que no haya cámaras o alarmas que pueda haber activado ya que sería una putada que los chicos de azul hicieran acto de presencia.

De un salto salvaste el trecho de escaleras que te quedaban para llegar al suelo bajo las calles de la ciudad. Tus pies chapotearon en el agua que corría libre por la zona... aunque apenas cubría unos centímetros.

La zona no estaba nada iluminada, por lo que tu móvil poco iba a poder grabar a partir de ahora. Sin embargo tus ojos comenzaron a brillar con un resplandor rojizo y en un instante pudiste ver perfectamente en la oscuridad.

El pasillo en el que te encontrabas se extendía en ambas direcciones y no tenías modo de saber hacia dónde había huido Jack. Te quedaste totalmente quieta unos segundos tratando de escuchar pero no parecía oírse nada en ninguna dirección.

No parecía existir ninguna pista o indicio que te indicara nada... hasta que distinguiste un reguero de sangre en uno de los bordillos, pegando a la pared. El rastro avanzaba en una de las direcciones, siempre por encima del bordillo y nunca mezclándose con el agua...

Subiste las escaleras con extremo cuidado. Comprobaste que no había cámaras de seguridad o algún otro tipo de sistema de alarma y llegaste enseguida al piso superior. Guiándote por los sollozos llegaste hasta una sala. La puerta estaba abierta y a medida que avanzabas los sollozos se hacían más numerosos y más altos.

Te asomaste por el dintel de la puerta y el mundo se te vino encima...

La sala estaba en perfectas condiciones, bien amueblada, parecía una sala de juegos, con alguna mesa y varias sillas. Juguetes de niños para diversas edades estaban desperdigados pero lo que te horrorizó no fue eso: un montón de niños estaban en la sala, y ahora todos te miraban con ojos temblorosos.

Muchos de ellos lloraban... pero lo que caía de sus ojos no eran lágrimas sino sangre. Uno de ellos te tendió la mano y sonrió tímidamente, mostrando unos caninos muy afilados...

- ¿Señor? - te preguntó timidamente... - ¿Viene a ayudarnos? Duele... -

Tus ojos no reaccionaron de la sorpresa y cuando te paraste a contar tuviste que repetirlo más de una vez. Quince. Quince niños vampiros...

Lo sigo.

Al cabo de un par de minutos llegas hasta una cámara donde parecen confluir varios pasillos de alcantarillado. Aguas fecales se acumulan en este lugar y tratas de mantenerte en el estrecho bordillo. La suciedad te impide ver cuánto cubre el agua y no estás segura de la profundidad o qué podría caber ahí abajo.

El rastro de sangre acaba ahí, y puedes contar hasta 6 pasillos distintos incluído por el que acabas de llegar...

En ese instante escuchas una voz que te pondría los pelos de punta si aún fueras humana...

- Wendyyyy... ¡estoy en casa! - es la voz de Jack aunque no puedes verle... No distingues dónde se encuentra pero está ahí.

Mi mente piensa rápido. Quince niños vampiros, los vampiros no envejecen...por lo tanto serán niños eternamente. Esto es un marrón que no veas.

- Tranquilos...no pasa nada. - intento tranquilizarlos mientras me acerco a la puerta y les digo - ...voy a ayudaros pero a ser tanto le pediré a alguien que me ayude. ¿Hay más niños por aquí?

Saco el móvil y le mando un sms a Vitel.

"Acabo de encontrar a 15 niños convertidos. ¿Cómo procedo? Es en esta dirección...".

Luego se lo mando a Teresa (que creo que tengo el número).

" Acabo de encontrar a 15 niños vástagos en el portal donde entré. Cuando puedas ven."

- No... snif snif - ves que uno de los críos te responde sorbiendo lágrimas carmesí. - Sólo estamos nosotros... Tengo hambre. - dice mientras te mira con ojos suplicantes.

- Yo también tengo hambre... - dice rapidamente otro...

Uno a uno bastantes de los chavales comienzan a quejarse del hambre. No parecen peligrosos, pero son vampiros al fin y al cabo y desconoces de lo que son capaces.

Recibes en tu movil una respuesta de Vitel:

"Que no se muevan de allí. Gino está en camino. Que nadie se los lleve y que no los vea ningún humano. Aguanta quince minutos."

En el mensaje no recibes muchas explicaciones... y no estás seguro del humor de Vitel después de recibir tu sms, pero no tiene pinta de que sea de su agrado descubrir quince nuevos vampiros... y además niños.

Miro a los niños y les enciendo la tele para que se distraigan un poco.

- Nos os preocupéis, aguantad unos minutos. En breve os darán de comer ¿ok? Quedaros aquí.

Intento mantenerme alejado de ellos porque sé lo que la Sed es capaz de hacer en una persona, a mí me convirtió en un asesino cuando sólo llevaba unas horas convertido. Así que debo tener cuidado de estos pequeños asesinos feroces en potencia.

Compruebo que no haya más salidas y entradas para atrancar la puerta llegado el momento. Reviso si hay algo que pueda comer para saciar su apetito como mascotas o algún cadáver más por si Gino no llega a tiempo.

Me pongo las gafas de sol y activo proteam 1 y 2, no entro en ningún pasillo, espero a que venga el tsimize.

De la sala donde estás no hay más salidas... sólo la puerta por la que has entrado y que es fácilmente atrancable.

Sin embargo tu preocupación por la Sed de los chiquillos aumenta puesto que no encuentras mascotas u otros cadáveres... lo más cercano que se te ocurre es el tipo que salió por la puerta principal de abajo y cayó muerto delante de vuestras narices.

Aún así la planta superior donde te encuentras ahora mismo es bastante grande, quizá podrías alejarte y echar un vistazo a las otras 4 habitaciones que aún no has investigado. A lo mejor hay más gente. Pero si hicieras eso... ¿qué harías con los niños? No paran de llorar y algunos alzan sus brazos hacia ti impotentes... pero de momento nada más.

El tzimisce sale de las sombras de uno de los pasadizos. Compruebas que sus brazos y manos han vuelto a cambiar, ahora parecen dos enormes hachas.

- Esto va a ser divertido. - dice con una sonrisa de oreja a oreja. Observas que aún tiene una pequeña herida cerca del cuello donde le alcanzaste una vez con tus garras. Esa herida no parece haberse cerrado.

El tipo se abalanza hacia ti con sus brazos-armas en alto...

Si puedo y me da tiempo le envío el video al conde con las palabras SOS

Si veo que de momento no tiene una actitud muy amenazadora le pregunto ¿Quién eres? ¿porque me buscas a mi precisamente?

Si hay combate o lo veo dispuesto a pelear pues… garrazos hasta el final jejejej si quieres, controla tú las acciones como tú dices.

Aprietas el botón de enviar de tu movil a tiempo de ver cómo Jack se lanza al ataque, no parece tener ninguna intención de hablar. Sueltas el teléfono y dejas a la bestia de tu interior libre... Sabes que la necesitarás para esta lucha...

Un velo rojo cubre tus ojos y ves todo como en un sueño... fugaces destellos borrosos. El olor de la sangre te excita y te llama, a la vez que te vuelve más agresiva.

Y es lo último que recuerdas...

Miro a mi alrededor y les digo:

- Quedaros aquí y esperad un momento...os traeré algo de comer ahora mismo pero tenéis que estaros quietos y sin montar mucho jaleo.

Salgo y cierro la puerta detrás de mí. Busco con qué atrancar la puerta y lo hago para luego inspeccionar la casa y buscar algo que puedan comer. A ver si hay suerte porque si no...espero que Gino llegue rápido.

Restos de muebles destrozados que había por las cercanías te sirvieron para formar una improvisada barricada y atrancar la puerta. Luego te moviste rapidamente por el lugar buscando algo con que alimentar a tantas bestias sedientas de sangre... pero lo único que había era el cadáver del hombre que se encontraba fuera, junto a la puerta. El tipo que había salido sobresaltándoos a Teresa y a ti.

Gino estaba en camino y ya debería quedarle poco, pero aún no había llegado...

Salgo con cuidado y me acerco al hombre que yace muerto para meterlo dentro y así evitar que la gente lo vea. Si veo gente no tocaré el cadáver ya que prefiero no llamar demasiada la atención pero es necesario que les demos algo de comer si la cosa se pone realmente fea...

Salgo con cuidado intentando ocultar mis rasgos con la capucha para hacer mi cara menos visible. Luego intentaré arrastrarlo con cuidado al interior y llevarlo al piso...eso sí no sale nada mal.

Pasan algunos coches pero a esas horas no hay apenas gente en la calle... No parece que el cadaver haya sido divisado ni que nadie haya dado la alerta, pero las manchas de sangre y la puerta destrozada no pasaran inadvertidas mucho tiempo.

Con la capucha embozada logras introducir el cadáver en el interior del edificio, y con algo más de esfuerzo lo subes escaleras arriba. Con cuidado retiras la barricada que montaste y vuelves a entrar con el cadáver en la sala repleta de niños...

Ves un brillo en sus ojos.. parecen cada vez más hambrientos. Y te parece escuchar el chirriar de unas ruedas frenando a la entrada del edificio. Puede que sea Gino llegando, o puede que no.

Vuelvo a atrancar la puerta con los niños y el cadáver dentro. Luego salgo a ver quién es la persona que acaba de llegar. Me preparo para lo peor ya que esta noche está siendo demasiado movida para mi gusto, si va a haber una confrontación tocará huir porque no estoy en condiciones de enfrentarme a nadie.

Me acerco a ver quién es esperando no ver destellos rojos y azules...

Unos tipos con uniformes que parecían de las fuerzas especiales entraron en tromba por la puerta principal del edificio. A la vez escuchaste ruidos de cristales rotos y supusiste que estarían entrando por más ventanas.

Antes de que pudieras moverte, asustado quizá ante semejante entrada, viste a Gino con su traje italiano y su sombrero entrar elegantemente por la puerta. 

El ayudante de Vitel fijó su mirada en ti y se acercó hasta tu posición:

- ¿Dónde están? - preguntó con firmeza. - ¿Quién más lo sabe? - su tono de voz no daba lugar a réplica, parecía ser un asunto muy serio para Gino.