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Waterdeep: Descenso al Averno

Capítulo 1 - Un idiota en apuros

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31/05/2021, 12:56
André Ravenhold

El arcanista y el joven bribón se mueven con soltura y parecen tener no poca práctica con las ganzúas, pues al poco de aproximarse tanto la ventana como la puerta principal se hayan abiertas. La mediana informa sobre la presencia de posibles enemigos en el interior, pero por su gesto se diría que no parecen haberse percatado de sus intentos. André y el resto de los vigías se reúnen con estos, dispuestos a asaltar el almacén.

- Tened cuidado - susurra el hombre de tez oscura posando su mano levemente sobre el símbolo que luce sobre la puerta - Los Zhentarim parecen tener en este lugar un punto de reunión. Esperad oposición. La red negra no es conocida por jugar limpio.

En sus manos sopesa su arma, la cual sostiene con cierta aprehensión. En aquel entorno oscuro sería fácil confundir amigos con enemigos. Desconocía el aspecto de Blagmaar y a Neverember lo conocía de oídas. No quería herir a ninguno de los dos en algún fortuito y desafortunado encuentro.

- ¿Puerta o ventana? - pregunta a los tres infiltrados - Sea como fuere una vez dentro no habrá vuelta atrás. Debemos actuar de prisa y evitar en lo posible que la nadie alce la voz de alarma. 

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31/05/2021, 23:21
Raynard Inaqua

Raynard asintió a las palabras susurradas de André y cuando pidió puera o ventana, el arcanista hizo una seña con la cabeza hacia la ventana. Seguramente esperarían antes a una persona por la puerta que por la ventana y, además, la ventana ya la habían abierto, mientras que la puerta podría hacer ruido, era grande y podía cambiar la luz de la habitación, algo que llama mucho la atención.

Así que, decidido, Raynard se dispuso a colarse sigilosamente por la ventana, buscando cobertura y atento a cualquier movimiento o ruido. Si alguien le descubría no dudaría en usar sus proyectiles mágicos y que los dioses cogieran confesado a quien hubiera apuntado con ellos.

Notas de juego

Pues eso, yo aprovecharía la ventana, que ya la tenemos abierta y que sabemos, de momento, que está despejada de enemigos.

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02/06/2021, 23:24
Brogtah

El semiorco permaneció vigilante mientras el resto entraba por la ventana. Lo mejor era que él entrase el último, cuando todos estuviesen dentro. Pero parecía que tardaban demasiado...

Venga, daos prisa bramó el bruto mientras miraba alrededor—. Cuando estéis, decidlo y daré una patada en la puerta. Es hora de explicar a esa gente que... Uhm... ¡Da igual! ¡Vosotros decidme cuando entrar!

Notas de juego

Yo no me veo colándome por la ventana, pero oye, que podéis convencer al semiorco que es mejor entrar todos por ahí en lugar de hacer el borrico.

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10/06/2021, 17:59
Director

Finalmente, tras muchas dudas, el grupo decide irrumpir dentro del almacén: aún no sabéis que vais a encontrar, pero está claro que mejor pillar desprevenidos a los enemigos que haya dentro.

Parte entráis por la ventana, parte por la puerta, aunque a efectos prácticos cambia poco. La planta de entrada del almacén es grande, pero tampoco demasiado: podéis cruzar la distancia de un extremo al otro en unos segundos. El lugar está lleno de cajas, muebles viejos, restos de botellas tiradas por el suelo y mucha basura que han esparcido por doquier. Aunque está bastante oscuro, la luz que se filtra de las ventanas deja ver con claridad a los cuatro humanoides embozados que rebuscan de un lado a otro con gesto nervioso... Y a los dos que bajan de las escaleras de la planta superior justo en ese momento. Kenkus, por la apariencia, que gritan sorprendidos un cacareo que suena tal que "OAAAHHH" por vuestra intrusión y desenfundan sus espadas cortas.

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10/06/2021, 18:04
Raynard Inaqua

Raynard reaccionó todo lo rápido que pudo y ejecutó el rápido conjunto de pases y palabras arcanas en un momento. Un parpadeo más tarde 3 proyectiles mágicos surgieron de sus dedos y cruzaron la estancia a toda velocidad hasta el kenku más cercano. Concentrando el fuego en uno solo tenía más posibilidades de acabar con el enemigo y cada enemigo que cayera antes de llegar al cuerpo a cuerpo suponía una ventaja táctica. Sólo esperaba que sus compañeros fueran tan rápidos y eficientes o podrían correr grave peligro en breve.

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10/06/2021, 18:05
Director

Nada más cruzar la puerta, Raynard mueve sus manos con rapidez y de sus dedos surgen unos proyectiles que alcanzan a uno de los kenkus, que grazna de dolor con cada impacto y canta, imitando una voz de una niña: "¡¡Dolor, dolor de mi corazón!!". Justo detrás de Raynard aparece la cabeza de Oki agazapada, que susurra un encantamiento en dirección a los pajarracos y crea un área de una luz violácea alrededor de cajas, muebles y los cuatro kenkus que no están donde las escaleras, que parece un fuego arcano salido de la nada. El kenku herido en sus pasos atrás esquiva el conjuro, igual que otro de sus compañeros, pero los otros dos quedan envueltos por dichas llamaradas que parecen distraerles y dejarles más expuestos a vuestros ataques.

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10/06/2021, 18:06
Brogtah

El semiorco miró su hacha. Estaba nueva, a estreno. No tenía ninguna marca, ninguna historia que contar. Ya era hora de empezar a escribir la historia de aquel arma.

Rápidamente y analizando la situación, vio los hechiceros se encargaban de los cuatro que estaban juntos. Lo mejor sería encargarse de los que bajaban por las escaleras, antes de que todos estuviesen juntos.

Con presteza, cargó contra ellos, descargando todo el peso del hacha sobre una de las criaturas.

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10/06/2021, 18:06
Director

El grupo irrumpe en la sala como una exhalación. Los kenkus que bajaban las escaleras graznan sorprendidos mientras uno de ellos ve venir el hacha gigante de Brogtah hacia su cabeza. Por desgracia para el semiorco, el arma golpea el techo de madera junto a la escalera, dando margen al kenku para apartarse del impacto.

Detrás, Darkomin saca el arco y apunta a uno de los kenkus que se agitan asustados ante el fuego arcano que ha creado Oki. Sin embargo, su flecha se clava en la pared del fondo, sin acertar en su blanco.

Más suerte tienen Sihq y Amelia. El primero parece susurrar unas palabras y de su mano surge un proyectil similar a un tentáculo verde y sinuoso, que alcanza en el pecho al mismo kenku al que ha intentado herir Darkomin. El pobre cuervo grazna con voz de anciano: "¡Maldita cadera!" cuando Amelia cae sobre él, le da una patada en la cabeza y lo deja inconsciente.

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10/06/2021, 18:07
André Ravenhold

El grupo irrumpe apresuradamente. Nadie esperaba encontrar más enemigos de los que Darkomin había detectado y el hecho de que fueran kenkus no hacía la situación más natural. ¿Qué demonios hacían aquellos plumíferos embozados en aquel almacén abandonado? No había tiempo que perder. Debían silenciar a aquellos grajos antes de que la situación se les fuera de las manos.

André, espadón en mano, se abalanza contra aquellos distraídos por el hechizo de la mediana. Era una oportunidad de silenciar a varios de ellos a la vez y conocía el movimiento perfecto. Sin embargo, tras dos años de inactividad, la memoria muscular del guerrero de tez oscura no era la misma de antes y aquella pesada hoja no se comporta como debería. El arco es demasiado amplio y el filo pasa rozando a uno de sus rivales. Debía domar su arma si quería evitar que aquellos siniestros individuos cayesen sobre sus compañeros. Y debía hacerlo rápido.

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10/06/2021, 18:08
Amelia

Amelia aprovecha que está rodeada por el grupo de kenkus para volverse contra varios a la vez: descarga una patada en la barbilla del kenku que había herido antes Raynard, lanzando al pobre cuervo volando contra la pared y desplomándose inmóvil. Luego se vuelve hacia el que está rodeado del fuego feérico, el mismo que acaba de esquivar el embite de André, y le da un puñetazo en el pecho, haciendo que el kenku grazne un "Puta, no en la barriga" con la voz de un estibador borracho.

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10/06/2021, 18:08
Raynard Inaqua

Maldición, aquello no era lo que esperaban encontrar, era... mucho más raro. ¿Aquellos seres emplumados habían tomado el almacén como cubil? ¿O hacían algo más elaborado? ¿Podrían interrogar a alguna de esas criaturas? Pero aquellas preguntas tendrían que esperar. Lo primero era derrotar a sus enemigos cuanto antes y la suerte no estaba sonriendo demasiado al grupo incursor. Aunque ya no le quedaban demasiados hechizos, un par de ellos bien usados podían decantar la balanza en su favor. El arcanista humano se echó hacia un lado, tratando de encontrar un buen ángulo de visión desde el que, además, estuviese a cubierto de toda la acción. Y cuando se sintió seguro de poder invocar su poder sin ser sorprendido (todo lo seguro que se podía dadas las caóticas circunstancias), lanzó un nuevo conjunto de proyectiles mágicos al kenku más cercano. ¿Sería eso suficiente?

El impacto de los tres proyectiles golpea al plumifero que está junto a André y Amelia, al que no rodea el fuego feérico. Aunque no consigue acabar con él, grita de dolor mientras retrocede diciendo con voz de niño jugando: "¡Uno, dos, tres!" al recibir los tres impactos...

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10/06/2021, 18:09
Brogtah

Brogtah intenta atacar de nuevo con su hacha nueva, pero vuelve a encontrarse con el problema del techo. Solo arrancar su arma del lugar le cuesta demasiado, y en ese momento los dos kenkus que tiene a su lado aprovechan para realizar sendos cortes tras su armadura... El enorme semiorco retrocede con un gañido, malherido, por suerte aún en pie: viendo lo visto casi podría decir que ha tenido suerte de que no le maten ahí mismo.

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10/06/2021, 18:09
Director

Tanto Oki como Sihq vuelven sus ataques contra uno de los kenkus que lucha contra Brogtah, pero por desgracia ninguno de ellos parece tener la puntería suficiente para acertarle.

En el otro lado del almacén, los kenkus se vuelven contra Amelia. El más herido falla en su empeño, pero el otro logra clavar su espada en el hombro de la chica, que lanza un aullido de dolor y da un par de pasos atrás, sujetando la herida sangrante mientras valora a quien matar ahora.

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10/06/2021, 18:11
André Ravenhold

Como era de esperar los kenkus responden al súbito ataque con sus armas desenvainadas. Pero la contundencia del asalto les deja en desventaja. Sus graznidos y voces robadas resuenan en la sala al tiempo que sus compañeros dan buena cuenta de ellos y pronto dos de los emplumados miembros de la red caen muertos.

André aún se recompone tras el primer asalto. Está rodeado y expuesto. Pero antes de que sus rivales pudieran contraatacar, Amelia se interpone. La hoja que estaba dirigida hacia el joven noble se clava en el hombro de la muchacha. André, sin pensárselo dos veces, alza su espadón por encima de su cabeza y lo deja caer en diagonal. La hoja pasa junto a su compañera y golpea con un desagradable crujido a sus dos atacantes que, segundos después, caen hendidos junto a los otros dos. El filo de la espada está ahora manchado de sangre y plumas negras como la noche.

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10/06/2021, 18:12
Darkomin de Drummer

Mientras voy cargando una flecha y apunto con calma, me fijo quien sangra más el semiorco, o Amelia. Apoyará al que esté más  herido si sigue vivo el adversario cuando termine de cargar la flecha.

Tras ver como André da cuenta de los de su lado, apunto con pausada calma a uno de los que pelean contra Brogtah y suelto la flecha que se estampa con fuerza entre los omoplatos o lo que tenga el bicho este y lo derriba alzándolo unos centímetros del suelo del impulso antes de que caiga muerto.

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10/06/2021, 18:15
Kenku

En apenas unos segundos, todo concluye. El kenku que queda consciente tira su espada corta y alza sus garras a lo alto, soltando un graznido temeroso e imitando a un jefe de una casa de subastas local

-¡No da más, no da más!

El pájaro embozado no habla más por ahora, ni parece tener intención de abrir la boca. No sabéis muy bien que hace ahí, ni el resto de sus compañeros, dos de los cuales siguen inconscientes en el suelo. Está claro por las pintas que ese tipo es un intruso como vosotros.

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10/06/2021, 18:38
Director

Más calmados, podéis ahora observar el almacén en penumbra. 

Está formado por dos plantas, que se accede por unas escalera a la izquierda de la puerta. La planta superior es abierta, una balconada que rodea la planta principal, y hay una luz iluminando un umbral que parece dar a alguna habitación más arriba. Aparte de eso hay cajas diseminadas aquí y allá, pero en la oscuridad es difícil que encontréis nada más.

Quizás debáis interrogar al kenku (o a alguno de sus compañeros inconscientes) pero también podríais buscar alguna pista en derredor.

Notas de juego

Si vais a interaccionar con el kenku, usad alguna habilidad social (la que sea oportuna). No hablará sin más.

Si vais a rebuscar en el almacén, usad Investigación, no Percepción :).

(Y haced uno u otro, claro :D). 

Si vais a la planta de arriba podéis ver que la puerta está entreabierta, pero si entráis dentro dejad claro quien sube porque no se ve el interior de la habitación desde abajo.

Planta 1/2. Darkomin, te había entendido mal, pero sí, tenías razón, la planta superior es abierta y se vislumbra desde abajo. La diferencia es que todas las ventanas dan a la planta baja. 

  

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11/06/2021, 05:36
Oki Fingerskill

Oki suspiró con alivio y miró alrededor.

—Uf! Eso fue intenso. ¿Todo el mundo está bien? ¿Alguien necesita curación? 

 Echó un vistazo a las escaleras.

—Si todos están bien, iré a ver qué hay arriba. ¿Alguien viene?

- Tiradas (1)

Notas de juego

OKi va arriba, pero usando sigilo.

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11/06/2021, 11:36
André Ravenhold

La calma vuelve a reinar en aquel almacén. Cuando el polvo se asienta es evidente que aquellos córvidos no tenían nada que hacer contra ellos. La mayoría había salido ileso, salvo Amelia y Brogtah. La chica había tenido las agallas de enfrentarse a tres de ellos por su cuenta y riesgo y había recibido un feo corte y el semiorco parecía haber tenido su dosis.

- Oki - avisa a la mediana que se apresura escaleras arriba - nuestro amigo Brogtah ha sufrido varias heridas serias. Si fuerais tan amable de ayudarle...

Tras su comentario dirige su atención a los caídos. Dos de ellos aún no han cruzado el velo y, aunque heridos, suponen un peligro si se les deja a sus anchas. Echando mano de una vieja cuerda que se encontraba sobre unos toneles al fondo del almacén, André dispone a los kenkus de manera que sus espaldas se toquen. Acto seguido ata a los dos individuos con fuerza, impidiendo así que hagan nada imprevisto. Nunca se sabe con estas criaturas.

- Pudiera parecer que estos kenkus se divierten a nuestra costa haciendo uso de voces robadas ¿Alguno de vosotros querría saber qué más han robado estos bribones? - dice, invitando a sus compañeros a presionar a los prisioneros.

Notas de juego

Dado que el Sigilo no es lo mío y que en Investigación voy con un -1 lo mejor será que dedique mis esfuerzos a otra cosa.

André ayudará a aquel que se anime a interrogar a los cautivos, ya sea presentando su espada (si tiráis por Intimidación), asintiendo cada pocos segundos (si vais por Persuasión) o distrayendo al kenku (si os va Engañar).

He supuesto que podemos encontrar cuerda entre los enseres del almacén. Si no es así André cuenta con una cuerda de cáñamo que puede usar para atar a los prisioneros.

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11/06/2021, 20:17
Darkomin de Drummer

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   - Bien, todo tuyo, - le dijo a André, - pero si me esperas te ayudo, después de todo... se me da bien percibir palabras. -

   Hico Darkomin un amplio gesto con la mano alrededor.

   - Voy a investigar, a ver que veo, - hago un gesto a Raynard, - ¿podrías acompañarme o al menos tenerme en línea de visión mientras echo un vistazo? - Luego recordó Darkomin un detalle más y así lo dijo.

   - Un detalle más, quizás sería conveniente callar nuestros nombres en su presencia, - señaló al pajarraco.

   Dicho y hechó, Darkomin se dedico a investigar a ver que sacaba en claro de la desaparición, de que hacían kenkus aquí, y de paso, a ver si algo desatascaba su memoria, porque no decirlo. Y ahí que se afanó, en rebuscar con cuidado en el almacén.

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- Tiradas (1)