Partida Rol por web

André sostiene el emblema que le ha entregado el capitán entre sus manos sin tener muy claro cómo responder. Ciertamente formar parte de la guardia, aún si se trataba de una colaboración temporal, no entraba dentro de sus planes. Sin embargo, aquello les permitiría actuar con cierta libertad sin temor a que los miembros de la misma se interpusieran en su camino. La amenaza no tan velada del severo hombre es recibida con una media sonrisa por su parte.

- No se preocupe, capitán - responde al tiempo que sus compañeros abandonan uno a uno el almacén siguiendo al hijo de los Neverember - Una vez hayamos conseguido nuestro objetivo devolver esta insignia será lo primero que haga tras volver a la superficie.

El mancebo se despide de manera cortés y sigue los pasos de su compañía. El emblema cuelga de su pechera. Sin saber cómo ha pasado representaban ahora a la guardia de Aguasprofundas. Con suerte eso les daría alguna ventaja si llegaban a toparse con los miembros de los ojos de Xanathar en las entrañas de la ciudad.

Con la seguridad de quien ha vivido más de una aventura, Renaer localiza el acceso al alcantarillado con suma rapidez. Apartando la pesada tapa de hierro desciende hacia el interior, ignorando el hedor que emana de él. Momentos más tarde la compañía se encuentra con los pies mojados envueltos en una oscuridad casi absoluta.

No era ni mucho menos el lugar más inhóspito en el que el guerrero había tenido la desgracia de transitar, pero el ambiente dejaba bastante que desear. Ni corto ni perezoso André extrae una antorcha del macuto que cuelga sobre su espalda. Aquella mochila no era la suya, pero los enseres que portaba parecían haber sido escogidos por alguien habituado a situaciones como aquella. Un par de golpes de pedernal y un poco de paciencia arrojan algo de luz sobre aquellas pringosas galerías.

- Si eres tan amable, Raynard - dice ofreciendo la fuente de luz al arcanista.

Tras esto da un par de pasos siguiendo la nauseabunda corriente. Si los secuestradores habían pasado por allí probablemente les llevasen una buena ventaja. Ayudado por la tenue iluminación se percata entonces de las curiosas marcas en la pared. Un símbolo amarillo como el que citó el kenku durante el interrogatorio.

- Mirad. Estos deben ser los símbolos a los que se refería nuestro emplumado prisionero. Si la información que nos ha revelado es correcta deben ser las marcas que los ojos usan para moverse a través de las alcantarillas. Deberíamos seguirlas y ver a dónde nos conducen - propone y desenvaina su pesada espada dando a entender que a lo largo del camino podían encontrar resistencia.

Brogtah no tardó mucho en dirigirse a las alcantarillas en cuanto tuvo la oportunidad. Por mucho que pareciese que estaban de su lado, no se fiaba de la guardia de la ciudad. Nunca sabía cuando se la podían líar simplemente por parecer un matón.

Una vez abajo, lo primero que hizo fue sacar su hacha. Si había problemas, mejor estar preparado. Acto seguido, se quedó mirando el símbolo de las paredes. Aquello no le gustaba, pero menos les gustaría a los que osaban esconderse allí.

Cuando André comentó lo del símbolo, en semiorco asintió con la cabeza, para decir—. Yo iré delante. Al fin y al cabo, soy el que menos desentona aquí... Además, yo no necesito luz. Puedo ver perfectamente en esta penumbra.

Y sin esperar réplica alguna, el bruto comenzó a avanzar por las alcantarillas, mientras aferraba con fuerza su hacha. Por Tempus que esta vez iba a conseguir hacer alguna muesca en ese hacha. Porque entonces sí que se enfadaría. Y mucho...

Después de una hora siguiendo señales a través de los túneles, llegáis a una intersección de tres direcciones, y os quedáis detenidos junto a la esquina de una de ellas, ocultos por la luz: en el centro del cruce, una escalera de mano asciende por un conducto de piedra cubierto por una tapa metálica y circular. Uno de los símbolos de tiza aparece trazado en una pared cercana. Detenida bajo el conducto, sin embargo, veis una criatura.

Esférica, del tamaño de un pomelo con un prominente ojo central y cuatro cortos pedúnculos oculares, la criatura flota intentando observar el entorno y vigilante de la entrada. Aún no ha visto a Darkomin, que encabeza vigilante la marcha, ni al resto, pero no hay forma de evitar su ojo: si salierais hacia el pasillo os vería de inmediato.

Recorrer aquellas nauseabundas galerías no resulta ser un viaje agradable. La oscuridad, el penetrante olor y el riesgo de acabar en las profunidades de un sumidero escondido no ayudaban. André se mueve con la vista pegada al suelo evitando como puede perder el equilibrio en aquellos resbaladizos pasillos. Es por eso que cuando Darkomin se detiene no atina a frenar a tiempo y da un empellón a su compañero antes de poder evitarlo.

El joven heredero de la casa Drummer hace una seña hacia adelante y el miembro de la casa Ravenhold tarda un tiempo en darse cuenta de qué es lo que parece haber llamado su atención. Es entonces cuando lo ve. Ojos, ojos por doquier. Aquella criatura malformada parecía sacada de las más retorcidas pesadillas de un mago.

- ¿Qué diablos es eso? - alcanza a preguntar girándose instintivamente hacia Raynard - He oído historias sobre trolls, fantasmas y dragones, pero nunca había visto algo así. ¿Qué hacemos?

Acto seguido gira sus muñecas en torno al mango de su espada, haciendo crujir el cuero bajo sus manos.

—Con tantos ojos, algo que vigila —dijo muy seguro de sí mismo el semiorco respondiendo a la pregunta de André. Mientras apretaba con fuerza el mango del hacha, continuó ansioso—. Dad la orden y cargaré contra esa cosa, por Tempus.

Tal vez si Brogtah no hubiese se hubiese criado en las estepas heladas podría haber sabido que cargar contra un contemplador, por muy pequeño que fuese, nunca era buena idea. Seguramente, podría ser hasta el familiar de algún mago.

Pero como era un semiorco bastante simple, él solo quería tener alguna muesca en ese reluciente hacha que llevaba. Y le daba igual que fuese un contemplador en miniatura, un dracoliche o el mismísimo Halaster Capanegra.

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   Dí el algo innecesariamente, pues el bicho se las trae, y volví con los demás en silencio. Les hago gestos para retroceder un poco y les susurro.

   - He visto un símbolo pintado en la pared, - lo reproduzco en el barro con una ramita, la punta de la daga, lo que sea, - además de que si está vigilando, alguna forma tienen que pasar los que aquí están, sea una contraseña, o un tunel lateral que lo evite, voy a mirar a ver si veo algo que me llame la atención. -

   Dicho y hecho, Darkomin avanzó y examinó fuera del alcance de tanto ojo a ver si había algo que le diera una pista para evitar la criatura que no fuera cargar a lo loco... que no es que no tuviera su propia dosis de locura, pero había límites.

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Oki abrió los ojos con espanto y meneó la cabeza.

—Esa pobre cosa sí que es horrible. 

Se rascó la cabeza con gesto pensativo.

—No sé cuan inteligente será, pero quizá podamos engañarlo —se acarició la barbilla—. Puedo usar mi habilidad para los disfraces para ponerme ese símbolo que vimos en algún lugar visible. Podría convencerlo de que somos uno de los suyos. Claro que de todas maneras deberíais estar listos con la armas, por la ínfima posibilidad de que uno de mis planes salga mal. Eso ha ocurrido unas pocas veces en el pasado, aunque no lo creáis.  

Agazapada, miró con detenimiento a la criatura de múltiples ojos.

—No es muy grande. Quizás sea una buena idea intentar cubrirlo con algo como una capa o un saco y simplemente cogerlo. 

- Haz lo que debas, Darkomin - responde el hombretón - Tus ojos siempre han estado más entrenados que los míos en detectar pequeños detalles que a mi se me escaparían. Si es así podemos intentar evitar un encuentro con esa criatura. Si no...

André se vuelve hacia la mediana. Agachándose junto a ella comienza a vaciar su mochila, dejando sus enseres sobre el suelo.

- El plan de la señorita Fingerskill podría llegar a funcionar - dice colgándose la cuerda al hombro - La criatura es pequeña y podría encerrarla dentro de mi mochila si conseguimos que centre su atención en un sólo punto durante el tiempo suficiente. Oki, ¿creéis que os sea posible mantenerla distraída durante uno o dos minutos?

Quizá la triquiñuela de la pequeña bribona fuera una locura con pocas probabilidades de éxito, pero algo le decía que las ideas de Oki siempre contaban con cierto grado de azar y emoción. Seguramente no sería esta la primera vez que seguían uno de sus alocados planes. 

- No subestiméis a nuestro enemigo por su tamaño - advierte entonces a sus compañeros. Mira en especial al semiorco, quien parece estar más que ansioso por estrenar su brillante arma - Los ojos de Xanathar lo han dejado aquí con un propósito. Un enfrentamiento directo podría traer terribles consecuencias. Si los planes se tuercen necesitaremos que seáis rápidos. No podemos arriesgarnos a que aquella criatura de la voz de alarma.

─Nunca había visto uno de esos en persona, sólo referencias. Está claro que con esa cantidad de ojos tiene que ser un guardián. Y no me extrañaría nada que tuviera poderes mágicos en alguno de ellos. O en todos. Pero somos muchos y él sólo uno, si golpeáramos todos a la vez tal vez podríamos derrotarlo antes de que tenga tiempo de contraatacar.

Necesitaban un plan. Aquella cosa podía ser una simple esfera llena de ojos, pero estaba claro que usaba magia de forma instintiva como mínimo para mantenerse flotando en el aire. Tal vez atacar todos a la vez, o atacar unos cuantos mientras los demás rodeaban a la criatura podría funcionar. Al menos aumentaría sus posibilidades de supervivencia. Y, además, dado que estaban en túneles, aquel monstruo no podría simplemente ascender para librarse de sus ataques, ahí abajo estaba expuesto.

─Cuando me digáis puedo hacer un truco mágico y que se oigan pasos a la espalda del bicho. Eso podría daros un par de segundos de ventaja...

Pues tus conocimientos de historias de la ciudad te dan algo de información.

Eso es como una versión en miniatura de los monstruos aberrantes de las leyendas, los contempladores. Crees haber oído hablar de esa versión como una carente de inteligencia, pero peligrosa sin duda, aunque mucho menos que sus mayores. Quizás un truco podría distraerle y daros tiempo para colaros en silencio o atacarle desprevenido...

Pues tus conocimientos de arcanos y místicas te dan algo de información.

Eso es como una versión en miniatura de los monstruos aberrantes de las leyendas, los contempladores. Crees haber oído hablar de esa versión como una carente de inteligencia, pero peligrosa sin duda, aunque mucho menos que sus mayores. Quizás un truco podría distraerle y daros tiempo para colaros en silencio o atacarle desprevenido... Pero no un sonido. La criatura tiene múltiples ojos, tendríais que hacer que se desplazase u podría veros por uno de sus tentáculos. 

Tus conocimientos de esta criatura no te dan ninguna información. Es la primera vez que ves algo así.

Pero lo cierto es que tampoco ves nada que te llame la atención. La escalera no tiene marcas, estas estaban hechas a tiza y más parecen guías para que los Xanathar no se pierdan en el alcantarillado, que es laberíntico de narices. Tu primera conclusión es que esa criatura puede estar entrenada para reconocer a quienes son miembros de quienes no. Quizás disfrazarse pudiese ser una solución... ¿Pero de quien? Y probablemente necesitaseis magia para ello.

El grupo sigue dubitativo, pensando en un plan para proceder, aunque algunos de ellos meditan y parecen haber sacado conclusiones.

- Toda distracción será bienvenida, Raynard - asiente al arcanista - Usa tu magia y distrae a la bestia. No parece ser especialmente astuta y una ilusión convincente podría llamar su atención.

André observa con cierta aprensión a la criatura ocular. Si lo que Raynard les indicaba era cierto, si aquel ser poseía poderes mágicos, si cada uno de aquellos ojos encerraban un tipo diferente de magia, se encontraban en serios problemas. Poco a poco el guerrero vuelve a colocar sus pertenencias dentro de la mochila. No podían correr riesgos. ¿Quién podría asegurar que aquel pequeño contemplador no sería capaz de perforar la tela y escapar?

- Sin embargo, un enfrentamiento directo no me parece una buena idea - el joven Ravenhold niega con la cabeza - No sabemos qué secretos esconde tras esos ojos, pero no nos conviene averiguarlo. Si consigues alejarle lo suficiente del acceso a la alcantarilla el resto podríamos ascender sin ser vistos. La tapadera de Floon es temporal y cada minuto que pasamos aquí abajo es un minuto menos para él.

Mira entonces a Brogtah y su hacha. Luego sopesa y gira su espada un par de veces. Se vuelve hacia el semiorco. Aquella pesada tapa de hierro no podía ser desplazada si la mediana o sus compañeros humanos trepaban los primeros.

- Brogtah, necesitaré que vayas tú el primero. Sé que dejar pasar la oportunidad de hendir a la criatura no es de tu agrado, pero sólo alguien fuerte puede ser capaz de abrir el acceso a la superficie. Debemos aprovechar cada segundo que el señor Inaqua pueda conseguirnos. Yo subiré el último en caso de que la cosa se tuerza.

—Entonces... ¿Quieres que corra hacia la escalera, ignorando a esa cosa, para abrir la tapa? —preguntó el semiorco al guerrero, al que no le había quedado muy claro el plan del humano—. Que podría hacerlo, pero si la vamos a distraer, sería mucho mejor aprovechar que está distraída y acabar con ella de forma rápida.

El clérigo de encogió de hombros, para decir—. Al final me tocará saltar de la escalera para acabar con esa cosa cuando la cosa se tuerza. Creo que va a ser intertar evitar lo inevitable, pero como queráis.

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   Me encojo de hombros y les susurro, - si hay que disparar, supongo que podría hacer un primer disparo por sorpresa..., id decidiendo. -

   Mientras me oculto lo mejor que puedo, fuera de la vista, y voy encordando con tranquilidad el arco, asegurándome de que toda parte metálica de mi equipo esté engrasada o envuelta en trapos, y con una flecha a mano, espero.

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Raynard se prepara y ejecuta su ilusión. El ruido de pasos por la otra bifurcación hace que la criatura gire su gran ojo hacia allá y comience a flotar babeante hacia esa dirección. Es tan pequeña que os cuesta ver lo que hace casi, pero aprovecháis para acercaros a la escalera... 

Apenas dais unos pasos sobre los charcos del suelo alcantarillado cuando la criatura se vuelve con todos sus tentáculos, se gira hacia vosotros y ruge con su diminuta boca mientras sus tentáculos oculares parecen dirigirse hacia vosotros...