Partida Rol por web

El corazón le retumbaba con cada latido. Taup, taup, taup, taup. ¡Eso era estar vivo de verdad! El viento golpeando su rostro, el ardor en los pulmones, el entumecimiento de las alas, la velocidad vertiginosa... ¡Mucho, mucho mejor que estar sentado en un pupitre! Tauptauptauptauptaup. ¡Y seguro que soy el primero! ¡El profesor Moloch va a alucinar! ¡Seguro! ¡Allá voy, consejo directivo de Babyls!

Se mordió un poco el labio inferior, estirando el brazo tanto como era físicamente posible y abriendo de par en par la mano.

—Ahora sí... —exclamó Adriel entre jadeos, con el tono juguetón de un depredador a punto de dar el golpe definitivo a su presa —. ¡Ya te teng...! ¡Ah!

Así se debía sentir una mosca cuando le dan un manotazo justo cuando está apunto de posarse sobre la comida. Los ojos se le abrieron como platos cuando Euryn fue capaz de mantenerle el ritmo, y mostró una sonrisa feroz cuando escuchó su desafió. ¡No se acuerda de mi nombre! ¡Bueno, pues yo del de ella tampoco!

—¡Serás...! —Adriel se rió un poco. Siendo como era no se lo había tomado a mal, pero tampoco iba a rechazar el desafío—. ¡Vale, tú lo has querido! ¡Te voy a enseñar mi habilidad especial!

Agitando las alas con más insistencia para no moverse mucho, estiró los brazos hacia los lados. Y ese fuego azul tan propio suyo empezó a extenderse por su cuerpo... pero, en esta ocasión, sí que quemaba. Y con ese requerimiento cumplido, se lanzó a por ella. Sorprendentemente, había un poco de estrategia: Suponía que se apartaría... ¡Y si lo hacía volaría hacia el objetivo!

Aquel bichito está mareado y a mi alcance, así que no lo dudo demasiado mientras me dirijo hacia el lugar en donde se encuentra. Claramente solo consta en estirar el brazo y atraparlo, no puede ser difícil. ¡Claro que no! Pero como todo, el grandulón de cuernos está allí y quiere ofrecerse como obstáculo, así que hago un pequeño morrito e intento mantener el vuelo pero algo sucede, las piedras se mueven demasiado. 

Aún así intento con mi poder mover una de ellas y lanzarla hacia él, buscando de esa manera sacarlo de aquel rinconcito en el cielo para que yo pueda atrapar a la cosita de colorines. Sólo espero que aquel movimiento salga bien, mover una de estas rocas no es fácil y pese a que elijo la más pequeña, espero sea suficiente. 

—Tú, tú... Nadita. ¡Ese es mi bichito! 

Flotar no se te da demasiado bien, y de volar ya ni hablamos, así que decides posarte sobre uno de los salientes rocosos del Valle de la Muerte y usar tus poderes para convertirte en una copia exacta, al menos en apariencia, del profesor Moloch Arnon.

La magia tiene éxito, y en unos instantes tu cuerpo ya se ha transformado en el de tu profesor. A continuación decides poner en práctica tu astuto plan y ver si el cariño que aquel bicho volador de clase tenía por vuestro profesor también los tienen el resto de objetivos. Localizas con tu mirada uno de los objetivos que sobrevuela la zona a toda velocidad, y entonces das un fuerte silbido.

El objetivo rosa parece reaccionar, y se detiene en el aire unos instantes, girándose y viéndote posado en la roca. Al parecer se emociona al verte y comienza a volar hacia ti, pero en ese momento... ¡alguien aparece, aprovechando que el objetivo se ha detenido unos instantes, y lo atrapa entre sus manos!

- ¡Sí! ¡Lo tengo, soy el mejor, voy a ser el próximo Hok... el próximo Rey Demonio! - escuchas decir a Panko en el aire, con sus alitas extendidas. El bichito rosa en sus manos emite un chillido agudo de sorpresa, pero Panko no le hace caso. Y entonces... Panko te ve. - Oh... ¿P-Profesor? - el chico parece asustado de Moloch...

La demonio vestida de maid permanece en silencio mientras escucha tu largo discurso sobre la validez de su reclamo sobre el mismo objetivo que tú, aderezado con algunos datos de su vida privada. Su expresión, igual que la tuya, no cambia en ningún momento. Y de hecho, su tono de voz tampoco se ve alterado en lo más mínimo.

- Ya veo. - dice simplemente, volando junto a ti pero a una altura ligeramente superior a la tuya. - Supongo que no debería extrañarme. La fama de la familia Ridere del Consejo es muy extendida, y hay cientos de rumores circulando sobre sus habilidades para recabar información personal. Parece que no son infundados. - dice, más reflexionando en voz alta que otra cosa. Al final, asiente de forma casi imperceptible. - Está bien, te ayudaré a atrapar este objetivo a cambio de no revelar la familia a la que sirvo. También te agradeceré apropiadamente que me ayudes a buscar otro objetivo para mí en caso de que así suceda.

Con esos parámetros definidos, Mania sacude las alas con fuerza y asciende rápidamente dando un buen sprint, alzando su mano y con un par de gotas de sudor resbalando por sus sienes por el esfuerzo. Realmente es rápida, pero su expresión no cambia en ningún momento, ni siquiera cuando finalmente su mano atrapa el objetivo rosita y con alas de mariposa entre sus dedos.

- Misión... - empieza a decir Mania mientras cierra sus dedos, pero cuando lo hace... el objetivo desaparece. No se escapa ni se teletransporta, simplemente es atravesado por los dedos de la maid y se desvanece. La chica se queda mirando su mano y luego te mira a ti. - Tenemos un problema.

- No creo que sean criaturas similares, sino más bien copias de los objetivos. - dice Nija ajustándose las gafas, sonriendo con confianza. - Porque los he analizado con mi mirada demoníaca, y parece que son una especie de diablillos animados con magia. Es decir, no son criaturas vivas de verdad, por lo que no tendría sentido que hubiera más de ellos viviendo por aquí.

Esto coincide con tu análisis de antes...

- No tengo ninguna intención de romper el trato. Espero que tú tampoco la tengas. No soy muy amiga de jugar a la letra pequeña en los contratos, soy una chica de palabra. - Nija se encoge de hombros. - Así que por mí, nos aliamos. Entre dos será más fácil acorralar a uno de esos bichos... ¡Ah! ¡Allí!

Nija señala hacia arriba, ¡uno de esos objetivos rosas está por la zona, volando muy rápido! Nija sacude sus alas y emprende el vuelo hacia allí.

- ¡Intentemos acorralarlo entre las dos! - dice mientras vuela. - ¡Tú lo diriges hacia mí y yo lo atrapo, o yo lo dirijo hacia ti y tú lo atrapas! ¡Lo que prefieras!

Euryn se echa a reír mientras te observa, en un tono claramente desafiante aunque no irrespetuoso. ¡Se nota que a la chica le gusta medir su fuerza, y le parece estupendo que hayas aceptado su reto!

- ¿A eso lo llamas habilidad especial? - dice Euryn al verte cubierto en llamas azules que, al contrario de las que habitualmente te rodean, queman como el fuego normal. - ¡Entonces esto te va a sorprender! ¡¡Uoooooooohhh...!!

La chica aprieta sus puños con fuerza y alza ligeramente su cabeza, con las alas y las extremidades extendidas mientras suelta un grito de batalla que posiblemente no sea necesario para realizar su habilidad. Y de repente, como si fuera un reflejo de lo que acabas de hacer tú mismo, el cuerpo entero de Euryn se ve rodeado de llamas, rojas y ondeantes, que igual que las tuyas emanan calor y probablemente quemen.

Te lanzas a por ella batiendo tus alas, pero ella no se amedrenta ni se aparta. Al contrario: ella también agita sus alas y sale disparada hacia ti, y cuando los dos chocáis en el aire se produce una pequeña explosión de llamas rojas y azules mientras medís la fuerza de vuestros embates... que resulta ser prácticamente la misma. El choque de fuegos os hace salir disparados cada uno hacia una dirección, de la que veníais, y hace que vuestras llamas corporales bajen de intensidad ligeramente.

- N-No está mal, lo reconozco. - dice Euryn sonriendo. - Pero el objetivo será... - Probablemente iba a decir "mío", pero al girar la cabeza se da cuenta de que el bichito rosa con alas de mariposa ha salido disparado por la explosión y ahora vuela por los aires, propulsado contra su voluntad. - ¡AAAAAAAH! ¡QUE SE NOS ESCAPA! - dice, señalándolo.

- ¿Tu bichito? ¡Me temo que no! - dice el demonio grandullón de cuerpo albino, con una gran sonrisa de afilados colmillos. - ¡Este bichito me pertenece a mí, Azgath Shiv... agh!

Concentrado como estaba en su pequeña actuación y demostración de fuerza, tu oponente no repara en que estás usando la magia de tu telekinesis para lanzar sobre él una de las piedras flotantes del lugar. La piedra que usas no es muy grande, pero el golpe es lo bastante inesperado y Azgath lo suficientemente exagerado como para que al golpearlo tu compañero de clase salga volando varios metros, estampándose contra otra roca flotante cercana.

¡El objetivo rosita está frente a ti, totalmente accesible! Alargas la mano, lo tomas entre sus dedos y... ¿lo atraviesas? ¡¿Q-Qué acaba de pasar?!

- ¡Aaaah! ¿¡Lo has evaporado!? - dice el demonio blanco, que vuelve rápidamente volando hacia ti y lo ha visto todo. - ¡Ahora no hay suficientes como para que toda la clase atrape uno! ¡¿Era ese tu objetivo!? ¡E-Eres más temible de lo que pensaba, Corazoncitos!

Pero aunque Azgath piense eso, la forma en la que el objetivo ha desaparecido entre tus dedos te recuerda mucho a cómo la dragona desapareció ayer cuando el dragón rojo la atacó. Porque la dragona no era real... sino que era una ilusión. ¡Puede que esto sea lo mismo! ¿Quiere eso decir que algunos de los bichitos rosas que van volando por ahí... no son reales?

Tenía las manos a su espalda mientras esperaba a que el bicho llegara a el sin mostrar nada más allá de una cara seria hasta que Panko apareció en escena montando numerito, lo que le hizo alzar una ceja aún sin perder la compostura. -Para ser rey demonio se necesita algo más que capturar un objetivo. Dijo, atrayendo la atención del demonio. -¿Eres tú el que ha estado haciendo trampas? Dame el objetivo para poder verificar que es el original, al parecer a uno de vosotros le parece gracioso sabotear la prueba.  Hablaba con tono molesto en su voz, fastidiado por tener que hacer tales cosas por unos estúpidos mocosos.

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Si es engañado

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Revisaría a la bola rosa sin dejar que esta se acercara demasiado a el, manteniéndola sujetada a cierta distancia y asentiría finalmente.-Bien... Puedes irte hacia el círculo mágico. Iré en cuanto consiga encontrar al culpable. Parecía molesto por tener que darle entre muchas comillas la enhorabuena a Panko por haber superado la prueba.

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Si no se lo traga del todo o duda

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-No me hagas perder más el tiempo, si en lo que termino de hablar no me lo has entregado para que pueda ver que es el original, te expulso. Era una amenaza en toda regla, ya no era un " sal de la clase por alborotador molesto" una expulsión era irrevocable y tenía sentido pues estaba interfiriendo en algo tan serio como sabotear las pruebas de toda una clase. 

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Si lo consigo y se va

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Esperó a que se marchara y entonces, tras asegurarse de que ya no estaba en su rango de visión, dejó aparecer una sonrisa ladina en su rostro mientras observaba fijamente a la bola rosa. Sabía que debía ser cuidadoso con los siguientes pasos a seguir ya que el no tenía la ventaja de los demás que era precisamente volar. Prefería perder unos minutos pensando sus siguientes pasos a ir a lo loco y fracasar. 

—Hm. ¡Me temo que no! ¡Ji!

Y tal como digo sucede, es que bueno esa piedra flotante se mueve a mi merced y claro, le da un pequeño golpe a mi querido compañero albino. No es intencional, tampoco es que me gusta jugar sucio, pero el había comenzado. ¿No? Además con esos músculos que tiene, seguro hasta lo soporta si es súper fuerte. Ñam. 

Ya con un obstáculo menos, bueno un gran obstáculo menos, tengo mi bichito muy cerca de mi. Solo es extender mi brazo y cogerlo con la mano, muy fácil, tanto que en mis ojos unos bonitos corazones se dibujan al estar ilusionado con ello. Pero algo sucede, se me evapora. ¿Cómo puede ser? 

Surgen los morritos y esa expresión clara de que algo no está bien. Entonces vuelve a aparecer aquel demonio y lo miro a los ojos confundida, podría creer sus palabras, ostentando poder. Solo que no soy ese tipo de demonio, pese a mi estatus no me gusta fardar. 

—Hm, no. Yo no he sido, creo que algunos de estos bichitos son una ilusión porque el dragón era igual y un compañero nos estaba liando. Así que hemos descubierto algo super grande y debemos ser cuidadosos—le explico con una sonrisa—. ¿Trabajamos en equipo guardando el secreto? Sé que esto es individual, pero... Ahora lo descubrimos y necesitamos dos bichitos de colorines. 

Lo miro a los ojos. 

—¿Quieres? —digo y miro las piedras—. Revisaré todo aquí y si no son reales, hay que cambiar de rumbo. 

       Maravillosa respuesta Miss Almoros... - respondía con una enorme sonrisa luego de escuchar tanto su opinión sobre las esfera, como la parte de la alianza - pues sepa que desde hoy nuestra alianza a sido pactada... y ahora bien... - mirando las prisas que ella llevaba - déjame a mi lo de la captura... - tomando un poco de espacio entre su vuelo y el ángulo que las esferas estaban llevando - intenta acercarlo... yo me encargo del resto 

      Dicho esto, comenzaba a marcar rápidamente el aire alrededor mío... 

donde mis dedos marcaban el aire... una estela de un color perla iba quedando a lo que al final terminaba formando letras... luego palabras y por ultimo una oración...

      Dejando un texto legible para todo quien estuviera en la cercanía y en el momento en el que la ultima de esas líneas fue dibujada, cada una de las pequeñas letras comenzaron a ser disparada hacia la esfera que era atraída por las habilidades de mi aliada, tal que a no ser que tuviera algún truco bajo su redonda apariencia se vería totalmente bloqueada por mis capacidades familiares. 

Al igual que hizo ella, cuando ella estuvo hablando yo me quedé en completo silencio escuchando sus palabras las cuales se referían a los rumores y fama de mi familia, y también aceptando la opción de ayudarme a atrapar al objetivo a cambio de no revelar su secreto, agradeciendo mi ayuda a buscar otro objetivo en caso de hacerlo. Mi cara no cambió en ningún momento ni mostró alguna emoción aparte de indiferencia pura.

Seguramente todos esos rumores tanto buenos como malos son reales- empecé diciendo mientras asentía levemente -Está bien, si me ayudas no diré a que familia sirves aunque no entienda porque tanto secretismo. Has tomado la elección de forma lógica y fría- le terminé confirmando de forma seria además de indicarle como me pareció que se tomó mi chantaje, ante lo cual la chica siguió subiendo metiendo un sprint mientras que yo continuaba a velocidad normal yendo hacia arriba. Ella era rápida, por lo que hice bien en ofrecerle ese trato, pues ya atrapó al objetivo... aunque al agarrarlo, parecía que se desvaneció... ni siquiera en una nube rosa como la vez que lo derribó el profesor.

Dudo que el objetivo tuviera que hacer eso...- dije cuando Mania me dijo que teníamos un problema, al ponerme a su altura -O has apretado demasiado fuerte y lo has matado, o al cogerlos ya dan por pasada la prueba y desaparece, o esto era una ilusión que se ha desvanecido... inoportuno y desagradable cuanto menos aunque no ha sido tu culpa por lo que he visto- dije con seriedad y frialdad mientras con la mirada busqué uno de los diablillos que debía de estar vigilandonos -Profesor, ¿los objetivos desaparecen al cogerlos o que ha pasado?- pregunté con un tono algo más alto, esperando tal vez que el profesor respondiera. Aunque luego, olfateando un poco el ambiente, miré a la maid -Creo que puedo localizar otro objetivo, sígueme- le dije con apatía a la chica sin encontrar la necesidad de comunicarle que seguiríamos ayudándonos mutuamente con el tema de los objetivos, indicándole que me siguiera para localizar a otro objetivo guiándome con mi olfato; aunque esta vez me fijaría bien.

La brillante mente táctica de Adriel había esperado que Euryn se apartara, pero la verdad es que estaba más que contento con la alternativa. ¡Una pelea amistosa nunca está de más! Aunque lo que sí que no se había esperado es que tuviera un detalle en común con ella...

—¡Uahh! ¿¡Así que tu habilidad especial también es así!? —exclamó con los ojos muy abiertos. ¡Y sabe hacer lo mismo que yo! ¡Exactamente lo mismo! ¿¡Cómo es posible!?— ¡Azul contra rojo! ¡Demonio contra demonesa! ¡Fuego contra... fuego!

Como un carnero embistiendo, Adriel se lanzó a por ella, dejando una éfimera estela de llamas azules con cada batir de sus alas. Apretó bien los dientes cuando se chocó con ella... y salió despedido en mitad de aquella explosión bicolor, al final consiguiendo estabilizarse un poco en el aire. ¡¡PERO QUÉ PASADA!! ¡Y pensar que el resto se están perdiendo esto!

—¡Admito que tú también eres bastante fuerte, como-te-llames! —Adriel también tenía la más grande de las sonrisas en su boca, enseñando los dientecillos... hasta que siguió la mirada de ella y se percató de que el objetivo se les escapaba entre los dedos, soltando un grito agudo—. ¡AH! ¡Eh tú, tú no te escapas! ¡VENGA! ¡¡VAMOS A POR ÉL!!

«Vamos» era una cosa muy absurda para decir cuando solo uno iba a poder llevarse el premio, pero casi hasta se había olvidado de esto. Sin esperar a la respuesta de su rival-compañera, extendió ampliamente las alas y empezó a agitarlas con tanta fuerza como podía, para volar con tanta rapidez como lo había hecho antes. Hasta se permitió girar sobre su propio eje unas cuantas veces, dibujando espirales para ganar puntos de estilo.

Y una vez más... extendió la mano. ¡Esta vez no te vas a escapar!

- ¡¡Sí, vamos!! - está de acuerdo Euryn. Parece que por un momento los dos os olvidáis completamente de que estáis compitiendo por atrapar a estos objetivos, y de que de hecho estabais peleando por uno de ellos hasta hace apenas unos segundos. Los dos salís disparados, batiendo vuestras alas con el ímpetu de los superhéroes de las series de la tele, y dejando una estela de fuegos rojo y azul por el camino. - ¡¡Que no se escapeeeeeeeeee...!!

Euryn es extremadamente rápida volando, eso está claro. Pero tú... ¡Tú hoy estás que te sales! Aleteas con una fuerza impetuosa, y con una destreza excepcional, y aunque no parece posible logras adelantar a Euryn... ¡y alcanzar al objetivo! Mentalmente le indicas que esta vez no va a escaparse... ¡y así es! ¡Tu mano se cierra alrededor del bichito rosa con alas de mariposa, y lo atrapas!

- ¡¡Genial!! - celebra Euryn cuando ve que "habéis" logrado atrapar al bicho rosa, y de hecho alza su mano y, con tu mano libre, chocáis los cinco en el aire. Estáis los dos sonrientes y recuperando el aliento después de volar a tanta velocidad, cuando de repente... - ¡¡Aaaah, pero si estábamos compitiendo!! - dice la chica al darse cuenta. Se gira con sus puños encendidos hacia ti... pero al final los baja. - ¡Oh, bueno, qué más da! ¡Lo has atrapado tú, así que es tuyo! ¡Felicidades! - te dice, sonriente. - ¡Eres un rival más digno de lo que esperaba! Deberías volver al círculo mágico, ¡igual hasta eres el primero en terminar la prueba!

- Uhm... ¿Una ilusión? ¿De un compañero? - Azgath parece estar intentando comprender completamente lo que le estás explicando sobre los objetivos rosas ilusorios. Puede que tú no seas precisamente la más lista de la clase, pero parece que el demonio blanco tampoco lo es. - ¡Ajá! ¡Ya entiendo! Quieres decir que un alumno nos está intentando confundir con ilusiones. - dice el chico de los grandes músculos, cruzándose de brazos. - ¡Ah, ja, ja, ja, ja! ¡Buen trabajo al darte cuenta, Corazoncitos!

En cuanto a tu siguiente propuesta, Azgath la considera durante varios segundos... en concreto, dos segundos. Vamos, que no se lo piensa mucho.

- ¡Una alianza, interesante! ¡El anterior Rey Demonio también tenía compañeros en los que confiar! - dice el chico, como si estuviera pronunciando un discurso grandilocuente. - ¡Me parece bien, vamos a aliarnos, Corazoncitos! - es posible que no sepa tu nombre real... - Antes vi por lo menos un par de objetivos meterse entre estas rocas, ¡así que debe quedar uno por ahí! ¡O tal vez más! - explica el demonio blanco. - Cada uno que busque en una dirección... ¡y si lo encontramos, damos un grito para que el otro venga! ¡Y aunque consigamos uno de esos bichitos, no iremos al lugar del fin de la prueba hasta que encontremos otro bichito para el otro! ¿Hay trato?

- ¡Y-Ya lo sé...! - replica Panko cuando le dices que para ser Rey Demonio se necesita más que atrapar un bichito volador. No sólo se le ve nervioso por estar tratando con el profesor que tanto miedo le da, parece que también sufre algo de vergüenza por haber sido pillado dando un discursito motivacional para sí mismo. - ¡¿Qué?! ¡¿Trampas?! ¡¿Alguien está haciendo trampas?! - Panko se sorprende mucho al escuchar esto, y sus pequeñas alitas se agitan con fuerza a su espalda para mantenerlo flotando. - ¡No sé quién hace trampas, pero ese no soy yo! ¡El mío es auténtico!

... Y sin sospecha ninguna, Panko te entrega su pequeño objetivo rosa con pestañas y alitas de mariposa, para que lo examines. El gato-demonio se cruza de brazos fingiendo estar ofendido por la insinuación de que puede haber hecho trampas, pero por el sudor que recorre sus sienes parece estar más preocupado que otra cosa. Cuando le das el visto bueno a su bichito, se lleva las manos a la cintura en una pose de victoria.

- ¡Se lo dije! - dice con cierto aire de orgullo, pero cuando le dices que regrese al círculo mágico se le ve un poco confuso. - ¿Y no tengo que llevar el objetivo? - pregunta con un poco de temor, y cuando le dices que no es necesario ya que se lo has entregado ya al profesor... se lo piensa durante unos segundos. Pero sólo un par. - ¡Vale! Soy el primero, ¿no? ¡No veo que tenga más objetivos! - dice, de nuevo con orgullo! - ¡Allá voy!

Y sacudiendo con fuerza sus pequeñas alitas, efectivamente allá va Panko, que se pierde en la lejanía. Te quedas a solas, con el bichito objetivo en la mano, y viendo a lo lejos solo uno de los alumnos volando. Pero no está lo bastante cerca como para verte, ni tú para distinguir quién es.

Lo que sí que está cerca es un pequeño diablillo parecido a los objetivos rosas, pero de color negro y con un ojo más grande, que te enfoca. Conoces esta especie de diablillos, es un diablillo-cámara, y debe ser el sistema que usa el profesor Moloch para monitorizaros. De hecho te parece que el diablillo-cámara te mira juzgándote, pero obviamente no puede decir nada.

- Si hubiese apretado demasiado fuerte, el objetivo seguramente hubiera estallado en humo rosa como el objetivo que el profesor destruyó en clase. - razona Mania con tono neutro. - Si por el contrario al alcanzar el objetivo se diera la prueba por terminada, debería haber algún tipo de aviso. Aunque juzgando por el incidente del dragón, no descartaría que se tratase de algún fallo administrativo. - admite la maid, negando con la cabeza. - Pero si tuviera que decantarme, sería por la teoría de la ilusión. No he notado ninguna presión en los dedos al agarrar el objetivo, - dice, mirando su mano. - lo que me indica que probablemente no estuviera ahí en realidad.

Por otra parte, localizas un pequeño diablillo parecido a los objetivos rosas, pero de color negro y con un ojo más grande, que te observa fijamente. Conoces esta especie de diablillos, es un diablillo-cámara, y debe ser el sistema que usa el profesor Moloch para monitorizaros. Pero, obviamente, no te da ninguna respuesta a tu pregunta. Solo se limita a observarte fijamente...

Así que, no queriendo perder el tiempo, comienzas a rastrear la zona en busca de otros objetivos, buscándolos por su olor y guiándote también por los patrones de vuelo que los has visto tomar. Tardas un poco, con Mania siguiéndote volando, pero al final localizas un objetivo rosa volando erráticamente por la zona. Al verlo y señalarlo, Mania bate sus alas con fuerza y aumenta su velocidad de vuelo.

- Vamos a intentar acorralarlo. - te dice mientras pasa por tu lado. - Volaré tras él a toda velocidad y lo dirigiré hacia ti, atrápalo cuando lo haga.

Y dicho esto, comienza a volar tras el objetivo.

- ¡Está bien! - dice Nija Almoros, volando tras el objetivo que recientemente habéis avistado. La joven demonio, con sus alas extendidas, vuela rápidamente hacia el pequeño objetivo rosa con alas de mariposa, provocando que éste huya en dirección contraria. Y poco a poco, regulando al dirección de su vuelo, tu compañera de clase consigue guiar al pequeño objetivo hacia ti. - ¡Atrápalo! - te grita.

El bichito cursi vuela huyendo de Nija, pero en el momento en que se da cuenta de que si sigue ese rumbo acabará chocándose contigo intenta cambiar el curso de su vuelo. No le sirve de nada, porque rápidamente realizas tu hechizo familiar y un sello de tinta aparece para inmovilizar al objetivo. El bichito rosa, ahora negro y cubierto de tinta, se ve incapaz de seguir volando al estar sellado y comienza a caer, pero tú lo atrapas con rapidez.

- ¡Estupendo! - dice Nija acercándose a ti, aleteando. Te mira a los ojos, y pronuncia sus siguientes palabras con obvia precaución. - Ahora tenemos que encontrar otro, ¿verdad?

En cuanto Panko se marchó y pudo sonreír de aquella manera, se fijó en que una de las cámaras se le acercaba para enfocarle, parecía que lo hiciera de algún modo como con reproche y eso simplemente le sacó la sonrisa de satisfacción más sincera y juguetona que se le había visto hasta el momento al chico mientras este miraba fijamente hacia el bicho negro. - ¿Me queda bien, verdad? Gracias por prestarme su cuerpo, profesor. Incluso, para hacerle rabiar un poco más a aquel que estuviera viendo a través de la cámara le sopló un beso mientras ponía una pose ridícula en dirección a cámara, siempre sosteniendo al bichillo rosa. Deshizo parte de su disfraz para poder tomar la corbata de su uniforme, siempre sin dejar la apariencia de profesor más que en esa zona y con dicha corbata comenzó a atarlo con sumo cuidado para que este no pudiera mover las alas pero tampoco tan fuerte como para que desapareciera tal y como hizo el de la clase. Una vez hizo eso, se ató el extremo de la corbata a la muñeca así como pudo y se transformó en una bola rosa de nuevo, siendo que ahora tenía una bola rosa que no podía escapar, atada a un rechoncho brazo rosa también. Se había planteado profundamente guardarla dentro de su boca cuando este tomara el aire para inflar el cuerpo y flotar, pero era demasiado arriesgado, lo prefería así y no hacerle daño a la criatura. 

    ¡¡ Yeeeeeeeeeeeeeeei !!

       Feliz miraba tal jugada de ambas, quizás no fuera algo demasiado elaborada o significativa... pero un paso era un paso y eso no lo iba a desestimar, aunque claro... tampoco i..iba a dejar que s..se notara demasiado.

        C..coc..cof e..explendido - cogiendo la esfera ahora negra a la vez que intentaba recuperar la compostura - bien echo Miss Almoros... ten esto de recompensa - volando a su lado y entregando nuestra captura - ahora solo falta encontrar una para mi... y podemos considerar esto finiquitado... ¿ no lo crees ? - dibujando una sonrisa y dejando claro que este era ya suyo ... que tipo de alianza seria si pensara primero en el yo...

     Confío en vuestra vista miss Almoros... ¿ puedes ver a otro cerca....? 

Está lentito de mente el chico de blanco, pero lo comprendo algunos nacemos con algunos problemillas de inteligencia y hay que lidiar con ellos toda la vida. Aunque parezco un poco más inteligente que él, eso es super gracioso y no sé cómo tomarlo. ¿Debería sentirme especial? 

—¡Claro! Es que... El dragón no era real y ese bichito tampoco, así que es eso. 

Le explico como puedo, tampoco es algo sumamente complejo. Lo importante es saber si acepta mi alianza, que temporaria nos puede permitir lograr el objetivo. Además no sé, lo veo un poco honesto y esos músculos son atractivos, como que tiene todo para gustarme también. Aunque, tengo que ganar el prestigio primero y por ello, cuando recibo su respuesta mi cabeza se llena de corazones. 

—¡Awwwww! —doy un gritito y lo rodeo con mis brazos bien fuerte—. Sabía que ibas a aceptar, es que los dos podemos hacerlo porque media neurona con otra media. ¡Forma una entera! 

Ya liberando al demonio gigante de mis ataques cariñosos, asiento a lo que dice a continuación. 

—Trato demoníaco, será así. 

Y lo haré, no tengo mucha picardía en esas cosas y la verdad no me molesta ayudarlo. Creo que ambos podemos ser un gran equipo y también es estrategia hacerlo de esta manera. Así que tras acordar todo lo necesario salgo a puro vuelo con la intención de meterme entre las rocas así encuentro al bichito en cuestión. La idea es que ambos desde distintos extremos podamos dejarlos encerrados. Quizás hay suerte. ¿No?