Partida Rol por web

Conrad no duda un instante, saca la llave inglesa y arrea un mamporro a la ventana de una camioneta Chevrolett. Sencillamente no puede resistirse a esas líneas cuadradas y las llantas brutales con neumáticos de tacos.

Ouuu Yea!!

El cristal estalla en mil trocitos, que se esparcen por los asientos. El encargado de mantenimiento, deja la motosierra apagada sobre el asiento del copiloto, arranca la tapa de los fusibles de un tirón y empieza a buscar los cables para pelarlos con alicate.

Pffff la idea no parece hacerme ninguna gracia pero en cierto modo agradezco el respiro de dejar que alguien mayor que yo tome una decisión, empiezo a echar de menos cosas de mi vida de adolescente. La vida de adulto es dura, algunas más que otras, y la mia ahora mismo no es de las mejores.

Vale. digo escuetamente echando un vistazo a la niña por el retrovisor interior. Encamino el coche hacia la comisaria sin escatimar en infracciones de tráfico, alguna ventaja tenia que tener ser los últimos primos vivos en este pueblucho.

Lo había conseguido. Había conseguido hacer entrar en razón a Oliver. Tenía razón, después de todo, no era el lobo tan fiero como lo pintaban y lo único que había tenido que hacer era entenderle. Sabía que todas las personas eran distintas unas a otras y que la mejor forma de que todo marchara bien entre ellas era que cada una se tomara un mínimo tiempo en intentar entender a la otra. Sin embargo, todos eran tan egoistas que se empeñaban en ver a los demás a traves del patrón por el que ellos mismos se regian, sin tener en cuenta que el de enfrente también tendría su propia opinión y su propia forma de actuar. Si todos hicieran como Franky, seguramente el propio informático tendría más amigos, bueno...tendría al menos uno.

Se limitó a observar la "demasiado" vacia ciudad mientras Oliver conducía intentando ver a alguien, algún coche, alguna persona con la que pudieran hablar. Sentía unas imperiosas ganas de pedirle que, por favor, condujera con más prudencia pero sabía que eso haría que Oliver se revelarara perdiendo así el acercamiento que había tenido con él, además, llegarían mucho antes a la comisaria, así que prefirió no decirle nada...

De pronto, Franky se levantó de su asiento y poniendose practicamente de pie en el interior del coche pasó la mitad de su cuerpo por entre los dos asientos delanteros alargando su brazo hacía el salpicadero del coche- La radio, Oliver!- dijo entusiasmado mientras la encendia- quizas esten explicando que ocurre realmente y que debe hacer la gente o donde puede ir para defenderse

Vale vaaaale digo dando un pequeño volantazo ante el salto de Franky. Dejo que el informático encienda la radio para luego tratar de apartarle con un movimiento de la mano y una mirada severa. Recuperado el espacio que me robaba el entusiasmo del informático doy vueltas a la ruedecilla de la radio buscando un dial.

...y no me llames Oliver, mi nombre es Tom.

Los zombies comienzan a acercarse ya peligrosamente... Poco a poco han ido ganando terreno mientras el encargado de mantenimiento intenta puentear el Chevy pick up. Pero quizás esté tardando demasiado. Hacer un puente no debe ser difícil, pero sin luz, con las manos pegajosas de tejido muerto ajeno, sudado, nervioso y tenso; la tarea se dificulta un poco. Conrad no levanta la mirada, se dedica a lo suyo, con la motosierra descansando en el asiento del copiloto. Fuera están Wilmor y Jeremías listo para abrir fuego o atacar cuando sea menester. Jim no le quita mirada de encima a Tom el superviviente, mientras que Jack sigue agazapado, a la espera.

La lluvia sigue cayendo sin piedad, en esta noche eterna e infernal.

De repente un nuevo problema surge en el grupo. El superviviente cae de rodillas al suelo. Se dobla sobre sí mismo y apoya una mano en la acera mojada; mientras que con la otra se agarra la herida en su hombro contrario. La cabeza gacha, las mandíbulas apretadas en un gesto de dolor; y la palidez como único color en su faz.

Mierda!

- Pero qué cojones... - Observa al camionero con cara de incredulidad - Se está transformando! - Grita poco después, convencido de que ha llegado el momento. - Lo sabía!

Corre hasta colocarse junto a él y prepara su arma para golpear con fuerza la cabeza del superviviente.

- Eh! ¿sigues con nosotros?!

Nervioso, espera la respuesta antes de lanzar su golpe...

Franky estira la mano hacia la vieja radio del Sedan que conduce Óliver. El típico sonido de ondas de radio aparece a un volumen medio. Óliver empieza a mover la rueda de sintonización y los botones de búsqueda automática. Suenan diversos tipos de música, folk y country americanas sobre todo; y algun programa estúpidos de esos que la gente llama para contar sus problemas al mundo.

Os dais cuenta de que las radios locales no funcionan.

Tal vez si esperamos a algún boletín de noticias en alguna radio nacional... Sólo quedan unos minutos para las 4 am.

Tom mira con mirada perdida desde el suelo a Jeremías...

No, no estoy bien. Pero aún no soy uno de esos. Aunque me temo que lo seré en breve. Pero no me des el golpe de gracia aún... Piensa si puedo hacer algo por vostros antes de intentar comeros...

Vuelva a bajar la cabeza, dolorido y murmura entre dientes...

Oh mierda Wendy! Pronto me reuniré contigo. Espero que no estés enfadada por haberte matado de la manera en que lo hice. Lo que ocurrió en casa fue un accidente. Yo no quería hacerte daño... De verdad que no. Oh Dios! Nos has traicionado a todos. Nos has abandonado a nuestra suerte...

Gimotea impotente y en silencio.

Wilmor se coloca junto a Jeremias, observando a Tom. Al final había llegado el momento. Wilmor lanza un suspiro. Aquel chiflado no se merecía transformarse en uno de esos monstruos… Aún así el ex-policía agarró con fuerza la recortada, dispuesto a actuar en cualquier momento.

Si, si que puedes hacer algo más por nosotros antes de transformarte. Cuéntanos todo lo que sabes. ¿Sabes que es el “proyecto creación”? Tu hablaste de algo sobre que Dios nos castigaba por haber manipulado a sus hijos. ¿Te referías a estos monstruos?- Wilmor vuelve a insistir en la misma pregunta que le había hecho antes. Si ese tipo iba a transformarse mejor que les contase todo lo que supiese antes.

Por cierto, siento lo que te ha pasado…

Franky había vuelto a sentarse en el asiento de atras, apartado por los malos modos de Oliver y esperaba inclinado hacia delante con cuidado de no molestar a Anne Marie, que parecia dormir placidamente, mientras éste trasteba la radio intentando encontrar alguna emisora.
- No se pilla RotvilleRadio? es en el dial 106- sugirió a Oliver. Era la emisora que solian escuchar sus padres en su casa, sobretodo su madre mientras hacía las tareas domésticas. Solia despertarle por las mañanas cantando a pleno pulmón las canciones que pinchaban en esa cadena, le encantaban. Sin embargo, no solo no pudieron localizar esa emisora...ninguna radio local parecia estar emitiendo- No puede ser- ¿por que no emiten?, se preguntó el mismo. - Quizas hayan tenido problemas con la tormenta...- esa idea le tranquilizó, al menos más que la otra que barajaba...esta ciudad no ha podido convertirse en una ciudad de zombies por completo en tan solo unas horas

Volvió a echarse hacía atras en su asiento sin dejar de mirar a traves de las ventanas. Si conseguia ver a alguien, algún coche, algún rastro de vida...eso echaría por tierra aquella funesta hipotesis sobre la invasión zombie. Lo malo, era que seguía sin haber rastro humano por las desoladas calles de la ciudad. Lo bueno...ya faltaba poco para llegar a la comisaria...allí tendrían más pistas sobre lo que de verdad ocurría.

- Por cierto, como que Tom?- preguntó a Oliver como si este acabara de haber dicho aquella frase mientras seguían acercandose a su destino- No me estaras vacilando?- la gente solía hacerlo. Era una de las formas en las que se burlaban de él. Sin embargo, un pitido se adelantó a la respuesta del joven que conducía el coche...

¿El “proyecto creación”?

No amigo, no se nada de ese proyecto. Pero está claro que esta transformación extraña de la vida es obra del hombre... El Todopoderoso tiene extrañas maneras de darnos su merecido. Ya era hora... Pero yo pensé que a sus siervos los respetaría. Pero a mi no. No he hecho exactamente lo que él me ha dicho que hiciera... Wendy... La pobre Wendy... Ella si era buena; pero yo acabé con su bondad. Y ahora he de pagar por mis pecados...

Desde el suelo, empapado en lluvia, Tom Truck confiesa sus pecados en voz alta como si fuérais sacerdotes. No os mira a la cara, habla cabizbajo, mirando al suelo, empapado en lágrimas que caen sin cesar desde el cielo.

Jack se incorpora poco a poco, con movimientos lentos, a la vez gira sobre si mismo para observar todo lo que sucede a su alrededor. No podía centrarse sólo en aquellos que estaban delante, no todo el grupo estaba oculto de los zombis, así que podrían venir desde otro lugares cuanto más tardasen en escapar.

Dejando de lado un momento su mirada penetrante e inquietante, parpadea tres veces seguidas y se acomoda la gafas que seguían resbalando por su pronunciada nariz. El frío seguía penetrando en sus huesos, posiblemente en unos días tuviese la peor pulmonía del mundo, de toda la gente... superviviente. Aún así, era preferible una pulmonía más tarde que desmayarse allí en medio justamente en es momento.

Tras echar el vistazo, comprueba como aquellas bestias se iban a cercando. Jack Torrance se las había visto de cerca más de una vez y no quería tener otro encuentro tan pronto. Tan rápido como sus malheridas piernas se lo permiten, se acerca a Conrad e intenta echar un ojo a los cables del coche. Apartando al hombre de golpe, aunque sin mucha brusquedad (la propia de la situación), hace un breve intento de puente.
-Déjame probar un momento... -se limita a susurrar cuando llega a su lado, a la vez que se limpia la sangre de las palmas de las manos.

Mientras dice esas cortas palabras piensa en lo que el superviviente dice.
No... no... No es así, amigo.

Con la atención fija en todo lo que sale de la radio no presto mucha atención a Franky.
Tal vez el empollón haya tenido una buena idea.
Lo que se escucha, sin embargo, no me parece demasiado alentador. Lo cierto es que lo cercano, mi mundo, parece haberse vuelto loco y eso es para preocuparse. Lo que ocurra en la costa Oeste o en el pueblo de al lado poco me importa.

Tal vez sea cosa de la tormenta...
Escucho la pregunta que Franky me hace mirándole un instante por el retrovisor interior. Un encogimiento de hombros acompaña a mi respuesta.
No me mires así ¿no hemos sido oficialmente presentados verdad? el segurita me llamaba asi y no le di importancia...
Bah! olvidalo.

Las señales horarias en la radio aportan una especie de sensación agradable. Ese sonido familiar parece querer deciros que en alguna parte de esta ciudad, o de este país, las cosas siguen siendo como eran... O eso esperais.

Las 4 am. La noche está siendo eterna y aún faltan un par de horas para amanecer. Ambos dos esperais con ansiedad el boletín de noticias a ver si hay algo acerca de lo que está pasando en Rotville.

Ann Marie duerme plácidamente mecida por el vaivén del coche, que avanza a velocidad más moderada hacia la comisaría indicada por Wilmor.

Pero en lo lejos, a una gran distancia, y confundido por los sonidos de la tormenta escuchais un sonido... Como de motor. Parecen ser vehículos aéreos. Están lejos, pero los escuchais con claridad. Alguien viene posiblemente en helicóptero...

Los zombies están ya a menos de cinco metros. Los nervios comienzan a apoderarse ya de Wilmor y Jeremías, que acarician los gatillos de sus respectivas armas indecisos ante lo que hacer.

También Conrad está nervioso. Se le está resistiendo el puente. Y la inesperada "ayuda" de el loco no hace más que empeorar las cosas. El encargado de mantenimiento es apartado de su labor por Jack, que ensangrantado, sudado y mojado se pega a Conrad intentando ayudar.

La situación recuerda a una de esas películas malas de terror donde siempre se crea tensión al arrancar un coche cuando los personajes están en apuros. Pero esta vez está pasando. La pick up Chevrolet se queja ante la manipulación de cables encendiendo las luces de posición... Casi tenía el puto puente hecho, piensa Conrad mirando con ansia la motosierra y los engendros del exterior.

Jim permanece colocado detrás de Tom Truck, que sigue en el suelo arrodillado y con la cabeza gacha. El veterano estudiante, desarmado, se plantea acabar con el infecto humano con sus propias manos.

Los zombies se echan lentamente encima...

GHHHHHH!

Mientras manoseas sin mucho conocimiento los cables que Conrad ha arrancado para hacerle el puente al Chevy, un nuevo estímulo llega a tus sentidos...

En la lejanía, perdido aún entre los sonidos de la tormenta que no parece querer irse, te llega el ruido de motores en el aire.

Helicópteros...

Aún lejos.