Partida Rol por web

La noche paso tranquila. Después de tantas luchas y estrés, pasar una noche donde uno no se tenga que preocupar por una amenaza constante era tranquilizador, tanto para el cuerpo como para la cabeza.
La mañana siguiente llego y el emplumado compañero escuchaba a sus compañeros como poder utilizar el tridente y la varita.
- Vamos a necesitar unos cuantos pergaminos, por las dudas que necesitemos varios intentos. Dijo primero.
- Ademas mi entendimiento de la magia es nulo. Puedo utilizar un par de aptitudes magicas por mi constante entrenamiento, pero después soy un cero a la izquierda. Termina diciendo con una pequeña sonrisa que se trataba de dibujar en su rostro picudo.
- Que quieren hacer? Seguimos buscando o intentamos averiguar como funcionan estos dos elementos?

Me acaricio la barbilla, pensando la situación

"Los pergaminos serán necesarios. No sea que o bien este sea el tridente equivocado, o bien sus poderes realmente hagan falta más adelante"

No debemos olvidar que todo es un ardid, una trampa creada por un mago loco, para intentar cazar valientes. Cuanta más información tengamos, más fácil será librarnos de las trampas del mago.

Aun así... hay un par de cosas que quiero probar:

- Primero tomo el tridente, y trato de atacar a los restos del centollo. Si es mágico, debería de serme muy facil atacar con él. Pero ¿Como de fácil? y ¿Deja algún efecto especial?
- Despues, el tridente se llama "Ola" asi que me dirijo al charco donde vivia el Centollo, y intento dirigir las aguas. Mentalmente, luego dandole ordenes a viva voz "¡Levantate, Agua!"

- Estoy con Aldern, Maestro, creo que debemos aprovechar lo que vayamos encontrando, y eso pasa por poder Identificar. Por el conjuro, no te preocupes, es parte de mis funciones..., le guiño un ojo, parando la instruccion marcial que estoy haciendo, con un inusual buen humor, despues del merecido descanso.

- Respecto al Tridente, Aldern, parece coincidir con la descripcion que del Tridente teniamos. No obstante, puedo estudiarlo bien antes de decidir si elegimos volver a por el pergamino. Si las auras coinciden con lo que se supone que debe tener, y pasa mi escrutinio, entonces tendremos claro que es lo que buscamos...

Cuando Aldern coge el Tridente con idea de usarlo "a ciegas", le pongo la mano en el hombro, y le digo: - Yo no lo haría, compañero, a no ser que nos estuviesemos jugando la vida: a veces los artefactos mágicos tienen salidas que no podemos preveer..., le digo, con seriedad en la voz, y en el rostro.

Karasu asintió con la cabeza antes los comentarios de sus compañeros.
- Si desean averiguar mas sobre estos artefactos, que así sea. Yo no me opondré. Ahora debemos volver. Haciendo una pausa.
- De paso podremos equiparnos nuevamente para incursionar de nuevo en esta montaña.

Kruxull ha estado callado hasta el momento, escuchaba los comentarios de sus compañeros y estaba notando una codicía en sus voces que no le acababa de gustar, quizás los artefactos estaban mejor reposando custodiados por un monstruo...

Si queréis podemos ir a ver al mercader, para que nos recompense por recuperar uno de los artefactos y reaprovisionarnos.

- Falcongris está demasiado lejos como para movernos hasta allí, Kruxull. Creo que lo suyo sería ir a la villa al pie del volcan, Yellowreach, allí compre yo alguno de estos pergaminos, digo, señalando el tubo en el que los porto, y el conjuro de Identificar no es muy poderoso, así que asumo que no habrá problema en conseguirlo... Creo que es lo mas sensato, acabo levantando la vista de mi libro de conjuros, el cual estoy estudiando, tratando de conseguir un arsenal mágico equilibrado para continuar investigando la guarida del excentrico mago Keraptis, o de cualquiera que le estuviese suplantando...

La mayoria vota por volver al pueblo e identificar, y como teneis el camino libre para volver, resulta curioso cuando un grupo lleno de objetos magicos y fuerza y poder de casi heroes tiene que ir a un mago nivel 1 de un pequeñisimo villorio para que le identifique un objeto conseguido, pero como teneis buen oro el inexperto mago acepta

Wave es un tridente cuya cabeza está forjada de acero con un distintivo  azul-verde brilante . El mango de madera esta intrincadamente tallada con peces, algas y similares motivos acuáticos. tridente +1; costo 2315 gp.
Omen: Cualquier persona que agarra a "Onda" oye constantemente un sonar como el de las olas distantes chocando contra alguna orilla invisible. Con una ronda de concentración, el portador puede detectar la distancia y dirección a la cuerpo de agua más cercana de al menos el tamaño de un estanque

El mago os cobra 125mo

"Hum... Quizá unos pergaminos podrían venir mejor, para en adelante" sugiero "Seguramente, esos de ahi estarían de acuerdo con nosotros" digo señalando a los personajes de Rise of the Runelords, que están haciendo un cameo gratuito.

"Y la verdad, no es por aguar la fiesta, pero casi que me esperaba un arma más... LEGENDARIA. Pero algo me dice que localizar el HAGUA será crítico más adelante"

Un chiste más con el agua y ya verás donde acaba ese tridente. Le corta brutalmente al gracioso. Si véis conveniente el uso de pergaminos, podemos adquirir alguno, aún me queda algo de dinero en mi reserva.

- No olvides, Aldern, que el Tridente es una de las llamadas Armas Legendarias, cuyo poder depende de aquel que la empuña. Es mas que probable que este aprendiz que nos ha lanzado el Identificar, no haya podido mas que vislumbrar la punta del Iceberg..., le digo al oido al pistolero, cuando el mago recoge las monedas y se va a contarlas.

- Estoy de acuerdo, nos llevaremos también, si tiene, un par de pergaminos de Identificar, buen hombre!! Como ve, pagamos bien, y en el momento..., digo, ya en alto, en un alarde de simpatía que no suelo desplegar....

Karasu escucho el chiste y la respuesta del reptil y no entendió a que se refería, pero no le dio importancia. Ahora sabían lo que podía hacer el tridente y no era gran cosa.
- Si ya estamos podemos volver, si les parece bien.
- Creo que necesitaremos mas de dos pergaminos, sin subestimar tus grandes habilidades Valanthîr, siempre algo puede fallar. No crees? Comenta el ninja a su compañero.
Ademas podían comprar alguna que otra cosita allí para el viaje.
 

El mago le da un leer magia a valanthir que sin duda tendra mas conocimientos magicos que el mago de nivel 1 que tiene conocimiento de hierbas y poco mas , pero aunque le llaman "El boticario" se interesa de una manera amateur por la magia y le da a Valanthir un pergamino que potenciara sus poderes de adivinacion y efectivamente insitu y mediante una bola de cristal normal prestada por el Boticario y un pergamino de identificar detecta los efectos dichos en el anterior post . Valanthir le pide mas y dice que tiene como mucho 4 mas a 25 mo cada uno

- Muchas gracias por sus servicios. Le dice al joven aprendiz.
- Es hora de volver a nuestro camino, no creen. Luego observa a Kruxull.
- Kruxull, tu no necesitas algunos cristales más? Como los que consumiste en la cueva? Haciendo una pausa y tomando un pequeño saco con monedas les dice.
- A mi me quedan 100 monedas de oro, que estas a su disposición. Ahora para donde vamos?

Un tanto decepcionado con el mago, pues no tiene la magia que esperaba, simplemente me paso el resto de la tarde cuidando de mis armas, engrasando mi revolver y asegurandome de que cada pieza funcione como la maquinaria de un reloj.

Aprovecho para comer un plato caliente en la posada y una generosa jarra de vino -Normalmente nos alimentaremos de raciones frias durante todo el viaje- e intento confraternizar con los locales, sabiendo que en unas horas, continuaremos nuestro viaje

"¿Listos para volver a la trampa del mago loco?"

- Yo ya estoy listo. Le responde a Aldern.
- Por cierto, antes de volver, no deberíamos comprar un poco de alimento? Por si las dudas.
El ninja no quería pasar hambre en la montaña.

- Muchas gracias por sus servicios, "Boticario"!!, digo al iniciado a la magia, pagándole las 100mo por los 4 pergaminos de Identificar.

Tras salir de la Botica, asiento a las palabras del sabio Maestro Karasu: - Sí, deberíamos avituallarnos. Esta vez hemos podido salir, pero no sabemos si eso se podrá repetir..., dejo en el aire, de forma ominosa, pues mi humor continúa taciturno: - No me acabo de fiar de que ese mago loco no este jugando con nosotros..., pienso, mientras nos dirigimos al mercado, y compramos algunas raciones.

Después, nos dirigimos a la Taberna en la que Aldern alternaba con los parroquianos, mientras degustaba algo en un plato humeante. Taciturno, hago una seña al rollizo tabernero para que me sirva lo mismo: - No me apetece ni hablar..., pienso, mientras espero a que traigan mi ración.

Tras comer, mi ánimo, al menos, ha subido algo, si bien me mantengo callado en el viaje de vuelta, con la sombra del volcán engulliendo de nuevo nuestros cuerpos como una gran bestia gigante.