Partida Rol por web

La situación era complicada, pero Zhay no dejó que el desaliento le embargara. A sus pies, Aldern dormía y se ahogaba a la par, mientras Valanthir caía ardiendo, junto a ella, en el infierno de llamas que había provocado el maldito efrit.

Sin dudarlo empujó al pistolero hacia un pasillo lateral, afortunadamente a su altura, tomándose el detalle de ponerlo boca arriba, terminando con las incómodas burbujitas y sacarlo del corredor ardiendo. El que hubiera algo de agua facilitó el proceso, haciendo que el rubio semiflotara y fuera fácil de desplazar y voltear.

Posteriormente se giró al elfo, caído a su alcance y entonando una poderosa plegaria a su diosa invocó la sanación de su compañero.

- ¡Arriba Val! - gritó al final de su plegaria, mientras le imponía las manos -. ¡Milani te quiere en pie combatiendo y lo quiere ahora!

Ya no hay mas trampas de las cuales preocuparse , pero el efecto de todas todavia no ha desaparecido. Esto junto con que el efretti no es del todo inofensivo agrava un poco las cosas

De hecho el efretti clava en el pecho de karasu su espada curvada en un terrible golpe (critico de doble 20 en la tirada) justo en su corazon y este se desploma por el dolor recibido (-1 por debajo de cero )

Estan en una situacion bastante critica en la que el clerigo no puede dar a vasto con tanto compañero en peligro de muerte

El pobre ninja después del gran golpe que le propicia el genio cae seco sobre el charco de agua boca abajo sin poder darse vuelta para evitar ahogarse.
Sin mucho que hacer espera su irremediable fin en manos del asqueroso mago. 
Glugluglu es lo único que se siente sin que este reaccione de ningún modo.

Aldern sigue en los brazos de morfeo.

Los pulmones le arden. No sabe por qué, pero se siente pesado. Ridiculamente pesado. Intenta apuntar, intenta disparar. Más no hay un objetivo, y la visión se le nubla. Pesado. Sus ojos son ridículamente pesados.

No sabe si despertará, no sabe cuando o como despertará. No sabe si se reunirá con su familia, maldita por sus actos, o si ha conseguido cambiar en algo su destino. Simplemente se esfuerza en alzar la mano, simplemente se concentra en su objetivo. Simplemente, en su sueño, en su delirio, quiere hacer aquello que se le da mejor.

Quiere disparar. Y hacer una diferencia.

Mas ahora, para Aldern, es sólo el tiempo de dormir.

... Y llegó la oscuridad, la temida oscuridad que todo lo engulle. Mientras caia en ella, era vagamente consciente del dolor en mi piel, que se había llenado de ampollas, y, aunque lentamente, sabía que, muy probablemente, una vez que la luz se apagara, no volvería a brillar: - Espero haber hecho suficiente mérito para tener una buena vida tras la muerte..., pensé, de forma extraña, pues no tenía en especial estima a los Dioses con sus tejemanejes, y sus "paraisos" e "infiernos" particulares...

- ¡Arriba Val! ¡Milani te quiere en pie combatiendo y lo quiere ahora!

De pronto el dolor había desaparecido. Abrí los ojos, y en un primer momento me asusté, al ver a Zhay, y a mi mismo rodeados del rugiente fuego, pero luego recordé: - Mi conjuro, y la plegaría que entonaba la clerigo antes de que yo cayese...

Asentí a la joven, antes de levantarme de un salto, empuñando la varita, mientras miraba hacia el final del pasillo, donde el effreti, aun en el suelo, de alguna forma había acabado con el Maestro Karasu, que yacía inmovil, a pocos pasos del ente del fuego.

Entonando la palabra mágica que  la activaba, descargué la magia de la varita sobre el condenado ser, esperando, de verás, que fuese especialmente sensible al frio: Una galerna mágica de hielo, granizo y lluvia cayó sobre él, con el ulular de una tormenta resonando por el pasillo.

Despues, mientras agarraba con fuerza el tridente, giré levemente la cabeza hacia Zhay, y le dije:

- Zhay, te necesitamos a ti y a tu Diosa: ayuda a los demás. La cosa es crítica!!

Y me dispuse, de nuevo a luchar contra el ser.

El genio se empieza a hartar de Zhay y con rabia clava su cimitarra en el cuerpo inerte del vuestro pajaro compañero y lo atraviesa sin piedad

Cleriga, yo te maldigo, a que no puedes salvar a este

Devolvedme los objetos magicos si no quereis acabar como el

Los ojos del efretti se iluminan con el fuego de la rabia contenida y le da  un aspecto fiero

"ZzzzzZZzzzZz" Ojalá estuviera 2l ahí para hacer algo. Para ecitarlo. Para interponerse si hacia falta. Pero solo puede hacer esto. Sólo puede dormir

Zhay observa impotente como el malvado ser asesina impunemente a Karasu.

- ¡Noooooo! - grita la joven, no pudiendo evitarlo. Durante unos instantes lo mira incrédula de ver lo que ha hecho -. ¡Miserable! Lo pagarás con tu vida ¿Quieres las armas? Por supuesto que las tendrás. ¡Destrozando tus entrañas! - le espeta mientras lágrimas de rabia recorren sus mejillas.

Gira la cabeza, buscando algo al rededor y fija su mirada en el caído Aldern, junto a ella. Estira su mano y aferra un mango que asoma por la espalda del pistolero. Tira de el y desenfunda un martillo de guerra: Whelm.

Entona con rabia las siguientes palabras, una recitación a su diosa. Milani es una deidad compasiva y buena, pero también sabe aplastar a sus crueles enemigos. Su mano toca levemente a Valanthir  y una luz dorada lo envuelve durante unos instantes-. Destrocémosle. - le conmina.

Posteriormente, la clérigo avanza hacia el ser. Va a darle lo que demanda. Vaya que sí va a dárselo.

El efecto de la varita había conseguido dañar al Effreti. Era sensible al frío, antagonista de su naturaleza de fuego, pero la maligna criatura se sintió mas afectada por el hecho de que Zhay me curara, y en un alarde de maldad sin límites, acabó con la vida del Maestro Karasu, que yacía, agonizando, a sus pies.

Fruncí el ceño, y apreté la mandíbula hasta que mis dientes crujieron, a punto de saltar por los aires, pues había sentido un dolor sordo en el corazón, un dolor que, meses antes, había sentido al perder a Baraka, el aprendiz de Karasu. Mis nudillos blancos , junto a mi semblante de hielo, que contrastaba enormemente con el fuego cuyas lenguas trataban de lamer nuestra carne, denotaban que la ira estaba creciendo en mi interior, y el grito de Zhay, junto a su juramento, fueron el preludio a que diese rienda suelta a esa ira, mientras musitaba, entre dientes, en mi idioma ancestral:

- დაგმო არსება, რომელიც ჩაქრობის თქვენი ცეცხლით მარადისობა ...^*

Después, canalizando ese dolor sentía por el compañero caído, apunté con mi arma contra el Genio de Fuego, respondiendo a las palabras de Zhay:

- Hasta que no quede ni un misero recuerdo de su existencia!!!

Entonces, entonando palabras arcanas de poder, liberé un potente rayo crepitante contra el efretti, antes de acercarme a su posición, manteniéndome a una distancia desde la que poder atacar mas adelante, mientras se deshacía el campo electrico.

El genio os mira por un momento desafiante como pensando su siguiente movimiento, por un momento os parece fiero pero contenido , el ultimo golpe recibido habia sido importante

En un instante enarco las cejas como con cara de disgusto y dijo para si mismo

-Me temo que esto no le va a gustar nada al amo

Dicho esto hace un gesto grandilocuente con los brazos y dice Alakazaaaaaaam y suena un explotido bajo sus pies en plan Chazaaam!! y desaparece entre el fuego

"ZzzzZZZZzzzzzzZZzZZZ"
"A... abuelo, deja ese cuchillo. Deja de cortar a mamá..."

En sus sueños, Aldern tiene pesadillas sobre un cruel pasado. El olor de azufre cuando el Eefrit cambia de plano le golpea, y unas memorias demasiado horribles como para ser recordadas, le asaltan.

Las memorias de la más indecible mandas, la que le salpicó de lleno, y la que hizo que su apellido original al fuese maldito por siempre.

- Bastardo cobarde desgraciado...!!!, mascullé entre dientes, bajando la mano desde la que había lanzado el chisporroteante rayo al Genio de Fuego, toda vez que el Effreti se había evaporado, dejando claro que su maestro, el infame Keraptis, no estaba muerto, - ... o al menos no del todo..., pensé, lúgubre, no queriendo entrar por esa vereda, en la que el Archimago fuese un cadaver andante.

- Zhay, mira a ver si puedes hacer algo por Karasu!! Yo me ocuparé de Aldern!!, dije, no frenando ni en un segundo mi actividad, agachandome junto al pistolero, dandole la vuelta para que dejara de ahogarse con el agua, antes de, aprovechando ese mismo agua que estaba a punto de matarles, arrastrarle por los brazos hacia el final del pasillo, fuera del muro de fuego que había dejado el condenado genio, a modo de legado.

Una vez fuera, giré la cabeza hacia Zhay, que había hecho lo propio con Karasu. El amargo de su semblante me dijo claramente que ahora el alma del aviar estaba en manos de sus Dioses. Torcí el gesto, y volví a repetir: - Bastardo cobarde desgraciado..., tras lo que ya sin la ira que me despertaba el Effreti, continuar: - Descansa en paz, noble Maestro Karasu... Espero que disfrutes de un merecido descanso junto a tu pupilo, Barakas...

Tras unos breves minutos, y tras ver que Aldern no despertaba, comenté con mi compañera: - Magia poderosa lo mantiene dormido. Podemos esperar a que despierte, pero eso nos mantendrá en peligro, pues Keraptis no estará contento con su cobarde lacayo, y puede volver a mandarlo, o mandar a otros, o puedo tratar de disipar el efecto, pero será enfrentar mi poder con uno mucho mas poderoso..., acabé, sin ningun problema de ego, por reconocer que mi poder estaba lejos del archimago.

Un grito desgarrador de ira e impotencia surcó el corredor y pasillos aledaños.

- ¡Nooo! ¡Vuelve miserable! - gritó Zhay llorando de rabia.

Creyó oír que Val le decía algo, pero ofuscada en Karasu corrió hacia él pasando a un lado del muro ígneo, pegada a la pared, sin atravesarlo. El pobre aviar yacía sin vida en el húmedo suelo. Lo agarró por las axilas y lo desplazó a un corredor próximo, apartándose del fuego. Allí permaneció de rodillas junto a su fallecido compañero, llorando en silencio y rezando una plegaria por su alma. De alguna manera el pasado se repetía. Volvía a perder amigos y ella era incapaz de evitarlo, pese a ser su función. Se preguntó si podía haber evitado el desenlace, eligiendo hacer otras cosas. No lo sabía. Tampoco importaba ahora. Su compañero se había perdido.

Tapó al ninja con su propia capa y regresó con Valanthir y Aldern. El pistolero seguía roncando alegremente. Su rostro cargado de pesar y su silencio, ya desde lejos, decía todo al arcano sobre su compañero caído.

- Permite que sane todas nuestras heridas. - dijo con un murmullo la mujer -. Yo esperaría un poco más. Solo un poco. Y si Ald no despierta prueba tu magia y si falla deberíamos arrastrarlo fuera de aquí. Debemos salir de esta montaña. No obstante.. tampoco quiero dejar a Karasu aquí, expuesto a las bestias del lugar o peor: a la rapiña del miserable Keraptis y sus despreciables lacayos.

Pese a que mantenía el habitual gesto adusto, hosco, sin mostrar mis sentimientos, por dentro volvía a sentir el dolor de la pérdida, una vez mas: - Se que la aventura nos expone a esto, y que ya debería estar mas que acostumbrado, pero creo que nunca me acostumbraré, los demonios acechan siempre desde el borde del ángulo de visión... Menee la cabeza, mientras, Zhay, ya mas calmada, se hacía cargo del cadaver de Karasu:

- Por supuesto, aquí no le dejaremos, bajo ningún concepto!! No en este condenado agujero preñado de locura...

Cuando la seguidora de Milani dijo que nos curaría, levanté una mano diciendo: - Por mi parte, no tengo heridas que curar, ya lo hiciste cuando caí ante el muro (... o al menos, las que tengo, no pueden cerrarse tan facilmente...), así que centrate en Aldern y en tí. Yo vigilaré...

Armado con el acero y magia, magia y acero, y potenciado con una ira que me carcomía por dentro, haciendo que mis labios, en mi rostro blanquecino, adquiriesen un tono violaceo, me dispuse a vigilar el pasillo, no dejando que nada nos pudiese sorprender. Quería que Zhay se sintiese protegida, para que, a su vez pudiese encargarse del cadaver de nuestro compañero caido, mientras esperabamos a que Aldern despertara. Mientras vigilaba, trataba de recordar el tipo de conjuro que le había afectado, y el tiempo que le quedaba de sueño mágico, teniendo en cuenta que tenia que aventurar el gran poder de Keraptis...

Por su parte, Aldern está en bastante buena forma. Las quemaduras y heridas están cerradas y cicatrizadas gracias al esfuerzo de Zhay, y... bueno, a ver, el hecho de haber estado bajo el agua quiera que no es bueno para protegerse de las llamas.

"ZzzzzZZZzzzzzZZ... Me habeis impresionado ... vez mas , encontrandome ... rapido"

Pobre Aldern, a saber en que está soñando. Una extraña mueca, como de maldad y... ¿Hambre? se dibuja en su rostro.

Los tres heroes salieron de la maldita tumba que se habia llevado a uno de ellos a rastras y aun les quedaba un poco para llegar al pueblo pero tras descansar una noche sin que nada les intentara matar como hasta ahora , recibieron la recompensa de ricos mercaderes, 

Lo que paso despues y las aventuras que siguieron ya serian otra historia que relatarian los bardos....en otra taberna