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Caperucita Roja

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15/10/2018, 23:26
Director

 

 

Eres Caperucita Roja, una muy afamada ladrona de Guante Blanco. Tu último encargo es hacerte con La Simiente de Néctar, una muy singular pieza de oro macizo que representa una gota de nectar de vida mágico que cayendo sobre una semilla, haciéndola brotar en el proceso. Se dice que no fueron orfebres los que la hicieron, sino magos que congelaron en el tiempo un instante bendito.

No es por su valor en oro por lo que te la han encargado, sino por su valor mágico. El orbe, aunque es del tamaño de una pelota de golf, es capaz de amplificar ampliamente las energías arcanas del mago que lo posea. Aunque sospechas que la descripción es muy genérica y que el objeto es mucho más valioso de lo que pretenden pagarte. Quizás hagas una oferta mejor, o quizás te lo quedes... ¿Quién sabe?

 

 

 

"Ten mucho cuidado Caperucita." te dijo Robillard, el mago que te encargó esa pieza. Como siempre, has hecho tu trabajo y te has informado de para quién trabajas, y de sus posibildiades económicas. No es un mago de barba blanca, aún no, sino de barba castaña, ni tampoco vive en una torre. Tu cliente es un mago cazapiratas, es decir, su trabajo es acelerar el barco de su capitán, y quemar, marear o dios sabe qué a los barcos de los piratas, en nombre de la ley de las ciudades libres. A los guardianes del mar les pagan muy bien las ciudades libres, concretamente Robillard trabaja para el Capitán Deudermont, quien a su vez trabaja, entre otras ciudades, para Aguas Profundas, la ciudad más rica de toda la Costa de la Espada.

Así que si al final decides no quedarte el orbe (lo que normalmente suele ser, digamos... más seguro en un trabajo como el tuyo), por los dioses que Robillard va a tener que mejorar su oferta, o no piensas entregarle la mercancía. "No te entretengas en el bosque. No hables con extraños." terminó de aconsejarte tu cliente.

Pfft. ¿Cuántos años se cree que tienes?

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15/10/2018, 23:36
Red

"No te entretengas en el bosque. No hables con extraños."

 

Por los dioses, ¿Quién se piensa que soy? No puedo entender a mi cliente. Si es una misión importante, se supone que está contratando a una profesional. Sin embargo me trata como si fuera una niña... ¿O acaso no me ve capaz? ¿O es que el tesoro no es tan importante? Como fuera el caso, la paga es buena, e incluso aunque no lo fuera la posibilidad de tener un objeto mágico de tal valor... Es muy tentadora. No por el valor, realmente, si no por el poder que tiene. ¿Cuánto poder se necesita para poder contener el tiempo mismo en una pequeña pieza de geología? ¿Varios magos tuvieron que trabajar en ella? Si soy lista, y lo soy, puedo hacer durar esa piedra por meses... O consumir casi toda, dársela al cliente por esa buena suma de dinero, y que se diera cuenta del timo una semana después.

 

No estoy segura de que mi cuerpo pueda soportar tanta magia a la vez... Pero hay que desafiarse a romper los propios límites, ¿No? Si no, uno nunca mejora... Aunque mi miedo es que una vez que pruebe esa gran cantidad de magia, tal vez quiera más, eso sería un riesgo terrible... 

 

Perdida en mis pensamientos, me doy cuenta de que no he estado prestando atención al bosque. Estoy bastante segura que estoy siguiendo el camino indicado en el mapa, no me he perdido, no... Pero sí que no recuerdo exactamente el sendero que usé para venir. Uhm, tal vez sí soy un poco despistada. Pero soy una profesional. Si no puedo planear, me adaptaré y saldré más fuerte de esto. Respiro hondo, no hay nada que pueda conmigo, no hay nadie que pueda limitarme. Ni el frío del invierno, ni la falta de comida ni brujos depravados.

 

Debo estar en el sendero correcto, intento recordar los árboles que veo a mi alrededor, tal vez alguna madriguera o bifurcación del camino para tomar como punto de referencia, y continúo.

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15/10/2018, 23:37
Director

Sí señor, al margen de las excentricidades del mago (¿qué mago no tiene excentricidades? Válgate el cielo, a veces te parece que están todos locos de alguna que otra manera), este contrato parece bastante prometedor. Ya sea porque acabes entregando el artefacto, vendiendolo a otro o agotandolo para ti. Revisas mentalmente los datos que sabes de la operación.

La dueña actual de La Simiente de Néctar es una vieja druida que vive en lo más profundo del bosque, a la que todo el mundo del pueblo de al lado conoce como 'Abuelita'. Dicen que tiene un corazón de oro, aunque también, una vez más, como todos los mágicos, no está extenta de excentricidades. Los pueblerinos y pueblerinas a los que entrevistaste en la taberna se soltaron la lengua rápidamente ante tus historias, invites de cerveza y encantos. Te contaron que la Abuelita está ya entrada en años, que la senilidad empieza a notarsele, junto a una atrofia de los sentidos. Su mayor virtud es la generosidad, siempre ha estado ayudando al pueblo vecino, actuando de curandera, adivina... Aún hoy lo sigue haciendo, pero solo después de halagarla un buen rato. Y es que el mayor pecado de la Abuelita es que es vanidosa, le encanta que le pregunten sobre su peinado, su ropa, su cuerpo, sus joyas, su casa... Pero eso sí, si están relacionadas con su magia... ahi entra en cólera y echa a quien quiera haya venido a visitarle. Y es que con los años ha pasado de ayudar a la gente... a querer que la ayuden a ella también un poquito. Cuando avisaste de que irías a verla dijeron que se alegraría un montón, ya que hacía mucho tiempo que nadie iba a visitarla. Te entregaron una cestita con un pequeño picnic para que la invitaras a comer y te la ganaras. Así que tú, Caperucita Roja, eres como una niñita que va a traer cositas a casa de La Abuelita.

"¿Dónde vas, Caperucita?"

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15/10/2018, 23:37
Ferban, el Lobo

Pregunta una voz, la de alguien que conoces, pese a que nunca os habéis cruzado ni hablado. Está ahi delante, esperandote en una bifurcación de senderos, de brazos cruzados apoyado contra un árbol con una sonrisa de autosuficiencia. Y es que durante tus pesquisas en el pueblo también te enteraste, cosa importante, de que no fuiste la única que hizo preguntas estos mismos días sobre la misma persona. Tienes un rival, y por cómo te describieron sus gestos y ropajes, es justo el tipo que tienes delante. Has oído hablar de él en el Gremio de Ladrones al que ocasinalmente acudes para vender las mercancías que tomas prestadas. Su nombre artístico, mi querida Caperucita Roja, es El Lobo. Y se dedica justo a lo mismo que tú: el robo de guante blanco.

"¿A qué tanta prisa, Caperucita?"

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15/10/2018, 23:37
Red

"¿Eh?" ¡Anda! Este debe ser el tipo del que me han hablado... ¿El Zorro? No, no, El Lobo... Y me llama caperucita, anda que... Es ciertamente curioso, pero es demasiado infantil hacer una referencia así... ¿O acaso piensa que sé de cuentos de hadas porque también me considera una niña?

"Tengo que llegar a ver a La Abuelita y me dijeron que no hablase con extraños..." Aunque pensándolo bien... No quiero hacerle caso a Robillard. Que le den. ¡Yo soy adulta y si quiero hablarle a extraños lo hago!

"Pero a ti te daré un consejo... Me han dicho que hay un peligroso ladrón que se hace llamar "El Lobo." Es guapo, bien vestido y peligroso. Así que si ves a alguien así ten mucho cuidado y trata de evitarlo, ¿Vale?"

Ahora voy a ignorarle y seguir mi camino, tal vez con suerte lo pierda y deje de molestar... O si me sigue, ya veré como me deshago de él.

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15/10/2018, 23:37
Ferban, el Lobo

El hombre esboza una media sonrisa ante tu primera contestación, que se ensancha a una completa cuando le adviertes de tener cuidado de encontrarse consigo mismo y sobretodo, de la descripción que haces de él. "Vaya vaya, debe ser todo un primor ese Lobo... Pero las más guapas son siempre las más peligrosas... personas... ¿no es cierto?" te pregunta, girando la cabeza hacia ti cuando pasas por su lado por uno de los senderos. Tal y como imaginabas, empieza a seguirte. "Así que será mejor que te acompañe, no quiera ser que se lance sobre ti y te devore... ¿Dónde dices que vive tu abuelita?" dice entonces, dando rápidos pasitos para caminar a tu lado.

Notas de juego

{El Zorro XDDDDDDDDDDDDD}

{Recuerda que el cuento de Caperucita Roja no existe aqui, estamos parodiandolo (?)}

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15/10/2018, 23:38
Red

Como era de esperarse, el molesto comenzó a seguirme. Sigh...

"En serio, creo que estoy bien sola... Sé defenderme, ¿Sabes? No soy una campesina cualquiera. Soy una mercenaria, una guerrera, una sobreviviente." Levanto mi dedo hacia él, sin dejar de caminar, para que sepa que voy en serio. "Así que no necesito que nadie me escolte. A todo esto, ¿Quién eres tú? ¿Y qué haces en este bosque sabiendo que hay gente tan peligrosa dando vueltas? Deberías tener cuidado, a saber qué podrían hacerle a un... "Joven frágil" como tú..."

No bajo la velocidad, no voy a dejar que note que me está poniendo incómoda. Eso es lo que él quiere. Empiezo a prestar especial atención a mis alrededores a ver si puedo escaparme de él y evitar matarlo innecesariamente. Tal vez un árbol alto donde no pueda seguirme, algún sendero enrevesado donde perderlo, o algo por el estilo...

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15/10/2018, 23:39
Ferban, el Lobo

"No lo dudo, Caperucita." asiente él, con expresión también seria. "Como he dicho, las más guapas suelen ser las más peligrosas. Seguro que tienes un buen par armas, ocultas bajo esa capa tuya." esta vez, vuelve a sonreir con socarronería. "Y resulta que yo también soy mozo de buen ver... o eso decía mi madre." se acaricia la barbilla como si estuviera inmerso en un dilema filosófico. "En fin, resulta que yo también voy a ver a tu abuelita igualmente, así que.. ¿por qué no ir juntos?" se encoje de hombros. "Al menos, durante este que es el tramo más peligroso del bosque. Y ya ya si quieres seguir el camino sola, en un rato hay otra bifurcación." según tu información, ello es cierto, y no queda mucho para llegar. El problema no es tanto que te acompañe o no: es que vais al mismo lugar, y muy probablemente a por el mismo botín.

"¿Yo? Soy Ferban, y vivo aquí." contesta sin más a tu pregunta sobre su identidad, con un desaire y facilidad de respuesta que por un segundo, por un solo segundo te hizo dudar de que estuviera mintiendo y que quizás estuviera diciendo la verdad. Pero, no, es obvio que miente. Quizás si que se llame Ferban pero desde luego que, igual que tú, no vive aquí. "¿Y tú? De hecho, yo también he oído cosas. Decían que una mujer de rojo, como tu capa, y encapuchada también, rondaba también los alrededores, y que era peligrosa. Espero que se refirieran a ti, ya que aunque igualmente peligrosa, pareces razonable... No me dispararías con tu arco una de las flechas de ese carcaj que llevas sobre la capa sin más, ¿verdad?" extiende la mano hacia tu carcaj para tomar una de las flechas, la examina con aire casual pasando el dedo por la punta, cortándose el muy idiota, y abriendo los ojos en expresión de sorpresa. "Whoah, ¿son de punta de plata? Qué desperdicio de mineral..." murmura, chupando la herida y agitando la mano en molesto dolor. "¿Para qué compras flechas con punta de plata, con lo caras que son? El peso las hace llegar menos lejos, y el brillo alerta a los objetivos."