Partida Rol por web

-¡Cuidado!...(atravesando la lona blandiendo un sable y montando en un caballo marrón, apareció una figura humana ataviada con mantas y un turbante rojo, Leonardo antes de que este te alcanzará se puso delante y corto el aire, impactando en el jinete que cae muerto al otro lado de la tienda, atravesado por el vientre)...¿estás bien?...(dijo de forma imperial).

Me agacho ante el aviso de peligro de Leonardo y sorprendida digo: ¡Si, ¿Que esta ocurriendo?!
 

-Lo siento señor, se nos colo ese atacante de las dunas fue un fallo...(dijo uno)

-Lo sentimos por usted Mónica no queriamos asustarla...(dijo un segundo)

Me levanto despues del susto y digo: No, estoy bien, no pasa nada pero, ¿Que ha pasado y, quien era ese hombre que iba a por mi?
 

-Imagino que un caminante de las dunas, simplemente atacó como un kamikaze, movimiento poco inteligente comom de costumbre...¿había más, hay algún herido?...(preguntó el oficial).

-No señor heridos, no, pero han ataco media docena, tenemos a uno sin pierna fuera...¿que hacemos con él?...(dijo un primero)

-Tendriamos que matarlo como a sus compañeros...(dijo un segundo)

Espere un momento porfavor, ¿Y si le interrogarais por lo menos? Podrian perdonarle la vida y ayudarle a cambio de toda la información que pueda darnos, ¿no?.

-Llevadlo a la tienda de Dario, es lo que pensaba hacer...Mónica esperame porfavor...arreglen el desperfecto de la tienda...(tras esto llevan al prisionero a la tienda señalada y dos hombres, más Leonardo entran mientras, dos arreglan la tienda del comandante).

Vuelvo a mi zona de trabajo, a arreglar cualquier desastre provocado por el ataque y sigo empaquetando las frutas como hacia hasta hace un rato.

(10 minutos más tarde terminas tu trabajo con las frutas y los soldados de reparar la tela de la tienda tras esto el comandante regresa a la misma)-Ya estoy, diculpa por la tardanza, el interrogatorio ha concluido.

Ah, hola ¿Qué ha ocurrido con el asaltante que nos ha atacado?

-Ha muerto, se ha mordido la lengua el muy animal, claramente se sacrifica por nada, es extraño...(dijo mientras se sienta a tu lado en los cojines)...veo que has acabado el trabajo...

Si, ya esta todo ordenado y en su sitio... Me siento junto a el. Hay algo que me inquieta bastante de todo esto. Miro a Leo. ¿Crees que han venido a por mi?, llamame paranoica si quieres pero... Desvio la mirada. Bueno, ya sabes.

-La lógica es que venían a por las frutas, ¿y en manos de quien estaban?...esa es la explicación del suceso y ninguna más...(tras esto sin usar las manos te besa finamente en los labios, como un disimulado acto amoroso)...no pasa nada, todo ha pasado...

Respiro un poco aliviada y digo: Bueno, por ahora podemos estar tranquilos, pero puede que vengan mas. Me quedo pensativa un rato. Leo... necesito pedirte un favor...

-Depende de cual sea puedo concedertelo o no, ¿puedo elegir?...(pregunto el jóven militar, mientras mira a Mónica)...tu me dirás...

¿A que te refieres con poder elegir? Le digo extrañada a la par que dirijo mi mirada de nuevo hacia el. Espera... Me sonrojo. Ay, no no no, perdoname, ha sonado bastante mal, perdón, solo queria pedirte si podia entrenar contigo para combatir. No... no queria ser malintencionada, perdón. Finalmente agacho mi cabeza a modo de disculpa.

-En realidad pensaba que era expresar tu deseo de irte, y eso me hubiese sentado mal, como te dije...(tras ver como agachas la cabeza te levanta la barbilla con la mano)...haré lo que pueda...empezaremos esta noche...a media noche...¿te parece bien?...

¡Oh, si si, por supuesto, gracias! Acto seguido abrazo repentinamente al comandante.

(Al separaros del abrazo despacio este vuelve a besarte)-De nada...(tras el paso de las horas Leonardo hablo con todos y cada uno de sus hombres sobre como debían mantener la guardía, y retorna a la tienda con algo de pescado hervido que coloca en una bandeja cerca de ti)...la cena esta servida, Mónica.