Partida Rol por web

-Imagino que te doleria mucho...(dijo el comandante mientras se sienta al filo del agua a refrescarse del agua en la cara, mientras que algunas voces de los soldados afuera confirmaban que el trabajo de montar el campamento había sido finalizado).

Abro los ojos de nuevo al ver entrar al comandante, y cuando termina de hablar digo: ¿A que se refiere?.

-A cuando te caiste del cielo, pequeño ángel, eso debio de dolerte mucho...(dijo con una media sonrisa, mientra con sus manos recogía agua)...he estado pensando en su ofrecimiento de ayudarnos y si que hay algo que puede hacer, cuando tengamos los frutos correctos tenemos que envasarlos en cajas, simplemente es rodearlas de papel en su totalidad y meterlas en la caja, si quiere puede hacerlo usted...

Me sonrojo ante el cumplido del comandante y miro timidamente hacia un lateral, tras oir el ofrecimiento del comandante respondo: S... si, por supuesto, puede contar conmigo.

(Tres horas más tarde unos cuantos soldados del comandante dejaron en limite de la tiendas dos sacos, con platanos de color verde, melocotones rosados y manzanas de color amarillo muy vivo, los soldados y exploradores comentaban el exito de su misión muy superior al imaginado, el comandante entra en la tienda)-Hola, Mónica hemos vuelto y parece que con exito relativo, si me permites tengo que hablar con los chicos este inesperado exito nos ahorra tener que seguir aqui más de una semana, luego nos vemos y por cierto si quieres puedes empezar...con el trabajo y eso...(dijo el comandante mientras se marcha a lo dicho).

Si, ahora mismo comandante. Esbozo una sonrisa al acabar la frase, acto seguido busco en la entrada de la tienda o en las inmediaciones de la misma, el material necesario para trabajar y poder comenzar con ello.

(Tenías las frutas, las cajas y el supuesto papel donde debían ser envueltas las piezas de fruta que habían conseguido, ahora el turno de tu trabajo que desde luego era poco delicado o dificultoso).

Siguiendo las instrucciones de Leonardo, comienzo a trabajar, lo primero que hago es ordenar mi espacio de trabajo para poder realizarlo de una manera mas efectiva, envolviendo las piezas de fruta en papel y depositando cada tipo de fruta en una caja distinta para poder clasificar y ordenar mejor los 3 tipos de frutas distintas que habian traido los soldados, tratando dichas piezas de fruta con cuidado de no estropearlas ni causarles daño alguno.

(Leonardo te miraba en silencio, mientras trabajabas)-Nunca has pensado, en tener inquietudes por otros aspectos, es decir, por tu historia imagino que sois "nuevos ricos", jamás pensaste en por ejemplo, cantar como vocación, así a bote pronto, hubieras sido muy famosa, sin duda.

Desvio la mirada un momento hacia Leonardo y digo: ¿De veras?, bueno... Vuelvo a dirigir la mirada hacia mi zona de trabajo. Mis padres siempre decian que cantaba muy bien, y que tenia una gran voz pero... Nunca pensé en ello, preferia vivir de forma despreocupada... Detengo mi trabajo. Aunque supe de mala manera de que eso era mentira, no tendria un futuro como cantante, no tendria un futuro como una noble que se pasase todo el dia dedicada a sus aficciones sin preocuparse por nada, ni siquiera un futuro como esposa o madre ejemplar... Dirijo de nuevo mi mirada hacia el comandante. Leo... a mi lo que mas me gusta es compartir mi felicidad con los demas, llevarme bien con todo el que pueda, aborrezco la violencia pero me tengo que ver empujada a ella, asi que... Agacho la cabeza y termino diciendo: ¿Como puedo compartir mi felicidad con los demas, si no tengo ni siquiera para mi?

-Quizás tu sola presencia baste para hacer que alguien sea feliz, y si tu lo eres el también, ¿no crees?...(en ese instante se acerca a ti como cuando te besó por primera vez, pero esta vez se detiene frente a ti y coge delicadamente tu muñeca, para atraer su mano sobre su mejilla, la cual era suave debido a la delicadeza y suavidad de escasa barba)...así podrás compartir su felicidad y tener tanta como para compartirla con todos.

Leo... solo me conoces desde ayer y... no puedo evitar de ningun modo estar tan agradecida como lo estoy ahora por todo lo que me has ayudado. Desvio la mirada timidamente. No se... yo... tu... Le miro de nuevo a los ojos. Gracias... Cierro los ojos y hago una leve mueca de beso, invitandole a que el lo acabe.

-Te agradezo que te decidás, pero tienes que hacerlo tu, para estar en paz, si quieres te ayudo, ¿vale?....(dijo el jóven mientras lleva su mano a tu nuca).

Sonrio y asiento con la cabeza, acto seguido cierro los ojos y le beso acompañado de unos movimientos de lengua similares a los que el me dio la ultima vez.

-¿Eres feliz ahora?...(dijo a escasos centímetros de tu cara al separar vuestro labios sintiendo aún la calidez de su aliento)...nunca es tarde para nadie, nunca...es el auténtico poder de la realidad.

Es un buen comienzo Leo y... Esbozo una sonrisa. Ayuda mas de lo que te imaginas... Acto seguido le beso de nuevo.

(Aceptando tu nuevo bes, sonrié)-¿Ves?, no era tan dificil...(de pronto comienzan a oirse pasos agitados y el sonido de armas desenvainandose al unisono de los humanoides)...shh...algo ocurre ahi fuera...tengo que ir a ver...(dijo mientras recogía su espada del suelo).

Desenvaino mi estoque y me situo en un lateral de la tienda cerca de la entrada, a continuacion presto mas atencion a lo que oiga fuera para saber que esta ocurriendo.