Partida Rol por web

Una numerosa representación brotó de una arboleda cercana. A la cabeza se encontraba quién parecía ser Cildur, con la piel de un león blanco sus espaldas. Junto a él se encontraba Fenris, que avanzaba con pasos ligeros y una amplia sonrisa, su presencia allí hacía más variada la comitiva, con sus ropajes verdes y salvajes, a diferencia de las finas telas o brillantes armaduras del resto. Detrás de ellos, unos doscientos eonios en armaduras doradas, que avanzaba escoltando a los primeros.

-Mi nombre es Cildur, Gran Sabio de los Eonios -se presentó el que parecía ser el jefe de la embajada-. Vengo en representación del Alto Consejo de mi pueblo. Me acompañan Fenris, de la Guardia de los Caminantes de los Bosques, quien fuera el primero en entablar un diálogo con los Milzis; y mi escolta personal de la Guardia Áurea.

Hizo un gesto con la mano y dos soldados se adelantaron ceremoniosamente, llevando entre ambos un bello cofre de madera de cedro. Lo dispusieron frente a los imponentes representantes de la Ciudad Viva y lo abrieron. Dentro portaba, entre sedas de colores, cinco semillas del tamaño de un puño.

-Un obsequio de nuestro pueblo, para el noble regente de Kalnas y su gente -explicó Cildur-. Galadheli, les llamamos. "Árbol de Estrellas" sería una buena traducción. Por lo que me ha informado Fenris, creo que fue una elección más que correcta. Les llamamos de esa forma por su follaje verde azulado, bastante oscuro y denso, que contrasta con los blanquecinos y brillantes frutos que da en invierno. Esas perlas las usamos mucho por su aroma, en perfumes y elíxires. Esperamos que disfruten de ello y puedan recordarnos cada vez que su fragancia impregne el aire.

Los campesinos vuelven con una criatura maniatada. Viste de ropas sencillas y parece que ha sido brutalmente apaleado, sin que la escasa guardia de palacio pueda evitarlo los representantes de la muchedumbre entran en palacio pero no están enfadados, sino de celebración. A los pies del Rey dejan a la criatura que murmura unas palabras en un idioma extraño y alza las manos en clara señal de rendición. Tus malnacidos lo han hecho... han tomado un pueblo a la fuerza con unas pocas antorchas y horcas.

Elric estaba gratamente satisfecho con sus gentes. De hecho, pasó buena parte de la semana nombrando caballeros (y damas) a muchos de aquellos campesinos tan insolentes. 

En cuanto al jefe goblin... era un ser parecido a los Fata, pero mucho más... ordinario, mundano. Parecían criaturas apestosas y desagradables, indignas (y a todas luces incapaces) de trabajar el campo, y aún menos de unirse a los caballeros de Eresand. Sin embargo, eran industriosos, y tenían talento para cosas indignas de los caballeros. No se les daba mal la Guerra Baja, ni tenían malos instintos para la traición.

Eltic tendría que recordarlo. O los mejores talentos de los goblins serían su perdición.

Así pues, poco después entraba en Goblinshore, como llamó al asentamiento, e hizo que quitaran los grilletes al tal Ticoi. Las bendiciones de la Dama permiten que el rey pronuncie en lengua goblin:

-Alzaos, Ticoi de la casa Rompepaloz. Os devuelvo vuestras tierras y os instauro como gobernador de Goblinshore. Estaréis en mi consejo, si así lo deseáis, y Eresand acudirá en vuestra ayuda si sois atacados. Mis caballeros se quedarán como muestra de mi protección, estoy seguro de que lo entendéis. Espero que podamos comerciar en paz y estrechar lazos. Pues tenemos mucho que ofrecernos mutuamente.

La comitiva ajena probó ser tan impresionante como hermosa a la vista, colmada de blanquecinos y dorados, coronada a su vez por el que tomando en cuenta su porte debía el primero entre los sabios hijos de Uth.

— Es un placer, Gran Sabio Cildur; Budëtojas aquí presente me habló de los guardianes de lo bello en este mundo, los Eonios — desde el mayor de tamaño entre los Milzis, una voz ligeramente aguda pero a la vez cavernosa resonó; el rostro como tal lo tenía guardado dentro de negrura que propiciaba su yelmo, no obstante un par de grandes y redondas luces fijas sugerían la presencia de sus ojos — Mi nombre es Kalnas’Monarhs, o el Monarca de Kalnas en idioma común — dijo luego, adelantándose con tal de poder quedar frente a frente con el convocado — de mi parte he acudido solo con el guardián Budëtojas e Ismintis el brillante, un sabio entre mi gente — explicó — esto debido a que el resto de la comitiva que llegó desde las estrellas se encuentra en misiones o en otras actividades, sin embargo no quiere decir que apreciemos menos esta reunión — como en el caso del guardián, su voz bastaba para expresar las emociones que normalmente no podrían notarse debido a la falta de rasgos faciales, o al menos lo intentaba.

Tras recibir el regalo y atender atentos a la explicación, Monarhs hizo a Ismintis tomar el cofre para que lo resguardara mientras por su cuenta convertía aquello en un cortés intercambio de atenciones — Muchas interior de gracias; estas Galadheli parecen algo tan peculiar como interesante: procesaremos un par y plantaremos las otras en el Kalnas — aseguró, acto seguido indicó a Budëtojas que se acercara — nosotros también hemos traído un regalo. —

El Milzis que interactuó con Fenris pronto reveló que en su puño llevaba protegida una pequeña esfera de superficie dorada, reluciente y uniforme como el metal de la más fina armadura, sin embargo procedió a llevar su mano a la altura de su boca y solo cuando llegó allí fue que el objeto mostró su verdadera valía: Budëtojas no tuvo más que soltarle para que de la esfera se desplegaran alas y una especie de cola, cual criatura viva hasta ahora en reposo, que al dorado orbe le sirvieron para volar de forma bastante grácil durante unos minutos antes de posarse entre Monarhs y Cildur para finalmente aterrizar en las manos del Eonio que quisiera atraparle.

— Le llamamos Milzis’Fëja — volvió a hablar el líder — Budëtojas me habló del interés que su explorador mostró en lo que denominamos aerodinámica y de cómo su gente usa criaturas animales para el transporte y las comunicaciones; pues bien, el cuerpo de Fëja podría darles información básica sobre los principios del movimiento aéreo o ser una curiosidad exótica, incluso una mascota — propuso sin intenciones de ordenarles qué hacer — mientras pueda beber Bree’Wetter o “agua” pura vivirá sin necesitar de cuidados o mantenimiento extra, no obstante morirá si no le permiten volar al menos una vez cada amanecer — indicó — en Kalnas solo hay un par más, pero lo consideramos un regalo adecuado para los Eonios porque para los nuestros estos seres poseen belleza notable… —

Cuando Kalnas'Monarhs habló sobre su comitiva, disculpándose por lo magra de esta, Cildur sonrió e hizo un gesto de despreocupación.

-Jamás lo consideraría un gesto de desprecio, Kalnas'Monarhs -respondió-. Tu presencia en este lugar ya es honor suficiente, y declara, más que las palabras, la importancia que el pueblo Milzis le otorga al mío.

El jefe de la representación siguió con ojos curiosos y una sonrisa ingenua el vuelo de la criatura obsequiada. Cuando su contraparte terminó de relatarle de qué se trataba, Cildur nuevamente hizo una reverencia.

-Muchas gracias por este presente, volará libre entre los jardines y bosques de Dol Uthlane. Le atesoraremos y guardaremos como todo lo bello y bueno de este mundo.

Cildur hizo una pausa, mientras le pasaba la criatura a Fenris.

-Tal como me advirtió el explorador Fenris, los Milzis parecen encontrarse entre las cosas bellas y buenas de este mundo -continuó-. Demuestran sabiduría, respeto e inteligencia. Valoran el conocimiento sobre todas las cosas, y se conducen correctamente con virtud y talento. Creo, y esta también es la opinión del Alto Consejo de mi pueblo, que nuestras gentes pueden beneficiarse mucho de la cooperación y de la amistad. ¿Qué piensas de esto?

Muchazz Graziazz mi zeñó - Los goblins recibieron con hospitalidad a sus invasores, y Ticoi se mostró extremadamente contento de la presencia de los extraños. El idioma suponía una pequeña barrera frente a todo lo que les unía. Los goblins de aquella aldea no rezaban a deidad alguna, y recibieron con sumo entusiasmo las costumbres y pequeñas ofrendas a las fatas de los bosques y riachuelos que les rodeaban

— A decir verdad, pienso de manera bastante similar: Budëtojas me habló del arte de los hijos de Uth, así como de su misión como protectores de lo bello y bueno…incluso me dejó saber sobre aquello a lo que ustes llaman Myra — replicó — Considero pues que podríamos aprender mucho los unos de los otros, ya que ustedes parecen antiquísimos en este mundo mientras que nosotros, bueno, somos todo lo contrario debido a nuestra condición de viajeros; compartir nuestras respectivas experiencias podría traer incluso nuevas perspectivas, y claro, avance para nuestros pueblos… — de manera pausada el Milzis que compartía nombre con su asentamiento levantó su mano y la dirigió hacia el Eonio, ofreciéndola para estrechar…

— En nombre de los llegados de las estrellas, sociedad siempre en busca de conocimiento, yo como el Milzis Kalna’s Monarhs acepto gustosamente abrir una línea de cooperación ente mi gente y los hijos de Uth… — esa era su manera de expresar su buena gana para cerrar aquel “trato” cuya raíz venía de un encuentro fortuito casi en la misma medida que afortunado, ya que además los así llamados Eonios eran gente que se antojaba como invaluables contactos.

— También te reconozco como sabio gobernante de Dol Uthlane, ilustre Cildur — mientras decía esto, Budëtojas e Ismintis hicieron reverencias que se quedaron en amago gracias a sus peculiares físicos, pero que llevaban implícita toda la intención de reconocimiento hacia el regente ajeno.

— Dicho eso… ¿cómo sugieres que podríamos cooperar entre nosotros, más allá de intercambiar regalos? — con notable curiosidad preguntó, pues por ejemplo en su natal Zvaigzne no era raro negociar pactos igualitarios a través del Taikuus, pero esa especie de lenguaje era algo no extendido en el nuevo mundo.

Otra reverencia respondió el saludo de los Milzis.

-Soy un mero portavoz del Alto Consejo, un representante de los eonios. Sobre los sabios de nuestro pueblo recae toda la autoridad de los hijos de Uth. Agradezco igualmente el reconocimiento, Kalnas'Monarhs -pronunció el líder.

Tras una pausa, continuó.

-La cooperación y la amistad son fines en sí mismos. El intercambio de regalos es una costumbre muy importante en nuestro pueblo, simboliza la interdependencia de la naturaleza, que se obsequia constantemente. Los árboles obsequian sus frutos a las aves y las aves ofrecen repartir sus semillas por el bosque.

Echó un vistazo a un zorzal que graznaba cerca.

-Ello no quita que otros fines puedan ser hablados. El entendimiento entre nuestros pueblos, y nuestra alianza, puede proveer más que solo intenciones. Así como los amigos se aprecian, también se ayudan y asisten en alcanzar objetivos beneficiosos. Creo que en principio podríamos comanzar a pactar cuestiones generales, alcanzables en tiempos de paz, como el intercambio cultural, de saberes e información. Asimismo creo que nuestra cooperación deberá sostenerse y afianzarse en caso de guerra. Es en los tiempos nefastos que las amistades se ponen a prueba.

Taciturno el voluminoso escuchó la percepción que aquel hablando por los Eonios tenía de aquella reunión, así como de los planes que podrían seguir a ello; si bien Cildur se audenominó un "mero" portavoz de los sabios, sin duda era parte de tal grupo y eso podía apreciarse con solo atender a sus palabras, pues al menos desde la perspectiva de Kalnas y me atrevería a decir que también desde las de los otros dos, el ilustre llevaba completa razón y lo que es más, la comunicaba de forma bastante exitosa...

— Me parece justo — al fin respondió Monarhs — y quizás necesario, una medida inteligente — continuó — ¿este mundo tiene a un alto grado de belicismo?, ¿hay culturas guerreras de las que nosotros como pueblo o como alianza del suyo debamos preocuparnos? — aquella pregunta se acercaba más al terreno de lo retórico que al de lo literal, sin embargo cierto grado de duda era creíble dada la condición foránea del titán y los suyos; — como ya hablamos antes, a través de nuestros mensajeros, los Milzis somos un pueblo que apunta más hacia el desarrollo interno y el cultivo de sabiduría que a la expansión y a la violencia, no obstante tampoco nos quedaríamos de brazos cruzados si la guerra se acerca a nuestros muros vivientes — afirmó — o a las fronteras de quienes con nosotros cooperen; en tiempos de paz podría ser interesante facilitar rutas para el viaje cruzado de los ciudadanos entre nuestros dominios, en pos de ingente pero natural intercambio cultural, sin embargo en tiempo de amenaza externa, cuando por obviedad hubiera que tener cuidado con dichos caminos, preferiría un canal más directo con tal de parlamentar entre nosotros: a eso es a lo que me refiero. —  

Budëtojas e Ismintis que se mantenían estoicos detrás del monarca pronto avanzaron hasta quedar a la par de este, cada uno de su respectivo lado, sin hablar pero a cambio mostrándose a plenitud; al unísono, ambos Milzis extendieron sus brazos hacia Cildur para ofrecerle cada uno dos piedras con extrañas inscripciones cuyos surcos brillaban con intensa luz azulina.

— Más allá de posibles repeticiones de encuentros similares a este, pues, me gustaría también obsequiarle esto al pueblo de los Eonios; se trata de dispositivos de comunicación a larga  distancia codificados por medio de nuestra tecnología para asegurar el intercambio de datos seguro y eficaz, por limitaciones en los materiales de este mundo, de momento solo transmiten información de voz, sin embargo nuestros ingenieros están buscando la manera de actualizarlos para incluir Físeán o "imágenes" en un futuro cercano — explicó.

— Como quizás supongas, esto no es algo que le daríamos a cualquiera ajeno a Kalnas, sin embargo con lo que he visto y escuchado hoy y también a través del relato de Budëtojas, puedo decir que los Eonios son gente a la que vale la pena tener en cuenta... —

luego de organizarse totalmente en su nuevo hogar, Damakos y sus tieflings comenzarian a establecerse, la primera cosa era construir una embajada, para ir a visitar las aldeas vecinas, tocaria entrenar algunos tieflings en combate, lo cual se realizaria de inmediato para no quedar desprotegidos ante el ataque de cualquier raza hostil, poco a poco irian las cosas funcionando, trabajando en una estrategia para ir avanzando poco a poco, pero algo era seguro, apenas empezaba la vida de los tieflings y de su lider en esta tierra, y sea diplomaticamente o con guerras, esta tierra iba a quedar bajo un unico gobierno, eso era seguro, y Damakos no queria ver a su pueblo pisoteado por razas superiores, tratados como esclavos o directamente muertos y exterminados, ya que al ser familia de los demonios, cualquier otra raza siempre los miraria como una amenaza

Debes lanzar cada una con su motivo y por separado

Motivo: Alimentos 1d6

Motivo: Recursos 1d6

Motivo: Mente 1d6+1

Muy tímidamente, los primeros colonos y misiones empiezan a buscar expandir las fronteras de sus territorios. Tramas y mentiras empiezan a tejerse entre los dirigentes de Wyrd.

Da comienzo el Tercer Turno, podeis lanzar recursos y enviar vuestras misiones

Tu solo indica en motivo los recursos que estás lanzando.

Lanza los del segundo y los del tercer turno, y elimina todo lo que exceda de 10 que es tu límite de almacenamiento, omitiendo las construcciones o inversiones que hubieras hecho en el segundo turno. Tienes ahora el tercer turno por delante ;p

Era el momento de dar el siguiente paso y construir la tan esperada Torre de Magia, pero ¿qué aprender con sus conocimientos, la magia de luz o la de tierra? ambas eran importantes y era decisivo el aprender uno u otro tipo de magia; sin embargo ahora mismo no tenían unidades militares con las que defenderse y el descubrimiento de armas de luz que apoyasen las unidades de su pueblo con magia pesó más que el hecho de poder aumentar la producción de recursos con magia. Así que tras una breve discusión sobre qué hacer con los conocimientos adquiridos se llegó a la conclusión de aprender la magia de luz.

Mientras tanto el pueblo seguía creciendo a una velocidad vertiginosa, pues los alimentos se generaban con una facilidad que Fucanglongentre no esperaba.

Tercer Turno

1) Valores Iniciales

2) Tiradas

Recursos +6

Alimentos +2

Magia +4

 3) Acciones

I) +1 UPC (5 de Alimentos alcanzado)

II) Militarizo otra UPC (-5 Recursos, +1 UPM)

III) Mover UPM de Dol Uthlane a Mw

IV) Construyo una Red de Espías en Dol Uthlane (-3 Mente)

4) Valores Resultantes

Movilización de UPM y embajadores. 

Aunque Itchlalal sigue creciendo día a día y nuevos edificios son desenterrados y recuperados de los siglos de jungla y abandono, Tenoxonotl está intranquilo. Hace ya una semana que el cielo se encuentra permanentemente encapotado con nubes grises, y teme por lo que esto pueda significar.
La Serpiente Emplumada necesita sangre para volver a brillar por sobre las nubes, y no importa si los donadores son voluntarios o no. Su mente atribulada recibe en la última noche dos sueños.
En el primero, unos vientos que arrastran plumajes rojizos vuelan hacia el sur, bordeando una montaña y pasando por sobre un río hasta dejar las plumas suavemente apoyadas sobre un nido de serpientes abandonado, lleno de huevos rotos. En su segundo sueño, la mañana llega por el Este no con el acostumbrado dorado y celeste, sino con un cielo de sangre y escarlata que aún deja entrever las estrellas. El sonido frenético de unos tambores lo despiertan con el corazón acelerado.
Tras levantarse de su lecho de hojas, Tenoxonotl se asomó a la entrada de su habitación, en la cima del zigurat más alto de la ciudad. El cielo seguía nublado, pero él ya no estaba preocupado, sabía qué hacer. Comenzó a bajar los infinitos peldaños, en busca de su mano derecha Skinchtal. Volverá a enviarlo al sur tras contarle su sueño, portando algunas tablillas sacras. Deberá explicar a los locales lo importante de alimentar a las deidades del cielo, y pedir por voluntarios para el sacrificio sagrado.
Hacia el oeste deberán partir sus todavía inexpertos pero fervorosos luchadores, con órdenes de capturar con vida la mayor cantidad de rivales posible. Regar los suelos con sangre es inútil para alimentar a la Serpiente Emplumada. Los sacrificios deben morir de la forma adecuada, o de lo contrario irán al inframundo, hacia la insaciable hambre del Jaguar Negro.
Si su plan sale bien, la matanza del oeste deberá traer el sol de nuevo al cielo justo cuando arribe Skinchtal.

Creación de Gremio de Aventureros (Hogar de los astros)

El edificio más recientemente recuperado se trata de un habitáculo rectangular de gran tamaño situado junto al río que divide la ciudad. Su interior albergaba varios adornos dorados y plateados que fueron trasladados con rapidez hacia el templo central, pero también contenía algo mucho más interesante. Las paredes, el techo y hasta el suelo presentaban murales tallados en la piedra, pero aquí no se hablaba de mitos y guerras antiguas, sino del mundo y sus formas. Eventualmente, una de las paredes demostró ser un mapa de la provincia de Wyrd. Era viejo, y la tierra había cambiado tras tantos años, pero todavía era util. Sobre su superficie gris, se salpicaba toda una miriada de estrellas doradas, incrustadas en la pared. Algunos pensaban que eran adornos, pero Tenoxonotl supo mejor.

—Cuando los dioses hacen regalos a los mortales, los arrojan desde el cielo, protegidos en el interior de un cometa ¡Estos son los lugares de descanso de reliquias sagradas! Y debemos recuperarlas para que su resplandor atraiga sobre nosotros la sacra mirada de todos los dioses— explicó a los presentes. Unos cuantos días después el lugar estaba acondicionado lujosamente, preparado para recibir a quienes fueran elegidos por los dioses a través del buen juicio del Sumo Sacerdote, aquellos que tendrían el deber de convertirse en Cazadores de Estrellas.

Aunque las tierras rel Reino produjeron muchos alimentos en aquella rotación, muchos de los recursos útiles se destinaron a reparar y desarrollar Goblinshore y dar a los goblins motivos para querer permanecer bajo la protección de Elric. De la misma forma, muchos de los rituales del Lago de la Dama fueron destinados a despertar a los fae de la región recién anexada, y apenas se pudo hacer más.

No obstante, armar al ejército estaba pronto.