Partida Rol por web

-No, no he sido yo.

Dice secamente mientras sientes que te observa

¿Estás seguro de que el fuego te quemaba?-parece agachar un poco la cabeza para observarte mejor, aunque se mantiene a unos metros de ti-¿estás cansado por la carrera?¿necesitas aire?

No estoy seguro, no... Dijo Lugh, aún recuperando las fuerzas Y en cuanto al fuego...

Pareció darse cuenta de algo, y adoptó una expresión desconfiada

Aún no has respondido a mi pregunta. ¿Quién eres? Es de mala educación hacer tantas preguntas sin haberte presentado antes. O eso decía mi abuelo

No ves su sonrisa, pero sin saber cómo, sabes que está sonriendo

-¿Quién soy? jejeje-su risa retumba en tus oídos-yo seré tú Lughaidh Baldovin, ese será mi nombre cuando sea CARNE!!

Observas como se acerca un poco más hacia ti, o ¿está creciendo? No lo podrías asegurar, pero no parece más que la aterradora sombra de alguien.

Lugh sintió como su corazón se detenía. Su abuelo le había hablado de esa clase de espíritus: Seres traviesos y malignos, que usurpaban el cuerpo y la mente de aquellos a los que poseían. Entes de la naturaleza que no podían causar más que desgracias a los seres humanos como él

Por desgracia, encontrarse con algo así era muy diferente a escuchar simples historias. El tiempo volvió a correr, y Lugh reaccionó

Comienzas a correr en dirección contraria con todas tus fuerzas. Sin duda alguna las intenciones de aquel ser no eran muy buenas.

Después de un buen rato corriendo, decides parar y observar si alguien te persigue. Parece que no hay nadie pero ¿qué es eso?

Algo parece que se acerca a tu posición a gran velocidad, algo que te deja sin aliento y paralizado en el sitio. Como una extraña marea, el terreno que has recorrido está volviéndose más claro, como si el día llegara repentinamente. Sin saber como reaccionar, la linea de luz/oscuridad se abalanza sobre tu posición, te rodea, te absorbe y continúa su camino. Sientes el leve impacto de una fuerte corriente de aire cuando esto pasa, pero no es algo negativo ya que la naturaleza ahora parece más viva que antes y el aire es mucho más puro. A lo lejos, te parece que hay una figura sentada entre un mar de margaritas blancas.

¿Y ahora, qué?

Debía de estar soñando. No había otra explicación, pues... ¿Que sentido tenía que de repente todo cambiara de color, y un prado de flores apareciese de la nada? Ninguno. Pero en los sueños el sentido no importaba. Sí, debía de estar en un sueño

Recuperó el aliento, y luego comenzó a andar hacia el prado, impulsado por una repentina oleada curiosidad

Eh... ¿Hola? Oiga, me he perdido... Estaba en una especie de bosque oscuro con llamas azuladas, y un tipo sin cara me perseguía, cuando de repente todo se ha iluminado y he aparecido aquí, y... Vaya, que flores tan bonitas

Su atención seguía siendo tan voluble como siempre. Daba igual que estuviera soñando

Al realizar la pregunta, la persona que está sentada entre las flores se da la vuelta y descubres que es tu acompañante Luz.

-Hola Lugh-dice alegre y gratamente sorprendida-¿Qué estás haciendo aquí?¿cómo has llegado?

Son bonitas ¿verdad? Me gustan las margaritas, son sencillas pero bellas.

Lugh sonrió, aliviado

Eres tú, Luz...  Por un momento, creí que estaba perdido

Se acercó a ella, y se sentó a su lado, disfrutando del suave manto de flores que hacía de colchón

¿Qué ha pasado? Era de noche, y de repente desapareciste, y... Era de noche

Miró a su alrededor, y suspiró

Sigo soñando... ¿Verdad?

Si, así es...esto es...una especie de sueño-dice sonriendo-lamento haberte arrastrado a él, no era mi intención, pero bueno, ahora estás conmigo y no te pasara nada-

Parece encontrarse mucho más relajada ahora que en cualquier otro momento del viaje.

Siempre me ha pasado, algunas veces cuando me duermo...bueno, sueño con la gente que está cerca y los introduzco en mis sueños. Es una especie de...don...o maldición ya que algunas veces la gente se pierde y bueno...no les pasan cosas buenas...

Lugh miró a su alrededor con curiosidad

Todo esto... ¿Está dentro de tu mente? ¡Es impresionante!

Sonrió, aunque luego se rascó la cabeza, confuso

¿Les introduces en tus sueños? Quieres decir... ¿Que yo también estoy dormido? ¿O estoy aquí dentro en cuerpo y alma?

-Bu...bueno...no exactamente Lugh...es difícil de explicar, pero no estás en mi cabeza y se podría decir que si estas físicamente aquí.

Realmente no sabe explicar qué está ocurriendo y se apaga un poco su entusiasmo y a la par, las margaritas comienzan a cerrarse como si la faltara el sol.

-Tienes que quedarte junto a mí Lugh...búscame cada vez que te duermas a mi lado o si no puede que corras un grave peligro ¿entiendes?.

Sientes una luz extraña que viene desde el horizonte. El sol está en lo alto pero es como si saliera otro sol que ilumina de una forma extraña el rostro de Laicos. Mientas observa esa extraña luz, descubres que los detalles se difuminan a tu alrededor y no puedes fijar la mirada en nada concreto. Algún pájaro comienza su piar y el aire fresco de la mañana te despierta.

Lugh se desperezó, confuso, intentando ubicarse. Lo que era sueño y lo que era vigilia se confundían en una sola maraña, y la línea que separaba lo onírico de lo real se difuminaba hasta convertirse en una mancha borrosa e imperceptible. ¿Dónde estaba ahora?

Eso ha sido... Guau

Miró a su alrededor, buscando a Luz con la mirada, aún con los ojos entrecerrados

El sol comienza a iluminar todo el lugar y Luz se despierta poco a poco. Esta mañana parece que está contenta ya que al terminar el día probablemente habréis llegado a la ciudad y podréis dormir en algún sitio más cómodo.

La mañana pasa rápida y vuestro paso es algo más lento que el día anterior. Las caravanas con las que os encontráis de mercaderes llaman mucho la atención de Luz y alguna veces pide que le enseñen algunas mercancías. Realmente los objetos que portan algunos mercaderes son extraordinarios. Desde simples alimentos a joyas y algunas extrañas maquinas que funcionan a cuerda.

Al final coméis en el camino cuando un grupo de artistas que están de viaje os invita a compartir su almuerzo. Disfrutáis de un agradable momento de diversión con los malabares de alguno de ellos (que Lugh imita con gran facilidad) y las canciones y músicas. Por desgracia viajan en sentido contrario y os tenéis que despedir, ya que a ellos les queda un buen trecho y tampoco queréis llegar muy tarde a Malakai.

Cuando por fin entráis en la ciudad, os reciben una serie de mansiones de distintos estilos, a cada cual más bella y variopinta. Os encamináis al centro de la ciudad donde es probable que encontréis alojamiento más fácilmente. Y Laicos insiste en pagar el alojamiento de los dos y ya que lo va a pagar ella, lo elige también.

Mientras camináis por las calles observas que cuando os cruzáis con algún guardia de la ciudad, os observa detenidamente aunque no ninguno llega a decir nada.

Por fin, cerca de uno de los parques de la ciudad encontráis una posada a la que Luz da el visto bueno. "El lirio verde".

Es un lugar acogedor. Un edificio de cuatro plantas diseñado de forma sencilla pero eficaz. Lo que más te llama la atención es una fuente que hay en la planta baja y que recorre por un canal el salón principal y el comedor, con diversas cascadas que producen un sonido muy agradable.

Dado que esperaba que no quisieras separarte de su lado, Luz pidió dos habitaciones contiguas que a poder ser compartieran una puerta. El estatus del local hizo que esta petición fuera sencilla ya que mucha gente de alto estatus tenía guardaespaldas o mayordomo personal.

Luz te indica que piensa quedarse lo que queda de tarde en la posada para darse un laaargo baño y volver a ser una señorita decente. Te invita a explorar la ciudad y te da un beso en la mejilla. Sin duda alguna su estado de animo ahora mismo es inmejorable y no deja de canturrear.

No tardaré en volver Dice Lugh, sonriente

Cuando salió a la calle, estiró piernas y brazos adoptando una postura en cruz, y acto seguido se llevó las manos a las caderas, satisfecho. Hacía un día estupendo, estaba en una ciudad llena de maravillas que explorar, y Luz acababa de besarle en la mejilla. Un gesto de cariño así sólo podía significar una cosa: Que la chica comenzaba a sentirse bien con él. Ahora estaba más seguro que nunca de que por fin había encontrado una nueva compañera para compartir sus viajes. Tras tantos meses solo, había acabado por decidir que prefería la compañía. Y, en ese momento, era feliz

Mientras caminaba por la calle, observando todo con curiosidad, no pudo evitar rememorar los sucesos del día. Luz le había contado más cosas sobre el extraño sueño que había tenido, y Lugh, como no, había hecho más y más preguntas. Al final habían dejado el tema aparte, ya que a la chica parecía no gustarle demasiado hablar de ello, pero para el siempre curioso Lugh aquello había sido como descubrir un cofre de oro en medio del campo. ¡Laicos podía controlar los sueños! Era algo inaudito, desde luego. Casi le entró la risa cuando la chica le dijo que quizás era absorbido por sus pesadillas si tenían mala suerte. ¿¡Mala suerte!? ¡Para Lugh aquello era una verdadera aventura!

También dedicó unos segundos a recordar su encuentro con los artistas. Había sido simplemente genial: Aquellos trucos de manos, aquellos malabares y juegos de magia... Le encantaban los artistas. Si se sinceraba consigo mismo, quizás le habría gustado nacer en una de esas caravanas de viajeros errantes que se dedicaban a mostrar sus habilidades en los pueblos que visitaban. Le parecía una vida fascinante, desde luego. Si bien, por otra parte, tampoco podía quejarse. La verdad es que estaba bastante satisfecho con el rumbo que estaba tomando su destino recientemente

Pronto esos recuerdos se convirtieron en una mancha borrosa, según Lugh comenzaba a observar los distintos monumentos, parques, mansiones y, en general, todas las construcciones y zonas llamativas de la ciudad. El chico no parecía cansarse nunca, y todo le llamaba la atención

Has pasado toda la tarde dando vueltas por la ciudad. Realmente es un lugar magnífico donde se pueden ver tantas cosas distintas que no crees que una persona pueda tener vida suficiente para apreciarlas todas. 

La ciudad tiene decenas de parques floridos que aunque no van en consonancia con el orden natural de las cosas, forman unos juegos de color fabulosos. Los arboles que hay plantados siempre están dispuestos de tal forma que ofrezcan su sombra a cercanos bancos donde la gente descansa, los niños juegan y todo el mundo parece feliz.

Realmente Lugh en su primer día es incapaz de ver nada negativo en la ciudad.

Los edificios son tan diferentes los unos delos otros, hay carretas hechas al detalle que lleva pasajeros elegantes de aquí para allá mientras en las tiendas se vende...todo. No puedes dejar de mirar las zonas de tiendas donde observas que no hay nada que no se pueda vender.

Toda la ciudad inunda tus sentidos y no puedes dejar de andar, hasta que sientes en tu piel que la temperatura comienza a descender levemente. El sol está desapareciendo poco a poco y comienzan a encender las farolas, así que tal vez vaya siendo hora de volver con Luz.

La ciudad es grande, pero no tienes muchas dificultades para regresar. Los detalles que has ido observando son como pistas para regresar "aquí me paré a mirar ese escaparate y vine de aquella farola que tiene ese cartel tan curioso" así que llegas a la posada del Lirio verde sin demasiadas complicaciones.

Cuando abres la puerta y pones un pie dentro, observas que hay un par de hombres armados vigilando la sala. Llevan los trajes de la guardia de la ciudad y sostienen alabardas en sus manos. También hay otro guardia hablando con el posadero que justo cuando entras te mira fijamente...

Lugh tensó los músculos. Guardias. Sus experiencias pasadas no solían incluir buenas memorias cuando había guardias de por medio. Demasiadas acusaciones sin fundamento, demasiados golpes con la única justificación de ser un vagabundo. La vida que llevaba con su abuelo parecía no encajar en los esquemas de una sociedad que aplastaba todo lo que se salía de la línea. La misma sociedad que lanzaba a sus perros armados, gente sin escrúpulos dispuesta a dañar otros por un concepto abstracto de ley y orden, hacia cualquiera que osara mirarla a la cara y pronunciar su rebeldía

No, desde luego no tenía demasiada afinidad por esa clase de personas. Ningún paria la tiene

No saludó. Lugh no sabía de etiqueta o educación, ni tampoco se sentía de humor como para hablar con esa gente. No es que todos los guardias fueran mala gente, pero su presencia nunca solía significar buenas noticias. De repente, sintió la urgente necesidad de ver a Lugh

Intentando no llamar la atención, se dispuso a subir a su cuarto

El posadero hace un gesto al guardia con el que está hablando y este se gira. Al verte te señala y se dirige hacia ti.

-Eh chico, quieto ahí, tenemos que hacerte unas preguntas-su voz es bastante seria pero no ha mostrado más agresividad que la de su forma de andar y dirigirse hacia ti -acompáñanos al cuartel junto a tu acompañante

No es una petición...es una orden sin duda alguna.

Lugh frunció el ceño. El chico no sabía mentir, y en su rostro se reflejaba claramente la verdad: Estaba nervioso

...

Cuando el silencio casi comenzaba a ser agobiante, y la tensión se palpaba en el ambiente, Lugh decidió hablar, al fin

Luz está arriba, ¿No? Voy a buscarla

El soldado hace un gesto afirmativo y te permiten subir. Es extraño, pensabas que usarían la fuerza directamente. Puede ser que no vean peligro en un chaval joven.

Cuando llegas a la habitación, Laicos está algo alterada.

-¿Qué es lo que ocurre Lugh? Unos guardias vinieron a buscarnos y hablaban de algo de un secuestro y que si yo estaba bien, que si me habías ayudado a escapar o me obligabas a ir contigo -toma un poco de aire -yo les dije que acababamos de llegar y que claro que no me obligabas a ir contigo...dijeron que les acompañáramos al cuartel porque había unas cosas que teníamos que solucionar y les dije que si...porque...es mejor no causar problemas ¿no?

Se siente algo avergonzada al decirte esto -espero que no te moleste que les haya dicho esto...