Partida Rol por web

No me molesta Dijo Lugh, confuso Pero tampoco me gusta. Haz memoria, Luz... ¿Se te ocurre alguna razón por la que alguien podría buscarte?

Su tono era algo grave y serio. Mientras hablaba, el joven no dejaba de mirar a todos lados. Lo que estaba pensando podría no estar claro a primera vista, pero miraba la ventana con regularidad...

-Sinceramente no Lugh, pero es un poco tonto pensar eso, cuanto tu mismo me has estado buscando y me has contado que tu abuelo también lo hacia! -dice elevando el tono de voz con cada palabra claramente preocupada por ese hecho.

-¿Quién nos dice que no hay más gente que me busca? Como aquel tipo que apareció en la noche, o como...no se...no se Lugh, lo único que se es que por lo menos estos son los soldados de la ciudad y aunque no comprendo sus motivos, tal vez sean mucho más simples de lo que pensamos.

¿Mucho más simples? Puede ser una confusión... Lugh frunció el ceño Pero las cosas no ocurren por casualidad, o eso me enseñó mi abuelo

Miró de nuevo a la ventana, algo nervioso. Luego sonrió, enseñando los dientes, y miró de nuevo a su compañera

Escapemos, Luz. ¿Qué dices? Bajemos por la ventana, y corramos hasta mezclarnos con la multitud. No se lo esperarán...

Había cierto rastro travieso en su mirada

-No se si sería buena idea Lucg- dice la chica claramente dudando su siguiente acción-si les acompañamos daremos muestras de buenas intenciones, pero si nos escapamos...¿no nos perseguirán y nos tomarán como fugitivos?

Te das cuenta que tiene todas sus pertenencias recogidas,  así que sería fácil salir corriendo, solo tendríais que bajar por la ventana, pero no es mucha altura, así que no debería ser problema.

Lugh negó con la cabeza

Luz, apenas llevo un par de días contigo, pero ya estoy seguro de una cosa: Eres especial, y mucho. Piénsalo: Yo te estaba buscando desde hace mucho antes de conocerte, y sin saber la razón... ¿Quién te dice que no haya otras personas que quieran encontrarte también? Ese tal Felrins, por ejemplo... El hombrecillo tan paliducho que te dio la carta. Bueno, lo que está claro que los guardias vienen a por ti, y que no estoy seguro de querer adivinar la razón

Sonrió de nuevo, y su expresión se volvió más amable, e incluso tranquila, algo poco frecuente en Lugh

Pero la decisión, al final, es tuya y solo tuya. Ese era el trato, ¿Recuerdas? "Vayas donde vayas, iré contigo" Comenzó a narrar, recordando de memoria las palabras que la había dicho aquella maravillosa mañana, cuando descubrió que estaba frente a lo que había estado buscando durante tanto tiempo "Puedes considerarme tu más fiel guardaespaldas o el compañero más pesado que hayas tenido nunca. Soy tu más humilde sirviente"

Así que dime, querida "hermanita"... ¿Qué quieres hacer?

Bajando la mirada al suelo sabedora de que su respuesta no te va a gustar, te responde de forma escueta.

-Bajemos abajo...y veamos qué es lo que quieren los guardias Lugh...

Poco a poco eleva su frente para mirarte entre sus cabellos esperando ver tu reacción a sus palabras.

Oooooh...

Lugh puso "morritos", algo decepcionado. Sin embargo, no tardó en sonreír y encogerse de hombros

Vayamos entonces abajo. ¿Seguimos con la coartada de los hermanos, o vas a revelarles tu verdadero nombre?

-Lo mejor es que sigamos siendo hermanos- sentencia la chica antes de salir de la habitación y bajar las escaleras.

Cuando bajáis las escaleras, los soldados que os estaban esperando se sitúan a vuestro lado. Uno de ellos incluso comenta que pensaba que tendría que ir a por vosotros, pero se alegar de que hayáis decidido ir al cuartel de forma voluntaria.

Os escoltan por la ciudad sin mostrarse en ningún momento agresivos. La gente os mira con curiosidad y Laicos incluso se sonroja un poco cuando siente tantos ojos puestos sobre ella.

Callejeáis un poco hasta que llegáis a un edificio hecho completamente de piedra con ventanas de colores y una puerta reforzada. Cuando pasáis al interior os hacen ver directamente al capitán de la guardia. 

Vaya, que me de una coz un caballo si hoy no es un día extraño-dice cuando entráis en una sala que aparenta ser su despacho- Saludos, mi nombre es Udrem, soy el capitán de la guardia de este distrito.

Es un hombre imponente. Grande y sin duda alguna fuerte, se muestra vigoroso aun aparentando haber entrado en la cincuentena. Por las cicatrices que se observan, ha participado en más de una batalla.

-Hoy han pasado cosas muy extrañas, cosas con las que no os voy a molestar, pero una de ellas puede tener que ver con vosotros. Han secuestrado a una chica -hace una pausa aparentemente sin saber como continuar -una chica con un aspecto muy peculiar, en verdad no tan peculiar porque tiene una hermana gemela- al decir esto vuelve a hacer una pausa y observa vuestras reacciones, en particular la de Laicos- bueno, es algo extraño porque según me han dicho mis hombres, os han visto llegar tranquilamente y alojaros en una posada y no solo eso, sino que habéis accedido a venir por voluntad propia tu -señala a Lugh-no tienes mucha pinta de secuestrador...así que lo preguntaré una sola vez ¿No te ha secuestrado verdad chica?.

El hombre se siente ridículo al realizar la pregunta, pero va en serio.

Y tu chico dime ¿cuánto llevas viajando con ella? Porque tengo a una chica igual en una posada y otra está secuestrada, así que necesito una explicación ¿de qué os conocéis? 

Lugh abrió los ojos de par en par, con sorpresa algo fingida.

¿Una chica igual a Luz? Vaya, eso sí que es interesante...

Hizo un gesto con la mano para restarle importancia al resto

Y por supuesto que no la he secuestrado... ¿Cómo iba a secuestrar a mi hermana? Mi nombre es Lugh, Lugh Baldovin. Ella es Luz Baldovin, mi hermana mayor. Llevamos viajando juntos desde que abandonamos la granja de nuestros padres, hace ya unos meses. Veníamos aquí por unos rumores, para ver si podíamos encontrar a nuestra hermana mayor

Miró a Luz, aún metido en su papel

¡Podría ser la chica que tienen en la posada!

La chica te mira con una gran sonrisa y sin duda alguna emocionada por las cosas que está diciendo el hombre.

-Si, tal vez sea ella pero- dice algo preocupada- ¿cómo que secuestrada?¿y cómo que tiene una hermana gemela?

¿Tengo una hermana gemela?

Laicos está claramente confundida ahora que se ha parado a pensar un instante en las palabras del capitán.

-Bueno, veréis- carraspea un poco- resulta que la chica a la que han secuestrado, tiene una hermana gemela y ambas se parecen mucho- hace una pequeña pausa-pero al parecer mucho, a ti.

Camina hacia vosotros

-¿Cómo es que no sabíais que teníais una hermana mayor? Bueno, mejor dicho, dos y no mayores que ella- 

dice señalando a Laicos.

-Mmm...

El hombre os observa más de cerca aparentemente en busca de algunos detalles.

-Necesito que me acompañéis -dice después de unos instantes en los que parece que no se ha quedado satisfecho con lo que ha visto- os tienen que ver unas personas para ver si por lo menos podemos ir aclarando las cosas.

Dicho esto, os conduce por un pasillo junto a uno de los guardias hasta una puerta de madera reforzada. Esta, se abre pesadamente y os invitan a pasar.

Comenzáis a caminar por un pasillo en el que observáis que hay unas celdas. En la primera de ella, se encuentra un grupo de personas. Os paran ante ellos y el capitán lanza una pregunta al aire.

-¿Es ella la chica?¿Es el uno de los asaltantes?.

Son cinco personas en la celda. Cuatro chicos y una chica; y tres de ellos te suenan mucho ¿de qué?. Te quedas pensando un instante y...!la caravana¡