Partida Rol por web

Con parsimonia os montáis en el coche, el sonido de los Beach Boys suena en el moderno equipo de CD que luce el viejo BMW de Moan, lo tiene desde que lo conoces, y eso ya va para largo tiempo…por lo menos la música hace juego con la camisa…quizás el sueño del retiro dorado del matón sean las playas angelinas…la verdad es que tanta lluvia termina por cansar a todo el mundo…

El tatareo de la letra del grupo californiano es el único sonido que escuchas de sus labios hasta llegar al club de Andretti, Italian Job’s, así se llama el local donde tiene su base de operaciones, siempre añoro su patria, la luz del día reflejaba las carencias del lugar, persianas viejas, la parte de arriba del letrero necesitaba una urgente capa de pintura…parece que incluso la mafia pasaba por algún apuro económico…el coche dobla la esquina y entra por un callejón trasero, aparcando justo en la puerta, os bajáis del coche y Moan se dispone a llamar a la puerta…

Merecedores o no... contentos o no... nos dejábamos arrastar por la corriente del río de la maldita conformidad y la dejadez sin dar ninguna brazada hacia la orilla. Sí, quizás sí recibamos lo que merecemos. Sin prisas para subir al destartalado BMW de Moan... evocador de mi querida y añorada mulereta.

En el coche... a ritmo de rock surfero, mis pensamientos hierven bajo el caluroso sol californiano y me conducen inexorablemente al caso que tengo entre manos. Había sobrepasado la línea por la que habían sido requerido mis especialidados servicios. El caso del marido infiel con la sensual pintora de cabellos rizos se había convertido en una batalla más, en la eterna guerra entre el bien y el mal, encubierta por una "incidental" masacre. Nombrado oficiosamente por "el de arriba" como caballero del bien me tocaba participar como jugador o quizás ficha, a veces es difícil diferenciar si te mueves o eres movido, en esta partida milenaria. Esto último no es oficial, ya me entienden… todavía no he recibido el burofax, pero cuando lo sea no le voy a resultar nada barato... lo peor es que “el de ahí arriba” se las sabe todas y, por necesidades del servicio, mi participación le resultará gratuita. Puede que tenga razón al fin y al cabo... quizás si sea cierto que le deba unas cuantas horas… muchas más bien, ¿Es justo cobrárselas todas juntas?. Lo preocupante es que tenga que recurrir a mi, ¿Tan mál andan de personal?... quizás los honorarios no sean suficientemente satisfactorios y se vayan a la privada. El mundo está loco... el cielo no veas.

El silencio de Moan..., en forma de canturreo doliente, me permite seguir con mis elocuentes pensamientos... los cuales siempre me gusta compartir con ustedes, mis fans. Apartando la remota posibilidad de trabajar para “el de arriba”, está claro que a todas luces que mi tarea investigadora había concluído sobrando estas últimas 24 horas... y es más, mi instinto de supervivencia aclama que me aparte y deje el caso a los buenos chicos de azul. Si embargo, me empecinaba en continuar rascando más y más... ¿Por qué?... no sabría responder... ¿Una brazada?... si lo es, que no lo sé, maldita la hora de empezar a nadar... y no podía ser de otra forma que a contracorriente... muy estilo Sparks.

Doblar a la derecha y el Italian´s Job... un garito con pretensiones que se quedó a mitad de camino al igual que sus dueños. Los Andretti. Hacía mucho tiempo que no tenía trato personal con ellos en su local y, al parecer,... no podría decir que les va mejor que a mi. La cosa no pinta demasiado bien. "El de arriba" o "el río" deberán esperar a que resuelva, o al menos suavice, mis asuntos con los Andretti antes de proseguir con mandatos divinos o... nadar contracorriente. Al menos podría afirmar que , esta vez, me pillan confesado...

-. Gracias por el café Viejo.- Le digo al viejo Moan... irónicamente algo más joven que yo, pero la edad no entiende de confraternidad. No soy pretencioso, no estaba mal el puto café para poder ser el último que tragaba. Toco el crucifijo, por encima de la ropa, que cuelga recientemente de mi cuello... rogando a "mi jefe" que se me pusiese dura una vez más. -. Adelante... hace un día de perros.-

Y esperemos que estos no muerdan...

La parte de atrás del local no mejora demasiado con respecto al exterior, el sonido de alguna banda que no llegas a reconocer te llega apagado desde algún lugar, conformes cruzas el pasillo y atraviesas la primera puerta que da lugar a otro pasillo donde ves a un tipo transportando algunas cajas de bebidas, el sonido de la música aumenta y reconoces el lugar, por la puerta de la derecha llegas a los baños, y al fondo del pasillo a la izquierda esta el despacho de Andretti…

Acompañado por Moan llegas hasta la puerta, y tras una breve llamada la voz del mafioso permite la entrada…bueno, no es un hombre demasiado proclive a los cambios, tampoco demasiado ostentoso, por eso muchas veces es olvidado por la policía…una sencilla mesa de madera de cedro, una estantería de obra en la pared del fondo, la mayoría la ocupan viejos recuerdos deportivos de la época en que el hombre se dedicaba a patrocinar equipos de automovilismo, aún hoy en día mantiene alguno…los coches son su gran pasión…

Sentado en una amplia y confortable silla esta Andretti, que hace un gesto de asentimiento a Moan y te señala una silla frente a la suya, al otro lado de la mesa, tras él, su otro matón de confianza Schwartz, alemán y con mala pinta, calvo, perilla, y casi ciento treinta kilos de peso…pega más fuerte que Moan, aunque este tiene más estilo…cosa que no sirve de mucho consuelo…

Cuando finalmente tomas asiento, hace un gesto al alemán para que traiga un par de copas del mueble bar que esta en el otro lado de la habitación, las ventanas que proporcionan una buena vista del local están echadas…

Escocés ¿verdad? pregunta sin esperar contestación… Jack, Jack…te he invitado a mi local porque los viejos amigos tienen que verse las caras de vez en cuando agarra uno de los vasos que trae el gigantón y coloca el otro enfrente tuya…He oído que andas metido en un asunto que te viene grande…que estuviste en el asunto del Cloak’s…siempre te gustó hacerte el héroe… da un pequeño sorbo a su bebida, con calma…Y sobre todo, me he enterado de que hay mucha gente buscándote, y tratándose de un pobre diablo como tú, sólo se me ocurre un motivo para querer ver tu cara…DINERO pronuncia con énfasis esta última palabra… y eso es bueno para todos, que tengas pasta, nos beneficia a todos… dice recostándose en su amplia silla de cuero…

Y como los buenos toreros, cuando salen a la plaza y el toro les encara... , permitidme una jerga poco taurina, se les pone dura haciendo frente al peligro. Así mismo me sentía, un torero en plaza hostil con un demonio de enormes cuernos... y peores pulgas.

Anticipando el sabor del whisky escocés mientras escuchaba el discurso condescendiente del padrino de tres estrellas. No iba a rechazar semejante invitación... Andretti parecía estar de buen humor. No es muy prudente mosquearlo... pero que se le va a hacer, la tenía dura. Por un momento me hizo dudar de sus intenciones pero finalmente empleó la palabra mágica... ya me estaba tardando.

-. En una cosa tienes razón...- Me tomo mi tiempo para dar un placentero sorbo al whisky. -. Mi cuota de popularidad se ha visto molestamente incrementada recientemente... Tranquilo, no se me subirá a la cabeza y nunca me olvido de los "viejos amigos". Y, como tal, sabrás de sobra que don dinero me rehuye... no tengo lo que te debo.- Arenas movedizas... la cuerda floja... al borde del acantilado. Lo que prefirais. -. Supongo que habrás oído también que recibí una misteriosa visita a domicilio recientemente. Supe que no habían sido tus hombres... el whisky estaba intacto y la taza del báter seguía limpia. No sé que demonios buscaban pero me ventilaron el seguro de vida... simulando un burdo robo... demasiadas molestias para ser la pasma.- Sinceramente, aquello se la sudaba a Andretti... o no tanto, al fin al cabo, le dije que su dinero había sido robado. Un nuevo sorbo placentero. -. Hay un nuevo jugador en el barrio... Tú tienes oídos y ojos sembrados en cada esquina. Algo habrás oído al respecto.- Un reclamo para su atención. -. Un tipo rico... un ricachón... un tal Sr. Aussiah. Un puto inglés hindú. Está detrás de algo muy valioso... algo por lo que ha asesinado, ¿recuerdas el Cloaks?... algo que se encuentra en esta ciudad... Tu ciudad... tu casa. A mi no me gustaría que robasen en mi casa y escupiesen en ella..., y menos un recién llegado con dinero.- Un nuevo sorbo. -. Veo que no te van del todo bien las cosas Andretti. El club necesita un empujoncito. Esta es una buena oportunidad... un punto de inflexión. No tengo ni idea de lo que puede tratarse pero nadie mata por un objeto sin valor... Es verdad, este asunto me viene grande...- Silencié esperando que el gran pescado mordiese el anzuelo. Lo sé, estoy jugando con fuego...

Andretti parece no perder detalle de la historia que cuentas, por la fijeza de su mirada parece intentar discernir la mentira de la verdad…algo complicado cuando la línea que los separa es tan delgada…casi tan delgada como la que pisa Sparks…el rostro del hombre se agria cuando dices que no hay dinero…el bulldog de detrás parece incluso sonreír esperando su momento, que tu recuerdes, no le has hecho nada especialmente dañino a ese tío…puede que simplemente sea un sádico…los tiempos cambian…antes los matones eran mucho más profesionales…

Jack…Jack…no me creo que te hayan robado…no…a ti no…nunca hubieras dejado una buena cantidad de pasta lejos de tu bolsillo… echa su cuerpo hacia delante en su silla, apoyando los brazos en la mesa…su mirada se dirige un momento a Moan, pero no dice nada…sino que vuelve a centrarla en la persona del detective… Vamos a hacer una cosa Jack…te voy a dar tres días para que me pagues la mitad de lo que me debes… el número de días es formado en su mano derecha… por los viejos tiempos, ya sabes…y por ellos…voy a investigar sobre ese asunto que me cuentas…si descubro que es mentira…que ese tal Aussiah no existe, o no es quien dices que es… se gira para mirar Schwartz… será él y no Moan quien te visite…y más te vale tener el doble de lo que me debes…como tu dices…la economía está pasando por un momento complicado…

El mafioso parecía molesto contigo…pero sobre todo por la posibilidad de que tú historia fuera cierta…

Aquel chaval, sin saberlo, me había venido... como caído del cielo. Su historia, cierta o no, de tráfico de antigúedades, un rico obsesionado y ocultismo no estaba mal, nada mal... ahora restaban tres días para averiguar, de un modo u otro, si había algo de verdad en sus palabras. Mientras, el spaguetti se había convertido, curiosamente, en mi nueva pareja de baile, y ya iban tres. Esta nueva tengo que decir que bastante peligrosa y quizás la más celosa, como las otras, así que será mejor que piensen, por ahora, que bailo sólo con ellas.

Mi viejo instinto me alerta de que lo peor está por venir... que tendría suerte si no me reunía anticipadamente con mi último cliente antes de esos tres días de plazo. Sí, ese de ahí arriba que todo lo ve desde su cómodo sofá. Suelo hacer caso a mi viejo compañero así que el dinero del spaguetti poco me importa, relegándolo a un segundo plano. Aunque, ahora que lo pienso, aún desconocía el verdadero propósito que me empujaba... cosas de trabajar con el de arriba... ¿Proteger a aquel Ángel?¿Encontrar aquel misteriosos objeto?¿Derrocar al mal?¿Me estaba volviendo loco?¿O simplemente resolver un caso... un acertijo?... no lo sé, pero tenía tres días para realizarlo. Joder, me doy miedo, no sé que cojones estoy diciendo...

-. Tres días entonces...- Digo con indiferencia. Termino lo poco que queda del escocés, no vaya a ser que me arrebaten lo mejor del día. -. Manda a quién quieras a buscarme Andretti...- Había que mantenerla dura hasta el final. Esos cabrones sólo respetan una cosa, además de la pasta, y son los huevos. Podía ser que fuese un desgraciado perdedor pero también sabían que era un tipo duro... si no fuese así, ya estaría reunido con el puto Zack hace tiempo. -. Mientras, tengo asuntos que resolver... y no tengo mucho tiempo. Gracias por el escocés viejo amigo.- Me despido.

Andretti no se toma demasiadas molestia en despedirse de buenas maneras…una mirada amenazadora y un gesto de desprecio son todos sus deseos de buena suerte para los tres próximos días, lo que probablemente, él considere el resto de tu vida…

Moan te acompaña a la salida del club, en silencio, no parece contento ni descontento, más bien tiene el rostro del que está cansado de una rutina…al llegar a la puerta trasera te devuelve tu pistola y responde a tu petición de algunas monedas sacando unos cuanto peniques de su bolsillo y tendiéndotelos mientras te mira a los ojos…

Qué tengas suerte Jack…de verás que así lo deseo…

La lluvia ha cesado, pero el frío arrecia cuando abandonas el sucio callejón y su abrigo contra el molesto aire que ha empezado a soplar…en dirección a la parada del autobús haces la llamada a tu amigo Moore a la comisaría, tras unos minutos de espera finalmente la gruesa voz del orondo agente responde a tu llamada…tras un par de bromas acerca de su peso y tu estado actual la conversación se centra en el tema de las huellas…pero la respuesta negativa que recibes por parte del agente no ayuda a que el día mejore…

Las huellas no pertenecían a nadie fichado por la policía, ni a nadie que estuviera registrado en ninguna de la base de datos a las que tenían acceso, lo que os hacía suponer que muy probablemente no era inglés, y arriesgando un poco más en la apuesta…ni siquiera europeo…pero eso solo eran conjeturas de dos viejos sabuesos…

El silencio habló por mi para despedirse de Moan. Suerte para ambos viejo...

El frío me recibió con crudeza cuando salí del sucio callejón. Aún era pronto por la mañana y el sol es perezoso aquí. Una cabina clásica se cruza en mi camino a la parada de bus más cercana... Era un buen momento para llamar a mi viejo camarada Moore... y de paso buscar el abrigo de ésta.

La huellas del que había curioseado en mi oficina no estaban registradas en ninguna base de datos accesible, sin duda aquello podía dar lugar a un sin fin de conjeturas. Buscar una aguja en un pajar... aunque mi viejo amigo, mi instinto, me decía que se trataba de un tipo nacido lejos del seno de la Reina... incluso puede que no fuese ni tan siquiera del viejo continente. Algo es algo… aunque... no me podía quitar de la cabeza qué demonios podría estar buscando en mi oficina... sea lo que fuera se fue con las manos más vacías de las que llegó.

Salgo al exterior nuevamente, el frío me recibe pero, prevenido esta vez, mis manos buscaron refugio en los bolsillos del abrigo. Noté algo en su interior: la foto del angel sin alas y... ¿Qué era eso otro?... ¿una tarjeta?. La extraje con curiosidad creciente. Un nombre: Alice Stevens, un teléfono y una dirección. Vaya, vaya… Deberias ir a ver a la señorita Stevens, sino no te dejara en paz...tienen mucha pasta Jack... Recordé las palabras del chaval. Puede que lo haga al fin y al cabo...

De pronto, una olvidada bombilla en mi cabeza le dió por encenderse... una imagen de un precioso culo tras una rubia cabellera gateando. Ya de por sí la estampa merece la pena pero había algo más, un rosario en su mano, el mismo rosario que el difunto Sr. Whiliamsson guardaba en su cara chaqueta… Quizás fuese eso lo que realmente estaban buscando en mi oficina… y si eso fuese así… la Sra. Stevens había salvado su precioso culo transitoriamente.

Volví sobre mis pasos... la clásica cabina... unos peniques... un teléfono... el de la tarjeta que sostenía a la vista mi entumecida mano. Tengo que alejar de mis ojos la tarjeta para poder leer esos números tan pequeños... ya iba viejo para esto.

-. Srta. Stevens... Alice Stevens?, soy Sparks, Jack Sparks. Necesito verla urgentemente... un asunto de vida o muerte... uno religioso, ya me entiende.- Tenía que apremiar a la pija de ahí que no me anduviese con rodeos. -. ¿Sigue teniéndolo con usted?...- Normalmente mi trato sería menos elegante aunque dadas las circunstancias…

Una voz femenina, de una mujer joven, responde al otro lado de la línea...

-¿Sparks? ¿Es usted Jack Sparks?

Son sus únicas palabras...

Suele pasarme... la mujeres al oir mi voz se pierden del contenido.

-. Sí, soy Sparks...- Tengo que reprimir un cariñoso "monada". -. ¿Ha entendido lo que le dije?, necesito verla con urgencia... espero que siga teniendo algo que "encontró" en el Cloaks... Dígame si puedo encontrarla en esta dirección que me entregó su "agradable" mensajero...- Le leo con dificultad la dirección que viene en la tarjeta. -. Su amigo no tiene muy buena letra...jummmmmm- Una leve protesta.

-Un segundo... ¿qué "agradable mensajero..."? Sparks, cuénteme directamente a qué se refiere, no le entiendo...

Parece como si estuviera intentando confirmar esa voz, luego oyes un pequeño murmullo de fondo, como si hubieran pueso el manos libres

-Ehmmm... Oye, Sparks, cálmate. No te he reconocido en un primer momento. ¿A qué viene tanta formalidad? Vale, sé a qué te refieres, claro, pero dime qué es lo que ocurre. ¿Un asunto de vida o muerte...?

Vaya... va a ser que en este caso va a ver algo más que eso. No me lo creo monada...

Muñeca, no estoy sobrado de peniques y esta cabina traga más rápido que la pasma los donuts. Créeme... lo sé bien. Algo está ocurriendo, huele mal y no he sido yo... esta vez. Estoy calmado... no tengo mucho tiempo. Digo con finjida urgencia. Te diré lo que haremos. Ven sóla , es importante, hay mucha gente detrás de esto. Nos reuniremos en el interior del "Italian´s Job" dentro de dos horas, yo te encontraré allí,... es mejor que seas puntual, no hace falta que te pongas mona. No es ninguna cita. La dirección es__________. Te estaré esperando no más de 15 minutos guapa. Es urgente. Le doy las últimas instrucciones y cuelgo si darle tiempo a responder.

¿Quién estaría con ella?... ¿la pasma?... ¿el chaval?... ¿sectarios?... ¿Otro jugador?. Será mejor tomar precauciones hasta que estemos seguros... por lo pronto sería buena idea hacerse con un periódico de hoy... y de paso ver las esquelas.

Con paciencia, una palabra que te ha sido de mucha ayuda durante tus aburridos seguimientos, bueno, paciencia y algo con lo que ocupar tu mente, claro está, el truco del periódico, crees que ya está tan visto que seguramente tu esquivarías a la persona que lo lee tranquilamente por considerar que te estaba espiando...pero...no todos son unos profesionales...

Además, mataba el tiempo mientras te aburres...buscas la noticia del funeral, y para tu decepción, no encuentras nada, apostarías a que fue ayer...porque si fuera hoy o mañana, lo pondría...los ricos son los primeros incluso para ser enterrados, ni la muerte os iguala...

El puto frío cala mis huesos haciendo mella en mis entumecidas articulaciones mientras espero con el periódico en la mano. Voy viejo para esta desagradecida clase de vida. Dos horas le había dicho... tenía que haber sido un hora, menos tiempo de espera para mi y menos de pensar para ella. En mi cuerpo sólo llevaba un café, obsequio del "viejo" Moan, insuficiente para calentar mi cuerpo. No queda otra que esperar... y ser paciente. La mulereta me había acompañado en muchas de estas ocasiones y no pude evitar acordarme de ella... cuánto la echaba en falta.

El periódico, ante mi, no informa de nada relaccionado con el caso; ni sombra del funeral, ni sombra de los hechos en el cloaks, ni sombra de la afanada pintora. Es curioso cómo los trágicos acontecimientos pierden interés engullidos en la voragine de la información. Página tras página devoro las noticias del mundo y de nuestra madre Inglaterra. Me detuve con especial interés en la sección de deportes leyendo los comentarios del derbi de ayer. Le habíamos dado una buena paliza... una sonrisa de satisfacción asomó por mis labios.

El señor Whilliamson seguramente ya estaba criando malvas bajo tierra... su amada y refinada esposa dió buena cuenta de ello eficazmente. Quizás va siendo hora que le haga una visita para informarla de las actividades de su marido, aunque algo me dice que no le son del todo desconocidas... Necesito registrar las cosas de éste para ver si encuentro algún indicio sobre lo que estaba detrás, notas sobre Aussiah, sobre Mary, sobre la ansiada reliquia...

Maldito frío, cuando quiera moverme no voy a poder. Busco en los alrededores algún sitio en donde cobijarme sin perder mi ventajosa y discreta posición.

Apenas pasada la hora de comer os encamináis por caminos distintos buscando un mismo objetivo…un anticuado Club de Striptease camuflado bajo el nombre de Italian’s Job, desde luego el local no pasa por sus mejor época, antes quizás, sino elegancia, por lo menos destilaba cierto estilo italiano, algo rancio, pero acogedor, ahora, una de las letras del rótulo, la i concretamente, no se encendía, y le hacía falta una mano de pintura…por la noche, con las oscuridad, quizás se camuflaran muchos de sus defectos…pero ahora resultaba más bien deprimente…

La joven Alice aparca su coche sin demasiados problemas cerca del local, en la acera de enfrente, no se ve a nadie por los alrededores, la mayoría de los edificios adyacentes son bares del mismo estilo y algunas tiendas de esas que desde luego no pisarías sino es obligada a punta de pistola…a veces te preguntas si habrá gente que compre allí…no lo crees posible…

El interior del local no mejora, esperabas algún tipo de matón en la puerta, quizás por la noche…una puerta que da hierro que da acceso a un falso vestíbulo, y después otra de cristal y madera, al abrirla una suave y sensual melodía se abre paso en el ambiente, no demasiado cargado…la distribución es sencilla, el local tiene forma rectangular, barra en la pared izquierda, ocupándola casi hasta la mitad…en la derecha un pequeño escenario sobre el cual una atractiva joven se contonea ayudada por una barra que va desde el suelo hasta el techo sin demasiado entusiasmo…en la pared de enfrente, mesas y sillas en pequeños reservados separados entre sí por tabiques de madera…y en una especie de segundo piso, lo que parece una sala VIP, o despacho, o cualquiera sabe, con enormes cristaleras tintadas…

Apenas una docena de personas en el enorme espacio hacen que la situación sea más incomoda si cabe…y para rematar la escena no ves a Sparks por ningún lado, si es que realmente recuerdas su cara de manera fiable…aunque crees que sí…

Un tipo alto, melena, una horrible camisa y unos andares pesados se te queda mirando, un buen marcaje desde luego…deja una vaso y un cigarro en la barra donde permanecía apoyado y se adelanta un par de pasos hacia tu posición…

Buenas tardes preciosa, ¿vienes por lo del trabajo? dice mirándote el culo y las tetas sin ningún tipo de reparo ¿Te ha enviado Carla? pregunta con un tono de voz amable…

Ninguna cafetería a la vista, y el periódico contando la misma basura de siempre…excepto por la victoria de los gunners, que siempre es bueno recordar las noticias agradables…un portal bastante resguardado hace las veces de improvisa mulereta, una punzada de añoranza, tantas horas de vigilancia juntos…allí en la 32 pudriéndose…

Por suerte no llueve, y eso ayuda, poco actividad, ya que la hora no acompaña demasiado, el hambre empieza a llamar a tu cerebro, pero de momento aún vas tirando, en las malas épocas a veces era mejor no comer demasiado…aunque por otra parte, para Jack Sparks casi siempre es mala época…hay gente que tiene suerte en la vida…gente desgraciada…y gente como Jack Sparks…un perdedor, como diría Bobby, pero a veces la suerte cambia de bando…sólo hay que estar atento…

Un flamante BMW aparca enfrente del local…sólo alguien como ella traería un coche así a este lugar…el bonito y prieto trasero moldeado en largas y sudorosas sesiones de gimnasio de la señorita Stevens hace su aparición, contoneándose sobre sus tacones, su falda blanca por encima de la rodilla, dejando ver unas firmes piernas, lastima que el abrigo oculte el resto de su anatomía…pagarías por ver la cara de Moan cuando vea entrar a alguien así al garito…

Desaparece en el interior…