Partida Rol por web

Miro el móvil cuando estoy llegando al hospital y tengo un mensaje del bombero. Suspiro, odio las malditas fiestas y además tengo que hacerle la cena a mi padre para que no se alimente a base de cervezas.

Si puedo intentaré pasarme, pero no prometo nada.

Haz una tirada de 1d10 de encuentros en el hospital

Salgo del Parking y miro mi teléfono, llego diez minutos antes de la hora de entrada, pero me gusta llegar un poco antes para ver a mi madre.
Hoy no será posible.

Entro en recepción mientras saludo a las enfermeras y enfermeros, me pongo la bata y miro el trabajo del día en el ordenador. Resoplo ante el número de chequeos, pruebas y revisiones. Pero paso  a lo importante... miro la habitación y estado de Burantino Legno. Quemaduras graves, porcentaje de piel quemada, grado de lesión en la piel

Vamos a revisar el tratamiento y ver el estado del chico.

Haz una tirada de 1d10 de encuentros en el hospital

Vas recorriendo los pasillos hasta que te topas de frente con Ava Himler. La conoces de vista, pues es compañera de tu amigo Enzo, y alguna vez la has visto acompañándole por el hospital. Ella te mira, confusa y con el ceño fruncido.

-Perdona, ¿buscas a alguien?

Tu amigo y enfermero Milo Thatch, un jovencito con ambiciones de explorador pero físico exangüe y nula seguridad en sí mismo, se aproxima a ti totalmente azorado.

-¡Enzo! ¿Cómo está tu madre? Acabo de empezar el turno y ya me lo han dicho... 

De pronto ve que aún te estás poniendo la bata, prácticamente, y que tienes pinta de acabar de llegar. Y de no tener ni idea de lo que le estás diciendo.

-Oh...

El informe médico que tienes en tus manos, por otra parte, especifica lo siguiente:

Hospital 1901

Yarnfable, 24 de junio de 201X

Resumen de historia clínica
Informe de urgencias

Ref: Pac. Burantino Legno                                                                                                          EDAD: 7 años

Motivo de consulta

Ingresa en el hospital 1901 el día 24/06/201X, en guardia del Dr Vittorio Luttenberger aproximadamente a las 23:34 hrs por presentar diversas quemaduras en el cuerpo. Refiere a que estaba celebrando su cumpleaños con su padre cuando las velas de la tarta comenzaron a prender las cortinas con un “fuego verde”.

Examen físico: quemaduras de segundo grado con eritema en tercio medio de la cara anterior de la pierna izquierda, superficiales. También presenta quemaduras de primer grado en la totalidad de la pierna derecha. Quemaduras de primer grado en región del pómulo derecho. Quemaduras de segundo grado superficiales con eritema en región lumbar bilateral.

Refiere sentirse mareado, pero probablemente se deba a la medicación contra la leucemia. Se indica su internamiento a las 00:00 hrs y se prohíbe las visitas para que descanse. Se solicita con urgencia una hematimetría básica y bioquímica, así como equilibrio ácido base y determinación de ácido láctico.

Comienza el tratamiento contra el dolor con unas dosis bajas de fentanilo. Administración de toxoide tetánico. A las 04:30 hrs se le comenzó a suministrar alimento por sonda nasogástrica con proteínas y arginina.  

Dr. VITTORIO LUTTENBERGER
Médico de urgencias
Hospital 1901Hospital 1901

Tu padre llama a tu puerta con los nudillos cuando aún te estás vistiendo.

-¿Podemos hablar? -Titubea en la puerta, mirando unos papeles en su mano, en la otra sostiene una copa de vino- ¿Conoces tú a la tal Panna? Esa bailarina erótica. Está buenísima.

Ves que se sonroja un poco, y sonríe de forma picarona.

Me encuentro con una de las médicos, lo mío no es la ciudad desde luego, me pierdo entre los interminables pasillos del hospital. No parece muy simpática la verdad, pero bueno a mi también me molesta encontrarme gente extraña en el bosque.

Buenos días, soy Deidre la guarda forestal. Ayer traje a un hombre herido de bala al hospital, venía a preguntar por él. ¿Usted sabe algo?

Miro perplejo el informe, repasando algunos datos mientras Milo me habla y asiento de forma automática sin prestar mucha atención.

¿"Fuego verde"? ... ¿Tratamiento para Leucemia? ¿Porque no sabia nada de esto?

Levanto la mirada del informe, con la bata aún sin abotonar y mis ojos se clavan poco a poco en los ojos de Milo, a medida que mis subconsciente comienza a procesar las palabras de mi amigo.

- ¿qué? o sea... ¿que has dicho?

Le cojo del brazo y le aparto un poco del pasillo donde las enfermeras van y vienen sin cesar. - ¿que pasa con mi madre? he mirado el correo esta mañana donde me avisan de cualquier cambio en su estado y no me han informado de nada.

Mi corazón comienza a palpitar acelerado, completamente asustado porque pueda haber alguna noticia mala y que no hayan querido dármela por mensaje.

Ella sonríe, cruzándose de brazos. Parece mayor y a la vez joven, como tocada por un muy buen cirujano, o una de esas personas que en su juventud ya parecen maduras.

-En realidad, querida, soy la psiquiatra, deberías hablar con los médicos de urgencias o con las enfermeras -señala hacia un pasillo- si vino con un disparo de bala estará en la UCI. 

Antes de que te vayas, te coge del brazo, y todo resquicio de amabilidad desaparece en un ceño fruncido que le ensombrece la expresión.

-¿No viniste hace poco por la sala psiquiatría? Con el doctor Erthal.

El chico retrocede, azorado y perplejo.

-Lo siento, pensaba que... lo siento. Está bien, ella está bien -alza las manos, tratando de tranquilizarte- Alguien pidió que la trasladaran a una habitación, y en el camino tuvo una crisis. No llegó a entrar en parada pero le bajó mucho la tensión. Pensaba que te habrían avisado...

Está tan nervioso que trata de colocarse bien las gafas y estas se le resbalan de entre los dedos, cayendo estrepitosamente contra el suelo. Más nervioso todavía, las recoge torpemente y vuelve a colocárselas sobre la nariz.

-Ahora está bien. Está estable.

Me tranquilizo y relajo la presión de mis manos sobre sus brazos, me doy cuenta que le estaba haciendo daño.

- Disculpa Milo... perdona, no quería hacerte daño

Le ayudo a recuperar las gafas mientras le miro confuso - ¿dices que alguien solicitó un traslado? Eso es imposible... no pueden hacer algo así sin notificármelo. Soy su único pariente vivo, son reglas del hospital...

Tengo que subir a verla. - 

El muchacho sonríe, nervioso.

-La han devuelto a su habitación de la UCI. Por lo visto les da miedo volver a tocarla, pero la orden de traslado sigue en firme. Deberías preguntarle a Nicole, ella fue la que lo estuvo supervisando... -Milo se sonroja y carraspea, evitando tu mirada. 

Él fue uno de los pocos que se enteró de vuestra historia.

Miro a Milo y niego con la cabeza. Tranquilo Milo, no es culpa tuya, es solo que no entiendo quien ha podido dar la orden.
Quiero ver al chico que entro de urgencias ayer, el doctor Luttenberger es muy diligente, pero quiero ver personalmente al niño.

Aun así tendrá que esperar, necesito ver a mi madre y saber porque se ha solicitado ese traslado.

Nicole, escuchar su nombre hace que se me pongan los pelos de punta y me ponga nervioso. Muchos sentimientos encontrados.
Normalmente soy capaz de mantener la compostura en cualquier situación, pero después de lo que pasó entre nosotros me cuesta controlar los nervios cuando ella está presente. 

Es dulce y amable conmigo, pero no puedo dejar de sentirme culpable primero por haber provocado que engañase a su novio, y segundo aún mucho más culpable por romperle el corazón. No sé cómo aun me mira a la cara.

Me despido de Milo y cojo el ascensor para la planta de pacientes asistidos.

Ya son muchos días que vas a ver a tu madre y te encuentras allí a Nicole, con las dos pacientes en coma del hospital. Por tanto, no te sorprende verla leyéndoles un libro, y controlando sus sondas y sus goteros.

La joven se sobresalta al verte llegar, y notas un brillo de culpabilidad en sus grandes ojos azules. Al lado de tu madre, que parece estar aparentemente bien, está la otra paciente en coma, la desconocida de cabello oscuro y piel pálida.

-¿Te has enterado? -Pregunta, mordiéndose el labio- Ya está bien, sólo fue un susto.

Veo a Nicole allí leyendo y aunque entro silencioso adivina pronto que soy yo, imagino que por mi forma de caminar... o simplemente porque nadie más suele venir a esta planta fuero de los cambios de turno.

- Hola Nicole... 

Ver su mirada me trae muchos recuerdos, de un café, de una noche lluviosa, de horas de bromas en la sala de radiodiagnóstico, de mensajes en papel en la biblioteca de residentes, de besos prohibidos en la oscuridad de mi piso. 
Mi corazón se acelera como siempre que la veo, y me desgarra ver que se siente culpable.

Me vienen otros recuerdos, pero no puedo centrarme ahora en ellos, debo dejar de lado y centrarme, en mi madre.

- Me he enterado a duras penas, sé que ha habido una crisis. - levanto una mano mientras niego con la cabeza - eso no es extraño, ya ha ocurrido otras veces. La habéis sacado adelante, es lo que importa.

Me acerco a mi madre y le cojo de la mano unos segundos para luego mirar la hoja de registro de constantes. Luego me apoyo con las dos manos en la cama y suspiro dejando que mi cabeza se hunda entre mis brazos unos instantes.

Luego levanto la vista una vez más y le miro directamente.

- Lo que no entiendo es quien ha ordenado su traslado sin consultarme y por qué.

Ella cierra el libro que tiene entre las manos, marcando el punto de lectura con el dedo índice entre las páginas, y te mira con cara de extrañeza.

-¿No lo sabes? -Se levanta cuidadosamente, sin hacer ruido con la silla. Como si el sonido de las patas arrastrando por el suelo pudiera perturbar a las dos mujeres en coma- El hospital tiene nueva dirección. Nos lo notificaron a todos por carta. La directora dijo que quería dejar libre la UCI, y tu madre... bueno, lleva mucho tiempo aquí. Casi tanto como ella -dirige su vista hacia la joven durmiente, con un gesto de tristeza.