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Historial: Juventud, familia y anclas de la vida

“La juventud vive de la esperanza; la vejez del recuerdo.” (George Herbert , Poeta inglés).

Enzo vivió sus primeros años con sus padres en Yarnfable, pero dicen que todo recuerdo importante viene precedido de un gran cambio. Para Enzo fue cuando se fue su padre. No recuerda mucho de aquella parte de su infancia. Sin embargo, recuerda mucho de cuando su padre se marchó del pueblo cuando él era niño, para trabajar en otra ciudad. No son recuerdos exactos, son más olores y sensaciones, instantáneas de su madre llorando, de la lluvia en la ventana, del programa de televisión en la antigua pantalla mientras sus padres se despedían… Pequeños recuerdos que parecen postales de sensaciones nostálgicas.

Así pues, Enzo se crio con su madre, una madre coraje llamada Sofie Stinne.

Sofie era querida por mucha gente del pueblo, una mujer trabajadora sacó adelante a su hijo ella sola y mantuvo el precioso piso que heredó de sus padres, a pesar de que era una zona revalorizada y que ya no tenían el apoyo económico del padre.

A pesar de ello, Sofi hipotecó su casa y pudo pagar los estudios de Enzo. Sofi era maestra en la escuela superior del pueblo, y a pesar de la tristeza de su soledad, educó a Enzo en fuertes valores morales, dando al chico una fuerte identidad de ayuda al prójimo. Cuando era niño, Enzo recuerda que su madre preparaba muchas de sus clases en la biblioteca, y le dejaba leyendo allí historias fantásticas. Era un lugar poco visitado, y a Enzo le gustaba el olor y las sensaciones de paz de aquel lugar, y prefería estar allí pasando las tardes en lugar de jugar al futbol con otros chicos de su edad, así que no era un chico con muchas amistades.

Enzo y su madre tenían una buena relación, un apoyo mutuo, así que la vida se hizo un poco más gris y triste cuando ella enfermó.

Cuando Enzo tenía diecisiete años, Sofie enfermó gravemente. De un día para otro, comenzó a tener convulsiones y no tardó en caer en un profundo coma.

Ningún médico supo qué era lo que le sucedía, y la madre de Enzo no despertó jamás.

Enzo pasaba las tardes en el hospital leyéndole a su madre los cuentos que él sacaba de la biblioteca, y se tornó más distante y solitario.

Sofie había dejado una importante suma de dinero en un banco para costear la Universidad de su hijo, así pues, al llegar a la edad adulta, el joven decidió estudiar medicina para poder tener la oportunidad de despertarla.