Partida Rol por web

Bienvenido a BOWLING PARADISE!

12 pistas de bolos, 6 billares, un restaurante, un bar abierto hasta las 3 de la mañana, un escenario y una sala de cine!

MENU ESPECIAL: nuestro famoso bistec de 16 onzas acompañado de patatas fritas, y helado de postre (27 sabores y 10 toppings para elegir) Invitamos al cafe! 

Y todo esto por tan solo 19.90 $

El verano toca a su fin. Ha sido muy caluroso y ha durado casi un mes. La temperatura ha llegado a los 37º y no ha bajado de los 26 durante la noche. De vez en cuando se levanta un ciente caliente que azota brevemente la region, cargado de nuves de polvo y bichos, nada aplaca la sofocante atmosfera. 

Bowling Paradise se encuentra a 15 millas del centro de la ciudad, al borde de la interestatal 70, atrae a la poblacion tanto cercana como a los viajeros de la interestatal, esta bien situado y tiene buenos precios ademas de abrir toda la noche.

La gente acude para divertirse, pero sobretodo a comer sus hamburguesas y su famoso bistec que se ha ganado la reputacion.

En medio de campos de cereales amarillentos por la ola de calor, se encuentra una estructura de cristal y cemento, rodeado por un inmenso parking que puedo albergar hasta 200 coches.

Es de noche, en el parking solo hay unos 30 vehiculos todos cerca de la entrada, el resto esta desierto y solo iluminado por unas farolas con una luz azulada, una carretera cruza los campos amarillentos dividiendose una hacia la ciudad y la otra hacia la interestatal 70.

En el interior no hay mas de 60 personas, y aunque es entre semana, el establecimiento tan grande parece vacio.

A bowling Paradise se entra por un largo corredor central que discurre a lo largo del edificio. Se articula en torno a una gran sala principal donde se encuentran las pistas de bolos.

El ala derecha corresponde al restaurante que podría acoger más o menos a sesenta personas, las cocinas son adyacentes a ésta y dan al exterior donde se deposita la basura. En el ala izquierda está el cine, que puede llegar a acoger a 120 personas y la sala de conciertos con su escenario y equipo de sonido. Hay varios baños para hombres y mujeres en cada una de éstas alas.

Aunque el edificio es un tanto viejo, el Bowling Paradise sigue siendo un lugar confortable y particular, el orgullo de su gerente, Michael Simmons.

Recientemente se han instalado unas televisiones  nuevas, último modelo, una en el restaurante y otra en el bar. Emiten permanentemente videoclips y música de moda que no son del gusto de algunos asiduos que se quejan ostensiblemente ante la falta de " auténtica música americana". A veces, también se pueden ver retransmisiones de eventos deportivos cómo la NBA, NHL, NFL o la NBL. Se pueden sintonizar canales de cadenas locales de información, pero Simmons no está dispuesto a pagar por televisión por cable.

Todos los ventanales están cerrados con cerrojos y unas puertas correderas d cristal separan las diferentes partes del establecimiento. Sobre la sala de conciertos se encuentran las oficinas de la dirección y el puesto  de seguridad.

Son las 21: 00 del 28 de Agosto de 2012,  os encontráis dentro del Bowling Paradise. Hay gente jugando a los bolos, cómo suele ser, y la gran mayoría se encuentra hoy en el restaurante.

Vosotros os encontráis en el interior del Bowling Paradise, concretamente en el bar, disfrutando de lo poco que queda de verano, que se va acabando, mientras se apaga la sed a base de buena cerveza de malta, o refrescos en caso de los menores. El camarero parece bastante ocupado, y tiene su camiseta empapada en sudor, debido a la larga jornada que lleva ya a sus espaldas.

En una de las mesas podéis ver a una pareja, y tal y cómo se miran, se podría decir que están locamente enamorados, pues no hacen más que sonreírse, cogerse las manos, etc.

En la barra hay un sujeto con unos pantalones vaqueros, una camisa de cuadros, y su sombrero apoyado. Se está tomando un filete que diríais es de los más grandes que puedan llegar a servir. Parece cliente habitual, ya que normalmente la comida sólo se sirve en el restaurante, aunque el bar también tiene capacidad para hacer perritos calientes y bocadillos.

Hay un tipo, que está rondando continuamente por la barra, y los alrededores, aunque no esté trajeado, no hace más que apuntar pequeños detalles para mejorar su servicio. Juguetea de vez en cuándo con su pantalla de Tv nueva, con lo que los lugareños podréis adivinar es Michael Simmons.

Una de las mesas está ocupada por alguien que parece se ha olvidado de que los años 60 han acabado hace bastante. Su indumentaria  es Hippie.  Tiene el  pelo largo y enmarañado, viste con ropas de colores y lleva hasta un poncho. A su lado una guitarra bastante destartalada, y dos vasos. Uno grande y de cristal, lleno hasta arriba de lo que parece cerveza negra. Y otro más pequeño, también de cristal pero más compacto, que contiene un líquido color marrón parduzco. Está cómo embobado mirando la tele, y mira muy a menudo su viejo reloj.

Estaba sentada en la barra junto a mis amigas, mientras tomaba una coca-cola... Estábamos las tres inclinadas sobre un mapa mirando por que carretera seguir y donde hacer nuestra siguiente parada.

-Ummmm... Yo diría de luego ir a descansar podemos salir a primeras horas de la mañana y llegar a Denver en unas 8 horas... Podemos pasar el día allí, ver un poco la ciudad y descansar allí, y ya al día siguiente continuar con el viaje... Mire en el mapa la ciudad de Denver... -¿Alguna sabe si hay algo interesante o que queráis ver en Denver? 

Mientras mis amigas miraban el mapa y comentaban acerca de las opciones, yo levante la cabeza y pasee la mirada por la sala, mirando disimuladamente a los lugareños, sobre todo al extraño hippie que por como miraba la tv no me sorprendería que estuviera hasta las cejas con alguna sustancia... Seguramente cannabis.

El lugar tiene caracteristicas extrañas, sin duda quien creo esto puso bastante dinero, y por el tiempo que lleva de pie, debio dar sus frutos, posiblemente por la base militar que cerro hace poco y suministraba una continua entrada de clientes.

Miras tu reloj son las 21:30 quizas seria buen momento de cenar, aunque tus amigas no sabes si estaran dispuestas de cenar un sitio asi.

Echas un vistazo de nuevo, el hippie esta discutiendo con el barman para que le ponga la lucha mejicana, una chica atapiada con el modelo clasico de camarera entra, va con unas gafas grandes de sol que tapan media cara, aunque ya es casi de noche.

Miraba con curiosidad el local, mientras mis amigas daban su consentimiento ante mi plan. -Chicas... pidamos algo de cenar aquí... Tengo bastante hambre, y no me apetece conducir hasta el hotel con el estomago vacío... Vamos a pedirnos algo de cenar aquí.

Levante la mano mirando a la camarera y le sonreí, mirando con cierta extrañeza el echo de que llevara gafas de sol a estas horas de la noche... -Emmmm... disculpe, ¿Nos podría dejar la carta para pedir algo para cenar? Ya de paso, podria darnos su recomendación acerca de que pedirnos... Y que no sea el bistec, tiene una pinta estupenda, pero dudo que podamos comernos algo que es casi tan grande como mi cabeza, jejeje... Sonrío animada, mientras espero a que la camarera nos deje ver la carta y nos de alguna recomendación

Parece que el grupo de chicas te llama, parece que quieren comer algo, pero en el bar solo teneis de comer, aros de cebolla alitas de pollo y cosas de picoteo vario, abajo teneis el restaurante, aunque podrias recomendarles las hamburguesas, a todo el mundo que no cuide su linea le gustan las hamburguesas.

De lejos ves a Carla, vuelve a llegar las gafas, eso seguramente sera que su marido Burt, le ha vuelto a pegar...en fin pronto no sera tu problema, vuelves a mirar el telefono a ver si te han dado el papel, te mueres de ganas de irte de este lugar de paletos que no entienden que la vida es libertad, ademas el malnacido de luke ( cuarterback del equipo universitario de la ciudad, novio de Blue (clienta que esta con unas amigas en los bolos y es de tu edad) seguro que ya ha empezado a fardar de sus amigos de haberse acostado con alguien,no dira tu nombre pero aunque no fuera cierto todo el mundo te mirara, ademas de que Blue ya te odia desde que le robaste la plaza de animadora ( que ganaste limpiamente). Ademas fue un desastre de polvo, y la tiene pequeña.

Me acerqué a la simpática chica y a su grupo de amigas, carta en mano, mientras me retiraba un poco las gafas y sujetaba mi bloc en la otra. La cara sorprendida de mi cliente me hizo reirme para mis adentros, todos estaban desconcertados ante mis flamantes gafas de sol. Normalmente esto significaría una reprimenda del jefe, pero era una pequeña venganza personal, un día más y ya no volvería a este antro. Las ganas de empezar una nueva vida me levantaban el animo.

- Buenas noches, bienvenidas a Bowling Paradise. Aquí tienen la carta - Les indico mientras lanzo mi mejor sonrisa - Tenemos alitas de pollo, patatas fritas y otras cosas de picoteo variadas, y como no, nuestras fantásticas hamburguesas, la especialidad de la casa. Si quieren algo más, les invito a que visiten nuestro restaurante, según entran al local primera puerta a la derecha. ¿Qué van a querer de beber?

-Ummmmm... Tiene todo muy buena pinta... Miraba la carta, mientras escuchaba las recomendaciones de la camarera. -Ummmm... yo creo que me voy a decantar por esa estupenda hamburguesa especialidad de la casa. Pase la carta a mis amigas y sonreí a la camarera. -En cuanto a la bebida, yo me tomaré otra coca-cola. Una vez terminan mis amigas de elegir lo que van a tomar señalo hacia la puerta. -¿Pasamos ya al restaurante?

Termino de apuntar la petición de las chicas en el papel -Espero que disfruten de su estancia en bowling paradise - y tras corresponderles a su sonrisa, me dirijo a otra de las mesas que acaba de ser desocupada para retirar los restos. No habían dejado propina los muy capullos. La mirada inquisitiva del señor Simmons se posa sobre mi mientras me acerco a dar el recado de las muchachas - se pensaría que su nuevo corte de pelo le quedaba bien, pero no era más que una horterada a mi parecer -

Sonrío a la camarera y asiento con la cabeza. -Muchas gracias, nos pasamos pues al comedor... Me levante de la silla terminando el ultimo trago de mi coca-cola, y junto a mis amigas nos encaminamos hacia el comedor, para tomar una mesa libre y poder cenar antes de volver a nuestro hotel.

-Bueno chicas... Ya falta menos para llegar a las vegas. Me estiro un poco en la silla acomodándome. -Una vez que volvamos a la uni nos esperan largos días de estudio... Así que aprovechemos al máximo estas vacaciones.

Jack, como de costumbre, estaba en la pista de bolos del Bowling Paradise, después de su tercer pleno consecutivo se acercó hasta la barra para pedir una cerveza, hacía un buen rato que había acabado con la anterior. Al pasar por entré las mesas se fijó en un grupo de chicas que parecían no ser de por allí, nunca las había visto en el local, estarían de paso. No les prestó más atención que esa y se dirigió a la barra. Quedó justo al lado de un tio que seguramente sería vencido por el bistec aunque el no lo supiera todavía, había visto a varios sucumbir ante ese pedazo de carne antes. -Una Bud, estoy seco. Dijo dirigiéndose a la camarera que tenía mas cerca.

La noche transcurria sin incidentes, acababan de tocar las 22:00 Pm, el grupo de chichas que estaban de paso ya habian entrado al restaurante, los lugareños ya tomaban sus bebidas respectivas, y una de las camareras no paraba de mirar el telefono, incluso por ser una adolescente.

La camarera que habia llegado tarde con gafas de sol, regresa al bar mientras escucha gritos de un hombre, no se ve por el angulo pero se supone que por las palabras sera su jefe. La chica sin mas dilacion se pone a trabajar. Esta vez sin gafas se observa como un moraton le ocupa alrededor del ojo.

Estaba hablando animadamente con mis amigas, mientras esperábamos a que nos sirvieran la cena, hablábamos de chicos, de como organizar nuestras clases en la universidad y de que profesores nos caían bien o mal, incluso Sam nos confesó que le gustaba mucho el profesor Henry, que a pesar de que fuera mas de 20 años mayor que ella, cada vez que lo veía no podía dejar de imaginárselo en situaciones super calientes. Tanto Lucy como yo, no pudimos contener la risa de imaginarnos a Sam con cara bobalicona fantaseando cualquier tipo de perversión en mitad de la clase del Sr. Henry. -Anda que ya te vale... ¿Y no te gusta Ryan? No hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta de como te mira... Ademas... parece un buen chico... Es muy majo... Sam me miró mientras se encogía de hombros y me decía que ella también había notado como la miraba, pero que nunca se había atrevido a decirle nada, por lo que tampoco ella le había dicho nunca nada.

Zack volvió a la pista con la cerveza en la mano a la espera de su turno. Observó, más que eso oyó, al dueño de la bolera gritando como de costumbre. Otro trago más y ya estaba preparado para lanzar.
Agarró la bola con suavidad, con mucha más de la que hubiera utilizado con una mujer, la subió hasta la altura de su cara y se dispuso a lanzarla por la pista de parqué en dirección a los bolos.
-Un par de plenos más y estaré en los regionales

Batería al 20% ... shit. Ya sabía yo que el móvil había salido demasiado barato, pero cuando necesitas uno de repuesto porque el anterior se te ha caído a un charco mohoso y vas mal de dinero porque te tienes que ir de viaje y no has terminado de cobrar el mes, es lo que tiene. El señor Simmons ya volvía al bar tras su charla privada, y empezaba a mirarme con mala cara, mejor guardarlo y revisarlo cuando volviese a estar distraído, así que lo apagué y volví al trabajo. Carla iba con la cabeza gacha, como un patito feo arruinado. En otra ocasión me habría acercado, pero no era el momento, además, no iba a volver a ver su careto de mujer sin ovarios en mucho tiempo con un mínimo de suerte, y para que negarlo, ya era suficientemente bochornoso lo que le pasaba como para darle el remate con una palmadita y que reparase medio bar todavía más en el drama.

Y pese a toda a esta mierda que estaba pensando, al pasar junto a mi sollozando no pude evitar susurrarle con el tono más cariñoso posible un -tranquila, luego hablamos- A veces me daba asco a mi misma, y lo peor es que no sabía si por canalla o por blandengue.

La noche transcurre tranquilamente, algunos cenando con amigas otras terminando una partida o atendiendo mesas. Instintivamente un ruido de chirridos y razaduras de metal con metal vienen del exterior, nadie hace nada...los pocos que reaccionan a tiempo; podeis observar como un coche circula por el parking a bastante velocidad y zizaguea de forma extraña rozando con la carroceria a otros coches saltando chispas...sin tiempo a avisar a nadie el coche se estampa rompiendo el cristal de uno de los escaparates del restaurante rompiendo incluso la verja metalica, como si el tiempo se detuviera, el cristal se raja y finalmente llueven esquirlas de cristal por toda la zona del restaurante. Finalmente un ruido de bocina de coche empieza a sonar sin cesar...en un lugar cerrado se os mete a la cabeza rapidamente.

Estaba dando buena cuenta de mi hamburguesa, cuando el ruido de metal rozando hizo que alzara la cabeza y mirara hacia el exterior, ya que el ruido parecía venir de esa dirección... Abrí los ojos con sorpresa al ver un coche avanzando rozando los coches, viniendo de frente hacia el restaurante...

-¡CUIDADO!

Apenas pude levantarme de la silla gritando, cuando el coche se estampo contra las cristaleras lanzando una lluvia de esquirlas de cristal contra los que estábamos en el restaurante...

Abrí los ojos y aparte los brazos de mi cara, los cuales había levantado por puro instinto... Me encontraba tirada en el suelo y se podía escuchar el constante sonido del claxon del vehículo accidentado... Me incorporé con cuidado sin saber muy bien en que momento había caído al suelo... suponía que al echarme hacia atrás, había tropezado con mi propia silla.

-¿Esta todo el mundo bien? ¿chicas? Mire a mis amigas, las cuales parecían algo asustadas, pero en buen estado... -¿Estais bien? Cuando estas asintieron, me acerque con paso seguro hacia el coche... El sonido constante de la bocina dejaba claro que el conductor estaba inconsciente... o incluso muerto... Estaba junto al coche poniendo cara incomoda por el estridente sonido de la bocina del auto, sin embargo, me incline para mirar por la ventanilla del coche antes de intentar abrir la puerta del vehículo... -Que alguien llame a la policía y a una ambulancia... Es posible que este herido...

No podía resistirlo, compulsivamente tenía que mirar el móvil para saber si había llegado mi libertad, así que me escabullí a las cocinas. Un asqueroso chirrido asaltó mis oídos, procedente del restaurante. Me asomé a ver que diantres pasaba. - ¿Qué ...?- Fue lo único que pude decir antes de que un automóvil se estrellase a unos pies de mi cara. Del vehículo salía humos a raudales, olía a quemado y había ¿sangre, kepchup? en mis ropas. La gente vociferaba y empezaba a pedir auxilio, mientras otros se incorporaban y la bocina taladraba el ambiente. Me gustaría decir que mantuve el tipo, pero el móvil había resbalado de mis manos y trastabillé, al menos hasta que una chica empezó a acercarse al coche con paso decidido. Espera, ¿estaba siendo yo una pánfila llorica mientras alguien movía su culo? Ni hablar, este era mi curro y tenía que dominar la situación. Recogí el teléfono y me acerqué, a ver en que podía ayudar.