Partida Rol por web

Cosette asomó por la torreta un par de veces para ver los puestos de venta, ¡¡ Quería comprar algo y no encontraba el momento !! Avanzando por aquellas montañas ya empezó a observar desfiladeros y barrancadas que Jim pudiera o no superar, y a sopesar sus posibilidades como conductora, hubiera aparcado a las afueras, pero las afueras de aquel lugar era Ninguna parte, así que tuvo que internarse por la calle principal para poder encontrar un lugar donde estacionar

La segunda escotilla se abrió y Cosette asomó por ella con una sonrisa - ¡¡ HOLAA !! ¿Hay algun problema? Buscamos donde aparcar esto, no he visto lugar por la carretera de entrada - Se excusó Cosette con la punta de la lengua asomando entre sus dientes

La energia de Cosette es simplemente increible... tras estar metida en el tanque tantas horas y sale tan contenta, ni siquiera el terreno consigue desmotivarla. Me pongo una mano en la frente mientras lentamente una sonrisa aparece en mi rostro, supongo que tengo que dejarme llevar mas por su manera de ser... demasiado acotumbrada al regimen militar supongo... recuerdo cuando era exactamente como ella y que narices, puedo volver a serlo... creo...

Con una sonrisa que no puedo evitar miro a mi socia y despues a los habitantes, haciendo un mas que claro encogimiento de hombros. - Muy buenas... ya habeis oido a mi socia... ¿algun sitio donde podamos dejar a Jim? - Lo digo con mi mejor tono, sin querer parecer amenazadora ni nada por el estilo.

Algunas personas, sobretodo los hombres, sonríen al veros aparecer y reaccionar así. A los soldados no parece hacerles tanta gracia, si bien los imperiales son famosos por su recelo hacia el resto de naciones parece que lo son aún mas cuando dos extranjeras aparecen en un tanque.

Uno de los soldados se acerca hasta casi tocar la parte delantera de Jim, su compañero permanece unos metros por detrás y descuelga el rifle de su hombro.

- ¿Que estáis haciendo aquí? No podéis meter un tanque en mitad de la ciudad, fuera ahora mismo. Dejad este trasto fuera de la ciudad y entrad caminando, esto no son los Estados Confederados, aquí hay leyes para todos.

Las reacciones entre el gentío son de lo mas dispar. Algunos parecen coincidir con el soldado, otros parecer disfrutar con la presencia del tanque o de vosotras, el resto simplemente observa la escena con indiferencia a la espera de una resolución.

Vale vale soldadito, cuidado echa para atrás que no te pise la bota - Cosette guiñó el ojo a alguno de los ciudadanos barbudos y altos que observaban con los ojos cruzados y se metió dentro de la escotilla, mirando el panel frontal que el soldadito se hubiera apartado, giró a Jim llevándolo a alguna explanada en la entrada del pueblo

Algún día cazaré dragones en un avión. - Afirmó Cosette sonriente a Elise, parece que la conversación con el soldado la había pasado completamente por alto, o tal vez ni la había vivido, a saber en qué estaba pensando o cuantas Cosettes habían ahí dentro

Cuando todo parecia ir bien y estaba seguro de que Cosette se ganaria a los aldeadnos, los dos soldados se ponen... bueno, a hacer de soldados. Mientras uno de ellos nos echa la charla, otro deja que su rifle se coloque en sus manos. Ni corta ni perezosa le hecho una larga mirada mientras mi mano toca claramente el muslo donde tengo el subfusil... no quiero problemas pero no pienso dejar que un soldado de un puto pueblo perdido en las montañas me agujeree por incompetente.

Sin embargo Cosette, lo soluciona rapido metiendose dentro del tanque y saliendo del pueblo para encontrar un lugar donde aparcarlo. Su ultimo comentario me deja a cuadros...¿¿en un avion?? en serio... me encanta. - Subir a los cielos a pelear con un dragon es una maldita locura Cosette... pero si alguna vez se te ocurre, avisame... seguro que tengo algo de tiempo libre para probar. - Y empiezo a andar de vuelta al pueblo. - Si a ese soldado se le ocurre volver a apuntarme con el rifle te juro que se lo voy a meter por donde mas le duele...

Después de atravesar una gran ciudad como Gorodok a bordo del tanque os parece curioso que en un pueblo perdido no os permitan circular con él.
A los soldados no se les veía muy listos, pero el Imperio no quiere genios, quiere alguien que sostenga y use sus armas.

Dejáis a Jim a un par de metros del cartel con el nombre del pueblo, si algo lo delimita debería ser eso. La gente os ha seguido motivada por la curiosidad, de entra la muchedumbre sale un hombre. Se trata de un tipo delgado, con unas gafas perfectamente redondas y vestido ligeramente mejor que el resto del populacho.

- ¿Habéis venido a matar a los golems, verdad? Soy Vitaly, ayudante del alcalde. Os puedo decir donde se encuentran exactamente, todo el mundo cree saberlo pero cada uno dice un lugar.

A medida que llega gente comienzan a contar historias sobre el paradero del golem. Algunos lo cambian por un dragón y otros por cualquier otra bestia que se les ocurra. Reuniendo los testimonios improvisados del grupo resulta que Klushino está rodeada de bestias en todas direcciones pese a que a simple vista no haya indicios de ello.

Vitaly, satisfecho por la rápida demostración de su previsión sonríe orgulloso.

- No hagáis caso a nada, solo yo se con certeza donde se encuentran las bestias. Sin embargo Klushino necesita algunas mejoras y no podemos aumentar los impuestos, es posible que una donación facilitase la colaboración entre nosotros. De ese modo todos ganaríamos...

Nada mas bajar de Jim el pueblo entero aparece cerca nuestro... realmente deben tener una vidas muy aburridas aqui arriba. Nos encaminamos hacia ellos cuando un hombre mejor vestido que la mayoria se nos acerca... el termino ha sido golems, en plural... esperemos que al menos no sea una pareja de tortolitos de los grandes o el pobre Jim va a pasarlo mal de verdad. Vuelvo a escuchar al estirado  y parece ser que "solo" el conoce la ubicacion exacta de las bestias y que en pocas palabras un modico "soborno" nos dira donde estan...

Alterno el peso de mi cuerpo de una pierna a otra hasta dejar reposando sobre la izquierda, la que me permitira sacar la espada o el subfusuil en su caso con mayor facilidad, este maldito inutil espera presentarse asi delante nuestro sin mas, pedir un soborno y que se lo demos sin mas... me giro para mirar a mi socia y en mis ojos relampagea la misma intensidad que cuando estuvimos hablando en el bar. Lo unico que salva a quel idiota es que lo mas seguro es que le necesitemos pero si aceptamos pagar un soborno tan facilmente, pronto apareceran mas pagos inesperados. Miro a los soldado si tambien estan alli para al menos saber hasta donde estan metidos. - Entonces lo que nos estais pidiendo, de un modo muy educado, es un soborno para decirnos donde estan los golems... - Mi mano empieza a repiquetear contra la hebilla de mi cinturon mientras intento calmarme y de paso se me ocurre un plan... no es etico, probablemente nada que ver con esa bonita palabra "moral" pero estoy dispuesto a hacerlo como intenten tocarme demasiado los ovarios. - Mira, no estamos lo que se dice muy boyantes, asi que... ¿que te parece si nos dices de cuanto estamos hablando para la "donacion"? - El tono acido con el que digo la ultima palabra sin duda es imposible de pasar por alto.

La sonrisa de Vitaly indica que está orgulloso de poder negociar, pese a que no haya nada claro todavía.
Se adelanta un poco al grupo, que permanece expectante y continúan diciendo lugares y avistamientos, y habla de forma que solo podáis oírlo vosotras.

- ¿Que tal 600? Ya sabéis, 300 para el ayuntamiento y el resto para mí por las gestiones realizadas.

La gente se adelanta y la conversación se interrumpe por el alboroto formado por los pueblerinos. Vitaly se aleja entre el gentío y grita por encima del ruido.

- Estaré en el ayuntamiento por si necesitan indicaciones, será un placer colaborar con ustedes.

Sin mas se marcha dejándoos rodeadas de personas que no cesan de relatar historias a cual mas inverosímil.
Los soldados permanecen a unos cuantos metros, vigilando por si tuviesen que intervenir pero con poca predisposición a ello.

La sonrisa que muestra ese cabron es sobretodo... despreciable. Supuestamente esta en su posicion para conseguir lo mejor para el pueblo y sin embargo ahi esta pidiendo un soborno equivalente a lo que pide para el pueblo. Cabron avaricioso como me gustaria arrancarte la sonrisa de la cara con mi espada, mas el sentido comun se impone a la locura por poco... mi mirada es mas que acerada, odio a ese tipo de gente. Antes de que me de tiempo a contestarle la gente del pueblo interrumpe la conversacion y este nos indica que podemos hablar en el ayuntamiento del pueblo.

En cuanto el tal Vitaly desaparece, la gente se vuelve como loca rodeandonos y empezando a contar historias que realmente no tienen ni pies ni cabeza. Me pongo con los brazos en jarra y con una mirada lo suficiente dura como para mantener a la mayoria alejados de mi, mientras mi mirada se centra en los guardias. Ellos deberian impedir lo de Vitaly sin embargo, le han oido como todos y prefieren quedarse al margen... valiente ejercito tienen aqui.

Me giro y me abro paso hasta Cosette, se nota que el tipejo ese me esta sacando de mis casillas mientras mi mirada dice a las claras lo que no expresan mis labios. ¿Y bien?

¿Un golem con cabeza humana que lleva una enorme espada de piedra? UaU

¿Decís que hay golems que a la luz de la luna llena se convierten en vendedores de hipotecas?

¿Dragón? Los dragones son muy peligrosos, lanzan sus mordiscos y te arrancan la pierna GROAAARRR- Dice pellizcando a un par de niños que entre el gentío querían oír aquellos relatos. Cosette disfruta harto de las historias de la gente y desea que todas sean realidad. Cosette no es estúpida, no necesita a nadie para encontrar a esos veinticinco golems.

Estaba pasándoselo muy bien pero su compañera no estaba disfrutando nada esto, así que se dedicó a estrujar un poco esa cabecita rubia que tenía para interesarse por el terreno que les rodeaba.

Son territoriales y se esconderán por las montañas, pero si han molestado a la gente es que algo han atacado... no se alimentan y no hay nada que quieran... así que debe tratarse de alguna o varias carreteras que crucen su territorio. Cosette preguntó por carreteras y caminos que entraran en el pueblo y fué echando vistas alrededor para ver el escarpado panorama.

Con Vitaly fuera de escena la gente se apretuja aún mas para disfrutar de un momento tan único. Los niños están entusiasmados, las mujeres ilusionadas y los hombres no parecen estar pensando con la cabeza ahora mismo.
Veis como alguien se abre paso con suma facilidad ente el gentío, una cabeza totalmente rapada  y unas cejas demasiado pobladas sobresalen por encima de las cabezas de los presentes.
A medida que se acerca a vosotras la gente comienza a callar, a medida que lo ven cierran la boca e incluso retroceden.
En unos segundos se planta ante vosotras uno de esos tipos que parecen sacados de la propaganda militar del Imperio. Un hombre enorme, con mas pelo en los hombros que en la cabeza y con unos brazos anchos como vuestras piernas.
Viste una camiseta de tirantes pese a que la temperatura no invita a ello, los pantalones de camuflaje parecen haber pertenecido realmente al ejercito, lo mismo ocurre con las botas.

- Yo os llevaré hasta el golem, pero solo con una condición: Quiero enfrentarme a esa bestia y recibir una parte de la recompensa.

Se gira hacia el publico y estos, temerosos, evitan encontrarse con sus ojos.

- Nadie dirá nada, solo yo, solo Bleda.

Cosette sonrió, otro tipo marcado por la desgracia... como ella misma, alguien que lo había perdido todo a manos de esa bestia. Cosette buscaba tripulantes para Jim... y ahí estaba, un mercenario como los que no quedan - Bienvenido Bleda

Que tu afrenta sea vengada - Cosette le miraba a los ojos - ¿Sabes pelear? ¿Sabes disparar?

Pese a la locura que suponía... Cosette alargó la mano para ayudarle a subir al tanque, obviamente era un gesto simbólico, nadie esperaba que la entusiasta muchacha fuera capaz de alzarlo. Iban a perder más dinero que con Vitaly, pero podían ganar a otro compañero. Yo soy Cosette

El gentío se mantuvo en silencio y Cosette dirigió una sonrisita a Elise ¡¿Nos lo quedamos!? Le dijo telepáticamente

De entre la multitud aparece un gigante, probablemente con mas musculos en su cuerpo que cerebro pero que se podia esperar, por su apariencia sabia del ejercito. Su manera de hablar indica a las claras el tipo de coeficiente que cabia esperar, es como un maldito hombre de las cavernas... me giro para mirar a Cosette en cuanto ella se pone a hablar... ¿en serio? ¿Quieres adoptar a este maton? Vale que tiene pinta de perro callejero pero no por eso vamos a quedarnoslo... ademas la parte proporcional que pide es grande... sobretodo teniendo en cuenta el deseombolso que hemos hecho nosotras o mejor dicho yo... aunque por otro lado ella queria formar un grupo de al menos cuatro para que fuera mas facil cazar.

- Esta bien, vendras con nosotras. Lo de la recompensa habra que verse cuando te veamos pelear... - La mirada de Elise pasa de Cosette al grandullon, indicando a las claras que me la suda bastante su tamaño que me las he visto con peores que el y no estoy de humor para empezar una competicion de mira que grande tengo el rabo... porque a esa gano yo de lejos.

Despues miro a Cosette que muestra una amplia sonrisa, en serio... menuda compañera me ha tocado. Loca por la mecanica, recoge perros apaleados... esto mejora espero que al menos el gigante sepa hacer algo mas que hablar de si mismo en tercera persona.

Antes de subir al tanque Bleda emite un potente silbido. Desde el fondo de la multitud se abren paso un par de hombres con aspecto de vagabundos, sus ropas rotas y la barba desaliñada les confiere una imagen muy lamentable.
Entre ambos portan una mochila de la que sobresale una lanza de metal negro. Rápidamente se aproximan a Bleda y le entregan la mochila. El enorme hombre levanta el bulto como si fuese paja pese al esfuerzo para transportarlo que demostraban los dos tipos.

Sin mediar palabra se sienta sobre el cañón y señala con el dedo en una dirección. Siguiendo su gesto observáis una de tantas montañas que rodean el pueblo, debe estar a unos seis kilómetros y no tiene nada de diferente con respecto a todas las demás.
Todo el mundo se da la vuelta para mirar en la misma dirección, como si se les hubiese revelado la respuesta a una antigua pregunta. Algunos asienten con la cabeza, satisfechos por tener razón o fingiendo tenerla.
La gente se aparta poco a poco, pese a que no hay un camino definido hasta ese lugar parece que es evidente que campo a través es la forma mas directa de llegar.

Bleda continúa sentado en el cañón delantero, no sabéis si no quiere entrar en el tanque o es que no sabe que puede ir dentro. Incluso tenéis dudas de si cabe por las escotillas.

Cosette da una palmada a Bleda admirando la lanza de metal negro... quizá tenían delante a un cazadragones, ya tendrían tiempo de saber más de él, y si querría seguir con ellas cuando encontraran a ese golem - Bleda, puedes entrar en el tanque. Será más seguro. - Bleda pareció pensar una respuesta, quizá pensaba en poder entrar y quizá una negativa que no pudiera ofender a Cosette, pero le dió tiempo a la rubia a señalarle uno de los módulos.

Si lo que quieres es lanzarte contra el golem en cuanto lo veas, súbete a la torreta y engánchate con el arnés. Pretendemos darle un par de cañonazos antes de entrar cuerpo a cuerpo. Luego tú mismo podrás arrancarle la vida

Después e los consejos Cosette se colocó las gafas y miró la dirección en la que señalaba Bleda.

Cuidado con los ojitos, vamos a levantar un poco de polvo. Y poniéndose en los controles hizo que los motores de Jim rugieran antes de arrancar las orugas rumbo a la montaña. Cosette estaría atenta a no entrar en desfiladeros, no tenía ganas de que ese golem les diera una pedrada desde cualquier lado. Si debían entrar en alguno... ya lo rodearían o encontraría la cazadragones una solución.

Dos "ayudantes" traen el equipo de Bleda... una lanza dde enormes proporciones hecha por entero de metal negro, quizas despues de todo nos sriva de algo. Se sube al tanque y Cosette intenta comentarle que puede meterse dentro si quiere, no llego a oir la respuesta pues me meto yo misma en mi posicion de artillera. Una vez alli dentro miro a Cosette y despues señalo con el dedo hacia fuera, hacia nuestro nuevo compañero, para seguidamente levantar el pulgar... la primera impresion del gigante no ha sido especialmente buena, al menos en cuanto a cerebro pero tiene pinta de tener casi tanta fuerza como el maldito golem, sin ninguna duda nos sera de gran ayuda.

Me siento y me dedico a observar nuestro entorno mientras Cosette conduce, para al cabo de un rato sacar la cabeza. - Dime Bleda, ¿has cazado antes un golem?

Finalmente Bleda cede y entra en el tanque. Tiene que ingeniárselas para introducir la lanza pero logra entrar y sentarse en uno de los huecos de la parte trasera.
Mientras avanzáis hacia las montañas el hombre responde a vuestras preguntas.

- Mi padre era cazador, Bleda también será cazador. Acabaré con el golem.

Tras su vaga respuesta permanece en silencio, observando todos los controles del tanque con curiosidad.
Diez minutos después os encontráis frente a la montaña, siguiendo las indicaciones de Bleda rodeáis la roca hasta llegar a un valle con una pronunciada pendiente. A espaldas de la montaña se encuentra el pueblo y no parece que haya nada por las cercanías que pueda atraer a la gente a este lugar.

Bleda señala un punto en la montaña, a unos doscientos metros, y asegura que allí se encuentra el golem. Por mas que miráis tan solo veis piedra y mas piedra.
Sin escucharos el hombre sale del tanque y comienza a subir caminando hacia la montaña, en la mano lleva la lanza que ahora usa como bastón para poder ascender mas rápido.

Vale bueno de acuerdo - Dice Cosette colocándose el pelo en una cola de caballo cuando llegaron a las montañas, el valle era inofensivo*. Bleda sale del tanque, a Cosette le da tiempo a detener el tanque y echar un vistazo en derredor - Eh Bleda eh eh, ¿A donde vas? - El aspirante a cazador sale por su cuenta - Eh eh que así no se caza ¡¡ eeeeh !! - Pero no hace caso... esperemos que sepa lo que hace.

Elise frunce los labios y Cosette le indica - Colócate en el cañón de metal negro y estate alerta a los flancos mientras apuntas al frente, si del frente aparece algo te avisaré y dispara a discreción.

Cosette usa la segunda escalera para subir al segundo módulo. - ¡¡EH BLEDA!! AL MENOS VE POR LA DERECHA, Y SI APARECE ÉCHATE A UN LADO O PREPÁRATE PARA RECIBIRLE, DÉJANOS TIEMPO A DISPARAR SI TE PONES EN MEDIO NO NOS JUZGUES

No sabía si le había escuchado. El trabajo en equipo era fundamental y aunque Cosette apreciaba que un tipo grande y forzudo con semejante arma quisiera acompañarles y desempeñar el rol más peligroso... el de ir fuera... le hubiera gustado que lo hablaran antes.

Cosette dió una vuelta al periscopio y puso el tanque en marcha detrás de Bleda al ritmo de su paso cauteloso... desde el interior del tanque solo oiría a Elise... que ahora era sus ojos y sus oídos

Bleda sale del tanque mientras mis ojos se clavan en su espalda con ganas de atravesarla de parte a parte con mi espada, maldito loco... dice que el ha visto algo pero yo no consigo ver una mierda. Me cambio de sitio escuchando las palabras de mi socia de que me centre en los laterales pero aun asi tmapoco dejo de mirar el frente, aun no ha arrancado a Jim cuando me quedo estatica mirando al frente. - No muevas el tanque... aun no... - Sigo mirando hacia delante mientras noto que ahi hay algo, es justamente la direccion hacia donde apuntaba el maldito descerebrado, poco a poco siguiendo las aristas de las rocas una figura queda realzada contra la apred de piedras, aun siendo del mismo amterial soy capaz de verlo, esta alli mismo...mis ojos se clavan en el ser sin llegar a creerlo, el muy cabron esta ahi sin mas completamente fundido con el terreno. Maldito cabron, anda no me jodas, pero si esta practicamente a simple vista ahi delante sin mas.

Escucho como Cosette se dedica a intentar hablar con el gigante. - Dejalo... es justamente lo que quiere un cuerpo a cuerpo contra un trozo de montaña, si sobrevive sabremos que esta lo bastante loco como para servirnos de compañero en el futuro. Ahora tu atenta... ese cabron esta ahi delante. - La mirada de mi compañera denota que no es capaz de verlo, asi que voy guiando su mirada lentamente a traves del visor... hasta que sus ojos se abren de sorpresa al ver al maldito cabron camuflado justo alli delante. - Bueno... ya que queria una fiesta sorpresa... demosela. - Mis ojos brillan con la emocion, la adrenalina se dispara en mi sangre y una sonrisa depredadora aparece en mi rostro... si justamente por eso estoy viva, por la emocion de la caza. Esto no es un combate... es diferente... es algo mejor y jodidamente mucho mas dificl. Salto al asiento de artillero y me coloco el cinturon mientras activo el cañon de railes y apunto en direccion a ese trozo de roca.