Partida Rol por web

ZANDBAK

KIM SU

Cargando editor
08/10/2014, 23:44
Director

La chica frunce el ceño, parece confundida cuando empiezas a hablar. Al mencionar a Karl y exagerar sus palabras el gesto cambia a una amplia sonrisa.

- Karl es el único que puede poner carnaza y calidad en la misma frase.

Se agacha y pone sobre el mostrador un cubo metálico lleno de despieces aún frescos. El olor no es el mas agradable del mundo, tampoco es molesto ya que es carne fresca, pero sabes que en un par de días, o incluso menos, irá a peor y será un hedor considerable.
Con bastante habilidad la chica pone una bolsa sobre el cubo y le da la vuelta volcando toda la carne. Deja el cubo en el suelo y anuda la bolsa.

- Son dos monedas, pero ahora que no hay clientes si me cuentas para que quieres todo esto te lo puedo dejar en una moneda. Espero que no sea para comer, aquí hay cosas que saben bastante mal.

Cargando editor
09/10/2014, 11:54
Kim Su

Observé todo el proceso con suma atención e incluso admiración. Aquella chica era una experta, se le notaba por sus rápidos y precisos movimientos. No había duda de que debía llevar haciendo aquella tarea el tiempo suficiente como para haber adquirido gran destreza.

—Claro, se lo explicaré sin problemas — contesté —. Pero, ¿podría venir mañana a recoger la carnaza? Esta noche la pasaré en un hotel, y no creo que los propietarios les gusten alojar a alguien con carne fresca en su mochila — sonreí algo avergonzado —. Ahora mismo solo quería preguntar precios... Pero, no me extiendo más, le contaré para qué lo necesito.

En ese momento hice una pausa dramática. No es que tuviera algo importante que decir, pero se suele afirmar que la forma de contar las cosas influyen más que el propio contenido de, en este caso, la historia. Actuar bien es, por tanto, mucho más importante que lo que se pueda contar. Además, me encantaba hablar de la que era mi pasión.

—Soy un zoólogo. Sabes lo que es, ¿verdad? Siempre me han interesado los animales, desde los más simples hasta los más complejos... Ya de chico adoraba pasar horas y horas observando a simples gallinas picoteando el suelo en busca de comida, o a los perros que siguen fielmente a sus amos. Mi mente se preguntaba el por qué de todas sus acciones y qué era lo que le diferenciaban de nosotros. ¿Sabías que muchas de las conductas de los animales son similares a las de los humanos? Aunque, por supuesto, cada animal es distinto — en ese momento, caí en la cuenta de que me estaba desviando un poco del tema —. En fin, provengo de Kaihatsu y estoy interesado en estudiar los animales característicos de esta nación. En Geld hay muchas especies distintas a las que hay en Kaihtsu... En resumen, la carnaza me ayudará a atraer a los animales carnívoros para poder capturarlos y estudiarlos. Una vez estudiados, volveré a soltarlos.

Volví a sonreír. Sí, no era una historia muy interesante, pero al menos le puse pasión al relato. ¿Le habría aburrido? Quizás fuese lo más probable... Desde luego, yo no iba para orador, eso era algo que tenía claro.

Cargando editor
09/10/2014, 22:57
Director

Al contrario de lo que esperabas la chica parece bastante interesada en el relato de tu gran pasión. Cuando terminas pone la bolsa dentro del cubo sin parecer molesta por la venta frustrada.

- Me alegro de que no seas un vagabundo. Vaya, debe de ser una vida interesante. Interesante y peligrosa. ¿Por qué no estudias a los animales que no te puedan comer? Hay muchos que son herbívoros, puede que te muerdan pero no te comerán. No se... a mi me daría mucho miedo adentrarme en su territorio con una bolsa llena de comida, incluso sin ella. Me dan miedo muchos animales, por no hablar de las bestias. Solo me gustan así, muertos y despiezados.

La chica sonríe tras su último comentario. Una mujer se pone a tu lado para esperar a que termines tu turno, te mira de arriba a abajo disimuladamente y después fija su vista en el mostrador.

- Supongo que mañana volveremos a vernos, tendré todo preparado y recordaré mi parte del trato.

Cargando editor
11/10/2014, 12:35
Kim Su

Sonreí ligeramente cuando escuché su opinión. Me resultaba sorprendente que una persona que se encargaba de despiezar animales tuviera miedo precisamente de ellos. Aun así, era totalmente comprensible... había animales realmente peligrosos allí fuera de los que había que tomar serias precauciones.

—También estudio a los herbívoros. Es más, para ellos apenas necesito todo este tipo de cosas — alcé ligeramente las herramientas de caza que acaba de adquirir —. Solo se necesita ocultarse bien cerca de un matorral y hacer el menor ruido posible. Pero para los carnívoros, si no los atraes hacia la trampa... difícilmente podrás estudiarlos. Te pueden comer, por supuesto... pero no creo que los animales sean más peligrosos que los humanos.

Aún tenía muy reciente lo sucedido en el barco. En apenas unos segundos, incluso en menos de lo que se tarda en pestañear, había visto morir a tres personas. Sí, los humanos éramos mucho más peligrosos de los que lo eran los animales.

En ese momento noté como la siguiente mujer en la cola clavaba sobre mí su mirada. La charla debía terminar, por mucho pesar que me diese...

—Bueno, debo marcharme. Vendré mañana a primera hora. ¡Hasta entonces!

Tras despedirme de la chica, decidí marchar hacia el hostal. Aun así, la ruta que tomé fue distinta a la que había tomado para llegar al mercado. Quería conocer un poco más aquel pueblo antes de dar por terminado el día...

Notas de juego

Si no hay nada interesante por los alrededores, irá al hostal.

Cargando editor
11/10/2014, 23:35
Director

Tras despedirte la chica te dedica una última sonrisa. Observas como su rostro se torna mas serio cuando atiende a la mujer, en cuanto se da la vuelta para preparar la carne te marchas.
Recorres otro pasillo de puestos del mercado para ver que es lo que ofrecen en Memmingen. Algunos muebles artesanos, fruta y verdura, útiles para el campo y ropa, ropa de todo tipo.

Observas que la gente no parece extrañada por ver a un Kai por su pueblo, algo que en el caso de tu país si es bastante extraño. A excepción de las tres principales ciudades el turismo no es muy común, sobretodo por parte de ciudadanos de Geld.

Viendo que no hay mucho mas que comprar por hoy entras en el hotel con la esperanza poder acceder a una habitación y descansar tras el viaje y las aventuras vividas en tu primer día fuera de Kaihatsu.

Notas de juego

¿A que hostal decides ir? ¿Barato o caro?

Cargando editor
12/10/2014, 13:15
Kim Su

Aunque aquel pequeño paseo hasta el hostal fue relativamente breve, sirvió para despejarme del todo y para disfrutar de la ciudad. Desde luego, Memmingen era una ciudad agradable. Apenas se respiraba el bullicio de las grandes ciudades, e incluso sus habitantes resultaban agradables en cuanto al trato. Aquello fue algo que llamó en extremo mi atención... pues en Kaihatsu ocurría todo lo contrario, al menos en lo relativo a los extranjeros.

Finalmente, decidí volver al hostal. Por alguna razón, algo cambió en mi mente. La diferencia de precio entre el hostal barato y el caro tampoco era excesiva... solo se diferenciaban en 10 monedas, lo cuál no me suponía problema alguno. Además, hacía tiempo que no dormía en una buena cama... Quizás por eso decidí acabar yendo al hostal más caro y teóricamente mejor.

Cargando editor
13/10/2014, 20:18
Director

En cuanto entras vuelves a encontrar a la muchacha que viste antes. Sus largos y rubios bucles te parecen incluso exóticos en comparación con los peinados femeninos de tu país, donde todas las mujeres son morenas y su pelo es totalmente liso.

- Bienvenido al Hotel Weisses Ross. Oh, es usted de nuevo. Seguimos teniendo habitaciones libres desde 30 monedas. Si lo desea puede disponer ya de ella, mañana debería abandonar la habitación antes de las 12:00, siempre y cuando no decida prolongar su estancia. Memmingen tiene mucho que ofrecer a todo tipo de visitantes, desde el mercado hasta el museo de historia situado en las afueras.

Tras su mas que aprendido discurso te entrega un pequeño folleto con algunas fotografías de la ciudad y un plano para llegar hasta el mencionado museo, ubicado en lo que parece ser un antiguo castillo.

Cargando editor
14/10/2014, 15:26
Kim Su

Los bucles de aquella chica me llamaban la atención, ya no solo porque en Kaihatsu fuera imposible encontrarse a alguna chica con un peinado similar, sino por la cantidad de tiempo que debería dedicar aquella joven en arreglarse el pelo diariamente. En cualquier caso, debía admitir que le quedaba realmente bien... pero eso ya era un tema aparte.

—Perfecto, me quedaré con una habitación entonces — contesté mientras sacaba mi monedero y le tendía las 30 monedas —. Me gustaría subir ya a ella y descansar... hoy ha sido un día largo. ¿Qué número de habitación es?

Deseaba que fuera uno situado en una planta baja. No quería tener que usar el ascensor cargado de tantos tiestos ni, por supuesto, subir escaleras. Aun así, no dije nada de mi preferencia... quizás por pura pereza de tener que dar una explicación.

En cuanto al folleto, le eché un vistazo por encima pero no le dediqué demasiado tiempo. Más o menos me sabía guiarme por la ciudad, y... aunque el museo no lo había visitado, tampoco tenía mucha intención de hacerlo para el día siguiente. Solo quería descansar y partir hacia Volk al amanecer.

Cargando editor
14/10/2014, 19:32
Director

La mujer te entrega una llave con un enorme llavero en el que pone 202. Recoge tu dinero y te indica que tu habitación está situada al final del pasillo, en la segunda planta.
Por suerte el hotel no es muy grande y el final del pasillo está a solo diez metros del ascensor.

En cuanto entras en tu habitación te sorprende la decoración, la cama parece realmente cómoda y la ventana da directamente a la plaza. Te asomas y observas los puestos, sin embargo se ve mas el techo que el interior de cada uno.
Dejas tus cosas en el pequeño armario que hay junto a la cama y te deleitas con la exquisita limpieza del cuarto de baño. Desde luego ha merecido hasta la última moneda que has pagado por una noche en este lugar.

Pese a que todavía no ha terminado ha sido un día muy duro, hace unas horas estabas a punto de morir pero por suerte se han acabado los problemas, o eso esperas.
Hambre y sueño luchan por dominar tus necesidades, la presencia de la cama le da una ligera ventaja al descanso.

Cargando editor
15/10/2014, 12:51
Kim Su

Estaba hecho polvo, cansado, destrozado, exhausto,... como quieras llamarlo. Quizás se hacía lógico que, sin apenas haber comido en casi todo el día, me lanzara a la cama con lo puesto y tratara de dormir. El día había sido realmente duro... y sabía que, probablemente, el siguiente que estaba por llegar fuera igual. Aun así, me invadía la emoción de viajar por una ruta plagada de animales, tal como me había dicho el primer mercader.

«Buenas noches» me dije para mis adentros mientras notaba como el sueño me invadía poco a poco.

Quizás te extrañe que no me hubiera puesto despertador ni nada por el estilo. Pero es que no hacía falta, pues desde pequeño siempre había tenido una especie de reloj interno que me avisaba cuando había llegado una hora en la que quería prestar determinada atención. Lo mismo me ocurría con el sueño... cuando llegaba la hora en la que quería despertarme, lo hacía casi de manera inconsciente.

Notas de juego

Se levanta a las 07.00h, a no ser que tú no lo veas correcto o que tenga que pasar algo, jaja.

Cargando editor
15/10/2014, 19:21
Director

La claridad del Sol entra por la ventana, el tono anaranjado indica que está amaneciendo en Memmingen.
Apenas ha pasado un par de minutos de las 7:00 de la mañana y ya has abandonado la cama. Observas como algunos puestos ya están preparándose para abrir, igual ocurre con un par de tiendas de la plaza.

Tras usar por última vez tu habitación, sobretodo su baño, abandonas le hotel. En la recepción ves a un hombre rubio y alto que te saluda con mucha amabilidad. Entregas la llave de tu habitación y te despides.
Lo primero que notas al pisar la calle es un olor a pan recién hecho, buscando el origen de esa fragancia ves un horno que a la vez es restaurante. Un par de personas entran en él mientras observas el local.

A tu alrededor bastante gente empieza su jornada, los puestos de alimentación ya están abriendo mientras que los de herramientas, muebles o ropa ni siquiera están ocupados.
La carnicería está siendo montada, sin embargo no ves a la chica de ayer, en su lugar hay un hombre calvo con un frondoso bigote.

Cargando editor
16/10/2014, 11:41
Kim Su

Ver que no era la chica de ayer, sino un hombre frondoso el que montaba el puesto de la carnicería me desconcertó durante unos segundos. Aun así, era totalmente lógico que no fuera siempre la chica quien estuviera las 24 horas trabajando allí. Probablemente aquel hombre sería su padre o quizás su pareja.

Pese a todo, el aroma del pan recién hecho reclamó con fuerza mi atención. Rápidamente, mis tripas comenzaron a reaccionar a ese dulce olor con los rugidos del que lleva sin apenas comer durante un día entero. No había dudas, comer era primordial en aquel momento si no quería despertar a todo el vecindario con las letanías en forma de queja de mis tripas...

Sin dudarlo ni un segundo más, entré en el restaurante, me acerqué a la barra y... una vez estuviera el camarero o la camarera, pedí con voz resoluta una tostada acompañada por un machado. Además, quién sabía... quizás durante mi desayuno volviese la chica de ayer a atender el puesto.

Cargando editor
18/10/2014, 17:13
Director

Entras con todos tus aparejos en el restaurante. Dentro el olor a pan recién hecho, ademas de otros muchos productos de horno, hace que tu estomago casi grite de hambre.
Cuando te sientas y te ponen la tostada descubres que no es exactamente lo que esperabas. En Kaihatsu se trata de una rebanada mediana y mas bien fina, aquí el pan casi mide dos dedos de grosor y su extensión abarca casi todo el plato.

El resto de comensales que desayunan tan pronto están devorando toda la variedad de bollos que ofrece el local. La mayoría son gente corpulenta y apuestas a que comen en abundancia, te sorprende ver a un anciano bastante delgado con un plato lleno de bollos y una enorme taza de humeante chocolate.

Mientras desayunas puedes ver como los puestos siguen montándose. Algunos de los clientes del restaurante terminan de comer y se unen a la apertura del mercado. Realmente son trabajadores en Geld, no es solo una fama que han vendido de cara al exterior.

Cargando editor
19/10/2014, 21:47
Kim Su

Debí quedarme algunos segundos contemplando asombrado a aquel anciano zampándose enormes cantidades de bollos y todo tipo de dulces. ¡Jamás había visto nada parecido! Desde luego, los habitantes de Geld eran gente con un buen apetito, de eso no cabía la menor duda.

En cualquier caso, mi tostada y mi café no tardaron en llegar. Me moría de hambre, por lo que pronto me sumé a aquella jauría de personas dispuestas a devorar sus desayunos. ¿Cuánto tiempo hacía que no desayunaba cómodamente en un restaurante?

Cuando por fin finalicé, suspiré ligeramente y apoyé la espalda en el respaldar de mi asiento. Segundos más tarde, mi mirada se quedó clavada en el horizonte que se podía ver tras el cristal. Siempre había vivido en Kaihatsu... Me sorprendía que, ahora que estaba fuera del límite marcado por sus fronteras, apenas le hubiera dedicado ni un solo segundo a echar de menos a mi patria. Era curioso...

Tras varios minutos, volví a suspirar y me levanté de mi asiento. Cogí mi mochila y mis cachivaches, me acerqué a la barra, pagué el desayuno y me despedí de los camareros con una ligera sonrisa. Por último, me dirigí hacia el puesto de la carnicería. ¿Habría llegado ya la joven del otro día?

Cargando editor
20/10/2014, 22:58
Director

Pagas el desayuno al tiempo que el camarero te agradece la visita y la consumición. Regresas a la carnicería con la esperanza de reencontrarte con la belleza del día anterior. Sin embargo hoy no parece que vayas a tener suerte, al menos en este aspecto. El tipo del bigote está terminando de colgar piezas del travesaño, en el mostrador descansan cuidadosamente diversos productos cárnicos.

Tan solo has visto a otra persona en todo el mercado que no sea un vendedor, así que en cuanto apareces el carnicero te dedica una sonrisa que apenas se ve a causa de su enorme mostacho.

- Buenos días viajero. Tengo los mejores costillares de la región, mucha gente de otras ciudades viene a comprarlos pese al viaje. Y qué decir del pollo, tan fresco que casi puede picar al cocinero.

Cargando editor
22/10/2014, 23:06
Kim Su

—No lo dudo, tan fresco son que incluso apostaría mi mano a que aún están con vida — contesté siguiéndole la broma a aquel hombre —. Pero no es esa deliciosa carne de pollo lo que vengo a buscar, sino la carnaza "del cubo" que le encargué a la jovencita que estaba anoche atendiendo al puesto.

Aquella jovencita tan guapa de ojos azules que no sabía si sería su hija o su mujer... Más bien parecía su hija, ¡pero cualquiera sabía! Lo único que esperaba era que la chica le hubiera hablado a aquel hombre del negocio que medio habían cerrado el día anterior.

—Soy el Zoólogo, no sé si le habrá hablado de mí.

Cargando editor
23/10/2014, 23:03
Director

La mirada del carnicero denota un total desconocimiento de lo ocurrido la tarde anterior. Se encoge de hombros mientras busca el cubo por el suelo.

- No me ha dicho nada, aunque no nos hemos visto desde ayer al mediodía. Cuando he llegado me ha extrañado ver el cubo a rebosar de despojos, no suele ser tan despistada como para dejárselo. Ahora lo entiendo.

Cuando se incorpora apoya el cubo sobre el mostrador. Puedes ver que el contenido ha crecido con respecto a lo que había ayer, la bolsa original está en el fondo y sobre ella hay otra bolsa con lo que supones se generó el resto del día.

- Sinceramente me haces un favor llevándote todo, ni siquiera te voy a cobrar.

Saca las bolsas del cubo y te las ofrece con una sonrisa que ensancha notablemente su frondoso bigote.

- Le daré las gracias de tu parte, espero acordarme para entonces.

Cargando editor
24/10/2014, 21:04
Kim Su

—¡Oh! ¡Vaya! — miré maravillado el enorme cubo rebosante de desechos como si fuera un cofre a rebosar de monedas de oro —. Muchísimas gracias. Por supuesto, dele las gracias de mi parte también a ella.

Ya no era la primera vez que me atendían de manera tan amable, por lo que comenzaba a pensar que las personas de Geld eran realmente simpáticas. El incidente del día anterior con aquellos falsantes debía ser un caso aislado. Aunque había estado a punto de morir, había quedado de sobra olvidado...

Tras mi agradecimiento, cogí el cubo que me tendía el carnicero. Pesaba bastante, desde luego iba a ser un día duro si pensaba recorrerme el camino entre pueblos cargado de tantas cosas... pero algo en mi interior me avisaba de que merecería la pena.

—Debo, irme ya. ¡Espero verles en otra ocasión! ¡Cuídese!

Notas de juego

¿Cuánto tiempo se tardaría en condiciones normales de llegar al primer pueblo? Si es más de un día, antes de emprender la marcha irá a comprar algo de comida para el viaje. Si no... marchará ya.

Cargando editor
27/10/2014, 16:15
Director

Coges las bolsas con carne y devuelves el cubo al carnicero. Se despide amablemente de ti e incluso te desea buen viaje y suerte en tu misión.

Con todo lo necesario para comenzar tu tarea caminas hacia las afueras de Memmingen, no tardas en encontrar junto a la carretera un gran letrero con toda clase de indicaciones.
Un pequeño mapa muestra las granjas locales y como llegar hasta ellas. Otro cartel, mas oficial indica las distancias hasta los siguientes pueblos.
Puedes comprobar que los distintos emplazamientos están separados por diez o veinte kilómetros, lo cual te da entre dos y cinco horas de caminata a un ritmo normal de uno a otro.
Supones que solo están puestos los mas próximos y en algún momento la carretera enlazará a otra mas grande que lleve a grandes ciudades.

Notas de juego

¿Vas de pueblo en pueblo o te desvías del camino para explorar los grandes campos que separan cada lugar?

Cargando editor
31/10/2014, 20:12
Kim Su

Iba a tomar la ruta de los pueblos, de eso no tenía dudas. Aun así, ¿no sería interesante también comprobar los animales que habrían por esa zona? Por supuesto, que lo era... y, en cierto modo, tenía una enorme cantidad de carnaza como para permitirme explorar un poco por aquellas zonas.

No era de extrañar que, al alejarme unos kilómetros del pueblo en el que había pasado la mañana, tomara un pequeño desvío para adentrarme en la maleza. Mi corazón latía fuertemente... Estaba deseando encontrar algo.

Con cierta habilidad, coloqué el cepo dentro de una de las jaulas. A su vez, la jaula la coloqué dentro de un pequeño arbusto. Por último, hice un pequeño caminito de carnaza que llevaba desde un punto cercano al arbusto hasta el interior de la jaula y me escondí lo mejor que pude. No esperaba encontrar nada demasiado grande... aquello solo era una ligera práctica para ir poniéndome en forma.

Notas de juego

Mi intención es ir al pueblo del hombre que tenía el zorro real. De todas formas, también tenía pensado desviarme un poquitín y probar suerte por los alrededores del camino, jaja.