Partida Rol por web

me quedaba solo en la comisaria?.... segui mi camino por los pasillos de la misma..... mirando a todos lados para encontrar un lugar donde relajarme un poco....

El ejecutivo sigue a Carl, observa su aire melancólico. Silencio. Un buen silencio, en compañía, muchas veces alivia a cualquiera. Y ya que Andrew no tiene nada mejor que hacer, decide seguir con Carl, observar su carácter.

Carl produce en Andrew una intensa sensación de curiosidad. Su semblante decidido, osado, en el límite de la temeridad, pero a la vez triste y taciturno, casi vacío, produce respeto en Andrew. El cinismo del ejecutivo es tan grande, que nunca podría encontrarse en el estado de Carl. Y quiere comprender por qué.

Margaret y Craig vuelven con el grupo, tras haber hablado apartados durante un buen rato.

Escuchais un ruido de cristales rotos al otro lado de la comisaria. Ha sido algo casi sutil, sin armar demasiado revuelo. Quizá las paredes y puertas cerradas hayan amortiguado el golpe o quizá haya sido "algo de poco".

- ¿Qué ha sido eso? - comenta a Carl - Vamos a ver.

Andrew se alarma. El ruido le parece demasiado débil, demasiado insignificante, sobre todo reconrdando como antes aquel bicho casi rompe de un golpe la luna trasera de su cohe. Sin embargo, mejor prevenir que curar.

Se dirige hacia el origen del sonido. Lo hace lentamente, recorriendo con su vista cada milimetro a su paso, intentando descubrir algo inusual, o algo que llame su atención

Escucho a Andrew y le siguio tomando su arma o la que habia conseguido...... tres balas era lo unico que tenia..... seria necesario un buen disparo sea lo que sea......

El ruido se habia dado al otro lado de la comisaria, tendriais que adentraros en los pasillos y ir abriendo puertas hasta averiguar de donde podia haber venido. Desde vuestro angulo parecia que el pasillo solo contaba con cuatro puertas.

Margaret, por su parte, ni se mueve. Que vayan los policías y demás gente armada, a comprobar.  

Carl siguio el camino probando suerte en la primera puerta.....

La primera puerta estaba cerrada, por las indicaciones de su carte era un despacho. Al fondo del pasillo, entre la tercera y la cuarta puerta segun tus calculo se escuchó otro ruido de cristales, como si alguien estuviera pisandolos.

Carl apreto las cachas de la pistola y llego hasta la puerta haciendole una seña a Andrew para que fuera el quien abriera la puerta...

El ejecutivo mira en el pasillo, en la dirección en la que ha oido el nuevo ruido, comprueba si hay alguien o algo. Después se acerca con Carl a la siguiente puerta.

- Vale... - dice Andrew, preparandose mentalmente.

- ¿Listo? - pregunta, a la vez que pone una mano en el picaporte, dejando hueco con su cuerpo para que, al abrir, Carl tuviese el máximo ángulo de tiro - a la de tres...

Uno...

Dos...

Tres... ¡AHORA!

Andrew abre súbitamente la puerta.

Margaret observa desde un rincón, no muy separada de su colega, como aquellos dos hombres examinan el posible origen del ruido que, segundos antes, ha hecho que se sobre salte ligeramente. Casi como un reflejo, empieza a mirar en todas direcciones, y se pone de espaldas a la pared más cercana que no comunique con ninguna estancia aneja, mientras observa con cierta inquietud. Al mismo tiempo, no deja de advertir que ninguno de los policías hace nada. 

-Disculpen, pero algo ha echo ruido ahí atrás... ¿No van ha hacer nada?- No alza la voz más de lo necesario, suficiente como para que la escuchen.

- ¿Un ruido? ¿Se arrincona contra la pared por un ruido?

Te mira con desaprobación

-Si, prefiero ser una cobarde viva que una heroína muerta, agente.- Margaret niega con la cabeza. -En fin, usted sabrá.- 

Se deja caer en la pared y se deja caer hasta sentarse en el suelo, mientras suspira. Está cansada físicamente, pero además se siente cansada. 

Os ganais la atención del invitado, que avanza de inmediato hasta vosotros sin sentirse amenazado.

Andrew retrocede, se coloca detrás de Carl, y se prepara para escuchar los disparos.

Carl levanta el arma y dispara contra esta cosa... o lo que fuera......

Impactas en pleno pecho y sigue abanzando sin demasiados problemas, parece que lo único que has conseguido es hacer que se fije en ti, alza una mano y te das cuenta de que sus uñas estan arrancadas, como si hubiera arañazo algo con demasiada fuerza. La sangre seca de su ropa y la que mancha su rostro le da un aspecto totalmente inhumano.