Partida Rol por web

Vaya. Ya es mala suerte que vengan a visitarnos justo al día siguiente. Por suerte parece ser solo una persona, también tiene pinta de ser mucho mas agradable que los tres inquilinos anteriores.

Sunhee era el primer contacto ideal. Joven, amable y herida. Nadie desconfiaría de ella en una primera instancia.

Por otro lado, no parece que le haya afectado mucho la muerte de André y tampoco ha hecho la señal de la cruz en respuesta. Puede que hayamos tenido suerte.

Por el momento lo mas inteligente seria que los demás permaneciésemos apartados. A ver que tal va la conversación. La nueva me gusta y no querría tener que matarla.

- ¡Hola! ¡Joder! ¿Estás bien? ¿Qué demonios te ha pasado en el puto brazo? ¡No te habrán mordido...! ¡Sería una lástima! ¡Tendría que cortártelo! ¡Joder! Y si no saliese bien ¡tendría que matarte! No quiero hacer eso, pareces buena persona... No te ha mordido ¿no? Espero que no... ¿Había más? Zombis, ¿hay más? ¡Joooder qué gran pedazo de mierda este sitio! ¿Vives aquí? ¿Esa pasada de furgoneta es tuya? ¡Qué pasada! ¿Funciona? ¡Joder! ¿Estás sola? Yo soy Luska, ¡soy mensajera! ¡La más rápida! Estoy buscando a alguien... al Abad de Páramos ¿sabes si está muy lejos? Páramos. No tengo claro si es un pueblo o un refugio... sé que son fráteres, como este cabrón que está en el suelo. Tengo que entregarle algo. ¿Eres de por aquí? ¿Sabes por dónde cojones es? Creo que me he perdido... ¡Joder! Ayer salí de San Martiño bordeando la puta Zona, pero me salté un maldito cruce y jeje... estas putas carreteras están hechas una mierda. ¡Casi ni se ve la mierda de sendero este! ¿Sabes por dónde voy? Dime. ¡Ah! ¡Joder! ¡Tengo algo de comida si quieres!

Me sentí... literalmente bombardeada por preguntas. ¡Madre mía! ¡Pero qué energía! No me daba tiempo a abrir la boca para contestar una pregunta cuando ya me estaba bombardeando con otra. Casi me da un soponcio... Lo que no consiguen los zombies, lo iba consiguiendo ella.

En cualquier caso, aunque había perdido el hilo comunicativo en las dos o tres primeras frases, sonreí y traté de contestar a lo poco que había podido entender.

—Estoy bien, ¡no te preocupes! No hace falta cortar nada —solté una pequeña carcajada siguiéndole la broma, porque... eso de cortar, lo había dicho de broma... ¿v-verdad?—. Es solo un brazo roto... me tropecé y caí mal, y... ya sabes... ¡CRACK! Dolió un poco, pero ya estoy mejor.

Y no, no vivo aquí. Viajo con unos amigos... sólo estábamos de paso cuando se nos hizo de noche y decidimos entrar en el convento. Aquí dentro no hay ni dios... vivo —casi sin darme cuenta, había hecho un juego de palabras la mar de irónico—. Como todo parecía vacío y se nos había hecho de noche, decidimos entrar y descansar en la seguridad de los muros. ¿Te gusta la furgoneta? La llamamos la Pulga, ¿es adorable, verdad? ¡A mí me gusta mucho tu casco! Es súper chulo.

¿El abad de los páramos? No tengo ni idea. Aunque esto es un convento, así que tal vez... oye, pero... ¿qué es lo que tienes que entregarle? ¿Algo importante? ¡Ay! Perdona... soy una cotilla, pero es que los misterios son mi debilidad, ¿sabes?

Ni que lo digas, estas carreteras son lo peor... ¿Oye? Pero... ¿Zona? ¿Qué Zona? Ehm... ya te digo, no soy de aquí... ¿hay que bordear una zona peligrosa entre San Martiño y aquí? Ay, pues... ¿qué zona es?

Sabes, ¡me caes muy bien!

En realidad, aunque al principio me había sentido bombardeada por preguntas y palabras y frases... sentía que aquella chica y yo teníamos mucho en común. Lo decía en serio, me había caído bien.

Aquella chica menuda y risueña no parecía una amenaza. Me recordaba a Sunhee en cierto modo.

¿Mensajera? Interesante. Me encanta tu moto.

Me acerqué lentamente con el arco bajado, una flecha en una mano y el arco en la otra.

Me llamo Nara. ¿Dónde vives?

Qué chica tan intrigante, quiero sacarle toda la información aunque sea a la fuerza. Aunque espero no tener que llegar a eso. Es irritante tanta verborrea desde luego.

Vaya. Que simpática la chica. Y además no parece pertenecer al club de los monjes chiflados.

Cojo las cosas que he encontrado en el almacén y bajo de camino a la pulga. El jamón este pesaba un huevo y sabia a gloria. No podía llevarlo encima y estaba deseando compartirlo con los demás.

Perdonad. No quiero interrumpir, solo he bajado a dejar esto en La Pulga.

Dejo el jamón en el interior y saco la tableta de chocolate.

Disculpa mi falta de modales. Me llamo Jose.

Troceo un poquito de chocolate para mi y ofrezco el resto a las tres chicas que hablan alegremente. Estoy fuera de lugar aquí. Es mejor que me marche a aprovechar mejor el tiempo en otra parte.

Tomad. Una tableta de chocolate. Os va a encantar.

Vuelvo al almacén a coger algo más de comida y reviso los utensilios de labranza a ver si encuentro algo útil.

Muchas gracias por el chocolate Jose, lo necesitaba!

- ¡Joder! ¡Qué puta mala suerte! ¿Y cómo te lo has hecho? ¿Una caída? Jaja ¡Qué torpe eres! ¿No? Jaja ¡Bueno, pues espero que se te cure pronto joder! ¿Y qué hacéis aquí? ¿Protegeros? Claro, ¡estáis muy cerca de la Zona! ¿También os habéis perdido? Esto es peligroso, ¡por aquí hay muchos caminantes! ¡Gracias! ¡Sí, me gusta mucho! Pero prefiero mi moto jejeje ¡Ostia! ¡Esto es Páramos! ¡Mira el letrero en la iglesia! Pone "Parroquia de Santa María de Páramos! ¡Tiene que ser aquí! ¡Joder! ¡Y este es un frater muerto! ¡Mierda! ¿Has visto a más? El Abad... debe ser un vejestorio, siempre son los más viejos. Bueno, no siempre. ¡Mieeeeeerda! ¿Y a quién entrego yo esto ahora? No sé lo que es, está cerrado. Es esto, ¡mira! ¡Un puto tubo! Debe tener papel dentro... ¡Mierda! ¡Es aquí y dices que no hay nadie! ¡Jodeeeer! ¡Qué mierda! ¡La puta Zona! Los viejos la llaman Compostela o el Origen o mil cosas más, nosotros la llamamos Zona, de Zona Cero. ¡Está llena de putos y malnacidos zombis! ¡Hay miles ahí adentro! Así que tratamos de evitarla, la bordeamos siempre ¡siempre! ¿No sabes lo que es? Pero ¿de dónde sois? Jajaja ¡Tú también me caes muy bien! ¡Sí, mensajera! ¡No todos se atreven a cruzar estas jodidas tierras solos, ¿sabes? ¡Hay que tener algo especial! ¡Soy jodidamente especial! Jaja ¡Vosotros parecéis perdidos! ¿De dónde venís? Debéis ser de lejos si no sabéis lo que es la Zona... pero ¿cómo coño habéis llegado aquí sin saberlo? ¡Estáis justo en el borde! ¿Mi moto? ¿Ya la has visto? ¡Joder! Tengo que esconderla mejor la próxima vez, ¡está ahí fuera! ¿Quieres verla? ¡Mola un montón! La fabricó mi hermano mayor en Búa. Soy de allí, ¡de Búa! ¡Lo peor fue atravesar el bosque sin carreteras desde Camanzo a San Martiño! ¡Qué putada! ¡No hay carreteras allí! ¡Y encima por el límite de la Zona! ¡Pero aquí estoy! ¡Viva y feliz! ¿De dónde venís? ¿Del norte? Habéis pasado de los Ferrolistas ¿eh? Jajaja ¡no me extraña! ¡esos cabrones! ¿Sois fugitivos? ¡Sois fugitivos! ¡Claro! ¡Eso debe ser! Sunhee, Nara y Jose ¡los fugitivos! ¡Joder! ¿Y vais hacia el sur? ¡Lo vais a tener jodido con esa furgoneta! A partir de La Baña ya no hay carreteras, tendríais que ir hacia Touriñán... y allí coger un ferri... ¡eso es muy caro! ¡Y seguramente os estarán buscando! ¡Joder! ¡Chocolate! ¡CHOCOLATE! ¡Tenéis chocolate! Lololoooo Jajajaja ¿puedo? ¡Joder! ¡Sólo lo he probado una vez! ¡Hace años! ¿Y eso es un jamón? ¿Tenéis un puto jamón? ¡Pero quién cojones sois?? ¿De dónde habéis salido? Jajaja ¡Sí que habéis jodido bien a los ferrolistas si les habéis birlado un puuuuto jamón! ¡Ostia puta! ¡Jamón y chocolate! ¿Puedo? ¿Me das un poco? ¡Joder! Noooooooooo ¡te lo has comido todo! ¿Tenéis más? ¡Joder! Lo he tenido tan cerca... ¿cómo está? ¿Te gusta? ¿Está bueno eh? ¡Está riquísimo! ¿A que sí? Joder... ya podrías haberme dado un poco... jo. Pero ¿tenéis más? ¿Hay más?

Tras todo aquella verborrea imparable, sentí como... finalmente, mi cabeza hacía...

¡BOOOOM~!

Por fortuna, Nara y Jose llegaron en mi ayuda...

—Sí, una caída un poco tonta —reí—. A veces soy un poco patosa.

Mira, ellos son dos de mis amigos. Hay otro más, pero ahora está roncando en la furgoneta... ¡tuvo ayer un día duro de mucho conducir! Ya sabes, eso desgasta un montón... ¡más aplastando zombies! ¿Ves ese quitanieves? ¡Lo montamos nosotros!

¡¿Tienes una moto?! ¡Qué pasada! ¿Nos la puedes enseñar?

Del abad no tenemos ni idea... pero, nosotros estaremos un poco más aquí. Si quieres, puedes dejárnoslo y si viene antes de que nos vayamos, se lo damos...

En cuanto a toda la información que nos dio del camino, traté de guardarla bien en mi mente. Encontrarnos con esta chica había sido toda una fortuna... parecía conocerse bien los caminos y peligros que había en los alrededores.

Tal vez, nos convendría unirla a nuestro grupo...

Por último, el chocolate y el jamón que traía Jose hizo que empezara a babear... ¡maaaadre mía! ¡qué buena pinta! Casi miré con hipnotizada como Nara se lo zampaba de un tirón... ¡Maldición! *Snif*

Esta chica nos podía ofrecer todo tipo de información increíblemente valiosa. Sin embargo, interrumpía nuestra oportunidad de que Sunhee registrara el lugar de arriba a abajo para buscar cosas útiles.

Seguro que tienes relatos interesantes que contarnos, ¿Qué tal si nos sentamos a comer y nos cuentas un poco más sobre de dónde vienes?

Me senté en el suelo con la espalda apoyada en la Pulga y miré a Sunhee. Saqué el pan de mi mochila.

De verdad que no entiendo por qué Sunhee ha empezado mintiendo, ahora nos va a resultar casi imposible mantener la telaraña de mentiras, sobre todo cuando Jose y Gaspar se incorporen a la conversación... No tenemos oportunidad de hacerla nuestra aliada si empezamos mintiendo. 

Esto me preocupaba, porque de verdad que no quería matar a más gente al menos por hoy. Pero si nos veía sospechosos, saldría pitando con su moto a informar de quiénes somos y dónde estamos. Y eso no nos conviene en absoluto.

Vuelves a los almacenes; en cuanto a comida ya cogiste lo mejor, ahora quedan sobretodo ingredientes que habría que elaborar y cocinar, y algunas latas sin etiqueta y tarros. Algunos llevan la palabra Touriñán impresa o escrita a modo de "marca comercial". Te decides por dos tarros de mermelada anaranjada (ya están en tu mochila)

En el cuarto de aperos ves esto:

- ¿Otro más? ¡Cuatro! ¡Cuatro fugitivos! ¿Y es tan rarito como el otro? ¡Ni se ha quedado joder! ¿Es tímido? ¡Qué pasada! ¿Y cómo lo habéis hecho? ¿Habéis planeado durante mucho tiempo la huida? ¿Ha sido difícil? ¡Seguro que sí! ¡Joder! ¡Esos cabronazos son jodidamente puteantes! ¡Sólo una vez me he encontrado con uno de ellos! ¿Ves? Mira aquí, ¡mira esta cicatriz! ¡Y menos mal que conseguí escapar! ¡Me encanta el quitanieves! ¡MOLA! ¡Con eso tienes que arrasar allá donde vayas! Jaja Pero ya os digo que la furgoneta es poco ágil si queréis atravesar los putos montes sin carreteras hacia el sur... ¡os quedaríais clavados en cuanto salgáis del puto asfalto! ¡Y hay muchos árboles! ¡Y arbustos! ¡Y malditos zombis! ¡Siiiiii! ¡Tengo una moto! ¡Mi puta moto! ¡La hizo mi hermano! Está ahí afuera, escondida... tomo precauciones ¿sabes? Jaja ¡Nunca se sabe con quién cojones se puede encontrar una! ¡Hay muchos zombis por ahí! ¡Y cosas muuucho peores! Al Abad debo encontrarle, tengo que registrar este puto sitio... debe andar por aquí... ¿y si ese cabrón se ha largado?... Habrá dejado una nota, ¡o algo! ¡Joder! Si no tendré que ir hasta La Baña ¡Me cago en todo! ¿O volver hasta Torre? ¡Joder! ¿Debería ir a Moraime? Aquello es más grande... ¡pero está mucho más lejos! ¡Me cago en todooooooo! ¡Bueno! Primero voy a registrar este puto sitio... ¡Empezaré por la iglesia! ¡La puta puerta está destrozada! ¡¡Seguro que ahí ha pasado algo!! Noooooooo, ¡lo siento amiguita! Pero soy una jodida mensajera, y no puedo dejarle el mensaje a la primera que encuentre, ¡por muy bien que me caiga! Jaja ¡Pero gracias! ¿Relatos? ¡Mi puta vida entera es un relato! Jajaja -empiezo a caminar hacia la iglesia, sin dejar de hablar- Si yo te contara las cosas que he visto y hecho ¡Nunca acabaría! ¡Y gracias por invitarme a cenar! ¡Sois muy simpáticas! Pero tengo prisa, ¡debo entregar mi puto mensaje! ¡Y otros más! ¡Y luego más! ¡Debo darme prisa! ¡CORRE CORRE CORRE! ¡¡¡¡JODERRRRRR!!!! ¿PERO QUÉ COJONES HA PASADO AQUÍ? ¡A este pobre cabrón le han degollado vivo! ¡JODER! ¡Y todavía siendo humano! ¡¡¡JOODERRR!!! Hay gente muy peligrosa por ahí... debió ser poco antes de que llegáseis vosotras... no hace mucho... tened cuidado... ¡Este es el Abad! ¡Mira ese puto anillo! ¡Y era un puto viejo! ¡ESTE ERA EL ABAD! ¡ESTÁ MUERTO! ... ¡Tengo que irme! ¡Amigas! Sunhee, Nara ¡ha sido todo un jodido placer! ¡Si alguna vez vais por Búa preguntad por mí, o por mi hermano Solok! Siempre está en el taller. ¡Y yo cuando estoy allí también! Jajaja ¿No tendríais algo más de chocolate? ¡Joder me he quedado con todas las putas ganas Nara!

Cuando Luska descubre el cadáver se pone un poco alerta, por la brutalidad de su muerte, pero no se pone a la defensiva hacia vosotras. Ni remotamente piensa que hayáis sido vosotros. En cuanto descubre que es el Abad empieza a tener prisa. Debe irse, debe continuar, y parece no tener demasiado tiempo...

La mermelada tenía una pinta excelente. Me sentía mal por no haber podido compartir el chocolate con todas las chicas. Era la hora del desayuno y la nueva parecía haber recorrido un largo camino. La mermelada seria un complemento ideal para el pan de Nara.

Busque una cuchara, cuchillo o palito para que pudiesen untar la mermelada sin problemas. Yo tenía un cuchillo, pero dudaba que quisieran utilizarlo para la comida después de lo de ayer.

Una vez en el almacén me sentí como debían sentirse en el pasado al ir de compras. Había leído mucho al respecto en las novelas y comprendía perfectamente para que utilizaban el dinero, aunque a día de hoy no sirva de nada.

Una vez analicé mis opciones me sentí un poco decepcionado. Pese a que el hacha de palo largo me recordaba mucho a una de mis novelas preferidas, El Resplandor, dudaba que tuviese la fuerza necesaria para usarla mas de un par de golpes y, una vez agotado, seria pasto de los zombis. La pequeña hoz de la izquierda parecía prometedora. Una vez afilada, su hoja curva seria excelente para cortar cuellos, mucho mejor que mi cuchillo.

La cojo y bajo con rapidez a donde están las chicas. No quería que se comieran todo el pan sin probar la mermelada.

Perdonad que os interrumpa otra vez. – aunque a la nueva no había forma de hacerla callar.

Como ha habido un pequeño error con el chocolate os he traído un poco de mermelada para que la untéis en el pan. Así podéis desayunar tranquilamente mientras charláis.

Les entrego el bote de mermelada y me marcho al interior de la Abadía. Si su conversación se alargaba mucho quizás todavía podía investigar alguna otra de las salas.

Cuando sales al patio las chicas están saliendo de la iglesia, con Luska algo alterada y con prisa. Está diciendo que se tiene que ir para continuar con sus repartos de mensajes.

Cuando decidió entrar en la iglesia, un frío escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Sobretodo cuando descubrió el cuerpo del abad. Por fortuna, Luska parecía ser demasiado inocente... y ni siquiera mostró un mínimo indicio de sospecha hacia nosotras.

—¡Madre mía! —exclamé, luego miré a Nara—. Creo... que deberíamos irnos nosotros también de aquí. ¡A saber si quien ha hecho esto vuelve...!

Finalmente miré a Luska. Aún tenía muchas preguntas que hacerle...

—Ay... ¿nos podrías decir cómo llegar al próximo lugar seguro y más cercano de aquí con la furgoneta? ¿Hay algún sitio que debamos evitar? ¡Ay! ¿Podríamos ir contigo?

Después de todo, ella parecía saber moverse por estos sitios mucho mejor que nosotros. Ir con ella a un lugar seguro sería la mejor de las ideas.

La chica se marchaba. Había visto el cuerpo del abad y su comportamiento decía que sospechaba de nosotros. Aunque no parecía especialmente vinculada con esta gente, si daba la noticia de la muerte del abad y la interrogaban, hablaría de nosotros.

Matar al abad no habrá servido de nada si ella se marchaba. Me había caído bien y todavía no me despreciaba como Nara y Sunhee. Quizás ella podía entender lo que había ocurrido si se lo explicábamos.

Luska, os he traído mermelada. ¿Porque te marchas Luska?
¿Por qué nos tenemos que ir Sunhee?

Sunhee había iniciado una mentira que yo iba a apoyar. Esto ya estaba así cuando llegamos.

¿Quién ha hecho el que? Me estáis preocupando.

Y nada mas lejos de la realidad. Me preocupaba que Luska se marchara con la idea de que habíamos sido los culpables de todo aquello. Y si bien nuestra mano había matado a esos hombres… puedo jurar que casi nos forzaron a ello.