Partida Rol por web

No percibes nada que te haga estar alerta, al menos cerca de vosotros. No crees que haya ningún otro zombi que pueda sorprenderos ahora mismo. Más adelante seguramente sí, dentro de alguna casa, es posible.

La vegetación tan exuberante no te gusta demasiado. Ir caminando por una calle tan estrecha, delimitada por casas, muros y vallas, de la que no puedes ver el suelo, te hace sentir insegura.

Mientras extraigo las saetas del cuerpo y cabeza del zombi, puedo permitirme echarle un vistazo más de cerca... es reciente... jodidamente reciente... No me gusta...

Dedico unos segundos de más a fijarme ... en como está vestido, qué pintas, en general, tenía antes de morir; algo tiene que haber...

Extraigo las saetas del cuerpo del zombi... podéis ver que le dedico más tiempo del normal... a saber que estaré pensando...

Cuando termino, me vuelvo a vosotros; tan poco tiempo aquí, y ya un encuentro, no es buena cosa... Señalo a la calle por la que íbamos...

-Si seguimos por calles abiertas, esto va a ser así todo el rato, y llegará el momento en que se nos acabe la suerte; deberíamos huir de los espacios amplios, donde más se nos ve y más llamanos la atención. Las flechas marcan el camino, pero no tiene por qué ser el único camino...

Señalo las casas de nuestra derecha; al igual que otras muchas, ruinosas... La falta de mantenimiento las ha arruinado, en el sentido de que la humedad, la vegetación, el tiempo... terminan con todo lo que el hombre levanta y abandona...

-Propongo intentar ir atravesando las casas, pasando de una a otra; no puedo asegurar que no encontremos zombis, pero deberían ser grupos reducidos, o indivíduos aislados.

Señalo mi pico y cuerda

-Tenemos herramientas para poder salvar algunos obstáculos, así que podría hacerse; y, además... hay más opciones a encontrar algo que nos sea de utilidad para nuestra misión. Si queréis, hacemos un alto para comer. Es mediodía, aunque podríamos seguir, del tirón, hasta la noche, nuncac sabes cuando el cansancio te alcanzará...

Estos zombis... el andén lleno de sangre... el camión lleno de sangre... los presos... estos zombis...

Está claro que hay alguna relación. ¿Por qué un camión? Consume demasiado... ¿por qué no un coche? ¿O un carro? ¿Para qué un andén? A decir verdad parecía una zona de carga y descarga... pero ¿de qué? Esos frateres de negro, tan macabros (más aún si cabe que los blancos), tan distintos... ¿sacan cosas de aquí? ¿Personas? ¿O las meten aquí? Y la Zona... ¿no es tan peligrosa? ¿No está tan aislada? ¿Cómo es posible que cincuenta años después siga habiendo tantos zombis aquí dentro, y sólo aquí dentro? La mayoría deberían haberse descompuesto ya... Abico parecía asustado... Y estos zombis en concreto... nada de su vestimenta llama tu atención, salvo que llevan poca ropa (nulo abrigo, nula protección), no parecen tener pertenencias, no hace tanto que fueron zombificados, sus ropas aún no se han deshecho, sus cuerpos no se han convertido aún en amalgamas irreconocibles...

La calle atraviesa una zona de casas unifamiliares dispersas, parcelas de huertas y campos. Las huertas tienen muretes o cercas para limitarlas de la calle y entre ellas. Algunas casas están pegadas unas a otras, algunas están aisladas... hay un poco de todo.

Una vez que hemos acabado con la amenaza (entiendo que el zombie que había quedado "enredado" se acaba con él de una manera automática), reúno al equipo para establecer una estrategia - Como yo lo veo es que, igual avanzar por el camino que viene marcado en el mapa no es la mejor de las opciones - les indico cómo sigue la calle apuntando con el dedo - de cualquiera de esas casas o a través de la vegetación nos pueden salir un montón y tomarnos por sorpresa, no creo que, debamos de exponernos tanto, igual es mejor escoger otra ruta - miro hacia atrás, tampoco habíamos andado tanto, teníamos el apeadero del tren cerca - ¿y si seguimos el trazado de las vías? el puente cayó y eso impedía al camión pasar, pero estoy segura que Compostela tenía una estación grande, no un simple apeadero. Y las probabilidades de que esté cerca del centro, siempre son mayores que esta ubicación - era pura especulación, no sé dónde quedaría la estación pero si desde el apeadero no se ve ni la catedral y la calle por las edificaciones que subsisten tiene pinta de ser un extrarradio de la ciudad.

Aunque también podríamos atajar campo a través, o de casa en casa - probable que en alguna casa nos encontráramos a los impuros, pero no en manada - Por otra parte, me he fijado que los zombis que acabamos de extinguir no llevaban mucho tiempo caminando con esa corrupción, así que, es probable que haya personas aún en la ciudad... quizás habría que explorar a "la gente rara" - el apeadero estaba bastante "limpio" para que los frateres llegaran sin más con el camión. Sospechaba sin ningún fundamento que, igual se traían negocios con algún clan que sobreviviera en la ciudad o que la excusa de rescatar los huesos del santo fuera "un ajuste de cuentas" a algún negocio que tuvieran por aquí, la verdad es que no me fiaba mucho de los hombres presuntamente de fe que me había encontrado últimamente, de hecho mi instructor siempre me había instruido para que mantuviera la defensa alta, pues no todos eran dignos.

Y tampoco es cuestión de despreciar a los infrahumanos, he oído que no todos tienen la misma capacidad, ésos - los que hemos rematado - eran lentos, pero no todos son así. Si seguimos por la calle de las marcas, igual nos encontramos sin previo aviso a los otros, un error podría ser nuestra perdición.

Antes de parar a comer, sería bueno encontrar algo que nos sirva de refugio y con buenas vistas a poder ser.

Por último y no menos importante, ¿estáis bautizados?

De pronto, mientras elimino tranquilamente al de la red, la recupero y limpio, reviso que esté completa y sin demasiadas rozaduras, y limpio algo el tridente,  pienso que estamos en medio de una ciudad llena de miles de esos peligrosos zombies. Maldición, si no fuese porque tenía que hacerlo... 

Xena y Xervasio estaban pensando que se podía cambiar de lugar de entrada de la ciudad. El proponia que siguiesen a las flechas amarillas, pero de casa en cada. Ella, que siguiéramos la vía del tren, de modo que llegásemos a la estación... Y de allí se vería. Bueno, saqué el mapa y lo revisé nuevamente. Miré atentamente ambas posibilidades, y los lugares por los que los aproximariamos... asiento en general a lo que dicen mis compañeros, pero decidí hablar con ellos, aunque lo hago en un murmullo...

Mirad el mapa. Siguiendo la vía del tren, daríamos rodeo, pero llegaríamos al centro. Por esta calle, no sabemos bien que son la gente rara. Podemos avanzar algo por la vía del tren hasta donde se cruza con esa carretera naranja, Y que va casi a la estación. Lo digo porque... Hay dos tipos de aspas, las azules que podrían indicar zombies, y las amarillas, ni idea. Lo único, pasaríamos cerca de esos interrogantes. 

Había hablado mucho, mirando Al mapa, casi como si pudiera hacerlo para él solo, como quien rumia en voz alta sus pensamientos... Se notaba, porque intercalada pequeños dejes de su idioma materno... 

A la pregunta de Xena del bautismo, asiento... Creo que sí, Xena... Mis abuelos se empeñaron, por lo visto... Ella me contaba muchas cosas de religión

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Sopeso las palabras de uno y otro... Me preocupan unas cuantas cosas, pero tengo que quitármelas de la cabeza y centrarme...

-Pues la verdad, yo no me acuerdo si fuí o no bautizado; he oído cosas de esas, pero en mi día a día estoy a otros menesteres.

Señalo el mapa, allá donde pone lo de la gente rara...

-Lo de gente rara... si son raros a ojos de los fráteres... no deberíamos esperar un reducto de gente normal; quizá gente rara se refiera a zombis de un tipo distinto; igual pasa con las zonas con círculos.... y las zonas con aspas... Deberíamos evitar a todo tipo de gente, porque no sabremos de que van.

-En cuanto a seguir las vías férreas hasta la estación, quizá no sea mala idea... en el fondo. Veremos a distancia los grupos de zombis lejanos que pueda haber. Lo que no me gusta es que puede estar encajonado por muros y no tengamos opción de salir de una ratonera. Pero ir por las calles o de casa en casa, tiene también sus riesgos... Todo tiene riesgos. Bien es cierto que por las vías avanzaríamos más rápido...

Escupo al suelo; joder... en una ciudad grande como esta, suelo actuar de otro modo: no me adentro hasta el centro, sino que busco en mi camino, encuentro lo suficiente, y me retiro, pero esto es diferente... hay que llegar al núcleo de la misma.

-No se, supongo que... por las vías, aun dando un rodeo... El camino de las flechas parece que va también a la estación por la rua..Cruceiro de Sar. Parece que la distancia por las vías es el triple que el camino recto, pero por ellas podíamos andar rápido, mientras que por las calles, iríamos a paso lento, y de seguro con más problemas...

Difícil elección..

-Ahora mismo me decantaría por las vías...

Aquello de que dudara de si estaba bautizado o no, me hizo desconfiar de Xervasio, ningún cristiano olvidaría ese hecho, es más era la puerta de acceso a la salvación. Me dije a mi misma que a la mínima que encontrara agua lo bautizaría, no podía caminar con semejante duda al lado de forma tranquila - es importante estar bautizado, puede parecerte nimio pero si mueres, tu espíritu abandonará ese cuerpo e irá al encuentro con Dios, mientras que si mueres sin estarlo, vagarás como uno de esos "podridos" por esta tierra llena de impiedad y maldad - era importante, quizás no lo hubiera explicado muy bien, pero al menos ya lo había dicho.

A falta de líder, las decisiones las tomamos por mayoría, ahora mismo Xervasio opina igual que yo - miro a Xosé y poco menos que gesticulo con los hombros a modo de aceptación - iremos por las vías.

Quizás los muros nos podrían jugar una mala pasada, sin contar con que podría haber túneles también, aún así, permaneceríamos más ocultos que ir calle por calle saludando a diestro y siniestro a todo comité de bienvenida que nos saliera al paso. Al tratarse de una ciudad grande, podríamos acabar coincidiendo con grupos más o menos grandes y aquello sí que era un gran problema, se trataba de acceder a la catedral sin tener que estar huyendo porque media humanidad te persigue.

Decidís por mayoría ir por las vías. Retrocedéis hasta el "andén" y os acercáis al puente destruido que bloquea el paso. Las vías discurren en paralelo hacia el oeste, encajonadas entre dos taludes de tierra llenos de vegetación. Ambos taludes están vallados en su parte superior, por lo que puede que sea un camino seguro.

Si os fijáis mejor, la vertiente izquierda, más lejana a la ciudad, está fortificada con sacos de arena, alambradas, zanjas... y alguna vez estuvo fuertemente defendida por tanques y ametralladoras, que ahora yacen olvidados, oxidados e inútiles, como una broma, como una caricatura, con sus cañonas apuntando al cielo.

La vertiente derecha, más próxima a la ciudad, está llena de cráteres, agujeros, tramos de valla destruidos y edificios completamente arrasados. Obviamente toda esta devastación fue ocasionada por todo lo que hay al otro lado, pocos días después del Xacobeo, en un intento inútil de frenar la propagación de lo que luego devoraría el mundo.

Caminar por las vías os proporcionará buena visibilidad en todo momento de ambos terraplenes, pudiéndoos anticipar a un inminente peligro, que aún no se ha manifestado. Las vías están despejadas, sin vehículos, ni vagones, ni apenas vegetación brotando de la grava. Todo está en calma en las vías y alrededores. No hay zombis a la vista.

Es curioso, pienso... que tanto esfuerzo para contener a los muertos en el interior, con tal tecnología y armas, no fuese exitoso... Al final... la vida, y la muerte, se abren camino, de uno u otro modo.

Mientras andamos, Xena me intenta vender las ventajas de haber sido bautizado... pero no se yo...

-En serio, que no lo recuerdo...si lo estoy, tuvo que ser cuando era muy pequeño, pero... por lo que me cuentas... ¿si estás bautizado no te conviertes en zombi?... no se yo,...

Durante todo el rato, voy atento, pero el caso es que los muros y taludes han creado una especie de barrera natural que hace que este camino esté relativamente bien protegido, y de temer algo, tendría que ser por nuestro flanco derecho (el que da al centro de la ciudad), y al frente...

... frente con que nos damos, o sea, nos damos de frente, y con un puente derruído, en concreto... Una rápida mirada entre nosotros, otra alrededor para ver que no hay nada que temer que nos puede morder el culo, y a trepar...

Trepar, trepo, pero en silencio, precisamente, no pues trozos de hormigón salen rodando tras mis avances... de haber sido más complicado, habría pensado en usar la cuerda, pero... un poco más y coronamos, a ver qué hay al otro lado...

Cuando terminan de hablar, hago un gesto con la cabeza. La verdad, es mitad de aceptación, mitad de resignación. No me apetecía demasiado seguir las vías, pero el resultado final sería el de llegar a la estación. Bueno. Pues adelante. 

-Imos, logo... -Que venía a decir más o menos que venga, que vamos. El suspiro en mi dialecto de costa me salió del alma, mientras me preguntaba qué cosas nos encontrariamos por la vía. Tras comenzar a caminar, nos vimos en una zona de antiguas defensas, llenas de armamento y de protecciones. Que, por lo visto, no sirvieron de nada... Mientras tanto, charlaban de la importancia del bautismo. Al final, me iba a alegrar de la decisión de mis abuelos...

Y, al final tras la breve caminata otro puente derrumbado...

Xervasio se puso a escalarlo, así que, tras él, comencé a subir, temiendo a las alturas. Odiaba ese tipo de cosas, en Baroña no las había... Y no tenía que escalar. Con dificultad, llego arriba, tras ir con sumo y excesivo cuidado de no caerme, y de no hacer ruido. Mi recelo contra las alturas había perdido un asalto... Silencioso.

Estoy segura que el dato de que Xervasio no estuviera bautizado me estaba afectando, al fin y al cabo aún arrastraba el pecado original y eso era una clara mancha en nuestra misión divina. Seguramente que esa distracción provocó que no fuera capaz de escalar las ruinas del puente destrozado que cortaba la vía del tren, por más que lo intenté no fui capaz, ni poniendo un pie en el borde de las rocas y haciendo fuerza con las manos, ni tratando de escalar yendo por la esquina y haciendo fuerza en brazos y piernas - nada, no soy capaz - al menos en mi intento no se había movido ninguna piedra de lugar, ni tampoco hubo corrimiento de tierra, ni de piedras, todo había sucedido en el más absoluto silencio.

¿Tenéis alguna cuerda para ver si así, logro subir?

Los tres trepáis hasta lo alto de los escombros, a Xena parece costarle más, pero finalmente también lo consigue. Xervasio provoca un pequeño desprendimiento que hace que varios trozos de hormigón rueden haciendo un ruido sordo. Desde aquí arriba podéis ver por dónde continúa vuestro camino. A ambos lados sigue habiendo dos terraplenes, pero un poco más adelante las vías se adentran en un túnel muy oscuro. Podéis ver la luz al final, lejos.

Dos zombis se alzan de entre unos arbustos del talud derecho, y comienzan a caminar lenta y torpemente hacia vosotros. Como a mitad de camino entre donde estáis y la boca del túnel, dentro de un profundo cráter lleno de fango, un zombi chapotea, hinchado y deformado, tratando de escapar de su trampa para acompañar a sus compañeros hasta vosotros. Os fijáis que al borde del cráter hay una caja de color verde caqui, cerrada, con las palabras "Ejército de Tierra" escritas en amarillo.