Partida Rol por web

[Zork]04 -Bajo las sombras de Montnoir

Capítulo 2 (desvío): La hora del té

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24/11/2017, 14:03
Tancredo de Bergerac

Notas de juego

—Subo un punto de atributo (carisma hasta 16)

—Escojo el movimiento avanzado Lógico

—Aprendo el hechizo Contactar con espíritus

Pierdo 7 puntos de experiencia

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24/11/2017, 19:30
Hugo Belmonte

Hugo miró al bardo, pensativo. Habían retomado su camino hasta la ciudad universitaria.

—¿Un espíritu de la naturaleza? ¿Cómo aquellos con los que contacta Babaccar? Hace tiempo estudié algo sobre seres del abismo que eran capaces de corromper a seres sobrenaturales, como esta clase de elementales. Tancredo dijo el nombre de Rimbrodogg… Ese nombre me suena de algo, pero ahora no consigo ubicarlo entre mis estudios. Gracias por la información, Kaleb, nos será de gran ayuda para dar con la clave de este entuerto. 

* * *

Notas de juego

Continúa en Capítulo 2 (desvío): Veritas lux mea

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28/11/2017, 02:03
Golyav "el matacaballos"

Mientras Golyav dormitaba, intentando despejar su dolor de cabeza y recuperar fuerzas, Tancredo meditaba en silencio a su lado. Una de las monjas se atrevió a dejar un par de bandejas con sendos vasos de vino tinto y esponjosas hogazas de pan. Parecía bastante más joven y curiosa que las que habían visto anteriormente.

 En cuanto el rhusiyano abrió un ojo, la hermana se escabulló como un cervatillo asustado. Ambos se lanzaron a las bandejas como si llevasen semanas sin comer —aunque era probable que aquel fuese el caso de Golyav—.

Así que dices que estamos en la Gran Catedral de Montnoir. No consigo recordar gran cosa, solo imágenes inconexas. Pero sí recuerdo lo que pasó con nuestra compañía. Un tiempo después de que partieses, ocurrió lo de ese infame golpe de estado, ya sabes. Nosotros nunca fuimos muy amantes del gobierno, pero nos vimos obligados a huir de nuestra Madre Patria —dijo mirando con nostalgia por el estrecho ventanuco de la estancia —. Era eso o terminar degollados como simples cerdos en la nieve. Montnoir era la ciudad perfecta para que unos refugiados intentasen ganarse el pan como mercenarios, claro. Algunos tuvieron suerte, pero la gran mayoría terminó mendigando en las calles. Entonces llegaron ellos…

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28/11/2017, 02:43
Tancredo de Bergerac

Revoluciones, golpes de estado, patrias y banderas... Todo eso eran cosas sin sentido para Tancredo. No le interesaba la política, pues no conocía a un solo señor justo o digno de gobernar, y la sola idea de patria le parecía tan absurda como la de la devoción religiosa o la lealtad a un príncipe. Solo eran engaños para que unos pocos vivieran bien a cuenta de la mayoría, que permanecía muda e ignorante mientras era manipulada. En cierta manera, consideraba que los líderes políticos y religiosos eran tan mentirosos como él, pero mucho más ambiciosos y carentes de escrúpulos a la hora de hacer daño a otros para cumplir sus objetivos. No se consideraba a si mismo bueno, pero tampoco se consideraba malo, siempre hacía el mínimo daño posible y nunca había muerto nadie por su culpa. Era más de lo que podían decir muchos señores de alta cuna.

Tancredo siempre cavilaba mucho cuando descansaba, y la conversación con Matacaballos había despertado aquella vena suya tan filosófica y reflexiva. A veces sentía que debería de hacer algo más por el prójimo, o por hacer del mundo un lugar mejor en general, dónde los poderosos no pudieran abusar de los débiles con tanta impunidad. Sin embargo el hambre, el frío y tener que buscarse la vida siendo un brujo vagabundo y holgazán solía disipar tales ideas. Se bebió el vaso de vino sin dudarlo y sacó una vieja bota de su zurrón, de la que volvió a servirse, y a continuación sirvió al gigante rushiyano.

—Gran Vino Dulce Sansón, hace que te crezca el pelo y da fuerzas. Abrió su túnica para revelar su hirsuto pecho, cuyo vello, tan negro como el plumaje de un cuervo o las ideas de un usurero, se unía al de su barba, que era tan tupida y dura que podría usarse para pulir diamantes a modo de cepillo. También mostró su enmarañada melena azabache, que le llegaba por la cintura y de estar bien cuidada y peinada podría usarse para engalanar alguna talla de una santa. Luego se arremangó los brazos, también peludos y negrísimos y sacó bola; eran flacos, nada del otro mundo, pero al menos eran fibrosos. En cualquier caso, la primera parte de su afirmación estaba cumplida con creces; Tancredo era todo pelo negro, y parecía algún tipo de lobisome u osezno escuálido. De tener pezuñas y cuernos sería fácilmente un sátiro, dadas sus conocidas aficiones.

Después de su payasada, finamente hilada para relajar el ambiente, continuó:

—¿Quienes eran ellos, amigo? Todavía sentado, trazó un círculo con una vara de olivo bendito alrededor de los dos. Según su mentalidad supersticiosa aquello protegía de las atenciones indeseadas. Ignoraba si funcionaba realmente, pero no perdía nada por hacerlo.

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01/12/2017, 00:05
Golyav "el matacaballos"

Un tal Corvo y los suyos. Salieron de la nada de entre los callejones de la ciudad. Era una oportunidad de oro, Tancredo. Una banda organizada de criminales y truhanes que nos ofrecían un techo, comida, dinero y mujeres a cambio de nuestras espadas. Muchos terminaron en el calabozo o en el patíbulo. Algunos no tuvimos tan buena suerte y fuimos torturados por esos malditos inquisidores. Recuerdo aquella celda, las herramientas oxidadas, las cuerdas... —se estremeció —. Mantente alejado de esos cuervos o desearás que la muerte se lleve tu alma cuanto antes.

Golyav escupió sobre el suelo de granito. Se miró con desdén sus largas y descarnadas manos, en una mezcla de ira y asco. De pronto, se giró hacia el brujo:

Y hay algo más... Creo que recuerdo algo. Unos pasillos largos, estrechos y oscuros. Alguien nos sacó de la celda. Creo que era un inquisidor, pero no llegué a verle la cara. Estaba demasiado deshecho como para enterarme.

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01/12/2017, 01:49
Tancredo de Bergerac

—No entiendo, amigo mío. ¿De formar parte de una banda pasasteis a acabar en una celda de la inquisición? ¿Cómo? ¿Y por qué os soltaron?

Aquello no tenía ningún sentido para la analítica mente del mago. Sonaba como si la inquisición estuviese experimentando con prisioneros para luego extender una plaga por la ciudad. Los sabía pérfidos, ¿pero tanto? Debería de buscar a los otros cuanto antes y ponerlos sobre aviso.
 

Notas de juego

Si no me equivoco ahora mismo estoy temporalmente por delante de los demás, puesto que he descansado, y tengo que esperar. Por suerte tengo a Hécate para espiar sus movimientos.

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01/12/2017, 02:43
Golyav "el matacaballos"

Uno de los últimos golpes salió mal y terminamos cayendo nosotros. ¿A quién le iba a importar un puñado de refugiados? Esos cabrones de Corvo y su banda nos dejaron tirados. Algunos lograron escapar, pero la mayoría terminó presa. No tengo ni idea de por qué la Inquisición se interesó por nosotros. Simplemente nos torturó e interrogó, ¿pero qué íbamos a saber nosotros? 
»Tampoco tengo ni idea de por qué nos sacaron de la celda, pero al lugar que nos llevaron no fue mucho mejor. ¡Agh! A partir de ahí lo tengo todo muy borroso, pero creo recordar los gritos, las luces y las agujas…

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01/12/2017, 02:49
El Narrador

En aquel momento, antes de que Golyav terminase su última frase, escucharon un revuelo tras la puerta. 

—¡Hermana Beatriz! No la esperábamos a estas horas. ¿Desea examinar a los enfermos? Acaba de llegar un extraño peregrino con un mendigo hace apenas media hora.

El rhusiyano, que ya tenía un aspecto bastante demacrado, se puso todavía más pálido al escuchar el nombre de la inquisidora. Tancredo pudo oír cómo murmuraba improperios en su idioma natal.

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01/12/2017, 04:00
Tancredo de Bergerac

A Tancredo se le pusieron los pelos de punto al oír ese nombre; otra vez la dichosa Beatrice. Podría entregar al rushyiano y apuntarse un mérito con la inquisición de paso que se escaqueaba, pero no era de los que dejan tirados a los viejos amigos, al menos de momento.

—¡Mierda, esa zorra otra vez! ¡Tenemos que largaros de aquí cuanto antes! ¡Toma, llévate esto, mézclate con los demás enfermos y trata de bajar a la cripta para buscar una salida, yo la distraeré con alguna milonga! Nos vemos abajo.

Lo que le entregó era su grimorio, envuelto en un paño de lino, y un atado con algunos pergaminos y libros. Lo que iba a hacer seguro que iba a provocar que lo cacheasen, y no quería que lo pillasen con eso encima.

Después se dispuso a llevar a cabo su plan: Se hizo el tonto como si no hubiera escuchado nada y salió de la capilla en la que se encontraban. Enseguida se puso a hacer como que atendía a algunos de los enfermos como voluntario, en plan ermitaño piadoso, lo suficientemente cerca de la inquisidora como para que pudiera verlo, pero dejando vía libre al mercenario para salir por el lado contrario. Se aseguró de cachearlos y de llevarse las manos a los bolsillos de manera que pareciese que les estaba robando. No lo estaba haciendo de verdad, así que en caso de que lo acusasen, no podrían probar nada y él alegaría que fue todo un malentendido. Esperaba así atraer la atención sobre sí mismo, dándole al otro la oportunidad de esconderse  en la cripta como le había indicado.

—Joder, joder, joder... —Murmuraba. Nunca se había jugado el cuello así por ayudar a alguien. Siempre tiene que haber una primera vez, supuso mientras esperaba que su estratagema funcionase y pensaba qué milonga contarle a la inquisidora; le diría que alguien vino a buscarlo hace poco, que se identificaron como hombres del patricio y se llevaron al vagabundo sin dar aviso a nadie. Eso la pondría nerviosa... o la enfurecería.

Si fuese un hombre religioso, ahora estaría rezando.

- Tiradas (1)

Motivo: Disimular como un puta

Tirada: 2d6

Resultado: 5(+2)=7

Notas de juego

Puedo parecer retorcido con un plan tan elaborado, pero doy por sentado que las salidas normales están vigiladas. Debería de haber aprendido invisibilidad en vez de invocar a un espíritu. xDDDD

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05/12/2017, 13:51
Hermana Beatriz

Golyav asintió y se escabulló como una comadreja sin necesidad de mediar más palabras. La pequeña distracción de Tancredo había funcionado a las mil maravillas, atrayendo hacia sí la atención de un par de monjes y, por supuesto, la Inquisidora. Ninguno de ellos lo miraba con buenos ojos.

—¿Qué se supone que estás haciendo, gorrión? —inquirió la Hermana Beatriz.

Las voces que habían empezado a murmurar y a insinuar las malas artes del brujo —«ladrón y embustero», decían— se acallaron por completo cuando resonó la gélida voz de la inquisidora.

—Robar a los pobres aquejados no algo que piense tolerar en suelo sagrado, pajarraco impío. Un momento… ¿de dónde viene ese ruido?

A la espalda de Tancredo, oyeron unos pasos agitados y un estruendo[1].

Notas de juego

[1]: se trata de Golyav llegando a la cripta. Como has sacado un 7 te impongo una dificultad (aunque estoy seguro de que Tancredo sabrá arreglárselas perfectamente ;) (¿o tal vez no?).

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07/12/2017, 10:45
Tancredo de Bergerac

—[Maldita sea, como esta bicha baje a la cripta nos van a dar bien por el culo, tengo que ganar tiempo] —Pensó Tancredo. Tenía que hacer que la inquisidora se centrase en él y se olvidase de lo de la cripta, así que trató que la atención se centrase en si mismo y en el caso del supuesto robo.

—¡No, no, no! Se escuchó el ruido en las escaleras y el falso peregrino exclamó —¡Imbéciles, aquí hay gente trabajando! En fin... ¿Cómo iba a estar robando a los pobres enfermos? ¿Qué clase de ser ruiz y mezquino haría algo así? Soy curandero, estaba examinando a los enfermos. Esto es inquietante hermana... algunos de los enfermos presentan síntomas de... no lo sé... ¿cierta intoxicación mágica? No entiendo nada de lo que pasa aquí. Los hombres del patricio acaban de llevarse al enfermo que atendimos en la plaza... Aprovechó para acercarse un poco a la inquisidora y susurrarle Creemos que estaba poseído. Don Hugo mandó avisar al Patricio en cuanto llegamos a esa conclusión.

Según su propia experiencia, esta era la clase de mentiras que solían funcionar: Una parte de verdad para tener cierta credibilidad, una parte de mentira para desviar la atención, y un pequeño contratiempo para crear confusión. Si se hacía bien, normalmente el inquisidor se marchaba a dar por culo a otra parte, como por ejemplo a informar a un superior de una noticia falsa como si fuese verdadera, intoxicando toda su información. Por otra parte, si se hacía mal, solía acabar con todo el mundo arrestado y torturado hasta morir. Tancredo confiaba en haberlo hecho bien.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Negociar - charlatanería

Tirada: 2d6

Resultado: 9(+2)=11

Notas de juego

Las partes en cursiva están susurradas, para que no las escuchen los frailes que cuidaban de los enfermos y evitar que se pongan nerviosos.

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07/12/2017, 12:30
Hermana Beatriz

La inquisidora permaneció impertérrita a pesar del acercamiento de Tancredo. Los monjes parecían confusos, mirándose los unos a los otros, y el silencio se hizo más intenso a medida que se fruncía el ceño de la inquisidora. Solo algunas toses y gemidos agrietaron ligeramente la tensión.

Conque afirmas que Hugo se llevó al enfermo. Es demasiado enclenque para cargar con su cuerpo, ¿quiénes le ayudaron? Necesito nombres. Y también necesito saber quién llevó el mensaje a Lord Laforet —susurró la Hermana Beatriz —. De tus respuestas dependerá que salgas de aquí de una pieza, ¿ha quedado claro?

Notas de juego

¿Qué clase de ser ruiz y mezquino haría algo así?

Solo por esto ya debería darte experiencia hasta subir al nivel 10 xD. 

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07/12/2017, 13:34
Tancredo de Bergerac

La verdad es que Tancredo no tenía problemas a la hora de inventar patrañas; inventaba e inventaba, y tal vez se extralimitaba. A sus ojos no sonaba descabellado, pero si que era una mentira demasiado inquietante, y desde luego no era lo que la Inquisidora quería escuchar. Aquello no le iba a sentar demasiado bien.

—No, mi señora.  Don Hugo no se lo llevó él mismo, por supuesto. Informó al Patricio y este lo mandó a buscar. Vinieron hace poco cuatro hombres, creo que eran caballeros del Santo Pendiente, aunque no iban vestidos como tal. No quise intervenir o hacer demasiadas preguntas, porque de todos modos tampoco me hubieran contestado o a permitido hacer nada.

- Tiradas (1)

Motivo: Inventar patrañas

Tirada: 2d6

Resultado: 4(+2)=6

Notas de juego

Igual no debería de haber tirado... no sé si era necesario.

Acabo de mirar la experiencia. Subir de nivel cuesta 7+nivel actual, no 6 como yo creía.

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07/12/2017, 13:48
Hermana Beatriz

La Inquisidora esgrimió una sonrisa torva, mostrando los colmillos como un depredador a punto de abalanzarse.

—¿Osas mentirle a una Inquisidora, despreciable gorrión?

Sin que Tancredo pudiese reacciónar, una de las las largas y afiladas uñas de la Hermana Beatriz se paseaba por su mejilla, amenazando con clavarse en la indefensa yugular del brujo.

—Te he pedido nombres, Tancredo —un violento escalofrío le subió por la espina al peregrino cuando oyó su nombre —, y me los vas a dar. ¿O prefieres que te lleve a dónde tú ya sabes y te lo haga trinar por la fuerza?

Notas de juego

Sí, pero te daba para subir de nivel igualmente. Ahora mismo te hacen falta 4PX para llegar a nivel 3.

+1PX

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08/12/2017, 09:59
Tancredo de Bergerac

Al pobre brujo el corazón le latía a mil por hora. —¿Qué le digo ahora a esa perra? —pensaba para sus adentros. Inventar nombres solía acabar en cagada, porque para la Inquisición era fácil de comprobar si existían simplemente consultando un registro parroquial. En otra ocasión, Tancredo pudo echarles a dichos registros, y usó esa información para dar nombres de personas muertas recientemente y evitar a los demás y a si mismo. Sin embargo ahora no había tiempo para tales elaboraciones ni tuvo acceso a registro alguno, y tristemente solo conocía el nombre verdadero de un caballero del santo pendiente...

—¡LeMaison! ¡Sé que uno de ellos se apellida así, pero que me parta un rayo si conozco al resto!

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08/12/2017, 20:57
Hermana Beatriz

La Hermana Beatriz tardó un tiempo en contestar. Tancredo pudo sentir el olor a incienso que desprendía su hábito, el aroma empalagoso que empleaban en algunas capillas dedicadas a Lineras.

—Esta bien —contestó finalmente, alejándose de él —. Al fin has servido para algo, gorrión. Pero esto aún no se ha terminado. Volverás a tener noticias de mí, muy pronto. ¡Fray Martinus! —exclamó, llamando la atención de uno de los monjes más cercanos al brujo —Cachéale de todas formas, por si acaso. Si no tiene nada extraño podéis dejarle marchar.

La Inquisidora desapareció por el pórtico de la catedral, seguida por un par de monjas cargadas con varios pergaminos.

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08/12/2017, 23:15
Tancredo de Bergerac

Notas de juego

¿Tengo que esperar a que me cacheen o puedo irme a zurrir mierdas?

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09/12/2017, 02:37
El Director de Juego

Notas de juego

Eres libre. Lo iba a narrar mañana, pero no te hago esperar.

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09/12/2017, 04:25
Tancredo de Bergerac

Aquel monje desagradable cacheó a Tancredo, que hizo bien en entregar su grimorio y sus pergaminos al rushyiano. Menos mal que no tenía nada de aquello encima, o se hubiera metido en un buen lío. Mientras lo cacheaba e iba quedando libre de sospechas se dirigió al fraile:

—Hermano, no hay ningún inconveniente con que baje a la cripta antes de irme, ¿verdad? Me gustaría hacerle una visita a un viejo amigo que por circunstancias poco afortunadas ha acabado alojado allí abajo, y me gustaría poder dedicarle unas palabras a solas.

Naturalmente se refería a Golyav, pero formuló su pregunta como si se refiriese a un difunto y necesitase intimidad. Tancredo era ahora solo un peregrino que venía a dedicarle una oración a un muerto, y que desgraciadamente la poderosa Inquisición la había tomado con él por error, pese a ser alguien totalmente inofensivo. Si no le ponían impedimentos se reuniría con el rushyiano y se largarían por las catacumbas que daban al viejo cementerio cerca de la universidad sin tener que dar explicaciones a nadie, como ya habían hecho años atrás, el día de San Iván Kupala, después de robar en el relicario de la catedral por encargo de alguien que se identificó como un marchante de arte, aunque Tancredo pudo comprobar tiempo después que era un miembro de la Universidad con ciertos intereses en lo oculto.

Solo se preocupaba un poco por el tal Le Maison. Aquel tipo serio y recto no le caía demasiado bien, pero tampoco le había hecho nada como para meterlo en problemas sin ninguna razón. Procuraría avisarlo en cuanto tuviera una oportunidad.
 

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09/12/2017, 14:27
El Narrador

Fray Martinus, el encargado de cachear a Tancredo, comenzó a cachearle mientras la Inquisidora desaparecía. Una vez estuvieron solos, soltó al brujo y le puso una mano en el hombro.

Eres libre, hermano, pues la diosa hizo libres a todos sus hijos —dijo con tono amistoso —. Todos te vimos entrar con aquel mendigo, pero nadie ha dicho nada. Sabemos lo que hacen los Inquisidores cuando necesitan información. Nosotros estamos protegidos por el obispo y lord Laforet, pero en este momento no tenías a nadie. Ahora corre y reúnete con tu amigo antes de que sospeche de nuestro engaño. Ten —sacó un papel arrugado de su hábito y se lo entregó —, busca la tumba falsa dentro de la cripta: es una entrada a las catacumbas. Si sigues este camino, no te perderás. ¡Pero procura no desviarte!

Tancredo observó el trozo de pergamino. Habían garabateado con tinta una serie de pasillos, siguiendo un recorrido que les llevaría de una puerta a otra. Una de las entradas tenía un símbolo que representaba a la Catedral, y el otro parecía combinar el pentágono propio de los hechiceros académicos con el pendiente de Lineras: la Universidad.