Partida Rol por web

[Zork]04 -Bajo las sombras de Montnoir

Capítulo 3 (desvío): La espada de Damocles

Cargando editor
19/06/2018, 23:13
El Narrador

Por la delgada rendija, Le Maison y Kaleb pudieron reconocer mejor a la figura que se alejaba escaleras abajo. Llevaba el típico uniforme que había visto vestir a los guardias del patricio. Este hombre, sin embargo, arrastraba los pies de forma exagerada. Apenas pudieron percibir una extraña figura sujeta a su espalda. ¿Les engañaban sus ojos o aquello era una especie de muñeco?

Para su sorpresa, la figura se movió y abandonó de un salto la espalda del guardia para internarse en las sombras con la agilidad de un gato. El soldado se quedó paralizado unos instantes, pero pronto recuperó la compostura, mirando confusamente a los lados. Si el oído del cronista y el del caballero fuese mucho más fino, probablemente le habría oído decir algo como: ¿Pero qué diablos hago yo aquí?

Cargando editor
26/06/2018, 00:24
Kaleb "El Grande"

Kaleb miró un momento a Le Maison que parecía haberse quedado petrificado ante tal visión, y fugazmente pensó si era el protagonista apropiado para su epopeya. Se podía obviar esa situación, cuántas veces lo había hecho ya.

Sin esperar más nada, el gnomo salió al pasillo hacia donde estaba el guardia, pero con la atención puesta hacia el lugar por donde había desaparecido el "muñeco maldito". ¿Qué había sido eso? ¿Qué estaba sucediendo allí?

-¿Acaso me buscaba?- preguntó con aire de autoridad el gnomo, aunque aún le daba un poco vueltas la cabeza.

Sostenía en su izquierda el bastón, y la derecha la dejaba apoyada sobre el pomo, que a su vez era el pomo de su estoque.

- Tiradas (1)

Motivo: Discernir la realidad

Tirada: 2d6

Dificultad: 7+

Resultado: 5, 2 (Suma: 7)

Notas de juego

Perdón por la tardanza, me había propuesto esperar a Le Maison, pero dado que aún no sé nada de él, preferí no perder la oportunidad :D

Creo que amerita un "Discernir la realidad": ¿Qué hay aquí que no es lo que parece?. (¡Qué difícil decidirse por alguna de todas esas opciones! jajaj)

Cargando editor
26/06/2018, 15:34
Le Maison

Le Maison al ver que Kaleb llamaba la atención, esperó a que terminara de mirar y agarró a éste por el cogote, volviéndolo a meter en la habitación a la vez que cerraba la puerta y la volvía a atrancar. Una vez adentro le explicó que tras convertirse en una bestia, se había desvanecido y que mientras él guardaba su sueño había venido la melancólica Katarina a avisarles de que les buscaban para ser interrogados por la inquisición por lo que era mejor no llamar mucho la atención. También le enseñó la piedra que le había dado que le permitiría localizarles si necesitaban de su ayuda.

Tras ponerle en situación, le comentó lo que él pensaba de sus próximos pasos:

-Si podeis controlar vuestro cambio anterior, podemos intentar investigar qué era esa criatura que se adueñó del guardia. ¿Cómo os encontráis?

Notas de juego

Disculpadme de nuevo, pensaba que no debía nada. Debí leerlo y no tuve tiempo para contestarlo ese día y luego simplemente se me pasó. Pegadme un toque en el oftopic si veis que me alargo alguna otra vez. Gracias

 

Por cierto, la vez anterior (18/6) por error no incluí a Kaleb. Decía

------

Le Maison se llevó de nuevo la mano a la boca para indicar a Kaleb que guardara silencio y agarró con fuerza la espada, pero no le impidió que abriera la puerta*, más bien se colocó de manera que una vez abierta pudiera echar un vistazo al que había intentado posiblemente acabar con sus vidas sin éxito.

Notas de juego

(*) Queda muy poco heróico el que el caballero del Santo pendiente, ungido por la Diosa Lineras se dedique a chafardear, pero esa es la idea (aprovechando la excusa del curioso Kaleb).

Cargando editor
27/06/2018, 02:38
El Director de Juego

Le Maison te devolvió de un tirón a tu cuarto poco antes de de que pudieses ver algo más. No obstante, lo poco que pudiste discernir te puso la piel de gallina. La "cosa" que se desprendió del guardia se movía de manera ortopédica y poco orgánica, como si estuviese hecho de madera. Sus extremidades eran demasiado rectilíneas como para pertenecer a cualquiera de las criaturas pequeñas que te pudiesen pasar por la mente. Más bien parecía un títere animado, pero, ¿puede acaso existir algo así? No, puede que las sombras de la noche te hubiesen jugado una mala pasada. Todos hemos visto cosas muy extrañas en la oscuridad.

Notas de juego

[1]: ¿Qué hay aquí que no es lo que parece?

Cargando editor
27/06/2018, 16:11
Kaleb "El Grande"

Kaleb lo miró al caballero con enojo. Uno pequeño por tamaño, pero grande para Kaleb.

-Si no me hubieras devuelto a la seguridad de la habitación, podría haber visto qué sucedía con esa criatura- dijo el gnomo con reproche y con el dedo índice apuntando a la lejanía del rostro del alto caballero -Y no tengo la más mínima idea de qué es lo que me sucedió antes, ¿de acuerdo?-

-Eso... parece... parece como esas hechicerías que hacen los hijos del sol, aquellos hombres morenos*... bueno, no sé si habrás escuchado de ellos- se cansó de explicar, raro en él.

-Debemos encontrar esa criatura ahora mismo, no podemos dejar que tome a otra persona... y si nos quedamos aquí lo único que lograremos es que nos atrapen-

Había escuchado las palabras de Le Maison, y aunque no había hecho hincapié en ellas era sólo porque aún tenía que procesarlas. Le llamaba la atención la sincronicidad de sucesos, entre su sueño y lo que sucedía en ese momento.

Notas de juego

*¡Macumba! ¡Voodoo! Ya continuaré armando algo al respecto XD

Cargando editor
05/07/2018, 21:23
Le Maison

Le Maison sopesó sus opciones. Esa criatura maligna intentaba posiblemente matarlos e ir directamente a su encuentro no parecía lo más prudente, pero por otra parte, no podían dejarla que fuera abduciendo a inocentes, así que con cierta reluctancia finalmente dio la razón a Kaleb.

-Está bien, partamos y abandonemos la seguridad de nuestra habitación.

Cargando editor
05/07/2018, 23:17
Kaleb "El Grande"

Kaleb sonrió.

-Yo sabía que podía contar con un caballero de verdad- y le guiñó un ojo.

Acto seguido, se asomó una vez más por la puerta para oír y ver si no venía nadie, y luego se dirigió hacia donde se había ido el muñeco maldito.

Cargando editor
07/07/2018, 00:24
El Narrador

En la mansión reinaba un silenció sepulcral. Hasta los tapices que cubrían el suelo resultaban lo suficientemente mullidos como para aislar el ruido, aunque eso fuese contraproducente a la hora de detectar intrusos nocturnos. Por fortuna, un pequeño pelotón de guardias hacían guardia dentro y fuera de la vivienda del patricio.

Kaleb y Le Maison abandonaron la seguridad de su habitación procurando ser sigilosos. Ninguno quería despertar a nadie, y mucho menos causar un revuelo dentro del palacete. Apenas avanzaron unos pasos, se encontraron con el guardia que minutos antes había intentado forzar la puerta de su habitación. En cuanto vio a Le Maison y a Kaleb, se cuadró.

Sa-saludos, mis señores —susurró—. ¿Qué hacen ustedes despiertos a estas horas?

Cargando editor
07/07/2018, 02:57
Kaleb "El Grande"

Kaleb utilizó una postura que le gustaba mucho, y que en más de una actuación la había utilizado: apoyó su bastón frente a sí mismo, con ambas manos apoyadas en su pomo finamente labrado, y una pierna cruzada frente a la otra que se mantenía firme como sostén. Miró al soldado con firmeza.

-Tal vez la pregunta acertada sería, qué hace usted aquí a esta hora- dijo en un susurro, pero con suficiente firmeza como para aparentar autoridad -Más vale que vuelva a su puesto y no moleste, ¿de acuerdo? Cuando uno está ocupado no va respondiendo preguntas innecesarias... ¿sirve al Patricio o a quién? ¿Sabe quién soy yo? Espero que lo sepa porque de lo contrario lo sabrá muy pronto... usted y su superior...- continuó con su catarata de palabras susurradas a una velocidad que casi mareaba.

No quería perder tiempo, pero también sabía que había que destinar el tiempo necesario a distraer a este guardia o llamarían más la atención...

Cargando editor
07/07/2018, 09:22
Le Maison

Le Maison se quedó un poco atrasado, mirando fijamente al guardia. No quiso decir nada para no estropear el magnífico rapapolvo de Kaleb, y puso su cara más severa.

Cargando editor
10/07/2018, 00:43
El Narrador

El rostro del guardia palideció.

—Po-por supuesto que sé quienes son, maese cronista, les ruego que me disculpen. Regresaré inmediatamente a mi puesto.

No tardó en dar media vuelta y desaparecer escaleras abajo. Parecía bastante intimidado y algo confuso, como si desease preguntar qué diablos estaba pasando pero no se atreviese a abrir la boca. Al fin y al cabo, se arriesgaba a quedar como un incompetente o un loco.

Kaleb y Le Maison siguieron el camino por el que habían visto desaparecer al "asaltante" nocturno y, en cuanto agudizaron el oído, pudieron escuchar madera crujir por uno de los pasillos. Cuando se acercaron, vieron una de las habitaciones del servicio. Estaba completamente vacía y con las ventanas abiertas de par en par. Una sombra del tamaño de un niño se tiró y comenzó a descender por la rama de uno de los árboles del jardín. En efecto, la rama de un viejo falso plátano quedaba al lado de la cornisa. Alguien lo suficientemente diestro y ágil podría trepar o bajar por el tronco, pero se arriesgaría a una caída de dos pisos.

Cargando editor
10/07/2018, 07:41
Le Maison

Le Maison sonrió levemente al ver que la jugada de Kaleb salía bien. Los caballeros de Lineras no tenían por costumbre el mentir ni fingir nada, pero no tenía tiempo para explicar toda la verdad y en ese caso hacerlo además habría hecho más mal que bien puesto que el guardia se sabría abducido y eso era una cosa que podía acabar con la estabilidad mental de cualquiera no preparado para ello.

Al ver una sombra que descendía por el falso plátano no se lo pensó. De manera instintiva pegó un ágil salto e intentó atrapar a esa sombra que bajaba por el mismo, a la vez que indicaba a su compañero - ¡Por aquí, intenta huir bajando por el árbol!

 

- Tiradas (1)

Motivo: Desafiar el peligro (destreza)

Tirada: 2d6

Resultado: 10(+1)=11

Cargando editor
11/07/2018, 00:43
Kaleb "El Grande"

-Me parece una sabia decisión- replicó el Cronista, simple, conciso.

En ese momento, pensó que tal vez podría haberlo usado para saber qué estaba sucediendo, ya que parecía tan confuso como ellos, pero rápidamente esa idea se esfumó. Necesitaban rapidez. Y eso fue lo que hizo: rápidamente entrar a la habitación a oscuras y buscar al muñeco maldito.

Sus ojos no se pudieron terminar de acostumbrar a la oscuridad, esa habilidad que tanto les servía a los gnomos para trabajar sin gastar en velas y leña que se puede utilizar para otros trabajos, cuando Le Maison se dirigió directo hacia la ventana por donde la sombra había desaparecido.

El caballero ni parpadeó para lanzarse. Eso lo hacía un héroe. Acababa de retomar su puesto en la balada, en la epopeya que escribiría el gnomo y que ya estaba comenzando. Pero él no estaba seguro de poder seguirlo. Aunque tampoco se podía perder la acción. Eso pesaba más sobre su consciencia que la salud física...

Decidió copiar al héroe, porque así es como se forman, copiando a otros. Por lo que se lanzó de la ventana y comenzó a bajar rápidamente buscando con la mirada al muñeco del demonio. Casi se sorprendió a sí mismo con la velocidad que lo hacía, recordando fugazmente su juventud...

"¡Kaleb! ¡Regresa aquí! ¿¡Qué te he dicho de andar trepado y jugar a las ardillas?! ¡Vuelve aquí! ¡Aled! ¡Baja a tu hermano o los bajaré de un hondazo a los dos!"

- Tiradas (1)

Motivo: Desafiar el peligro (Destreza)

Tirada: 2d6

Dificultad: 7+

Resultado: 11(+1)=12 (Exito)

Notas de juego

No saben cómo sufrí esa tirada jajjaja

Cargando editor
12/07/2018, 02:08
El Narrador

Le Maison bajó como una exhalación. No podía dejar escapar a aquel malhechor, fuese lo que fuese. Descendió por el árbol como si lo hubiese hecho toda su vida. A su mente acudieron los entrenamientos con el resto de hermanos y hermanas, cuando todavía era muy joven.

Por su parte, Kaleb, visiblemente impresionado por la hazaña y bizarría del caballero, lo siguió árbol abajo. Su tamaño y agilidad suponían una gran ventaja. Puede que él fuese un académico, pero había un encanto primitivo en moverse entre aquellas ramas. Un frenesí lo invadió y, por un momento, temió volver a perder el conocimiento. La respiración agitada, la adrenalina… Todo era como antes. Sin embargo, estaba tan despierto como siempre. ¿Qué era esa sensación de frío que sentía en el pecho? 

En cuanto llegó al pecho, examinó su cuello y descubrió con sorpresa un colgante de plata que no había visto antes. Fue entonces cuando las palabras de Tancredo volvieron a resonar en su cabeza. ¿Acaso no había mencionado la licantropía? Quizá Hugo también lo había adivinado, pues no en vano era el exorcista más prometedor de su generación.

Ambos pudieron ver cómo la figura recorría fugaz el jardín hasta llegar a una pequeña capilla en honor a Lineras que formaba parte de la mansión. Una vez allí, se detuvo frente a la fachada y se coló sin demasiada dificultad. Tanto Kaleb como Le Maison, que habían logrado esquivar a los guardias igual de bien que el propio sicario, pudieron acceder sin hacer demasiado ruido. Aquel era terreno sagrado, hecho que ofendió bastante a Le Maison. ¿Cómo se atrevía un asesino a profanar un templo de la Diosa?

El interior estaba oscuro y olía a flores frescas e incienso. La sombra ya no se molestaba en ocultarse, provocando una algarabía de golpes en la madera. Lo siguieron hasta la habitación destinada a la preparación del sacerdote, donde lo observaron escabullirse por una losa de piedra que cerró desde dentro. Le Maison no perdió el tiempo y trató de mover aquella tapia. Entre los dos lograron apartarla sin demasiados problemas, y descubrieron unas escaleras que se perdían en la oscuridad. ¿Qué les depararía ahí abajo[1]? A contraluz apenas pudieron apreciar muchos detalles del supuesto muñeco, aunque cada vez les resultaba más inquietante.

Notas de juego

Madre mía, con esas tiradas os voy a encadenar varios sucesos.

[1]: ¿Bajáis por las escaleras?

Hécate vuelve al ruedo para observar lo sucedido desde una distancia prudencial (antes teníais las cortinas a medio cerrar).

Cargando editor
13/07/2018, 00:36
Kaleb "El Grande"

Apenas bajó del árbol, se fijó en su pecho. Tomó el medallón en sus dedos y recordó aquellas palabras. ¿Y si era un licántropo? ¿Qué sucedía cuando se desvanecía? Tenía que saberlo... pero no era ese el momento.

Sin perder tiempo, intentó compensar los largos trancos del caballero del santo pendiente con pasos rápidos y lo más largos que podían sus cortas piernas.

Una vez se encontraron con esas escaleras, Kaleb miró a Le Maison.

-Hemos llegado aquí... no podemos detenernos- dijo el gnomo en un susurro apenas audible y que mostraba la agitación en su pecho -¿Vamos?- dijo desenvainando su estoque oculto en el bastón y mientras una sonrisa leve, teñida de cansancio, miedo y adrenalina, aparecía en su rostro.

Notas de juego

Perdón que no me explaye mucho más, ando con poco tiempo :( ¡Pero con mucho entusiasmo por seguir! ;D

Cargando editor
13/07/2018, 08:22
Le Maison

Le Maison bajó a toda celeridad por el árbol, impulsado por el ansia de acabar con un enemigo que se aprovechaba de inocentes tomándolos para hacer con ellos lo que quisiera, cuando de repente se dio cuenta de que había dado por hecho que Kaleb le podría seguir a su velocidad, a pesar de no estar entrenado para ello. En ese momento se giró para disculparse y ayudar a su compañero, pero vio con mucho agrado que no le hacía falta ayuda alguna y que iba bajando a su misma velocidad si no más.

No pudo ocultar una sonrisa de satisfacción por la pequeña hazaña de su compañero y le palmeó la espalda amistosamente a la vez que le decía mientras desenvainaba su propia espada -Vamos, pero déjame delante. Ha profanado el templo de Linares, esto ya es personal.

Cargando editor
13/07/2018, 18:42
El Narrador

Hécate esperó pacientemente a que el caballero y el cronista descendiesen a la fría oscuridad que les aguardaba. Tancredo parecía haber desaparecido parcialmente de su enlace espiritual, pero estaba dispuesta a cumplir con el último deseo expresado por el brujo: "síguelos y entérate de todo".

En cuanto se acabaron los escalones, unas extrañas runas comenzaron a emitir un brillo tenue que iluminó parcialmente el pasillo que se extendía ante ellos. Si aguzaban el oído, podían oír el sonido de la madera golpeteando rítmicamente el suelo de granito. No tardaron en descubrir que se encontraban en las mismísimas catacumbas de la ciudad. 

Mientras avanzaban, pudieron ver frases escritas en un idioma arcaico que habían estudiado. Se trataba de la lengua de la que había surgido el Común. Hablaban de muerte y eternidad, justicia en el más allá, coronas y harapos, y sabe Lineras qué otras cosas. En aquel momento poco les importaba explorar aquellos pasadizos, pues notaban a su presa cada vez más cerca. Solo unos pasos más, pensaron casi al unísono.

De pronto, el golpeteo cesó. Habían perdido la cuenta de pasillos que habían recorrido y de direcciones que habían tomado, pero no temían perderse: su atacante se hallaba a pocos pasos, dentro de la pequeña habitación. Un ligero silbido llegó hasta ellos. Era una tonadilla pegadiza, típica de las que solían interpretar en las plazas los días de mercado. Una canción de mercaderes y trabajadores honrados.

Cuando entraron, vieron una habitación cubierta por símbolos extraños trazados con tiza. Círculos, triángulos y frases que se entrelazaban y se unían unas con las otras, como los hechizos que alguna vez le habían visto practicar al propio Tancredo. En un rincón de la sala se encontraba un anciano sentado sobre un arcón. Llevaba anteojos y un poblado bigote que se curvó en una agradable sonrisa en cuando posó su mirada en los recién llegados.

Cargando editor
13/07/2018, 19:11
Iacobus Valdemar

El anciano vestía llevaba ropas de lo más vulgares, como las que llevaría cualquier zapatero o carpintero en Montnoir. Con una mano acariciaba la cabeza de un muñeco de madera del tamaño de un niño, vestido y pintado como si fuese un muchacho de verdad. En la otra, sujetaba a un rata que intentaba escabullirse.

—Resulta que la hermana tenía razón, hijo mío —le dijo al títere—. "Si Lineras no va a la montaña, la montaña va a Lineras". 

Cargando editor
14/07/2018, 21:30
Le Maison

Le Maison se paró en seco al ver al anciano carpintero. ¿Sería ese que tenía bajo su mano el que se había adueñado de la voluntad del soldado? Le Maison no quería dar nada por sentado pero todo esto le olía muy mal.

Antes de atacar hizo un pequeño rezo a Lineras para descubrir el mal que hubiera en la habitación.

Notas de juego

Uso de habilidad de Paladín:

Cuando rezas en busca de orientación, aunque sea por un instante, y preguntas «¿Qué hay de maldad aquí?», el DJ te responderá sinceramente.

Cargando editor
14/07/2018, 21:37
El Director de Juego

Notas de juego

Hazme una tirada +CON (Desafiar el peligro) y luego te digo qué es lo que ves.